Caitlyn subió la enorme persiana roja del Flamenco Rosa. Anabel miró en su interior intrigada. Era un local amplio, con mesas y una barra enorme con dos camareros. Estaba adornada de forma divertida, con figuras de flamenco por todas partes. Tras los camareros una enorme estantería acogía todo tipo de bebidas.
Aunque el local le gustó mucho, lo que más le llamó la atención fueron los camareros.
Anabel: Estoy flipando lo más, Cait. ¿Quiénes son esos macizorros?
Caitlyn: Mis camareros.
Anabel: ¡Buenas, chicos! Soy Anabel, amiga de Caitlyn.
Caitlyn: Ellos son Jaguar y Zac.
Los camareros le sonrieron inmediatamente. Jaguar iba sin camiseta para lucir todos sus músculos. Llevaba gafas oscuras y el pelo negro engominado. Su sonrisa blanca y perfecta resaltaba sobre su piel oscura.
Jaguar: Hola, preciosa.
Zac era rubio, de ojos azules y piel morena de tomar el sol. Alto, al igual que Jaguar. Llevaba una gabardina sin mangas y desabrochada. En su musculoso pecho lucía un precioso tatuaje.
Zac: Un placer, Anabel.
Anabel se acercó a ellos emocionada. No sabía cual de los dos era más guapo. Caitlyn le habló al oído.
Caitlyn: No te hagas ilusiones, ambos son gays.
Anabel: Oh, es una pena. Bueno, de todas formas tengo novio...
Caitlyn: Ya...
Caitlyn: Allí está Chelo. Es para todos como una madre.
Anabel: ¿Es la que limpia?
Caitlyn: Es más que eso. Se ocupa de la limpieza, pero aquí todos la queremos con locura.
Chelo: Usted debe ser la famosa amiga de Caitlyn. Va usted muy elegante.
Anabel: Gracias, Chelo. Ya me cae usted bien.
Chelo: A mi también me gusta vestir bien, pero una no tiene tiempo para ponerse mona. Siempre estoy trabajando.
Caitlyn: Siempre vas mona, Chelo.
Anabel: Cierto, es un bellezón.
Chelo: Al final me lo creeré.
Subieron al primer piso por las escaleras.
Anabel: Qué maja es.
Caitlyn: Chelo es una pasada. No sabes la cantidad de consejos que me ha dado. Gracias a ella no he hecho locuras.
En el primer piso estaba situada la pista de baile. Una DJ con cuatro tocadiscos y todo tipo de aparatos estaba pinchando música actual. Era una chica pelirroja, con ropa negra. Llevaba puestos unos auriculares con los que controlaba las mezclas.
Caitlyn: Ella es DJ Rosa.
Anabel: Pincha buena música.
Caitlyn: Lo último de lo último. A mi la mayoría de las canciones no me gustan ni las entiendo, pero es lo que le gusta a la gente.
Anabel: Yo soy más de música bakalao.
Caitlyn: Y estas son mis chicas.
Frente a un escenario, con altavoces y luces, estaban Paca Laca y Chumina Bergas. Paca tenía pelo oscuro y una melena muy larga. Lucía una barba prominente y una corona de princesa en la cabeza. Vestía escasa de ropa. Un ajustado corsé blanco con adornos rosas y unas braguitas blancas. Usaba zapatos de tacón lila. Chumina tampoco pasaba calor. También lucía un corsé blanco y rojo junto a unas braguitas rojas. Calcetines largos naranja y zapatos rojos. Agarraba una boa azul con mucho poderío. Tenía un enorme bigote negro que contrastaba con su pelo castaño peinado con un recogido.
Anabel: Hola...
Paca: Pero nena, ¡qué mona eres!
Chumina: ¡Menudo cutis! Seguro que los machos se te tiran encima.
Anabel: Pues...
Paca: ¡Me gusta tu estilo! Muy ochentero, nena.
Chumina: Pareces una travesti, cariño. Espectacular.
Anabel: Gracias...
Paca: Nena, con ese cutis seguro que no estás a falta de cariño.
Caitlyn: Chicas, la estás agobiando.
Anabel: No, tranquila...
Chumina: Seremos buenas amigas, ya lo verás. Estamos loquísimas pero con nosotras nunca te aburres, ¿verdad Paquita?
Paca: Pues claro que sí, guapi.
Subieron al segundo piso y Caitlyn le enseñó su despacho. Disponía de una escritorio, ordenador, una litera para descansar, mesita, algunas sillas y un tocador con espejo.
Anabel: Es muy cuco.
Caitlyn: Aquí paso muchas horas. Por favor, siéntate.
Anabel: Es flipante, te lo digo de verdad. No me esperaba algo así. Este lugar lo va a petar.
Caitlyn: Eso espero. Me estoy dejando aquí todo mi dinero. Necesito que funcione. Anabel, cuéntame tú. Dime cómo te va todo.
Anabel: Me va de maravilla. Trabajo en un despacho de abogados, de recepcionista. Hago poca cosa, no te creas. Tengo un pisito en la mejor zona de Clickópolis. Era caro, pero valía la pena la inversión. Es un ático precioso.
Caitlyn: Me alegro tanto, amiga mía. ¿Y en el amor?
Anabel: Salgo con un hombre que conocí hace unos meses. Es mucho más mayor que yo, pero me vuelve loquita de amor. Todavía no tengo claro si tiene dinero, se muestra muy esquivo con este tema. Vive en una casa en un árbol en el bosque. Puede parecer poca cosa, pero ni te imaginas lo bonita que es.
Caitlyn: Es fantástico. Vivir en el bosque debe ser tan tanquilo.
Anabel: Sí, quizás un poco demasiado. Oye, ¿y no sabes nada de tu capitán?
Caitlyn: Hablamos por teléfono algunas veces.
Anabel: Con lo guapo que es, no sé cómo lo has podido dejar escapar.
Caitlyn: Está enamorado de otra, Anabel. No me gusta meterme en medio de una relación. Además, Brian no está enamorado de mi.
Anabel: Por todo lo que me has contado, yo creo que lo estaba.
Caitlyn: En cualquier caso, eso ya forma parte del pasado.
Anabel: Es cierto, ahora tienes este fantástico negocio. Seguro que tendrás mucho éxito, amiga mía. Oye, en la inauguración...¿tendré barra libre?
Caitlyn: No sé, eres una esponja...
Anabel: ¿Yo? Anda ya, si no suelo beber casi nada...
La música las interrumpió. Se asomaron para ver lo que estaba ocurriendo en la planta de abajo.
Chumina Bergas estaba sobre el escenario, cantando una canción. Estaba ensayando para el día de la inauguración.
Chumina Bergas: Paraaa mojarloooo, hay que empujarlooooo, para meterloooo, hay que lamerloooo, para pararlo...¡Qué difícil es meter el hilo en la aguja!Yo soy Chuminaaa, la que pesca con boyaaaa, y mientras taantoooo te toca la joyaaaa...
Chumina Bergas: Y mientras tantooooo, agarra el rasero, y con la manoooo te toco el aperoooo.
Anabel: La cancioncita tiene tela.
Caitlyn: Sí, las canciones de Chumina son muy locas.
Marcos subía las escaleras en busca de Caitlyn. Estaba dispuesto a rogarle por otra oportunidad. Caitlyn le vio subir las escaleras y resopló agobiada.
Marcos: ¡Amor! He visto la puerta abierta y he decidido entrar para saludarte.
Caitlyn: Ha sido una muy mala idea, Marcos. Te dije que no quería volver a verte.
Marcos: Ya, pero yo necesito verte.
Caitlyn: Lo nuestro terminó, te lo dije alto y claro.
Marcos: Pero ya me he disculpado, amor. Me pongo de rodillas si es necesario. Haré lo que me pidas.
Caitlyn: Te pido que me dejes en paz.
Anabel: Guapo, es mejor que te marches.
Marcos: Dame otra oportunidad. Está bien, me equivoqué, pero eso no volverá a ocurrir. Solamente tengo ojos para ti, Caitlyn.
Caitlyn: Tendrías que haberlo pensado antes. Lo siento. Vamos, te acompañaré a la puerta.
Marcos: Caitlyn, yo te amo...
Caitlyn: ¿Me amabas cuando estabas en la cama con la otra?
Marcos: Eh...claro.
Caitlyn: No me mientas a la cara.
Marcos: Al menos dame la oportunidad de demostrarte que soy un buen tío.
Caitlyn: Ya me has demostrado suficiente. Ya no me puedo fiar de ti, lo siento.
Caitlyn le acompañó a la puerta.
Marcos: ¿Esto es el fin?
Caitlyn: No, solamente termina nuestra relación. La vida sigue y seguro que vuelves a encontrar otra clack que te ame, pero no vuelvas a meter la pata, aprende de los errores.
Marcos: Me dejas destrozado...
Caitlyn: Lo superarás.
Marcos: Te he perdido para siempre...
Caitlyn: Lo siento. Adiós, Marcos.
Marcos se fue con paso ligero. Mientras se alejaba, no pudo evitar mirarle el trasero a una clack que pasaba por allí. Caitlyn lo vio y supo que había hecho lo correcto.
Brian: Veo que sigues rompiendo corazones.
Caitlyn: ¿Disculpe?
No podía creerlo. El Capitán Miller, su querido Brian, estaba allí. Iba vestido con el uniforme blanco de Capitán, tan elegante y guapo como siempre. Junto a él estaba su hijo, Elliot. También vestía con su uniforme marinero blanco.
¡Qué sorpresa que aparezcan personajes de la historia del crucero! Fue una historia chulísima y una época de absoluta inspiración y le tengo mucho cariño a esa historia. Me gusta mucho el local de Kaitlyn. Al principio me costó saber quién es Anabel, pero ya me acuerdo de quién es, por su oportunísimo comentario cuando estaba enfermo el abuelo de Sus... No me gusta esa chica, pero espero que me vaya cayendo mejor conforme avance la historia. Paca Laca y Chumina son geniales. A esos personajes se les puede sacar mucho provecho y dar mucho juego. ¡Me encantan los personajes así locos! NSigo pensando que Marcos no me gusta. Qué baboso es. Sí, Kaitlyn hizo bien mandándolo a paseo y seguro que Brian vino porque la echa de menos y quiere estar con ella. ¡Que siga pronto!
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