sábado, 20 de marzo de 2021

Celos - Capítulo 03: Invitados

Capítulo 03

Invitados

Sus y Duclack estaban algo nerviosas. En breve entrarían en casa de Sabrina, algo hasta ese momento impensable. Olvidar todo lo ocurrido entre ellas  y empezar de cero era complicado, pero estaban dispuestas a intentarlo. Diamante y Sebastián junto a todos los niños las acompañaban. 

Sus: Es aquí.
Diamante: Menudo casoplón. 
Duclack: No pensaba que fuese tan grande.
Sebastián: Y la localización no puede ser mejor. Junto al bosque y sin vecinos.



Suselle y Pradito se habían arreglado para la ocasión. Suselle lucía su vestido azul preferido y Pradito uno rosa que le regaló Sebastián por su cumpleaños. Dante pasaba de esas cosas y vestía como siempre. Camiseta negra con el dibujo de una calavera y pantalones tejanos con unas deportivas. 

Pradito: Por fin vamos a ver la casa de Anita y Walter.
Suselle: Tengo ganas de ver el cuarto de Anita.
Dante: Yo quiero que Walter me enseñe su robot. 


Rex los escuchó hablar y fue a darles la bienvenida.

Suselle: ¡Es Rex!
Pradito: El perro policía. Es guapísimo.
Dante: Un pastor alemán. Mola un montón. Hola, guapo.


Duclack: Sus, ¿crees que hacemos bien aceptando la invitación?
Sus: No lo sé. Quiero pensar que sí, que es una Sabrina totalmente cambiada. Lleva semanas comportándose genial con nosotras.
Duclack: Es cierto, está muy cambiada. Bueno, le daremos un voto de confianza. La primera oportunidad se da, la segunda se gana y la tercera no existe. Esta es la segunda oportunidad...
Sus: Espero que no haya una tercera...


Diamante: Sebastián, ten cuidado con Sabrina.
Sebastián: Duclack me ha puesto en antecedentes. Ahora está casada con un policía, a lo mejor la influencia de su marido le ha hecho cambiar.
Diamante: Lo dudo mucho. Yo creo que está loca de remate, así que ten mil ojos.


Llamaron a la puerta y Leticia la abrió. Elvis salió a ladrarles, como solía hacer con todas las visitas.

Leticia: ¡Bienvenidos! Me alegra mucho veros.
Sus: Leticia, cuanto tiempo. Estás muy guapa.
Leticia: Que va. Vosotras si que estáis radiantes.
Duclack: ...
Sus: Gracias.
Leticia: ¡Oh, qué guapos están Mar y Bosco! Por favor, pasad.


Elvis: ¡Grrrrrrrrrrrr!
Diamante: Seguro que Sabrina le ha enseñado a hacer eso...
Leticia: Es muy territorial. Siento los ladridos. Elvis, deja a nuestros invitados en paz.
Sus: Con lo pequeño que es y el ruido que hace.
Diamante: Me está dejando sordo.


Sabrina: ¡Bienvenidos!

Entraron a la casa y fueron recibidos por Sabrina y John. Nerea observaba a los invitados con atención. No tardó en fijarse en Sebastián.

Nerea: Menudo maromazo.
Sabrina: Sus, me alegra tanto que estés aquí.
Sus: Tenía ganas de ver tu casa. Esta cocina es espectacular. Me encanta.
John: Bienvenidos. Hombre, Diamante. ¿Cómo estás?
Diamante: Muy bien. Tenéis una casa alucinante.
John: Gracias. Nuestro sudor nos ha costado. Venís con los renacuajos.
Diamante: Nos toca a los hombres cargar con ellos. Bosco cada día pesa más.
John: Está enorme. 


Sabrina: Atención, chicos. Nos vamos a dividir. Los hombres os iréis al despacho a hablar de vuestras cosas. La chacha Leticia os servirá lo que queráis. Las chicas conmigo, que os enseño la casa y merendamos juntas.
John: Sebastián, Diamante. Seguidme.


John los llevó al despacho y se sentaron en el sofá. Era una estancia agradable y cómoda.

John: ¿Queréis beber algo?
Diamante: Ron.
Sebastián: Un vino, si es posible. 
John: Sin problema. Dejad a los niños aquí. Con la moqueta estarán bien.


John: Vaya, veo que se llevan muy bien.
Diamante: Son inseparables. Tendrías que ver cuando los separamos.
Sebastián: Se ponen a llorar inmediatamente. 


Mientras tanto...

Sabrina: Pradito, Suselle. Mi Anita está en su cuarto, terminando su hora de estudio con su profesor Bruno. Está en el primer piso, por esas escaleras. Dante, Walter está en su cuarto, en la misma planta pero en la habitación del fondo. Luego mandaré a la chacha Leticia a que os sirva la merienda.
Suselle: No me gusta que la llames chacha...
Sabrina: Oh, no pasa nada. A ella le encanta que se lo diga.


En el cuarto de Anita...

Bruno seguía dándole clases a Anita. Sentados sobre la moqueta, todo parecía un juego, menos serio.

Bruno: ¿Has comprendido?
Anita: Sí, perfectamente. Es que te explicas tan bien...
Bruno: De eso nada. Eres una estudiante estupenda. Si te esfuerzas, te sacarás el curso sin problema.


En ese momento, llegaron Pradito y Suselle.

Anita: ¡Ya estáis aquí!
Suselle: Huy, ¿interrumpimos?
Bruno: No, ya hemos terminado. 


Anita: Ellas son mis amigas Pradito y Suselle. Chicas, os presento a Bruno, mi profesor de clases particulares.
Bruno: Me alegra conoceros. Anita habla muy bien de vosotras. Bueno, os dejo. Nos vemos el lunes, Anita.
Anita: ¡Hasta el lunes!


Suselle: Es muy guapo.
Anita: Cuando sea mayor de edad, me casaré con él. Es mi novio, aunque él no lo sabe.
Pradito: Tienes buen gusto.


Mientras tanto...

Sabrina: Esta es la sala de estar. Aquí vemos Netclicx y pasamos ratos en familia.
Sus: Me encanta la decoración en verde y blanco.
Duclack: Muy setentera. Preciosas las fotos de tu boda.
Sabrina: Gracias. 


Sabrina: Esta zona acristalada la utilizamos para relajarnos. Aquí leemos y hacemos ejercicio.
Sus: Es una pasada. Al ser todo cristaleras da mucha luz y puedes ver el bosque.
Duclack: Es una zona preciosa.
Nerea: Es algo exclusivo. Pocas casas lo tienen.


Sus: Es verdad.
Nerea: ¿Vosotras tenéis algo así?
Sus: No, aunque tengo un balcón con muy buenas vistas.
Nerea: Ya, pero no es lo mismo.


Bruno se marchaba. Al llegar a la cocina, se encontró con Leticia.

Leticia: ¿Te marchas?
Bruno: Sí, Anita tiene visita. 
Leticia: ¿Quieres tomar algo?
Bruno: No, gracias. Es mejor que me marche. Leticia, ¿todo bien?


Leticia: Sí, creo que sí. ¿Y tú?
Bruno: Regular. 
Leticia: Si necesitas hablar, aquí me tienes.
Bruno: Te lo agradezco, pero es mejor que piense en otras cosas. Hablar en estos momentos no me hace bien...
Leticia: Lo entiendo...


Una niña entró corriendo en la casa. Empujó a Bruno, que estaba saliendo. Tenía la edad de Anita. Llevaba gafas rosas, con forma de corazón y ropa muy fashion.

Paula: ¡Paso! ¡Voy con prisa!
Leticia: ¡Paula! ¡No puedes entrar de esa forma en la casa!
Paula: ¡Lo estoy haciendo!
Leticia: Esta niña no tiene remedio...


Pradito estaba mirando los cómics que Anita guardaba en una caja. Tenía ediciones raras de alguno de sus comics preferidos.

Pradito: ¡El número 25 de Cutreman! ¡El número especial de Megacerdo en la granja!
Anita: Me lo regaló mi padre.
Pradito: Tienes una buena colección.
Anita: Puedes llevarte los que quieras. Ya me los devolverás.
Pradito: ¡Gracias!


Pradito: ¡Tienes hámsteres! 

Anita tenía una gran caja con dos hámsteres en su interior. Era una caja espaciosa, junto a la ventana. Tenían la típica rueda para jugar. Uno de ellos corría en ella y el otro observaba a las niñas con curiosidad.

Anita: Son Manchitas y su marido Mofletes. 
Suselle: ¡Qué bonitos!
Pradito: Yo quiero tener uno de estos.


Paula: ¡Ya estoy aquí! 
Anita: ¡Paulaaaa! Por fin has llegado. Pensaba que no vendrías.
Paula: Mi madre, que si no termino los deberes, no me deja salir.


Anita: Mira, ellas son Suselle y Pradito. Chicas, ella es mi mejor amiga, Paula.
Paula: ¡Pradito! Tenía ganas de conocerte. ¿Es verdad que eres huérfana?
Pradito: No, tengo padres.
Paula: Ya, pero adoptivos. ¿Cómo es ser huérfana? Debe ser horrible. ¿Es verdad que tu padre era un pirata?


Suselle: Le haces sentir mal diciendo esas cosas. Ahora no es momento de hablar de eso. 
Pradito: No te preocupes, Suselle. Duclack y Sebastián son mis padres, no soy una huérfana. 
Paula: No te lo decía a malas, en serio. Ay, menuda amistad tenéis. En seguida has saltado a defenderla. ¿Sois mejores amigas?
Suselle: Sí.
Pradito: Somos como hermanas.
Paula: Igual que Anita y yo. Suselle, dicen que eres una empollona. ¿Podrías ayudarme con unos deberes que tengo? Te los puedo pasar por whatsaclick.
Suselle: ...


Anita: Claro, ella te ayudará. ¿Verdad, Suselle? Por cierto, tienes que contarnos eso que me dijiste ayer, Suselle. Dice que se encontraron una vidente. Le leyó la mano a su padre.
Suselle: Sí. Tiene una tienda muy misteriosa justo al lado del click kebab. Es una clack muy guapa y muy inteligente.
Paula: ¡Podríamos ir!
Suselle: Mi madre no quiere.
Paula: ¿Y nunca la desobedeces?
Suselle: Pues no.
Pradito: Suselle es muy responsable.
Paula: Pues eso tiene que cambiar. Iremos a ver a esa vidente.
Anita: ¡Sí! Que nos lea el futuro.


Mientras tanto, en el cuarto de Walter...

Walter: Ya está listo.
Dante: Flipante. 

Walter tenía un mando con el que controlaba un robot azul. Era casi igual de alto que ellos. Tenía ruedas y brazos. 

Dante: ¿Hace todo lo que le pidas?
Walter: Sí. Aunque lo tengo que controlar con el mando. Puede enviar mensajes de voz, llevar cosas a la cocina o recoger mi cuarto. Solamente se lo tengo que ordenar con este mando a distancia.
Dante: ¡Mola! Tengo una idea. Podríamos ordenarle que envíe un mensaje a las chicas...


El robot llegó al cuarto de Anita. Todas se callaron al verte entrar.

Pradito: ¿Eso que es?
Anita: Un robot.
Paula: Es de su hermano. Walter es un cerebrito. 
Robot: Tengo un mensaje de parte de Walter y Dante.
Suselle: Huy, sabe hablar.
Robot: Las niñas sois tontas y feas.
Paula: ¡Eh!


El robot salió rodando del cuarto. Anita lo perseguía enfadada.

Anita: ¡Grrrrrrr! ¡Walter! ¡Cualquier día tiro tu robot por la ventana!


El robot entró al cuarto de Walter y cerró la puerta. Dante y Walter se tiraban por el suelo de la risa.

Dante: ¡Jajaja! ¡Ha sido buenísimo!
Walter: ¡Jajaja! No suelo hacer estas cosas. No me gusta enfadar a mi hermana, tiene mucho carácter, pero tengo que reconocer que ha sido divertido. 


Continuará



 

2 comentarios:

  1. ¡Qué tensión! Aunque aparentemente todo vaya bien, no acabo de notar buena energía en esta quedada... No me fío de Sabrina y mucho menos de Nerea. No me gusta esa gente que hace comentarios a sabiendas de que te pueden sentir mal. No sé de dónde habrá salido Paula, pero tampoco me da buenas vibraciones y no quiero que malinfluencie a Suselle, que es tan buena. Me encanta cómo se nota lo unidos que están Bosco y Mar y Suselle y Pradito. Qué pena que Sabrina no piense que Leticia es una persona y que no se merece que la llame chacha. Me quedé intrigada con Bruno. ¿Qué le pasará? ¡No tardes en poner el próximo capítuloi! ¡Está muy interesante! Me gustó mucho lo que dijo Duclack sobre las oportunidades. Es muy buena reflexión.

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  2. Muy divertido este capítulo con las historias de los niños. Paula se ve tremenda, como ha ido derecha a Pradito para soltarle impertinencias y luego le dice a Suselle que le haga sus deberes. Los chicos divirtiéndose con el robot. Menudos picas picas con las chicas son.
    Me hacen mucha gracia el perro de Sabrina y el de John. Son tal cual sus dueños: uno insoportable y otro bien educado y un encanto.
    Estoy disfrutando mucho esta historia. Me encantan las historias con cosas cotidianas de nuestros personajes.

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