domingo, 7 de marzo de 2021

Celos - Capítulo 02: Profesor particular

                                       

Capítulo 02

Profesor particular


Tres veces por semana, Bruno acudía a casa de Sabrina y John. Allí daba clases de refuerzo a Anita, la hija de la pareja. Había suspendido varias asignaturas y necesitaba ayuda extra. Era una niña algo pasota y que prefería pasar el tiempo haciendo otras cosas. Su hermano Walter era todo lo contrario. Aprobaba todas las asignaturas sin problemas y era un niño muy inteligente. 

                                       

Sabrina buscó un profesor particular por Internet. Un requisito imprescindible era que debía ser guapo. No quería que fuese una mujer ni un profesor mayor de 30 años. Junto a su amiga Nerea, buscaron el candidato perfecto. Cuando apareció Bruno, no lo dudó ni un instante. Además, era un chico muy inteligente (aunque tampoco le dio demasiada importancia a este pequeño detalle). Llevaba varias semanas impartiendo sus clases particulares y Anita estaba contenta. Su forma de impartir las clases era divertida y amena. Bruno tenía 22 años y esta era una manera de ganarse un dinero extra. Llevaba dos días sin poder dar clases, pues había estado enfermo, pero ya se encontraba bien para volver a empezar. Vivía con sus padres, aunque tenía novia y estaban pensando en irse a vivir juntos. 

Llamó al timbre y Leticia abrió la puerta. Sonrió a Bruno cuando lo vio.


Leticia: Hola, Bruno. ¿Estás recuperado?

Bruno: Hola, Leti. Sí, estoy bien.

Leticia: Me alegro mucho por ti. Estaba preocupada.



Elvis (el pequeño perro negro de Sabrina), salió a ladrarle. Le encantaba recibir las visitas de esa forma. Ladraba sin parar hasta que se hartaba. Sus ladridos eran insoportables.

Bruno: ¡Elvis! Te echaba de menos, pequeño.

Elvis: ¡Guau guau guau! ¡Grrrr!
Leticia: Mira que es pesado. Tranquilo, Elvis. ya sabemos que eres el rey de la casa...


Rex, el perro de John, apareció desde la caseta que tenían en el jardín. Era un pastor alemán muy tranquilo. Era un perro policía, fiel compañero de John. Bruno lo acarició.

Bruno: Hola, amigo mío. Tú no necesitas ladrar de esa forma, ¿verdad?
Elvis: ¡Grrrrrrrrrrr!

Rex miró a Elvis de reojo y este salió disparado hacia el interior de la casa. 


Entraron a la casa. Rieron al ver a Elvis escondido en su cama.

Leticia: Este Elvis es especial. Bruno, me alegra verte de vuelta.
Bruno: Gracias. Han sido días difíciles...
Leticia: Anita está en su cuarto, esperándote. Sabrina está en el despacho, con su amiga. Seguro que se alegrarán de verte.


Sabrina y Nerea estaban sentadas en el sofá del despacho. Solían quedar todas las tardes para tomar café y charlar largas horas. 

Nerea: ¿Lo tienes todo listo para cuando vengan tus amigas?
Sabrina: Todavía no. Estoy esperando a mi hermana, que traerá esas galletas tan buenas que hace. Quiero que todo sea perfecto. También tengo que largar a mi padre de casa. Le daré dinero para que se vaya al bar. No quiero que lo vean ahí sentado, bebiendo cerveza y viendo fútbol.
Nerea: Sí, da mala imagen. No sé como lo aguantas, tía. Que se busque la vida en otro sitio, ni que fuese una obligación hacerte cargo de él.
Sabrina: Así soy yo de buena.


Bruno: Buenas tardes. ¿Interrumpo?
Sabrina: ¡Brunooo! ¿Ya estás bien?
Nerea: Pues claro que está bien, ¿no lo ves?
Bruno: Sí, totalmente recuperado.


Sabrina: Sí, estás genial.

Sabrina le tocó un bíceps sin cortarse un pelo. Bruno tenía un cuerpo espectacular. Iba al gimnasio y eso se notaba mucho.

Bruno: Me ha dicho Leticia que Anita me espera en su cuarto.
Sabrina: Sí, pero no hay prisa. Puedes sentarte aquí con nosotras un ratito. Que la chacha te traiga algo para beber y te relajas.
Nerea: Estás sudando. Si quieres, te puedes quitar la camiseta.
Bruno: Gracias, pero será mejor que empiece las clases cuanto antes. 


Bruno se marchó y Sabrina se volvió a sentar junto a su amiga.

Sabrina: Es un bombón. Tuvimos buen ojo eligiendo profesor.
Nerea: Sí, pero lo vemos poco. Hay que pensar algo para que pase más tiempo con nosotras. 
Sabrina: Ya pensaremos en algo. Es muy escurrdizo. 


Anita estaba en su cuarto viendo vídeos por clicktube. Su clicktuber preferido había subido un vídeo muy divertido. Al mismo tiempo chateaba con su mejor amiga, Carlota. 

Anita: Tía, los Japónclick han sacado nueva canción.
Carlota: ¡Lo sé! Ya he escuchado la canción más de diez veces. ¡Y el que más canta es mi bebé! 
Anita: El vídeoclick es guapísimo.


Bruno: ¿Se puede?
Anita: ¡Bruno! Pensaba que no vendrías.
Bruno: Pues aquí estoy. ¿Preparada para estudiar conmigo?
Anita: Pffff...


Bruno: Antes de empezar a estudiar, nos sentamos en el suelo y charlamos un rato. ¿Me he perdido algo interesante estos días?
Anita: ¡Japónclick han sacado canción nueva!
Bruno: ¿En serio? La escuchamos y luego empezamos a estudiar.
Anita: ¡Yupi!


Sabrina estaba buscando a John por toda la casa. Al final, lo encontró en la cocina, hablando en susurros con Leticia. Estaban muy cerca el uno del otro. John tocaba su hombro con total confianza y ella sonreía feliz. Sabrina notaba como la sangre le hervía. Estaba convencida de que Leticia, estaba tonteando con John. El muy tonto no se daba cuenta, pero ella sí. Le idea de que  Leticia le quería arrebatar a John crecía en su interior con más intensidad que nunca. 


Nerea: Vaya, si está con la chacha guarrilla. Menudas confianzas se toma...
Sabrina: Ya veo. Esta va de tonta pero es muy lista.
Nerea: Deberías deshacerte de ella cuanto antes.
Sabrina: No puedo. John no me deja y los niños la adoran.
Nerea: Buscaremos una estrategia para quitártela de encima, no te preocupes. 


Sabrina: ¿Interrumpo algo?
John: ¡Cariño! No, claro que no...
Sabrina: Como os veo ahí tan pegaditos.
Leticia: Hablábamos sobre...animales.
John: Sí, sobre animales.
Sabrina: Ya.


Fue hasta la sala de estar y se encontró a su padre haciendo lo de siempre. Miraba la tele en el sofá, bebiendo cerveza. 

Sabrina: Te tienes que ir. Viene visita y no quiero que me lo arruines todo.
Faustino: ¿Y perderme el partido? Juegan el Real Click de Fútbol y El Clackcelona. 
Sabrina: Pues lo ves en el bar, que tienen tele.


Faustino: No tengo ganas de moverme. Además, si voy al bar, me pierdo parte del partido.
Sabrina: He dicho que te tienes que ir. ¡Ahora!


Faustino: No tengo dinero.
Sabrina: Toma, 20 cleuros. Así puedes comprar patatas, cervezas o lo que sea que comas. Venga, quiero verte en movimiento.
Faustino: Podrías darme más. Con 20 cleuros no tengo para nada...
Sabrina: ¡Mueve ese culo gordo!
Fasutino: Está bien. Iré al bar del chino Juan, que ahí venden la cerveza más barata.


Sabrina: ¡Leticiaaaaaa!
Leticia: ¡Voy!
Sabrina: ¡Esto es una pocilga! Venga, espabila y limpia todo esto. Están a punto de venir los invitados y la casa da asco.
Leticia: Lo limpio en un momento.
Sabrina: ¡Venga, que es para hoy!


Sabrina se cambió de ropa. Se puso una falda que se había comprado días atrás y se maquilló. Llamaron a la puerta y como Leticia no aparecía por ninguna parte, tuvo que ir ella a abrir. Encontró a su hermana, Donna, en la puerta. Llevaba consigo una bandeja con unas galletas deliciosas que solamente ella era capaz de hacer.


Sabrina: ¡Hermana!
Donna: ¿Llego pronto?
Sabrina: Al contrario, llegas muy temprano. ¡Has traído las galletas!
Donna: Sí, aquí están. Ya sabes, son mi especialidad.


Sabrina agarró la bandeja con brusquedad.

Sabrina: Donna, gracias por las galletas. Será mejor que te marches. Es que ya somos demasiados en la fiesta.
Donna: ¿Perdona? ¿Me estás echando?
Sabrina: Hermanita, no seas tan dramática. No te echo, simplemente te invito a marcharte. Otro día hacemos una fiesta contigo. 
Donna: Pues me llevo mis galletas.
Sabrina: De eso nada, monada. 


Le cerró la puerta en la cara antes de que pudiese quitarle la bandeja.

Donna: ¡Sabrina!
Sabrina: Sin rencores, hermana. Te compensaré.
Donna: ¡Eres lo peor! Ains, si esto me pasa por confiar en ella...


Continuará..

2 comentarios:

  1. ¡Al fin me la pude leer! Sabrina no cambia y no creo que lo haga jamás. Yo sería incapaz de comportarme así con mi hermana y encima haciéndole el favor de traerle las galletas. Donna tendría que vengarse de ella, pero es tan buena que no lo haría nunca. Son la noche y el día. Luego, qué aprovechadas con el pobre Bruno. Ella puede tontear con los tíos que le dé la gana, pero luego no soporta que Leticia y Bruno hablen tan cerca uno del otro... Me encantan los perros, cada uno con su carácter. Elvis es como Sabrina, mientras que Rex es un trocito de pan, tan calmado y bueno. En cuanto lo mira, Elvis huye. Los perritos pequeños son todos así. Sabrina no podrá cambiar mucho si tiene una amiga como Nerea. No me puede caer peor, pero eso le da mucho juego a la historia. Me gusta mucho cómo Bruno imparte las clases y Anita se nota que está encantada con él. ¡Estoy deseando saber qué ocurre en la fiesta!

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  2. Pero qué cara dura tiene Sabrina, como ha dejado a su hermana con la puerta cerrada en sus narices una vez que ha agarrado las galletas. Y con Bruno ni se corta. Menudas dos descaradas son. Me ha hecho mucha gracia este capítulo. Es muy bueno. También me ha divertido que el objetivo de esas dos ahora sea Leti. A ver cómo sigue todo.

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