lunes, 13 de abril de 2020

Estado de alarma - Capítulo 04 - Los Pérez 2ª Parte

Estado de alarma

Capítulo 04

Los Pérez 2ª Parte

Chidi se estaba bañando y de paso, relajando un poco. Salir a hacer la compra siempre suponía mucha tensión. Cuidar las distancias con otros clicks, la mascarilla, los guantes, encontrar todo lo que quería comprar...era toda una odisea. 



Escuchó que la puerta se abría y entró Wenda. Se quitó la ropa y le sonrió.

Chidi: ¡Wenda!
Wenda: ¿Hay sitio para mi en la bañera?
Chidi: ¿Y si nos pillan?
Wenda: Es verdad. ¿Prefieres que me marche?
Chidi: Correremos el riesgo.


Se metió en la bañera con Chidi y juntos, disfrutaron de un relajante y apasionante baño.


Mientras, Wen tocaba el piano en su habitación. Era un piano pequeño, de cuando era niño. Estrella estaba tumbada en la cama, escuchando como tocaba. Gallofa estaba sentado en el suelo, pues había moqueta.

Gallofa: Es una suerte saber tocar el piano...

No pudo evitar ponerse a llorar. La canción de Titanic siempre le había emocionado mucho. Estrella no quería que su gran amigo Gallofa se quedase solo durante el confinamiento. Wen accedió para que se quedara con ellos el tiempo que fuese necesario.

Wen: Está desafinado.
Gallofa: Pues suena muy bien.
Estrella: Gallofa, no llores.


Gallofa: No puedo evitarlo. Esa canción me emociona mucho. Ay, y miro esta habitación tan bonita. Está repleta de recuerdos y se nota que fuiste un niño feliz. Yo sin embargo...no tuve infancia, ni familia.
Wen: Ahora nosotros somos tu familia, Gallofa.
Estrella: Claro que sí.
Gallofa: Gracias...


Estrella: Yo tampoco tuve una infancia feliz. Mis hermanos eran unos desalmados. Por suerte hace mucho que no sé nada de ellos.
Gallofa: ¿Seguirán en la cárcel?
Estrella: Seguro que sí.
Wen: Se pasan más tiempo dentro que fuera.


Estrella: Ay, estoy cansada.
Wen: Túmbate y descansa, cariño.
Gallofa: ¿Te traigo algo?
Estrella: No, estoy bien.


Ben llevó a Pam a la biblioteca personal de Ernesto. Se quedó atónita mirando todos los libros.

Pam: ¡Por mis muelas! ¡Cuantos libros!
Ben: Ernesto es un gran lector. No sabía que te emocionase tanto leer.
Pam: Es una de mis grandes pasiones. ¿Puedo echar un vistazo?
Ben: Por supuesto. Ernesto dice que puedes coger un libro, si te apetece.
Pam: Guay...


Se subió a la escalinata y buscó un libro que le interesase. 

Ben: ¿Te interesa alguno?
Pam: ¡Me interesan muchos! Tiene Los Pilares del Playmundo, Crónicas Clickeras, La Dama de la Noche, Circe: Historia de una Reina,...¡Tiene Más allá del viento!


Pam agarró ese libro y bajó de las escalerillas muy emocionada.

Pam: ¡Tenía muchas ganas de leerla!
Ben: No la conozco. ¿Está bien?
Pam: Dicen que sí. 
Ben: ¿De qué trata?
Pam: Va sobre una chica que regresa a su poblado después de ir en busca de una planta para salvar la vida de su hermana. Cuando regresa a su poblado, se encuentra con todo arrasado por las llamas. Intenta averiguar que es lo que está sucediendo y...


Chidi se vistió y fue a terminar asuntos pendientes del trabajo mediante el ordenador. Wenda se estaba terminando de vestir cuando aparecieron Lilu y Lulú.

Lilu: ¡Surprise!
Wenda: ¿Qué ocurre?
Lulú: Ha llegado el momento de cambiarte el look.
Wenda: ¿Ahora?
Lilu: Vamos tita, ha llegado el momento.


Wenda: No quiero el pelo de colorines chillones, por favor.
Lulú: Vale.
Wenda: Ni que me rapéis. 
Lilu: Vaaaale.


Lulú: Déjate llevar.
Wenda: ¡Me dais mucho miedo!
Lilu: ¿Nosotras? Si somos unas santas.

Le empezaron a lavar la cabeza. Wenda se dejó llevar con inseguridad.


Wenda: ¿Y ahora?
Lulú: Prepárate para el cambio. Sister, trae el tinte y el neceser con todo.
Lilu: ¡Voy!
Lulú: Te vamos a dejar divina.
Wenda: Tengo miedo...


Wen, Estrella y Gallofa seguían en la habitación, charlando tranquilamente. Escucharon unos golpes en la ventana. Wen pensó que debía ser un pájaro, pues estaban en una tercera planta. Volvió a escuchar los golpes y miró. Se trataba de Sinéad.

Wen: ¡Sinéad! 

Abrió la ventana para dejarle entrar.

Sinéad: ¡Hola! Espero no interrumpir, pero quería saber que tal estabas.
Wen: Pasa, por favor. ¡Qué alegría!
Sinéad: Vengo con Eros.


Gallofa se puso a gritar, muy asustado.

Gallofa: ¡Ahhhhh!
Wen: Gallofa, es una amiga, no temas.
Gallofa: ¿Eres la vampiresa? He escuchado historias sobre ti, pero pensaba que se las inventaban.
Estrella: Sinéad es muy buena, no tengas miedo.
Eros: ¡Ey, amigos clicks!
Wen: ¡Hola, Eros!


Eros: Con la pandemia que está azotando al playmundo estábamos preocupados por vosotros.
Estrella: ¿A vosotros no os afecta?
Sinéad: No, estas enfermedades no nos afectan.
Gallofa: Menuda suerte.
Sinéad: ¿Estáis bien?
Wen:Sí, por el momento todos estamos bien. Confinados en casa.
Sinéad: Debe ser desesperante. Al menos la tierra lo está agradeciendo. Hay muchísima menos contaminación. El aire es mucho más puro.
Estrella: ¿Dónde habéis estado todos estos meses?


Se sentaron juntos sobre la moqueta para charlar.

Eros: Hemos viajado mucho. Fuimos a ver a unos amigos que tenían problemas y después nos refugiamos en un bosque precioso de Canadá.
Sinéad: Sí, es uno de nuestros lugares preferidos. También estuvimos en Lacnischa durante un tiempo.
Estrella: Me gustaría conocer ese lugar.
Sinéad: Algún día os llevaremos. Aunque hay que ir muy abrigado.


Llegó la noche y Chidi se acostó. Dormía junto a Wenda en su habitación. Había prometido a su madre que la llamaría. Mediante Skype, pudieron verse y hablar un rato.

Olivia: Deberías estar aquí, con tu familia. Estamos muy preocupados por ti, hijo.
Chidi: Estoy bien, madre. No debes preocuparte y por favor, no salgáis de casa bajo ningún concepto. Deja que Martin se ocupe de todo.
Olivia: ¿Tu hermano? Le digo que traiga leche y se presenta con cervezas. A comprar voy yo. 
Chidi: No lo hagas, mamá. ¿No entiendes lo peligroso que es?
Olivia: ¿Quieres que tu madre desayune cerveza con galletas? Tu hermano será un manitas, pero no sabe comprar. El padre Gabriel me llama mucho por teléfono. Es que no hay misa, ¿sabes? Lo nunca visto. El otro día la policía nos obligó a desalojar la iglesia. ¡Ni que fuésemos criminales!
Chidi: Mamá, por favor. Por una vez en tu vida, hazme caso. No quiero que os ocurra nada malo.
Olivia: Está bien, hijo. Nos quedaremos en casa.


Cuando Chidi se despidió de su madre, apareció Wenda. Se quedó con la boca abierta, totalmente sorprendido. Wenda había cambiado de look. Desde hacía ya muchos años acostumbraba a llevarlo recogido en un moño, sin teñir. Semanas atrás cambió el moño por una coleta y ahora, lo tenía suelto. Aunque ese no era el único cambio. Se lo había teñido de negro. Era un negro intenso, precioso. En seguida le vino a la mente todas esas fotos antiguas de Wenda, en las que se la veía luciendo un precioso pelo negro. Había rejuvenecido. El parecido con Sus era más que evidente.


Chidi: Wenda...
Wenda: ¿Te gusta? 
Chidi: Pues...
Wenda: ¿No te gusta?
Chidi: Pues claro que me gusta. Amor mío, estás alucinante.
Wenda: ¿De verdad? ¿No estoy ridícula?


Chidi: ¿Bromeas? Estás preciosa.
Wenda: Dicen mis sobrinas que soy clavada a Sus.
Chidi: La gente pensará que sois hermanas.
Wenda: Me siento bien con el cambio.
Chidi: A mi me gustas de todas las formas posible. Lo importante es que te guste a ti.
Wenda: Sí, creo que me gusta.


Chidi: ¿Vienes a la cama o te vas a hablar con tu hermana? La he visto bastante deprimida.
Wenda: Ya he hablado con ella. Ha tenido un pequeño problema, pero creo que he conseguido animarla.
Chidi: Eso está muy bien.
Wenda: Ahora al que tengo que animar es a ti.
Chidi: ¿A mi? ¿Y cómo pretendes hacerlo?
Wenda: De esta forma.

Se lanzaron a la cama y se besaron. A pesar de todo lo que estaba ocurriendo, Wenda se sentía muy afortunada.


Pam y Ben dormían en la habitación de invitados. Ben odiaba dormir ahí, pues una enorme cuadro de Ernesto (mucho más joven y sin silla de ruedas) parecía observar todo lo que hacía. El cuadro estaba colgado en la pared, sobre la cama. 

Ben: Estoy deseando volver a mi cabaña, con mis animales.
Pam: ¿En serio?

Pam cerró el libro "Más allá del viento" y lo dejó en la mesita.

Ben: Muy en serio. Por algo huí de esta vida. En mi cabaña me siento libre. Además, quiero dormir sin sentirme observado.
Pam: ¿Lo dices por el cuadro? La verdad es que impone. En realidad, Ernesto impone. A pesar de estar en silla de ruedas, me intimida. 
Ben: Pues si te casas con su hija, intimida mucho más, créeme. 


Pam: Yo me podría acostumbrar a una vida así. Mi piso es diminuto y en un lugar horrible. No puedo pegar ojo por los gritos de los vecinos y las peleas. Esto es la gloria.
Ben: En mi cabaña, tampoco hay de eso. Se está muy tranquilo, sin vecinos, si no contamos con los animales del bosque, y sin peleas.
Pam: Sí, tu cabaña es un paraíso. Es maravilloso vivir en plena naturaleza.
Ben: Tengo una idea. ¡Ven a vivir conmigo!
Pam: ¿Hablas en serio? No lo digas por decir, que estas cosas a mi me afectan.
Ben: Lo digo muy en serio.
Pam: Pero...a lo mejor te molesto. Soy gritona y convivir conmigo es una locura. Ni mi madre me soporta.
Ben: Me da igual. Quiero que vivas conmigo.


Pam se tumbó sobre Ben y le besó. 

Ben: ¿Estás llorando?
Pam: No, yo no lloro. Algo se me ha metido en el ojo.
Ben: Ya...entonces, ¿es un sí?
Pam: Un sí como un camión de grande. Te voy a hacer pasar la mejor noche de tu vida, prepárate.
Ben: Pam, un momento...es que...el cuadro de Ernesto nos está mirando...
Pam: Al cuerno el cuadro. Si quiere mirar, que mire. A lo mejor sale corriendo cuando vea las cosas que pienso hacerte.
Ben: ¡Pam! ¡Uoooooh! Vaaaaale...tú ganas.


Continuará 

1 comentario:

  1. ¡Me encanta todo lo que haces! Este capítulo, además, es muy especial. Me ha sorprendido mucho la aparición de Sinéad y ERos. ¡Muchísimas gracias por sacarlos también en tus historias! Me encanta todo lo que dicen. Sinéad en su esencia, hablando de la naturaleza, que graciosa, pero es que pienso exactamente lo mismo que ella. Me ha hecho mucha ilusión que Pam se lea Más allá del viento. Eso me motiva a seguir escribiéndola Ahora estoy empezando la historia de AGnes desde el principio, en gallego, y no sé si llevar tantos proyectos para adelante acabará bien, pero al menos lo voy a intentar. Me encanta también esa escena en la que Pam y Ben hablan. Nos sirve para conocer mejor al personaje. Parece muy dura y chunga, pero tiene un gran corazón y se nota que es muy sensible. Me cae bien. De hecho, me ha caído bien desde el principio. ¡Luego está el cambio de look de Wenda! ¡Qué guapa está! Me hace ilusión que se haya teñido de negro. El negro queda muy elegante y muy bien. Qué bien que la hayan dejado tan guapa. Están pasando un confinamiento muy agradable. Me encanta esta historia, por lo cercana que es, por la cantidad de personajes que aparecen... ¡Que siga pronto!

    ResponderEliminar