Aquella era la noche esperada. Dimensión oculta se emitiría en todo el Playmundo y darían a conocer la existencia de vampiros. La cadena llevaba una semana promocionando el programa. Aseguraban a sus espectadores que podrían ver en directo un auténtico vampiro. Muchos decían que se trataba de una treta para aumentar la escasa audiencia que estaban obteniendo y otros confiaban plenamente en la profesionalidad de Martyna y Jedrek. El programa se emitía por la noche, así que no tuvieron problemas a la hora de sacar a Sinéad al exterior. Pinhead cargaba con ella en brazos.
Pinhead: ¿Estás bien?
Sinéad: No lo estoy...por favor...
Pinhead: No te preocupes, todo saldrá bien.
Sinéad: Padre...por favor, ayúdame...
Pinhead: Vaya, veo que eres creyente.
Jedrek: De prisa, antes que nos vea alguien.
Martyna estaba al volante del monovolumen, Jedrek abrió el maletero para meter a la vampiresa. Mientras, Fune vigilaba mirando de un lado a otro para asegurarse que no fuesen vistos por nadie.
Sinéad: Padre...ayúdame, te lo ruego...
Pinhead: Está asustada...
Jedrek: No te compadezcas de ella, recuerda lo que le hizo a mi hermana.
Finalmente la metieron en el maletero sin ser vistos. Fune se compadeció de ella. No quería que la tratasen como un bicho raro. Antes de ser expuesta ante las cámaras, la liberaría. Se llevaría la pasta que el programa le tenía que pagar y se largarían lejos.
Sinéad: Dejarme marchar, os lo ruego.
Jedrek: ¿Y que mates a más clicks? ¡Ni lo sueñes! Nadie arruinará mi gran noche.
Cerró el maletero del coche y les explicó a Fune y Pinhead que antes de salir, les daría un adelanto del dinero acordado con el programa. Pinhead y Fune no pusieron objeciones, estaban sin blanca.
Jedrek: No quiero que los vecinos me vean entregando dinero. Entremos en casa.
Entraron en el cuarto dónde había estado presa Sinéad.
Jedrek: Antes de daros el dinero, os tengo que advertir de una cosa.
Pinhead: ¿Que pasa?
Jedrek: El director del programa es un tipo insoportable.
Fune: ¿Y?
Jedrek: Pues que os conozco y no quiero problemas. Tenéis que prometerme que aunque os grite y os provoque, no entraréis al trapo. Si contestáis o respondéis con violencia adiós al dinero y todos nuestros planes, ¿entendido?
Fune: No hay problema, colega.
Pinhead: Vale, nos portaremos como dos corderitos degollados.
Jedrek: Eso espero. Esperad aquí, que traigo el dinero.
Jedrek se fue y Fune y Pinhead lo miraron divertidos.
Fune: ¿Como un corderito degollado?
Pinhead: Lo sé, menuda tontería. Como se le ocurra gritarme le parto los morros.
Fune: Ese es mi hombre.
De pronto, la puerta del cuarto se cerró. Rápidamente intentaron abrirla y al no conseguirlo, se pusieron a aporrearla con toda sus fuerzas.
Pinhead: ¡Jedrek! ¡La puerta se ha cerrado!
Fune: Maldita sea...
Pinhead: ¡Jedrek!
Fune: No te molestes, no abrirá.
Pinhead: ¿Crees que nos ha traicionado?
Fune: No lo creo, lo sé. Ya te dije que estos tipos no eran de fiar...¡Maldita sea!
Pinhead: ¡Jedrek! ¡Abre!
Fune: Ahora no podré ayudar a la vampiresa...
Pinhead: ¡Odio a esos dos! Prometo vengarme en cuanto salga de aquí, ¡lo prometo!
Jedrek subió al coche. Martyna lo estaba esperando con el motor en marcha.
Martyna: ¿Y bien?
Jedrek: Todo salió como lo planeamos. Están encerrados en el cuarto.
Martyna: Haz que salte la alarma y llama a la policía. Di que han entrado en casa y que temes que sean los famosos ladrones Pinhead y Fune.
En la mansión de Wen y Sus...
Estrella necesitaba saber la verdad. Sabía que Wen escribía un diario así que fue a su cuarto dispuesta a encontrarlo. Sabía que estaba mal, que se metía en su más estricta intimidad, pero ya no podía más. Desde que Sinéad había desaparecido, Wen se había recluido en su cuarto sin querer salir. Ella misma había intentado animarle, pero siempre le pedía que se marchase. Aquel día Diamante consiguió animarle y se fueron juntos a pescar al puerto. Aprovechó la ocasión para buscar el diario. Lo amaba con toda su alma, pero en su interior sabía que algo iba mal y que le ocultaba cosas.
Buscó en en cofre de sus viejas pertenencias y juguetes, pero por más que rebuscó, no lo encontró.
Estrella: Aquí no está.
Abrió el armario y buscó por todas partes. Bajo ropa y cajas, en los cajones...tampoco había rastro del diario.
Estrella: ¿Dónde lo esconderá?
Abrió cajones de un mueble y entonces, uno de ellos parecía estar cerrado con llave. Recordó que en el baúl había visto una llave que podría ser la que abriese el cajón. Cuando la introdujo en la cerradura, el cajón se abrió.
Estrella: Aquí estás.
En su interior encontró el diario. No lo dudó un instante más y se puso a leer.
La lectura de aquel diario le destrozó el alma. Con cada palabra que leía, su delicado corazón se despedazaba lentamente.
"...siento que traiciono a Estrella, pero es algo que no puedo evitar. ¿Que me ocurre? Sinéad es muy especial para mi...tanto que solo quiero estar con ella. Cuando Estrella aparece y nos interrumpe, solo deseo que se marche. Me siento mal al pensar esto, pero es lo que me ocurre. Adoro los momentos en los que Sinéad y yo salimos a pasear. Es tan dulce y maravillosa que me parece un ángel..."
Estrella: Le molesto...solo quiere estar junto a ella...
"...no tenía ganas de estar con ella, lo siento. Mi dulce Estrella, estoy confundido y no quiero herirla...hasta que no me aclare, es mejor que guarde un poco las distancias...ahora me siento confundido y solo deseo estar con Sinéad..."
Estrella: A mi no me parece que eso sea estar confundido...
"...no me gusta ocultar cosas a Estrella, pero debo guardar el secreto. Sinéad me lo pidió y sé lo importante que es esto para ella. Nadie puede saber que es una vampiresa."
Estrella: Una vampiresa...esto no puede ser verdad...
"...por muy poco Estrella me descubre investigando sobre los vampiros. La noto extraña, espero que no sospeche nada. Tampoco quiero que sepa los sentimientos que se han despertado por Sinéad...sé que le haría mucho daño y no la quiero perder...a ella también la amo...aunque me siento confundido, ¿que me está ocurriendo?"
Estrella: Que ya no me amas. Ahora la quieres a ella...y no sabes como deshacerte de mi...
Las lágrimas brotaban de sus ojos y la angustia más grande y poderosa se apoderó de ella. Lo que tanto había temido durante mucho tiempo se había convertido en una cruda realidad. Wen ya no le amaba.
"...¿Dónde está Sinéad? ¡Solo deseo saber si se encuentra bien! Espero que no le hayan hecho daño y que vuelva pronto junto a mi. Necesito hablar con ella urgentemente, contarle lo que siento, explicarle que ya tengo mis sentimientos claros y estoy decidido. Me he dado cuenta que no puedo renunciar al amor, al verdadero amor. "
Estrella: ¡No puedes renunciar al verdadero amor! ¡Pues yo te lo pondré muy fácil, Wen Rosales!
En casa de Martyna y Jedrek...
Varios coches policiales, un furgón y un helicóptero rodearon la residencia de los presentadores. Llevaban mucho tiempo tras la pista de la pareja de delincuentes y no estaban dispuestos a desaprovechar la ocasión. Cada agente tomó su puesto y con sus armas reglamentarias apuntaron cada una de las salidas de la vivienda. Aquella operación estaba dirigida por John, que es el que llevaba el caso de Pinhead y Fune.
John se posicionó junto a la gran puerta que daba al jardín. Su compañera Rose le cubría las espaldas.
John: Deben estar ahí, estoy seguro.
Rose: Anda con cuidado, John. Estos tipos son muy peligrosos.
John: Allá vamos. ¡Policía, que nadie se mueva! ¡Vamos a entrar!
Todos los agentes entraron en la vivienda y la registraron pistola en mano. Cuando John abrió el cuarto dónde Pinhead y Fune estaban encerrados, se sintió victorioso.
John: ¡Quietos, policía! ¡Manos arriba!
Pinhead: ¡La pasma!
Fune: ¡Encima llaman a la pasma! ¡Malditos traidores!
John: ¡Al suelo! ¡Vamos!
Rose: ¡Al menor movimiento disparo! ¿Entendido?
Fune: ¡Iros al cuerno!
Pinhead: ¡No os tenemos miedo!
John: Pues deberíais temer al juez que os condenará. Por fin pagaréis por todos vuestros delitos.
Esposados y escoltados por un montón de agentes de policía, salieron de la vivienda. Todos sus planes de un futuro mejor se desvanecieron. Fune lloró furiosa. Al igual que Sinéad, sería encarcelada y juzgada como un ser cruel y sin derecho a la vida. Saber que le separarían de Pinhead le dolía tanto que no podía dejar de llorar.
John: Ya no pareces un tipa tan dura.
Fune: ¡Te odio madero repugnante!
John: Guarda toda esa ira y cambia de actitud, Fune. ¿No comprendes que vosotros solos os habéis metido en todo este lío? Yo no he sido el que ha cometido todos esos delitos.
Pinhead: ¡No le des la charla! Fune, no llores...
Fune: No sé cuando volveremos a vernos, amor...
Pinhead: Fune...volveremos a vernos, te lo prometo.
Rose: En el juicio os podréis ver. Vuestra carrera delictiva termina aquí.
Leonard y Eros llegaron justo en el momento que los metían en el furgón policial.
Eros: ¿Notas su presencia?
Leonard: No, pero ha estado aquí. ¡La televisión!
Eros: ¿La televisión?
Leonard: Lo he leído en la mente de esos dos que se llevan arrestados. ¡Debemos darnos prisa!
En el plató de Dimensión Oculta...
Director: Espero que ese vampiro sea real, nos estamos jugando mucho.
Jedrek: No se preocupe, esta noche haremos historia.
Director: Los directivos de la cadena están deseando cortarme la cabeza. El programa de hoy será definitivo para saber cual será mi destino y el vuestro. Las audiencias de los últimos programas fueron pésimas...
Martyna: Esta noche conseguiremos el mejor share de la historia de la televisión.
Director: ¿Que habéis hecho con esos dos delincuentes?
Jedrek: No se preocupe, seguramente la policía ya se habrá hecho cargo de ellos.
Director: Eso espero. ¡Todos a sus puestos! Entramos en directo en cinco minutos.
CLICKTV presenta...Dimensión Oculta. Un programa presentado por Jedrek y Martyna Kowalski, los hermanos especialistas en casos paranormales.
Jedrek: Bienvenidos a Dimensión Oculta, su programa preferido de sucesos paranormales. Mi hermana Martyna y un servidor, Jedrek, somos los encargados de presentar este apasionante programa. Queremos que permanezcan sentados frente la pantalla, hoy será un día histórico para la Televisión y el Playmundo.
Martyna: Efectivamente, hoy haremos historia. Demostraremos que los vampiros, existen.
Jedrek: No nos hemos vuelto locos ni se trata de una broma. Bajo esta tela roja se encuentra retenida una vampiresa. Mi hermana sufrió un salvaje ataque y hemos tenido que tomar medidas drásticas. Estos seres son malignos y violentos.
Martyna: Son tan peligrosos que hemos diseñado una caja transparente muy resistente para que la podamos contemplar pero al mismo tiempo con la seguridad que esta resistente caja nos aporta. Contamos con la participación de cuatro fantásticos colaboradores. La empresaria y millonaria Valentina Summers, la escritora Priscila Buenafuente, la bruja Calíope y el padre Benito. Vamos a publicidad y en treinta minutos, volvemos.
Director: ¡Fantástico! Parece que la cuota de pantalla está siendo muy buena.
Regidora: Hemos recibido la llamada de los directivos de la cadena. Dicen que el seguimiento es total. En Clickter y Faceclick no se habla de otra cosa, somos trending topic.
Jedrek: ¡Fabuloso! No nos había sucedido nunca.
Martyna: Vamos a hacer historia, ¡au!
Minerva, la peluquera del programa le estaba dando algunos retoques en el recogido a Martyna. Sin querer le dio un tirón y se giró enfadada.
Martyna: ¡Me has hecho daño! Eres una peluquera pésima.
Minerva: Disculpe, es que tenía un pequeño enredo y...
Martyna: Déjame ya, que me estás poniendo nerviosa.
Minerva: Disculpe, solo pretendía hacer mi trabajo...
Leonard y Eros irrumpieron en el plató. El gran público asistente en el programa pensó que se trataba de un espectáculo y miraron divertidos a los vampiros. Minerva, Martyna, Jedrek, el director y la regidora se quedaron estupefactos al ver entrar a los vampiros.
Minerva: ¿Esos quienes son?
Director: ¿Les puedo ayudar en algo?
Leonard: Disculpen las molestias, no pretendíamos interrumpir. Deseamos hablar un momento con ustedes, se trata de algo urgente.
Minerva: Que extremadamente guapos son....
Director: No es buen momento, deben salir del plató inmediatamente.
Eros: No le robaremos mucho tiempo.
Jedrek: Un momento...¡Son vampiros! ¡Estos también son vampiros!
Director: ¡¿Que está ocurriendo aquí?!
Leonard: Miren atentamente mis ojos...se relajarán por completo. Solo desean permanecer de pie, sin pensar en nada ni hacer el menor movimiento. Hasta que no os lo ordenemos, permanecerán quietos y en silencio.
Hipnotizados por el poderoso vampiro, Minerva, Martyna, el director, Jedrek y la regidora obedecieron sus órdenes sin rechistar. Previamente habían hipnotizado a los cámaras, así que las cámaras estaban apagadas.
Se dirigieron al público presente y les pidieron atención. Aunque no fue tarea fácil, consiguieron hipnotizarlos a todos entre los dos.
Destaparon la caja cubierta por la tela roja y descubrieron que Sinéad se encontraba atrapada en su interior. Estaba despierta, aunque su estado era débil. Al ver a su amado Eros y a su padre, rompió a llorar. Llevaba mucho tiempo esperando aquel momento. Cuando ya había perdido toda esperanza y se dio por vencida, aparecieron.
Sinéad: Eros, Leonard...
Eros: ¡Shiny!
Leonard: ¡Hija mía! No te desasosiegues, te sacaremos de ahí.
Sinéad: Había perdido toda esperanza...
Encontraron la forma de abrir la hermética caja y la sacaron entre los dos. Estaba débil pero se pudo sostener en pie.
Se abrazó a Eros llorando. Había soñado con ese momento muchas veces, tantas que todo aquello le parecía irreal. Eros le correspondió con otro apasionado abrazo y de sus ojos brotaron lágrimas de felicidad.
Eros: Mi amor, temía tanto por ti...¿estás bien?
Sinéad: Eros...temía no volver a verte nunca más...te amo más que a nada en mi vida.
Eros: ¿Que te han hecho esos salvajes? ¡Los mataré a todos!
Sinéad: No, por favor...más muertes no...
Eros: Eres un ángel. No comprendo como puedes ser tan buena con quienes te han maltratado de esa forma. Nunca dejarás de sorprenderme.
De pronto, se sintió muy mareada. A su alrededor todo le daba vueltas. Un intenso dolor le recorrió todas sus articulaciones. Se retorció del dolor casi cayendo al suelo desvanecida. Eros y Leonard la agarraron.
Leonard: ¡Sinéad, hija! ¿Que te ocurre?
Sinéad: Me siento mal...
Eros: ¿Que te han hecho?
Sinéad: Me han inyectado sangre de personas fallecidas...noto esa sangre destruir la vida en mi interior.
Leonard: Necesitas beber mi sangre. Antes, deberías recuperarte un poco. Eros, trae a alguien para que se alimente.
Eros: Ahora mismo.
Eligió a un chico alto y fornido entre el público. Parecía un chico sano y fuerte. Eros lo acercó hasta Sinéad y se lo ofreció.
Eros: Shiny, aliméntate.
Sinéad: Estoy sedienta...
Leonard: Vamos, debes alimentarte.
Agarró el brazo del chico y le mordió en la muñeca. Su intención era beber solo un poco hasta sentirse mejor. Cuando ingirió las primeras gotas de sangre, su cuerpo se estremeció de placer y vida. Aunque no pretendía abusar de aquel inocente chico, no lo pudo evitar. Se lanzó sobre su cuello y se alimentó desesperada. Bebía su sangre extasiada. Aunque seguía sintiendo dolor, este se apaciguaba lentamente con cada sorbo de aquel deseado líquido. El éxtasis se apoderó de ella rápidamente. Sabía que su padre y Eros la observaban, pero en aquellos momentos poco le importaba.
Eros la retiró del cuerpo ya sin vida del chico antes de que ingiriese la última gota de sangre. Sinéad se resistió, luchando con las pocas fuerzas que tenía contra él.
Eros: ¡Detente! Amor, reacciona.
Sinéad comprendió que se había descontrolado. Cuando vio el cuerpo sin vida de aquel inocente muchacho, se sintió culpable.
Sinéad: Oh, no...lo he matado...
Eros:Es comprensible, estabas sedienta y enferma.
Leonard: No te culpes por ello, hija. No tenías opción.
Eros: Ahora debemos marcharnos de aquí, ¡tenemos que casarnos! ¿Recuerdas?
Sinéad: Eros...yo...
Eros: ¿Que ocurre? ¿Ya no deseas casarte conmigo?
Sinéad: Lo deseo con toda mi alma. Sabes que eres mi ángel, la luz que ilumina mis noches.
Eros: ¿Entonces? ¿Que te ocurre?
Sinéad: He dudado de nuestro amor. No deseaba casarme contigo...
Eros: No comprendo...¿Temes que ocurra otra desgracia o es que ya no me amas?
Sinéad: Claro que te amo...pero lo dudé. Es que creo no merecerme casarme contigo.
Eros: Shiny, ¿que te ocurre?
Sinéad: Creí estar enamorada de Wen.
Eros: ¡Enamorada!...no puede ser cierto.
Sinéad: No deseo ocultarte nada, quiero que entre nosotros no existan los secretos. Creí enamorarme de él, y no deseaba casarme contigo, estaba confundida.
Eros: No puedo creerlo...
Leonard: Wen es un humano, ¿me equivoco?Eros: No te equivocas...ahora comprendo que pasaras tantas horas con él...
Aquello pareció afectar profundamente a Eros, que miraba al suelo intentado ordenar sus pensamientos y procesar toda aquella información. Sinéad se acercó hasta él y le habló con total sinceridad.
Sinéad: Eros, te amo. En aquellos momentos lo dudé, pero ya no. Sentía una atracción por Wen que me confundió y pensé que se trataba de amor. Me sentía confusa y perdida. La idea de perderte me hacía mucho daño y no sabía que debía hacer.
Eros: ¿A quién amas? ¿Sigues amando a Wen?
Sinéad: Nunca lo amé, al menos como te amo a ti. Siento por él una gran atracción, pero no lo amo. Lo considero un gran amigo, nada más. Si ya no deseas estar conmigo, lo comprenderé...
Eros: ¿Me amas?
Sinéad: Como el primer día. Cariño, te quiero más que nunca. Jamás he dejado de quererte, solo me he sentido confusa...
Eros agarró de las manos a Sinéad y la miró fijamente a los ojos.
Eros: Esto ha sido una prueba a nuestro amor. Te has sentido confusa, y lo puedo comprender. Valoro mucho tu sinceridad y tu honestidad. Shiny, quiero casarme contigo. Si todavía lo deseas...
Sinéad: Amor, lo deseo más que otra cosa en este mundo.
Eros: Olvida lo ocurrido, Shiny.
Sineád: ¿Me perdonas?
Eros: No hay nada que perdonar. Te has sentido confundida, eso es todo.
Sinéad: Te amo, Eros. Me gustaría confesarte algo más, muy importante.
Eros: ¿Más confesiones?
Sinéad: Es algo importante...pero tampoco sé cómo reaccionarás.
Eros: Me estás asustando...
Leonard: Ahora no es buen momento. Tenemos que marcharnos antes de que terminen los anuncios.
Eros: No te preocupes, Shiny. Ya me lo contarás luego. Tu padre tiene razón, debemos darnos prisa.
Una mujer entró en el plató. Saltaba a la vista que había sido sometida a múltiples operaciones de cirugía estética, todas ellas con muy mal resultado. Caminaba con paso seguro y aires de grandeza. Por su melena rubia y su estrafalaria forma de vestir no pasaba precisamente desapercibida.
Belén Clicksteban: ¡Quiero participar en el programa! Exijo una silla como colaboradora, ¡digo! ¡Recordad que soy la Princesa del pueblo y mi presencia atraerá a muchos espectadores! No comprendo que no me hayáis tenido en cuenta, ¡soy imprescindible!
Leonard: Disculpe, señorita...
Beleén Clicksteban: ¿Eh? ¿Quién es usted? ¡Quiero ver al director! ¿Entiendes?
Leonard: Señorita, tranquilícese...
Belén: ¡¡Exijo ver al directoor!!
Aunque a Leonard le repugnaba aquella mujer, la miró fijamente a los ojos. Sus profundas arrugas operadas, su ojos saltones y furiosos, aquella boca que no dejaba de emitir ruidos y gritos estridentes le resultaban insoportables. Haciendo un gran esfuerzo, consiguió hipnotizarla.
Leonard: Así me gusta. Guarda silencio. ¿Deseas participar en el programa? Lo harás...serás la protagonista principal, no te preocupes. Vamos, acompáñame.
Eros agarró el cadáver del chico y se lo colocó sobre la espalda. Tenían que eliminar pruebas de su presencia en ese lugar. Sinéad fue caminando lentamente siguiendo a Eros.
Eros: ¿Estás bien?
Sinéad: Me sigo sintiendo débil...pero estoy mejor que antes.
Leonard miró a todos los hipnotizados...
Leonard: No recordarán nada de esto. El programa seguirá su curso como si nada hubiese pasado. Nunca nos han visto ni hemos estado aquí. Despertarán cuando nos hayamos marchado.
Director: Eh...¿Que ocurre? ¡Queda un minuto para la vuelta de publicidad! ¡Todos a sus puestos!
Martyna: Que raro, han pasado volando....
Jedrek: Serán los nervios.
Minerva: Yo me quedo por aquí, que esto está interesante.
Jedrek: ¡Ya estamos de vuelta!
Martyna: Nuestros colaboradores y el público asistente al programa están de los nervios. Saben que serán testigos de un acontecimiento único, jamás visto hasta ahora.
Jedrek: Estamos a punto de descubrir cual es el aspecto de esta vampiresa. Que no os engañe su belleza sobrenatural, es peligrosa. Señoras y señores, es el momento.
Agarraron la tela que tapaba la caja y se prepararon para tirar de ella. La expectación era total. La tensión se respira en el aire. Muchos agarraban sus móviles y cámaras fotográficas para inmortalizar el momento.
Jedrek: Aquí la muestra de que los vampiros existen. Señoras y señores...¡Una vampiresa!
Belén Clicsteban gritaba encerrada en la caja. La aporreaba con todas sus fuerzas para intentar escapar. En aquel reducido lugar le faltaba la respiración. No comprendía que hacía encerrada ahí dentro y su ira aumentaba por momentos.
Belen Clicksteban: ¡Socorro! ¡Que alguien me saque de aquí! ¡Os pienso demandar a todos! ¡A todoos!
Jedrek: Pero...¿Que es esto?
Martyna: No puedo creerlo...
Belén Clicksteban: ¡Hasta el chico de los cafés! ¡Os pienso demandar a todooos! ¡Socorro!
Director: ¡Publicidad! ¡Vamos a publicidad!
Jedrek: Director, no entiendo que es lo que a...
Director: ¡Cállate!
Martyna: ¡Juro que teníamos una vampiresa!
Director: No quiero escuchar ni una sola palabra más de vuestra boca, ¡estáis despedidos!
Benito: ¡Esto es indignante! Engañar así a la gente, ¡me han hecho perder el tiempo tontamente!
Jedrek: Nos se vayan, todo esto tiene una explicación...
Belén Clicksteban: ¡Pandilla de incompetentes! ¡Quiero salir de aquí! ¡Socorro!
Calíope: Soy una profesional. No participo en estos circos.
Director: Por favor, aguarden un momento, todo esto no es más que un mal entendido...
Valentina: ¿Creen que esto tiene gracia?
Director: Señorita Summers, no se marche. Esto es tan solo una pequeña broma de mis presentadores...
Valentina: Tendrá noticias de mi abogado. Pienso demandarles a todos. A mi nadie me hace perder el tiempo de esta forma ni juega con mi buen nombre para participar en un espectáculo tan lamentable.
Belén Clicksteban: ¡Que me ahogo!
Priscila: Os tomaba por profesionales, Martyna.
Martyna: ¡Esto es una trampa! ¡Debes creerme! ¡Teníamos una vampiresa!
Pricila: Sí, ya...una bella vampiresa...
Director: ¡Hemos hecho el ridículo ante todo el Playmundo! Gracias a vosotros mi carrera está acabada...¡Quiero que os marchéis de aquí inmediatamente! Yo me he hundido pero vosotros lo haréis conmigo. No os querrán contratar en ningún lado.
Jedrek: Señor director...
Director: ¡FUERA!
Minerva observaba sorprendida.
Minerva: Jamás comprenderé el funcionamiento de la televisión...que raro son los ricos y los famosos...
Belén Clicksteban: ¡Que alguien me saque de aquí! ¡Me ahogo!
Minerva: Cuando se lo cuente a Nino no dará crédito.
Continuará...
Una continuación trepidante para la historia. Pobre Estrella, no se merece ser tratada así, me queda la esperanza de que las palabras de Wen en realidad quieran decir que ha comprendido que ella, y no Sinéad, es el amor de su vida. También me dan mucha pena Fune y Pinhead, ojalá de algún modo puedan seguir juntos, son dos seres perdidos en un mundo duro, pero se tienen el uno al otro. Por su parte Sinéad ha salvado la situación, "por el canto de un duro", pero ha solucionado todo sus problemas, o los ha enderezado al menos. Ojalá pronto tengamos el desenlace, y estos maravillosos amigos salgan con bien de la historia, ¡me tienes enganchado, Dani!
ResponderEliminarComo sueles hacer siempre, has escrito y diseñado con esas fantásticas, preciosas e idóneas fotografías un capítulo apasionante, infinitamente emocionante y a la vez tierno. La combinación de todos los escenarios y sucesos que ocurren es impresionante. Me gusta mucho el momento en que Estrella descubre los sentimientos de Sinéad. Por un momento se me ha ocurrido pensar que él se refería a Estrella cuando hablaba de verdadero amor y que, como suele suceder, Estrella haya dejado de leer antes de tiempo. Sería injusto que Wen se decidiese a confesarle a Sinéad que no puede vivir sin ella tanto para él, pues Sinéad se ha dado cuenta de sus verdaderos sentimientos, como sobre todo por Estrella, aunque la pobre ya tiene el corazón destrozado. Espero que consigan solucionarlo... También me ha afectado ver que a Eros le ha entristecido y turbado saber que su Shiny se ha fijado en otro hombre, pero menos mal que ha reaccionado de esa forma tan especial y bondadosa. La pobre Sinéad se merece vivir algo eternamente bonito después de tanto sufrir. No te negaré que me ha dado pena que detengan a Fune y Pinhead, justo cuando en el anterior capítulo consigues que nos compadezcamos de Fune. Me ha conmovido que llorase de frustración y rabia y sobre todo de pena por saber que la separarán de su Pinhead. El momento en que Leonard y Eros entran en el plató es genial. A Minerva se le turba todo cuando los ve. Muy inteligente su modo de actuar, hipnotizando a todo el mundo. Me ha hecho mucha gracia que metiesen a Belén Clickstevan ahí en la caja. ¡Qué original es todo! De nuevo muchas gracias por escribir un capítulo más sobre esta historia que tanto me gusta. Ya estoy deseando conocer cómo prosigue.
ResponderEliminar¡Qué gran capítulo! ¡Pobre Estrella! Me imagino que ha parado de leer justo antes de ver que ese verdadero amor del que habla Wen es ella. Parece muy decidida a ponerle las cosas fáciles a Wen y a desaparecer de su vida. ¿Podrán hablar y solucionarlo?
ResponderEliminarEn cuanto a Fune y Pinhead, no me esperaba que les hubieran tendido esa trampa. Me han dado pena. Y eso que son unos delincuentes pero al final tienen un carisma especial, que conecta con el lector, pese a vivir fuera de la ley. Hay algo verdadero y sincero en ellos y es el amor que se tienen uno a otro. Tengo ganas de continuar historietas con ellos.
En cuanto a todo lo que ha pasado después, decir que me ha encantado cuando han aparecido Leonard y Eros y han hipnotizado a todos. Sinéad ha podido recuperar fuerzas alimentándose de ese click sanote, jajajaja. Y ha sido muy bueno lo de meter en la urna a Belén Clicksteban. La verdad es que ella sí que es un especimen raro. Y qué gracia que a Leonar le producía asco cuando tenía que mirarla para hipnotizarla. Todo ha quedado como si ese par de sinvergüenzas hubieran querido quedarse con todos. Les está muy bien empleado. Ahora que nadie quiera saber de ellos. Muy graciosa también la escena en la que todos los invitados especiales: el padre Benito, Calíope, Valeria y Priscila van saliendo de allí indignados con ellos. Y como la inocente de Minerva no entiende nada de este mundillo y de los famosos. No quiero terminar sin dejar de mencionar la calidad de las fotos que complementan perfectamente al texot. Simplemente perfecto. A ver qué pasa en la continuación.