domingo, 5 de enero de 2014

Cabalgata de los Reyes Magos Playmobil


Sus y Diamante prepararon a Dante y Suselle para acudir a su primera cabalgata de Reyes magos. Hacía frío así que los abrigaron y se llevaron los carricoches de los domingos. Uno que les regaló Mary para Suselle y otro que les regaló Wenda. Antes de salir fueron en busca de Sinéad. Sus le había propuesto salir a ver la cabalgata y pasear por las calles de la ciudad. Eros no pudo acompañarles y se fue a solucionar asuntos personales. En realidad estaba buscando a Pinhead y Fune. Sinéad necesitaba olvidar lo ocurrido y distraerse. Llevaban ya varios días buscando a la pareja de delincuentes sin éxito.

Sinéad: Cuantos niños.
Sus: Están todos muy nerviosos. Que recuerdos...yo de pequeña esperaba este día con mucha ilusión.
Diamante: ¡Y yo! Recuerdo mi primer barco pirata, la espada de madera o aquel oso de peluche con el que jugué horas y horas.
Sus: ¿A ti no te regalaban por Reyes?
Sinéad: Pues...no. No hemos sido muy seguidores de estas costumbres...



PD: Ya queda poco para que pasen sus majestades.
PD Junior: ¡Viva! Madre, ¿tirarán caramelos?
Calíope: Claro que sí, pero ten cuidado. No te acerques a las ruedas de los vehículos que es peligroso. Estoy un poco mareada con tanto color y alegría...
Vicrogo: Anímate Calíope, ¡es un día muy especial!


Ximena: ¿Falta mucho? El señor Agripino está muy nervioso, ¡se ha pedido una novia!
Valeria: Con la borrachera que cogió el otro día...no sé yo si los Reyes le traerán regalos...
Vicenta: Yo he pedido una motosierra para destrozar el osito de las narices.
Ximena: ¡Valeria! Tu madre dice cosas feas, ¡me hará lloraar! Jooo, ¿no puede ser amable?
Vicenta: Estoy hasta el moño del oso, eso es todo. No sé que habrá visto mi hija en esta loca...esto debe ser un castigo del de arriba por alguno de mis pecados...que pena que el padre Benito se haya marchado...necesito confesar que odio a ese oso y que disfrutaría haciéndole cosas horribles.  
Valeria: ¡Mamá! Deja de meter cizaña, siempre estás igual. Me estoy empezando a enfadar de verdad.


John: ¡Sabrina! Has venido. Pensaba que odiabas estas celebraciones.
Sabrina: Vengo exclusivamente para verte. No me traen buenos recuerdos...yo nunca tenía regalos.
Donna: Yo tampoco, pero soy más positiva. Ahora nos podemos regalar.
Sabrina: No es lo mismo...Que pena que tengas que trabajar hoy...
John: No llegaré tarde esta noche. ¿No estás nerviosa? Mañana te daré tu regalo.
Sabrina: No puedo mentirte, estoy muy nerviosa...aunque también por lo del trabajo en la pizzería.
Donna: ¿Cuando empiezas?
Sabrina: El martes...
John: Cariño, esta vez no me puedes fallar.  Lo del supermercado no se puede repetir. El dueño es amigo mío y le pedí que te contratase como favor. Le hablé maravillas sobre ti, no me hagas quedar mal.
Sabrina: No lo haré, mi amor.


Duclack estaba con Wen, Pandy, Estrella, Mary y su primo Roberto. Cuando vio a Sus, Sinéad y Diamante acercarse los llamó alzando la mano.

Duclack: ¡Estamos aquí!
Sus: ¡Hola! ¡Están allí!



Wen: ¡Sinéad! ¿Cómo estás?
Sinéad: Estoy bien. ¿Y tú?
Wen: Genial. Oye...¿habéis encontrado a....? Ya sabes...

Sinéad supo que se refería a Fune y Pinhead. Le habló en voz baja para que los demás no escuchasen su respuesta.

Sinéad: No...hemos buscado pero nada. Encontramos a los padres de Pinhead, pero ellos no saben nada. Se han escondido muy bien y ya no sabemos dónde buscar...
Wen: Os podría ayudar.
Sinéad: No, esto lo tenemos que solucionar nosotros solos. No quiero que te metas...es peligroso.
Wen: Sinéad, os podría ser de utilidad. Yo puedo buscar durante el día.
Sinéad: Gracias Wen, pero no debes preocuparte. Nosotros nos ocuparemos.


Mary: ¡Sinéad! Mira, te presento a mi primo. Roberto, ella es Sinéad.
Roberto: Hola, encantado.
Sinéad: Lo mismo digo.
Roberto: ¿Preparada para atrapar caramelos?
Sinéad: Ah, pues no...es que no me gustan.
Mary: ¿Tampoco?
Wen: Es que son muy pegajosos, ¿verdad? A mi tampoco me gustan.
Sinéad: Sí, es por eso...


Estrella: ¡Sinéad! Hola, tenía ganas de verte. ¿Dónde está Eros?
Sinéad: Estaba muy ocupado y no ha podido venir.
Estrella: ¡Que pena! Es todo tan bonito. Aquí se respira magia, ilusión de niños y mayores. Yo nunca me pierdo la cabalgata. ¡Mañana los regalos! ¡Que nerviosa estoy!


Duclack: Hola Suselle, que guapa estás.
Suselle: Apa nena.
Sus: Lleva todo el día jugando y dando guerra y ahora está reventada.


Sabrina: Mírales, con sus maravillosas vidas. Sus con dos hijos ya, casada...
Donna: Parecen tan felices. Son una familia maravillosa.
Sabrina: Tan maravillosa que no son capaces de saludarme. Que les den a todos viento fresco. Yo les salvé la vida, ¡a todos!


Donna: ¡Hermana! No te comportes de ese modo, te lo ruego. Esa actitud vengativa ha sido la que te ha provocado tantos problemas. No vuelvas a caer en los mismos errores, por favor.
Sabrina: Pero no me saludan...y se creen mejores. Yo tendré que trabajar en una vulgar pizzería y a ellos les va todo tan bien, ¡me da rabia!
Donna: Hermana, en primer lugar les debes dar tiempo. Te reconozco que has hecho cosas buenas, que has salvado muchas vidas pero les debes dar tiempo si de verdad quieres que sean tus amigos. Por otro lado ellos no son mejores que nadie, ¿comprendes? No tienes nada que envidiar. Tendrás un trabajo y tienes el novio perfecto. Yo daría mi brazo derecho por uno igual....y además, eres guapísima y tienes una hermana que vale su peso en oro.
Sabrina: Hermana mía, lo siento. Tienes razón. Intentaré cambiar de actitud....


Lilu: ¡Ya estoy aquí! ¡No me lo digaaas! ¡Silencio!

Lilu corría hacia Sinéad. Ella la miraba sorprendida. No sabía a que venía tanto alboroto y se asustó. Por un momento pensó que sabía cual era su verdadera identidad. Entró en la mente de Lilu y averiguó que no debía preocuparse por nada, era inofensiva.

Lilu: Con esa piel de porcelana, eres la cari. ¡La vecina mágica de mis primos! ¡OMG!
Sinéad: Supongo que esa soy yo...¿Quién eres?

Lo preguntó por ser amable. Sabía que se llamaba Lilu, que era prima de Sus y Wen, le gustaba el color rosa y estaba enamorada del hombre que le acompañaba.

Lilu: ¡Soy Liluuuu! Mi prima me habla mucho de ti. Nena, ¡que cutis! Ese pelo, ¿vas a la pelu de Nino?
Sinéad: No...¿Quién es Nino? ¿El que estaba en la fiesta de fin de año?
Wen: Sí, es un peluquero...aunque para ella es un dios...no le hagas caso, es una pija terminal y muy pesada.
Lilu: Mi primo no tiene clase y me tiene envidia. Si me vuelves a llamar pesada acabarás peor que el edredón de Espinete.
Sinéad: ¿Quién es Espinete?
Wen: Tienes menos repertorio que Karina.
Lilu: ¡Lo tienes más negro que la habitación de Drácula!
Wen: Te pierdes más que el alambre del pan Bimbo.
Lilu: ¡Trabajas menos que el chapista del coche fantástico!
Wen: ¡Trabajas menos que el peluquero de Ronaldo!
Lilu: ¡Trabajas menos que el forense del equipo A! 
Wen: ...
Lilu: ¡Te gané! Encantada de conocerte cari. Te presento a mi hombre, Duque.
Sinéad: Es un placer.
Duque: El placer es mío, señorita. 



John: Por favor, todo el mundo atrás. Está a punto de pasar la cabalgata y debemos dejarles espacio.

Todo el mundo se preparaba para el gran momento. Los niños se morían de las ganas. Carmelo llevó a su hijo Renzo y Sharon a Willy. Con ellos estaba también Jorgito, se habían hecho buenos amigos.




Ximena: ¡Que nerviosa estoy! ¿Que dices señor Agripino? ¡Claro que sí! Cogeremos muchos caramelos. No sé si tendrán de fresa...
Vicenta: Que pena que los huesos no me permitan coger los caramelos como antes. Me llevaba unas buenas bolsas. Herminia no conseguía tantos como yo, aunque Hermenegilda sí. De todas formas, para los cuatro dientes que tengo...no los puedo masticar bien.
Valeria: ¿Quieres hora con el dentista?
Vicenta: ¡No quiero! No me gusta que me hurguen en la boca.


Diamante: ¡Están a punto de pasar los Reyes Magos! Dante, sonríe para que vean que eres simpático y te traigan buenos  regalos. 
Dante: ¡Yo eno, papi! Mana e mala.
Suselle: ¡Yo ena! ¡Muaaaaaaaa! ¡Yo enaa! ¡Muaaaa! Mamii, yo enaa, ¡muaaaaaa!
Sus: No os peleéis, ¡que van a pasar los Reyes! Ya veréis que divertido.


Corriendo y esquivando policías, apareció Hermenegilda. Estaba esperando que pasara la cabalgata en la acera de enfrente cuando vio entre el público a Sinéad. Aunque había escogido una buena zona para agarrar caramelos (llevaba dos horas esperando con una gran bolsa), no dudó en dejar el sitio e ir hasta Sinéad.

Rose: ¡Señora! ¡No puede hacer eso!
Hermenegilda: ¡Pues lo estoy haciendo! ¡Pálida millonaria!
Sinéad: ¡No puede ser!


Duclack: Por allí vienen, ¡parece un ángel!
Mary: ¡Me encanta su vestido!
Sabrina: No me dejan ver, ¡lo hacen para fastidiarme!
Donna: Sabrina, no seas mal pensada...


Hermenegilda: ...me ven como una anciana desvalida e incluso me regalan sus caramelos. Muchos los guardo para Halloween, cuando vienen los niños les doy unos cuantos. Otros me los guardo. Por la mañana cuando me doy la pateada me meto uno de menta en la boca y salgo a la calle. Por las mañanas ando una hora, es muy sano. El médico me recomendó caminar y lo hago por las mañanas. Aunque llevo unos días sin ir que tengo las piernas que no me responden bien. Recuerdo que le decía a mi primer marido que me aporreara las piernas, a ver si me reaccionaban. Mi amiga Fernanda me acompaña. Un día le dije, ay Fernanda, ya nos podría salir un buen macho que nos quitara estos males. Ella dice que ya nadie se fija en viejas como nosotras y tiene razón, aunque la que tuvo retuvo.
Sinéad: Claro, además la belleza interior es más importante que la exterior...
Estrella: ¿Esa mujer no se calla nunca?
Sinéad: No...socorro...
Hermenegilda: El hijo de mi amiga Fernanda el otro día nos metió en la infonfástica del aparato. Ya sabes, Edefesio. El que sabe de aparatos del isternet. Si mujer, que está tan gordo que las camisetas no pueden disimular su barrigota. Una de sus piernas es más grande que todo mi cuerpo. ¿Todavía no te acuerdas? El que me sube las bolsas de la compra y apesta a sudor porque suda una cosa mala, ¡el que no tiene novia!
Sinéad: ¡Que sí! Digo...que lo recuerdo...
Hermenegilda: Pues nos metió en la infonfástica de su aparato. Los hombres escribían palabras por ahí, y Fernanda y yo le decíamos a Edefesio que escribiese por nosotras. A ver si nos salía un novio rico y con casa en Benidorm, pero hija, todos querían enseñaros su...
Sínead: ¡Ya vienen los Reyes!
Estrella: Que pesada...


Así fue como disfrutaron de la gran cabalgata de los Reyes Magos. Pasaron ángeles y muchísimos músicos. Dante y Suselle gritaban entusiasmados junto a todos los niños que estaba presenciando la cabalgata.




Pasaron ponis tirando de carritos repletos de regalos. Hadas, elfos pajes y todo tipo de personajes lanzaban caramelos a los asistentes.


También pasaron camellos con cestas de regalos y pajes subidos a majestuosos caballos. Los niños gritaban al verlos pasar.






Los Reyes Magos pasaron subidos a un enorme camión adornado con regalos y figuritas navideñas. Los pajes tocaban las trompetas y lanzaban caramelos. Melchor, Gaspar y Baltasar saludaban a todo el mundo y sonreían. Esa noche tendrían mucho trabajo. Miles de niños y adultos dormirían nerviosos sabiendo que al despertar por la mañana, tendrían sus deseados regalos.





FIN

4 comentarios:

  1. Hola Wensus!

    Me ha gustado mucho este post. Que montaje mas perfecto con los reyes las hadas......
    Ha estado magnífico.

    Hasta pronto, Àlex

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  2. ¡Qué bonita cabalgata! Hay muchos detallitos que merecen ser destacados, como la intervención de tantos personajes. Me hace gracia que Sinéad parezca tan apartada de las costumbres. ¡Y ni si quiera sabe quién es Espinete! Jajajajajajajaja. Luego me sorprende la actitud de Sabrina. Creo que, aunque intente portarse bien, su carácter nunca cambiará. Después, !cómo no!, la súbita e ineludible intervención de la señora Hermenegilda es genial. Me he reído mucho con todo lo que dice. ¡Y hay cosas que me resultan muy conocidas! Como eso de que su marido le aporreaba las piernas o que se meten en un chat jajajajajajajaja. ¡Cómo me he reído! La pobre Sinéad no puede librarse nunca de la señora Hermenegilda!! Tendrá hasta pesadillas con ella jajajajajajajaja. Muy bonito y divertido todo. Me ha encantado.

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  3. ¡Ohhh! ¡Qué entrada más bonita y mágica! Me ha encantado. La cabalgata es preciosa y me ha gustado mucho ver a todos los personajes. Era un día especial para los niños: Willy, Jorgito, Renzo... Y los primeros reyes para Dante y Suselle :-) . Me he reído mucho con Sabrina. Claro, no es posible que cambie de un día para otro completamente. Siempre va a ser una clack envidiosa pero su hermana le ha contestado muy bien, con el click que tiene ahora a su lado y todavía se queja, ainss.
    La carita de Sinéad mirando al frente y Hermenegilda hablándole es un cuadro. Estrella está igual que no se lo cree que esa clack pueda hablar tanto.
    Una entrada entrañable y muy apropiada de leer el día de hoy.

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  4. A punto de acostarme he visto esta historia, perfecta para el día de hoy :-). El argumento no tiene desperdicio, por un momento Sinéad se despreocupa de Fune y Pinhead y puede recrearse con el desfile de Reyes, los angelitos tocando instrumentos musicales, los elfos y todo lo demás son preciosos, casi se puede escuchar la música. Los bebés con su lengua de trapo están para comérselos, y me pregunto si por fin el señor Agripino encontrará la osita que tanto desea, ¡qué mala es Vicenta con él! Gracias por esto, que es un verdadero regalo de Reyes.

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