lunes, 27 de marzo de 2023

La gran aventura: Capítulo 06: Preguntas

Al llegar a puerto, bajaron del ferry con la furgoneta y tomaron la carretera rumbo a la casa de Alejandra. Pasaron por aldeas y pueblos perdidos en plena naturaleza hasta llegar al fin, a la zona dónde vivía Alejandra.  La que había sido la casa de Wen y Estrella se había convertido en una gran casa de pueblo. Planta baja y tres pisos con balcón y todo tipo de comodidades. Además, la zona no podía ser más privilegiada. Estaba rodeada de naturaleza y prácticamente sin vecinos.


Alejandra había invitado a sus mejores amigos. Al ser tantos, pensó que lo mejor era celebrarlo al aire libre. Consiguió varias mesas de madera y banquetas y las prepararon. Sacaron los platos, las copas y demás utensilios para todos los comensales.


Nora, la novia de Alejandra, estaba colocando cosas sobre la mesa. El abuelo de Alejandra estaba dando órdenes y protestando por todo. Lúa ayudaba a Nora e intentaba que el abuelo se relajase.

Lúa: Estese tranquilo, señor Ramón.
Ramón: ¡Es que las mesas no se deben poner así! No me hacéis caso, leñe. Hay que poner las mesas en forma de ele y no a lo largo.
Nora: No me sea gruñón. ¿Quiere comer alguna cosa mientras colocamos?
Ramón: Dame un chusco de pan con aceite, que el estómago me ruge como un león.
Lúa: Ahora mismo se lo preparo.


Gan se estaba encargando de preparar la parrilla con la carne. No lo había hecho nunca y no estaba muy seguro de saber hacerlo. Pam cortaba la carne y el embutido. Tenía una mesa para poder manipular la comida con tranquilidad. Disponía de toda clase de condimentos para cada tipo de carne.

Pam: ¡Se me hace la boca agua, Gan!


Gan: Esto no tira...¿le pongo más carbón?
Pam: Pon un poco más, pero ni idea. Yo cocino siempre con el microondas. 
Gan: Pues vamos listos...


Alejandra también había invitado a dos de sus mejores amigas. Frida, amigas desde la infancia y Gema, de una aplicación de citas. Frida vestía de forma muy masculina, con el pelo muy corto y muy moderno, tal y como lo solían llevar los hombres en aquel momento. Odiaba llevar falda y maquillarse, pero cuidaba mucho su piel y disfrutaba haciendo deporte. Gema tenía el pelo largo y blanco. Le empezaron a salir canas a muy pronta y edad pero nunca le acomplejó, todo lo contrario. Era wensulana, de piel morena y brillante. Muy cariñosa y al igual que Frida, todavía no había encontrado el amor.

Frida: Mañana quedaré con la pava que te dije.
Gema: ¿La que pasea perros?
Frida: Sí. Me tiene loquita. ¿No vas a salir con la chica esa que te gustaba?
Gema: Iba muy a saco. Me pedía fotos todo el tiempo y ya sabes, paso de enviar fotos privadas a desconocidos.
Frida: Así funcionan ahora las cosas, Gema.
Gema: Pues eso no va conmigo.


Gan miró la mesa con toda la carne preparada y casi le da un mareo. No se veía capaz de hacer tanta comida. Vio también una bandeja de verduras y temió que se le quemaran.

Gan: Pam, ¿no te gustaría encargarte a ti de la parrilla?
Pam: ¿Yoo? A mi me sacas de un microondas y me pierdo.


Alejandra hablaba con Agnes en el porche de la casa. Era muy amiga de la pareja y las tenía en gran estima. Agnes había decidido cambiar su querida falda por unos pantalones blancos y una chaqueta roja de entretiempo. 

Alejandra: Me gusta tu nuevo estilo.
Agnes: Gracias, Alejandra. Tenía ganas de vestir con ropa más cómoda. ¿Quiénes faltan por venir a la fiesta?
Alejandra: Faltan Sus y Duclack con sus familias.
Agnes: Qué bien, tengo ganas de verlos. Hace mucho que no veo a los niños. 


Pradito, Suselle y Dante corrían hacia ellas. Cuando Sebastián detuvo la furgoneta, salieron disparados al exterior.

Suselle: ¡Agnes!
Agnes: ¡Holaaaa!
Sus: ¡No corráis! Un día se darán un buen trompetazo. 


Agnes: ¡Hola! Oh, pero qué guapas estáis. Pradito, me encantan tus coletas y Suselle, estás genial con esa ropa.
Suselle: ¡Gracias! La he elegido yo.
Pradito: ¡Estás muy guapa!
Agnes: Muchas gracias. Dante, cada día estás más grande.
Dante: Sí, soy ya casi un hombre.
Agnes: Me alegro muchísimo de veros.


Alejandra: Y a mi que me parta un rayo, ¿no?
Suselle: Hola, Alejandra. Qué rara te ves.
Pradito: Estamos acostumbrados a verte con el mono del trabajo.
Alejandra: Yo soy rara y Agnes guapa, ya veo...
Dante: Tú también estás muy guapa.
Alejandra: Es broma, chicos. Me alegra teneros aquí.
Duclack: Alejandra, feliz cumpleaños.
Alejandra: Gracias, Duclack.
Sus: Agnes, cuanto tiempo. Estás radiante.
Agnes: Tú también. No tenemos que dejar que pase tanto tiempo sin vernos.


Diamante: Alejandra, este es tu regalo.

Diamante cargaba con una enorme caja envuelta para regalo. Se la entregó a Alejandra, que la agarró sorprendida.

Alejandra: Diablos, ¿esto que es?
Sebastián: Es una sorpresa. Esperemos que te guste.
Alejandra: No teníais que gastaros dinero en mi. No hacía falta, chicos.
Duclack: Es dinero bien invertido.


Suselle:¡Hola,Lúa! Estás muy guapa.
Lúa: Vosotros sí que estáis guapos. ¿Cómo os va el colegio?
Pradito: Muy bien.
Suselle: A mi también.
Dante: A mi no tanto...


Alejandra: Venid, os presentaré a mi pareja.
Sus: Hacía mucho que querías presentárnosla. 
Alejandra: También os voy a presentar a mi abuelo. Es muy cascarrabias, no le hagáis mucho caso si se pone a protestar.


Alejandra: Chicos, os presento al amor de mi vida, Nora. 
Nora: Hola a todos.
Sus: Un placer. Teníamos muchas ganas de conocerte.

Nora tenía el pelo teñido de lila y lucía unos enormes pendientes dorados. Los combinaba con un collar largo y unas pulseras doradas. Vestía con ropa muy alegre.

Nora: Para mi también lo es.
Alejandra: También os presento a Don Ramón, mi abuelo.
Ramón: Espero que no seáis de gritar, no soporto a la gente que habla a voces. ¿Os ha contado mi nieta que hice la mili en Melilla?
Duclack: No...
Ramón: Pues os lo cuento ahora mismo. Yo era uno de los soldados más...


Ramón se despistó mirando a los niños. Dante se había subido a un taburete para oler una tarta de zanahoria que estaba sobre la mesa. El abuelo levantó el bastón enfadado.

Ramón: ¡Baja de ahí! Haberse visto tal salvajada. ¡Esto no es la jungla, muchacho!
Dante: Ops.
Sus: Dante, baja inmediatamente.
Ramón: Aquí nada gamberradas o me lío a dar garrotazos.
Alejandra: Abuelo, deje a los niños tranquilos que no es para tanto.
Ramón: Leñe, pues que se pongan a saltar sobre la mesa ya que estamos.


Pam: ¡Hola a todos!
Sus: Hola, Pam.

Sus vio la mesa repleta de carne y embutido y ya se vio comiendo queso y pan toda la noche. Pam pareció leerle el pensamiento.

Pam: Tranquila, tenemos una buena bandeja de verduras variadas.
Sus: Ah, qué bien.


Se alegró mucho al descubrir las verduras. Había acudido a muchas fiestas en las que el pan con un poco de aceite era lo más que podía comer.

Pam: Se lo dije a Alejandra, que eres vegetariana. Yo misma fui a comprar toda esta verdura. ¿Te mola?
Sus: Muchísimo. Gracias por pensar en mi, eres un sol.
Pam: Lo que sea para mi hermana. Ya, sé que no eres mi hermana carnal, pero como si lo fuésemos. 
Sus: Yo también lo siento así.


Sebastián: Perdona, pero creo que a esa parrilla le falta más brasas. 
Gan: ¿Entiendes de parrillas?
Sebastián: Sí. En mi pueblo me encargaba yo de ellas.
Gan: ¿Podrías encargarte tú de esta? Me salvarías la vida, colega.
Sebastián: Claro, sin problema.


Gan: ¡Gracias, bro!
Sebastián: A ver, pásame el saco de carbón. 
Gan: ¡Voy!


Alejandra: Duclack, un poco más allá hay un parque con columpios. Si quieres, puedes llevar a los niños allí mientras terminamos esto. Lúa, ¿los acompañas?
Lúa: Claro, yo los llevo. 
Diamante: Iré con vosotros y me llevo a los enanos.
Sus: Yo también voy...
Diamante: No hace falta, cariño. Quédate aquí y relájate.
Sus: Ah, bueno...


A Sus le habría gustado ir con ellos, pues se sentía un poco intimidada rodeada de tanta gente. Sebastián se había quedado pero estaba muy atareado con la parrilla.


Agnes: Alejandra, ¿puedes venir un momento?
Alejandra: Dime.
Agnes: ¿Pongo copas para todos? Yo me conformo con un vaso. 
Alejandra: Copas, que da más categoría al cumpleaños. Aunque sacaré algunos vasos para los niños.

Sus se quedó sola sin saber muy bien lo que hacer. Decidió ir junto a Agnes y ayudar en lo que hiciese falta, pero el abuelo se interpuso en su camino.
 

Ramón: Como te veo un poco perdida, te puedes quedar conmigo y te cuento lo de la mili. Te contaré cuando hice guardia por las noches y la anécdota de la trompeta, esa es muy buena.
Sus: Creo que debería ir a ayudar.
Ramón: Ya hay demasiada gente ayudando. Te vienes conmigo que me hará bien estar con una moza tan guapa. 
Nora: Abuelo, deje de ligar con nuestras amigas, que es usted un viejo verde y muy pesado.
Ramón: ¿Viejo? ¡Yo no soy viejo! Qué malos son los celos.
Nora: ¿Celos?
Ramón: De que hable con otra muchacha.
Nora: Ande, déjese de cuentos. Me llevo a su muchacha, que la está agobiando. Seguro que Gan quiere escuchar sus batallitas de la mili.


Frida y Gema se acercaron a ellas. Sus se sentía incómoda con Frida. La miraba de arriba a bajo y le sonreía de una forma que a Sus le incomodaba.

Frida: ¿No tomamos una cerveza en la casa?
Gema: Ay sí, así estamos más tranquilas.
Nora: Vale, así podemos conocer mejor a Sus.
Sus: Vale...


Las cuatro se encaminaron hacia la casa. Sus miró con ojos suplicantes a Agnes, pero estaba organizando la mesa con Alejandra y no se percató de ello.

Sus: Yo no tomo cerveza.
Frida: Pues un zumito. Ya me han dicho que eres vegetariana. Las guapas siempre lo sois. 
Sus: ...


Se sentaron a la mesa de la cocina/comedor. Frida y Nora se sentaron frente a ella y Gema en un lateral. Era un mesa rústica, de madera muy resistente. Nora repartió cervezas para ella y Frida, otra sin alcohol para Gema y un agua natural para Sus. 

Gema: Voy a poner algo de música. ¿Os gusta el trap?
Sus: No sé muy bien lo que es.
Frida: Preciosa, ¿en serio que no lo sabes? ¡Si es la música que más lo está petando!
Nora: No le hagas caso, Sus. Yo tampoco estoy muy puesta sobre la música más actual.
Gema: Pues pongo una lista muy chula de spotyclick, lo mismo te gusta.
Sus: Soy más de estilos musicales menos conocidos.
Gema: ¿Te gusta el regaetton?
Sus: No.
Nora: A mi tampoco. Soy más de Agnes Obel.
Sus: ¡Oh, a mi me encanta esa artista!
Gema: Sus, pongo la primera canción.

Al primer acorde de la canción, supo que no le gustaba. Un hombre que parecía estreñido y drogado, empezaba a decir "yeh, nena", "soy tu papi" y cosas por el estilo. La música tampoco le transmitía ninguna sensación más que la del rechazo más absoluto.

Frida: Entonces, ¿no sabes hacer tuerquing? 
Sus: No, esos bailes no me van demasiado.
Frida: Lo que daría por verte haciendo un tuerquing, seguro que sería todo un espectáculo.
Gema: ¡Pero si yo te hago siempre tuerquing!
Frida: A ti te tengo muy vista, querida.


Nora: Yo formo parte de un grupo de baile regional. Son bailes típicos de esta zona, muy bonitos.
Sus: ¿En serio? Qué bonito. Esos bailes no se deben perder.
Frida: Pero reconoced que están ya algo pasados de moda.
Sus: A mi las modas me dan igual.
Nora: ¡Bien dicho! Te podrías apuntar. En realidad, nos hacen falta chicas para...
Frida: ¡Esta canción me flipa!

La segunda canción que sonaba desde el móvil de Gema era todavía más insoportable. Otro cantante (que tenía prácticamente la misma voz que el anterior), decía barbaridades sobre el cuerpo de una mujer y que él era su dueño y señor.


Sus quería seguir hablando con Nora, pues sentía mucha más conexión con ella que con Frida o Gema.

Gema: ¿A qué te dedicas?
Sus: ¿Yo?
Frida: No, tu vecina. ¡Jajajaja!

A Sus no le hizo la menor gracia, pero disimuló.

Sus: Tengo una tienda de juguetes.
Gema: ¿En serio?
Nora: ¡Me encanta, Sus! Yo quiero ir a verla.
Frida: ¿Qué tipo de juguetes? Yo tengo mi satisfaclick y es la leche. ¿Tienes de esos juguetes en tu tienda?

Sus se sonrojó. No sabía muy bien qué decir.

Sus: Juguetes normales. Peluches, figuritas, juegos, pelotas, muñecas...
Frida: ¿Hinchables? 
Nora: ¡Frida! No digas barbaridades.
Sus: No, en mi tienda no tengo ese tipo de juguetes.
Frida: ¿Y en tu casa? 
Sus: Eso es algo personal.
Frida: Estamos entre amigas.


Gema: Yo tengo un satisfaclick, chicas. 
Nora: Pues enhorabuena.
Gema: En serio, es una maravilla. Sus, ¿y llevas mucho tiempo casada con Diamante?
Sus: Desde abril del 2012.
Gema: Once años, tela. 
Sus: Los cumplimos este abril.
Frida: ¿Y no te aburres?
Sus: Pues no.
Frida: Tantos años con la misma persona...
Nora: Eso es amor, Frida. Es algo que se escapa a tu comprensión.
Frida: ¿Y nunca has pensado en estar con una chica?
Sus: La verdad es que no.
Fida: ¿Nunca has sentido atracción por una chica? Por ejemplo, ¿yo no te atraigo?


Agnes: ¡Sus!

Cuando Sus vio entrar a Agnes, casi se cae al suelo de la emoción. Vio el cielo abierto a aquella terrible encerrona.

Sus: ¡Agnes! 
Agnes: Te estaba buscando. Te necesitamos ahí fuera. Alejandra lleva rato llamándote.
Frida: Está ocupada con nosotras.


Sus se levantó al momento y acudió junto a Agnes. Se agarró de su brazo y suspiró aliviada.

Sus: Iré a ayudar. Además, me apetece estar al aire libre.
Frida: Quédate un rato más, anda.
Agnes: Se viene conmigo.
Frida: Tenemos una conversación pendiente, guapa.
Gema: Frida, córtate un poco anda.
Nora: Siempre haces lo mismo. Primero con Agnes y ahora con Sus.
Frida: Es que me gusta.
Gema: Está casada, ¿eso no significa nada para ti?
Frida: ¿La verdad? No. Las casadas me ponen más.
Nora: No tienes remedio.


El aire refrescó a Sus. Salir del interior de la casa le había revitalizado. 

Sus: No sé cómo darte las gracias.
Agnes: Cuando he visto que estabas con ellas, no lo he dudado un instante.
Sus: Esa Frida es insoportable.
Agnes: Conmigo hizo lo mismo y al tiempo también con Lúa. Debemos avisar a Duclack para que no le ocurra lo mismo.
Sus: Hacía tiempo que no me sentía tan incómoda con alguien. Me dan ganas de irme.
Agnes: Tranquila, no te dejaré sola. 
Sus: Gracias, Agnes.


Continuará..

2 comentarios:

  1. ¡Ayyyyyyyyyyy qué corta se me ha hecho la entrada! No imaginas cuánto me he reído. No sé si daré escrito todo lo que me ha hecho gracia porque son muchísimas cosas, pero, sin duda, la que más gracia me ha hecho, hasta hacerme llorar de risa, es cuando Agnes dice que se conforma con un vaso porque lo gracioso no es esa frase, sino lo que esconde, lo que enseguida he pensado, porque enseguida me he visto en todas esas ocasiones en las que a los camareros les pregunto si me pueden cambiar la copa por un vaso, y es que lo que más gracia me hace de tus historias son esos guiños que para otra persona pasarían por completo desapercibidos, pero, como yo sé de lo que hablas, enseguida les doy ese sentido que tienen. Me he reído mucho, hasta llorar, porque es que yo odio tener que beber en copas.
    Me he reído mucho con el abuelo gruñón, cuando saca el tema de la Mili, también con la descripción del trap ése, que a mí me parecen exactamente lo mismo los que cantan. Me he reído un montón con Pam cuando insiste en que ella sólo sabe cocinar con microondas... Menos mal que hay verduras para Sus, Agnes y Lúa porque las tres acabarían comiendo queso y pan, que eso nos ha pasado a todos los vegetarianos alguna vez.
    Me hacen mucha gracia también Frida, Nora y Gema, aunque sean así tan directas, pero Nora me encanta y no me esperaba para nada que Alejandra tuviese novia, no sé si en algún momento se dice, pero me encanta.
    Me apetece un montón estar en esa fiesta, también, al aire libre, en esa casa tan bonita, tan rodeada de calma, en medio de la naturaleza, con gente tan guay... Pobre Sus, qué mal lo debió pasar con todas esas preguntas, con la música de mierda ésa... ¡Qué guay que a Nora le guste Agnes Obel!
    Me apetece mucho que sigas la historia cuanto antes porque me quedé intrigadísima, me encantan las conversaciones entre los distintos personajes, todo, ¡y saber que aún tienes que hacer fotos me impacienta porque quiero seguir leyendo!
    ¡Por favor, no tardes en continuarla!

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  2. La casita que tenía Wen con la reforma se ha convertido en una casa impresionante. Me gusta que se la vendiera a Alejandra y el ambiente que has creado de celebración con sus amigas y el abuelo.
    Frida y Gema son las típicas personas que se toman unas confianzas que no proceden y que hacen sentir muy incómodas con sus bromas y su tonteo a saco. Menos mal que ha llegado Agnes y ha salvado a Sus. Cuando han hecho esa broma que a Sus no le ha hecho gracia, pero ha disimulado, me he sentido muy identificada con ella.
    Ramón es todo un personaje. Podría ser hermano gemelo del abuelo milloneti mío. Los dos son cascarrabias. Pam sigue siendo un personaje con mucha fuerza. Me gusta mucho. Y Nora también me ha caído bien. Me gustaría ver algún día sus bailes regionales. A ver cómo sigue la historia.

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