Alejandra interrumpió el extraño momento que habían vivido. Entró en la gasolinera saludando con alegría a todos los que allí se encontraban. Conocía muy bien a Wen, Duclack, Sus y Estrella. Ella misma había sido la que le había pasado el curriculum de Estrella a Olivia.
Alejandra: ¡Buenas! Madre mía, parece que habéis visto un fantasma.
Sus: Hola, Alejandra. Pues casi...
Alejandra: ¿Qué tal estáis?
Wen: Bien, aquí apoyando a Estrella en su primer día de trabajo.
Alejandra: Si consigue superar las neuras de Olivia y Maximus, todo irá sobre rudas.
Duclack: Ni te imaginas lo que acabamos de presenciar.
Alejandra: De estos me espero cualquier cosa. No son mala gente, pero pueden llegar a ser desquiciantes. Oye, ¿vendréis a mi cumple?
Sus: Sí, claro que iremos.
Wen: Estrella y yo no podremos ir, lo siento.
Estrella: Teníamos programado un viaje desde hace tiempo justo este fin de semana.
Alejandra: Vaya, me habría gustado teneros en mi fiesta.
Sus: Nosotras sí que iremos.
Alejandra: ¡Estupendo! Pues nos vemos allí. Me voy al taller que tengo mucho trabajo.
Al salir, Alejandra se encontró en la puerta con Olivia, que se disponía a entrar.
Alejandra: ¡Buenas, Olivia!
Olivia: Hola, guapísima.
Olivia: ¡Estrella! ¿Cómo va tu jornada laboral?
Estrella: Hola, Olivia. Bien, todo controlado.
Olivia: Veo que tienes muchos clientes, eso es fantástico.
Estrella: Sí, son todos muy amables. Ya se marchan...
Wen: Sí, ya nos vamos.
Olivia: ¿Has visto a Maximus?
Estrella: Ehhh, no...
Olivia: No te preocupes, lo puedo averiguar al momento. He instalado esta aplicación en mi móvil con la que puedo averiguar dónde está Maximus en cada momento.
Estrella: ¿Eso es legal?
Olivia: Bah, a quién le importa eso pudiendo tener a tu novio controlado. Anda, pero si la señal que manda está aquí mismo. ¡Está en el lavabo! Lo que te dije, esta aplicación es maravillosa. Voy ahora mismo a hablar con él.
Estrella: ¿No prefieres esperarle tomando un batido o un refresco ahí sentada?
Olivia: No, quiero darle una sorpresa.
Olivia salió con el móvil en la mano, siguiendo las indicaciones que le marcaba el teléfono.
Estrella: Madre mía, aquí se puede liar una bien gorda. Será mejor que os marchéis.
Sus: ¿Estás segura?
Estrella: Sí, por favor. Aprovecharé para limpiar las mesas y ordenar.
Wen: Espero que no te metan en ningún lío por sus problemas sentimentales.
Duclack: Vamos, Pradito. Recoge tus cosas que nos vamos al parque.
Pradito: ¡Yupi!
Wen: Adiós, cariño.
Estrella: Adiós. Gracias por venir.
Hombre: Hola. Depósito lleno, por favor. Surtidor uno.
Estrella: Ahora mismo.
Cuando el cliente se marchó, aprovechó para limpiar las mesas. Estaba un poco preocupada. Haber mentido a Olivia no le había gustado nada, pero no supo que otra cosa hacer.
Estrella: Mucho están tardando en venir. Espero que Maximus y esa chica ya no estuviesen juntos en el servicio.
Una niña muy elegante entró en la gasolinera. Llevaba puesto un traje chaqueta lila y una blusa de seda rosa. Un pañuelo blanco alrededor del cuello y un bolsito a juego eran sus complementos. Tenía el pelo corto y muy oscuro. Era Wensulana, pero de un color de piel más apagado. Sus ojos eran muy negros y parecía muy presumida.
Tamara: Hola, ¿esto está abierto?
Estrella: Claro que sí.
Tamara: Me llamo Tamara y soy influencer. Voy a hacer un vídeo sobre este lugar y su comida.
Estrella: Oh, pues muy bien.
Tamara: Soy archi conocida, ¿no me reconoces?
Estrella: No...
Tamara: ¡Si todo el mundo me conoce!
Estrella: Es que no tengo redes sociales...
Tamara: ¿¡Qué!? ¡¡Cómo puedes vivir sin redes sociales!! Tienes que actualizarte. Yo no podría vivir desconectada.
Estrella: ¿Quieres sentarte?
Tamara: Sí, por favor. Esa mesa es ideal, tiene buena luz.
Estrella: Muy bien.
Tamara se sentó a la mesa y tras mirar un rato el expositor de dulces, señaló la tarta de chocolate.
Tamara: Quiero una porción de esa tarta de chocolate y un zumo de naranja.
Estrella: Ahora mismo te lo sirvo.
Estrella le trajo todo lo que pidió y Tamara en seguida sacó su teléfono. Empezó a hacer fotos a la tarta de varios ángulos. Luego empezó a grabar un vídeo.
Tamara: ¡Tamafans, ya estoy de vuelta! Hoy he decidido ir a la aventura. He entrado en una gasolinera dónde tienen cafetería. Me he pedido esta tarta de chocolate y solamente os puedo decir que está deliciosa. El zumo es de la marca de toda la vida, está bueno pero aburre. Habría preferido zumo de naranja recién exprimido, pero era mucho pedir para un lugar como este.
Tamara cortó la conexión y llamó a Estrella.
Tamara: Ya te puedes llevar la tarta.
Estrella: No has probado bocado, ¿no?
Tamara: La he tocado con la yema del dedo y la he saboreado, buenísima.
Estrella: ¿Y no te la vas a comer?
Tamara: ¡¿Estás loca?! ¡Eso tiene mucha calorías! Para mantener este cuerpazo que tengo, hay que cuidarse.
Estrella: Pues vaya un desperdicio...
Tamara: El zumo me lo beberé, que tengo sed. A ver si podéis poner una máquina para exprimir naranjas, eso sería un puntazo.
Estrella: Se lo comentaré al dueño.
Estrella: A tu edad, yo no habría dejado nada en el plato. Con lo buena...
Estrella dejó de hablar. Tamara hacía rato que no le prestaba atención. Estaba mirando su teléfono, pasando fotos rápidamente y dándole al me gusta.
Le entristeció la forma en la que los niños de ahora viven su niñez. Se llevó la tarta sin saber muy bien lo que hacer con ella. La niña la había tocado pero estaba intacta.
En esas estaba cuando una chica entró en la gasolinera. Vestía de verde militar. De pelo castaño y corto y muy pintada. Se quedó mirando a Tamara. La cara de la niña cambiaba conforme veía fotografías. Con algunas sonreía y con otras suspiraba enfadada.
Tamara: ¡Pronto empieza el streaming de mi crush! No me lo pienso perder ni loca.
Tamara daba sorbos al zumo sin apartar la mirada de la pantalla.
Estrella: Buenas tardes.
Desconocida: Por favor, 10 cleuros al surtidor uno. Diesel.
Estrella: Ahora mismo. Huy, no me funcionan las cámaras de seguridad...
Pagó y se acercó a Tamara, que con mucho esfuerzo apartó la mirada del móvil.
Desconocida: Perdona, no quería molestarte pero...¿eres esa influencer tan famosa?
Tamara: ¡Soy yo! La mismísima Tamara.
Desconocida: Soy tu fan número uno, Tamara. Me estaba preguntando, ¿te gustaría hacer un directo juntas?
Tamara: ¿Juntas?
Desconocida: Me llamo Katy y me gustaría ser influencer como tú, bueno, no tan buena, pero por lo menos parecerme.
Tamara: No puedes ser yo, pero seguro que consigues ser muy buena. Lo que sea por mis fans.
¡¡MALDITO TRAIDOR!!
Estrella vio a Olivia corriendo tras Maximus y la chica pelirroja. Por sus gritos dedujo que los había pillado juntos.
Maximus: ¡¡No es lo que piensas!! ¡¡Es mi prima de Clisandia!!
Olivia: ¡Y yo soy un pinipon! ¡¡Mentiroso!! ¡¡Que te he pillado!!
Estrella: Ay, madre...
Casi tiran la puerta al entrar. Amaya corría la primera, desesperada por no ser alcanzada por Olivia. Maximus la seguía de cerca. Suplicaba continuamente a Olivia que se detuviese, pero ella no estaba dispuesta a dejar pasar por alto lo ocurrido.
Maximus: ¡¡Mi amor, si solamente te quiero a ti!!
Olivia: ¡Te voy a dar amor del bueno! ¡Sin vergüenza!
Amaya: ¡Esta tipa está loca! ¡Socorro!
Estrella: ¡Tranquilidad, por favor!
Olivia: ¡Y tú me has mentido!
Estrella: Lo siento...
Katy: Tamara, ¿nos vamos fuera? Este no es lugar para unas influencers como nosotras.
Tamara: Sí, esta gente está loquísima.
Tamara y Kate salieron de la gasolinera mientras Olivia intentaba alcanzar a Maximus. Se había metido tras la barra, usando a Estrella de escudo. Amaya intentaba encontrar un hueco por el que huir.
Olivia: ¡No te escondas, cobarde! ¡Ven aquí!
Estrella: ¡Por favor, me haréis daño!
Maximus: ¡Amorcito, perdóname! ¡Te compraré un descapotable! ¡Te daré lo que quieras!
Olivia: ¡Quiero tu cara para hincharla a tortas! ¡Me las vas a pagar!
Estrella: ¡Ayy, socorro!
Kate y Tamara salieron a la calle. Estaban aliviadas dejando atrás todo aquel jaleo que se había montado.
Tamara: ¡Este sitio es de lo peor! Pienso cambiar mi valoración.
Kate: Mira, esta es mi furgo. Aquí guardo mis cosas de influencer.
Justo en la puerta de entrada, tenía aparcada una furgoneta negra.
Tamara: Le falta alegría. Tendrías que pintarla de rosa, o naranja.
Kate: Buena idea. Mira, vamos a entrar y te enseño todo lo que tengo, te va a encantar.
La puerta trasera se abrió de par en par y un hombre sacó sus brazos de ella. Su aspecto asustó mucho a Tamara. Vestía con ropa de cuero oscura y lucía una barba negra y espesa. Ocultaba sus ojos tras unas gafas de sol enormes con efecto espejo. En su cabeza lucía una gorra con una calavera blanca estampada.
Tamara: ¡¿Quién es este?! ¡Socorro!
Kate: No grites o me las pagarás. Rápido, agárrala fuerte.
El hombre la metió a la fuerza en la furgoneta. Kate le quitó el móvil y lo pisó con fuerza hasta que dejó de funcionar.
Tamara: ¡¡Noooo, mi móvil!!
Cerraron la puerta sin que Tamara pudiese hacer nada para escapar. Gritó con todas sus fuerzas, pero nadie la escuchó.
Kate: Lo siento, Tamara.
Tamara: ¡Dejadme salir!
Kate: Será mejor que te relajes.
En el interior había otro hombre más. Este asustó todavía más a Tamara. Sus pelos en punta color naranja y su cuerpo repleto de tatuajes la paralizaron del terror.
Tamara: ¿Quiénes sois?
Pinhead: No te haremos daño, tranquila.
Tamara: ¿Y qué es lo que queréis de mi?
Kate: Que estés quieta y obedezcas en todo lo que te ordenemos.
En la parte delantera de la furgoneta, Fune estaba sentada en el asiento de copiloto, bebiendo café. El hombre que conducía era poco hablador y se limitaba a alejarse de la zona sin levantar sospechas.
Fune: Ha sido muy arriesgado, pero lo hemos conseguido. Date prisa, tenemos que alejarnos de aquí cuanto antes.
Alejandra salió del taller al escuchar alboroto. Miró la furgoneta extrañada, pensando que había algo raro en ella, pero pronto perdió el interés.
Maximus salió de la gasolinera a toda prisa. Olivia tenía agarrada del pelo a Amaya, que gritaba pidiendo ayuda. Estrella decidió que debía marcharse de allí cuanto antes y no volver más. Definitivamente, aquel no era lugar para ella. No sabía si Olivia la despediría por haberle mentido, pero le daba igual, prefería renunciar y buscar algo más tranquilo.
Olivia: ¡Vuelveeee! ¡Tengo a tu novietaaa!
Amaya: ¡Maximus, no me dejes con esta loca!
Maximus: ¡Seguro que os hacéis buenas amigas!
Alejandra: Pobre Estrella, ni un día ha durado.
Olivia: ¡Maximuuuus!
Continuará...
¡Madre mía cuántas cosas pasan en un solo capítulo! Lo he engullido más que leído porque me ha enganchado mucho. Me he reído mucho al imaginarme con voces y escenas como si fuese una serie el momento en el que Olivia, Máximus y Amaya entran huracanadamente en la cafetería, persiguiéndose así, Olivia gritando que quiere su cara para molerla a puñetazos, Máximus escudándose en la pobre Estrella, que ha hecho genial en irse corriendo de ese lugar, también cuando Olivia dice que tiene una aplicación que le permite saber dónde está su novio en todo momento, también luego cuando entra tamara, que al principio he dicho: ay, qué mona, pero luego me ha caído fatal, aunque es un mero y sincero reflejo de lo que ocurre de verdad con la mayoría de las personas que están enganchadas a las redes sociales y también me pasa lo mismo que a Estrella, que vivo perfectamente sin redes sociales y también me da pena que la gente esté tan atontada con el móvil, tanto que pasan de lo que tienen real a su alrededor. He de confesar que no he sentido ni la menor sombra de pena cuando raptan a Tamara y enseguida supe que Katie no era de fiar, que algo no iba bien con ella, y me ha encantado, sinceramente, cuando aparecen Pinhead y Fune porque me encantan ambos, me encantan, siempre la lían de formas cutres, que veremos a ver qué tal les va con este rapto con el que seguro quieren conseguir dinero... ¿Y dices que éste es el último capítulo de la parte de la gasolinera? Ay, me da pena que desaparezca Alejandra, bueno, seguro que sale en otra ocasión. Por favor, ¡no tardes en poner la continuación!
ResponderEliminar¡Qué gracia Tamara! Con esa cara tan extraña pintorrojeada y tal y como va vestida, sí que tiene pinta de influencer. ¿Qué querrán de ella Pinhead, Fune y su banda? Me ha gustado ver de nuevo a estos personajes. Hacía tiempo que no salían. A ver qué sucede.
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