Capítulo 01
American Diner
Ya está aquí nuestra fiesta preferida del año, Halloween. Los seres de la noche salen de sus escondites para dejarse ver y aterrorizar a los mortales. Es una noche mágica en la que todas tus pesadillas, se pueden hacer realidad. Nos encontramos en las afueras de la mansión de Calabazo. Como todos los años, su hogar está en un estado deplorable. Ventanas rotas y tapiadas, humedades, malas hierbas, montañas de hojas en la entrada y cortinas desgarradas.
Algunos animales se pasean por el porche y los alrededores desconocedores de lo que en su interior alberga. Ratas, arañas y cuervos son algunos de ellos. Calabazo los respeta, son animales despreciados por la sociedad a los que nadie quiere tener cerca.
¡La puerta de su mansión está abierta! Es el momento de entrar y saludar a nuestro más querido y temido cuentacuentos. Ya es de noche y llega el momento de que nos cuente la historia.
Aquí fuera empieza a hacer frío y aunque su casa no es el lugar más seguro del mundo, seguro que en su interior entraremos en calor.
Esto está lleno de polvo, ¡achís! Vaya, no tiene encendida la chimenea y ni rastro de Calabazo. ¿Dónde nos contará la historia de terror de este año?
Subiremos las escaleras al primer piso, seguramente nos esté esperando allí. No puedo evitar temblar. Se escuchan ruidos y susurros en las paredes. Tengo miedo, no me avergüenza reconocerlo. Solamente espero poder sobrevivir a esta noche y descubrir la historia de este año. ¿Calabazo? ¿Hola? ¿Estás ahí?
Tampoco está por aquí. ¿Dónde se habrá metido? Esperad, aquí hay una nota...
"Estoy en el restaurante del km 666, al lado de la gasolinera. Os estaré esperando".
Nos tocará desplazarnos a ese restaurante. ¿Allí nos contará la historia? En seguida lo averiguaremos.
Ahí está el letrero luminoso del restaurante. Parece que está inspirado en los típicos restaurantes americanos de antaño.
Me parece que Calabazo está sentado a la barra. Creo verlo por la ventana, pero no estoy totalmente seguro. Un momento...se acerca alguien al restaurante.
Es una pareja. Los dos son guapos. Ella es rubia, pelo corto y ojos verdes. Viste muy bien, sí señor. Lleva un pañuelo blanco al cuello y un bolso a juego. Pantalones rosas y blusa azul con mangas rosas. Él va más casual. Pantalón tejano oscuro, jersey negro y chaleco azul marino. Lleva un gorro negro de lana, que ya aprieta el frío. Es guapo, con esa barbita de tres días, rasgos muy varoniles y ojos negros como la noche.
Se disponen a entrar al restaurante. Seguramente para cenar. Yo me comería ahora mismo una buena porción de tarta de chocolate y un buen batido de fresa.
¡Él es todo un caballero! Le abre la puerta y deja que ella entre primero. Ya no quedan clicks así.
Steve: Las damas primero.
Carol: Muchas gracias, caballero.
Steve: Mira, un gato negro. ¡Mal augurio!
Carol: Pobre gato. Solamente por ser negro, tiene que aguantar un montón de prejuicios.
Steve: Con lo que molan los gatos.
¡Ya estamos en el interior del restaurante! Vaya, la decoración vintage es un puntazo. Hay una mujer rubia de pelo corto que los observa entrar. Parece que es la cocinera, o quizás camarera. No tiene cara de muchos amigos. Hay otro hombre en la barra. Es un señor con cara de desgana y poco agraciado. Viste elegante y va peinado con kilos de gomina. También es un trabajador del restaurante. Este parece que se ocupa de atender en la barra.
Carol: Buenas noches.
Son maleducados, pues no le han devuelto el saludo.
Steve: La educación ante todo...¡Una máquina de música!
Es cierto, ahí tienen una máquina antigua de música. Puedes elegir una canción si le metes una moneda. Suena la canción y emite luces parpadeantes de colores. Steve tiene ganas de probarla. Ha metido una moneda. Suena una canción que no había escuchado nunca.
Steve: ¿La recuerdas?
Carol:¡Oh, es la canción que ponían por la radio cuando nos conocimos!
Steve: ¿Me concede este baile, señorita?
Carol: ¡Steve! Nos están mirando...
Steve: Les estamos haciendo un favor. Tienen cara de amargados y esto les dará de lo que hablar durante mucho tiempo.
Sí, los miran, pero no parece que les haga demasiada gracia que se pongan a bailar ahí, llamando tanto la atención. El restaurante está tan tranquilo...
Ya han tomado asiento. Parecen sillones muy cómodos.
Carol: No mires. ¿Has visto a ese que está en la mesa? Está sentado a la barra.
Steve: ¿Quién?
Carol: ¡Steve! Te he dicho que no te gires. Me da muy mal royo. Tiene pinta de asesino o ser maligno de película mala de miedo.
Sí, es un ser maligno, un poco de respeto. Se trata de nuestro Calabazo. Está sentado a la barra, de espaldas a ellos.
Steve: Es la noche de Halloween. Es un buen disfraz. No logro verle la cara.
Carol: Da bastante grima.
Steve: No te preocupes, aquí estoy yo para protegerte.
Carol: Sé protegerme muy bien yo solita, no te preocupes campeón. Ya sabes que a mi no me impresiona casi nada. Esas tonterías de fantasmas, monstruos o brujas no me dan ningún miedo.
Steve: ¿Y los payasos?
La mujer rubia se dirige a ellos con una jarra de café en la mano.
Amanda: Buenas noches, chicos. ¿Café?
Carol: Sí, por favor.
Steve: Yo también quiero.
Amanda: ¿Deseáis comer alguna cosa?
Steve: Quiero...la hamburguesa especial de la casa y unas patatas fritas.
Amanda: ¿Y usted?
Carol: Tomaré lo mismo.
Amanda: Anotado.
Carol: Caramba, ese café está muy fuerte.
Steve: A mi me gusta así. Carol, te preguntaba por los payasos. Me dijiste que te daban miedo.
Carol: Sí, cuando era una niña. Ahora siento total indiferencia. Los payasos no me hacen reír ni llorar.
Steve: Pues a mi no me gustan nada. No es que me asuste al ver uno, pero siento rechazo.
Carol: Bah, solamente son hombres disfrazados.
Calabazo: ¿Seguro que no temen a los payasos?
¡Calabazo les habla! No se ha girado para mirarles a la cara. Sigue de frente a la barra.
Steve: ¿Disculpe?
Morgan: Aquí tiene su plato, señor Calabazo.
Calabazo: Oh, gracias Morgan. Huele que alimenta.
¿Qué es lo que contiene ese plato? No tiene muy buen aspecto. Parecen espaguetis, pero se mueven...
Calabazo: Os propongo un reto.
Carol: ¿Un reto?
Menudo susto se han pegado cuando Calabazo se ha girado. Steve ha querido disimular el susto, pero sin éxito.
Steve: Buena máscara, amigo.
Calabazo: Os cuento una historia de terror. Si no os aterroriza, os pago la cena.
Carol: No nos asustamos fácilmente. ¿Está seguro que desea retarnos?
Steve: ¿Y si nos asustamos? ¿Qué gana usted?
Calabazo: Vuestras almas.
Steve: Bah, eso es una tontería. ¿No prefiere que le paguemos la cena? Eso sería más equitativo.
Calabazo: Prefiero vuestras almas. Tengo amigos que pagarían lo que fuese por ellas.
Carol: Steve, a lo mejor deberíamos pasar de esto.
Steve: ¿Crees de verdad que nos jugamos el alma? Si perdemos no pasaría nada, pero si ganamos, nos paga la cena. No veo el problema.
Carol: Está bien, aceptamos el reto. Le advierto que no nos asustamos con facilidad.
Calabazo: Y yo les advierto que no podrán engañarme. Sabré si se han asustado de verdad. Están a tiempo para renunciar al reto.
Steve: No no, ahora no intente convencernos para que dejemos el juego. Hemos aceptado y no hay vuelta atrás.
Carol: Empiece con esa historia terrorífica.
Calabazo: Era una noche de Halloween como esta, oscura y misteriosa. Un grupo de amigos...
Continuará...
¡Ay, qué emocionante! Me encanta la ambientación, la actitud de los personajes (Carol y Steve parecen las típicas personas frías que non se inmutan por nada, pero en realidade sólo llevan unha máscara) y Calabazo, ¡como siempre increíble y genial! Me encanta el narrador, tan cercano y describiendo tan bien todos los detalles. La casa de Calabazo es terrorífica y puedo imaginar perfectamente el frío que inunda todas las estancias, el olor, todo, los sonidos de todos esos animales que la sociedad rechaza y que Calabazo tanto adora. Me encanta el momento en el que Calabazo les pregunta si están seguros de que no les dan miedo los payasos, jajaja, sin girarse ni nada. Me imagino su voz de ultratumba ahí sonando inesperadamente y la pareja quedándose perpleja y estremecida. Cuando se gira, puedo imaginarme también a la perfección lo que los dos sintieron al ver su terrorífico rostro. ¿Qué historia contará? ¡Estoy deseando saberla! Por cierto, no me gustan nada ni Amanda ni Morgan. Creo que están compinchados con Calabazo y que no son del todo humanos. Quizá me equivoque, pero no me transmiten para nada buen rollo. ¡Por favor, no tardes en colgar la continuación! ¡Estoy deseando conocer cómo sigue la historia!
ResponderEliminarAy, perdona, ¡acabo de repasar mi comentario y sinceramente no sé en qué idioma estaba escribiendo! Bueno, creo que me entenderás 😂.
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