domingo, 13 de diciembre de 2020

Halloween 2020 - Capítulo 07 - Luces azules muy llamativas


Decidieron descender por la fachada hasta llegar al balcón del primer piso. La puerta estaba a punto de ceder y necesitaban escapar cuanto antes. Pradito fue la primera en bajar. Se agarró a la barandilla y con la ayuda de Dante, fue bajando lentamente.

Pradito: Esto está muy alto...
Dante: Ten cuidado, Pradito.


Colocaba los pies en los sobresalientes de las ventanas. Se agarraba con fuerza a todo aquello que le servía como apoyo, pero no le estaba resultando nada fácil. Dante la siguió, procurando copiar todos los movimientos que hacía Pradito.

Dante: Anita, date prisa.
Anita: Tengo miedo...odio las alturas.
Dante: Tienes que hacerlo o te atraparán los zombies.


Anita: No puedo...es superior a mi.
Dante: Tienes que intentarlo.
Anita: Está bien...

En ese momento, la puerta del balcón cedió.


Los zombies se abalanzaron sobre Anita. Dante se asustó y quedó colgando del balcón. No tenía las suficientes fuerzas para aguantar su peso. Pradito abrió la hoja exterior de una ventana y Dante pudo colocar sus pies sobre ella.

Pradito: ¡Rápido!
Anita: ¡Ahhhhh!
Dante: ¡Anitaaaa!


Anita: ¡Socorro!

Nada pudieron hacer por ella. Los zombies la atraparon y al igual que Sus, desapareció. 


Dante: Anita...
Pradito: ¡Esto es una pesadilla!
Dante: ¡Tenemos que jugar la última partida! Si sobrevivimos, quizás los podamos salvar a todos.
Pradito: Tenemos que intentarlo.

Una nueva frase apareció en el tablero.

Dante: "Frotando nace, soplando crece, tapado muere...ten cuidado que ya viene". No lo pillo, ¿a que se refiere?
Pradito: ¿Fuego? Qué calor... ¡Dante, mira!


La calle se había convertido en un enorme río de lava. Las casas colindantes se derrumban y solamente las más fuertes seguían en pie. Por suerte, la casa de Dante estaba aguantando. Pradito vio que su casa también resistía, pero la lava se colaba por las ventanas y destruía todo a su paso.

Pradito: ¡Mamá! ¡Papá! ¡Mar!
Dante: Esto no puede ser verdad...


Lucy abrió la puerta del balcón y los sorprendió.

Lucy: Ya sois míos.
Pradito: ¡Antes tendrás que cogernos!


Escaparon caminando por una cornisa que rodeaba la casa. El río de lava los devoraría si caían abajo. Tampoco podían subir. Los zombies habían invadido la planta superior.

Lucy: ¡No hay escapatoria!
Dante: ¡Vete al cuerno!


Giraron y siguieron caminando por la cornisa. El calor era insoportable y no podían dejar de sudar.

Dante: ¡Arañas!

Las arañas aparecieron por todas partes. Se dirigían hacia ellos, ajenas al calor y el peligro que les rodeaba.

Pradito: ¡Vienen a por nosotros!


Mientras tanto...

Las brujas luchaban por hacerse con las niñas, pero el ser era muy poderoso. Suselle y Alicia aprovecharon para huir. Sabían que allí no existía un lugar seguro, pero preferían arriesgarse que dejarse atrapar por las brujas.

Jezabel: ¡Volved aquí!
Suselle: ¡Corre, Alicia!


Finalmente, las brujas fueron vencidas por el elegante y majestuoso ser. Jamás osarían volver a perturbarlo.

Muriel: ¡Corre, hermana!
Jezabel:  ¡Rayos y centellas! ¡Nos quedamos sin las niñas!
Muriel: ¡Me conformo con una sopita de sangre y a la cama!


Alicia tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se había torcido el tobillo y no podía levantarse.

Alicia: ¡Ayúdame, Suselle!
Suselle: ¡Alicia!


Se detuvo e intentó ayudarla, pero Alicia era incapaz de ponerse en pie. El poderoso ser no tuvo problemas para atrapar de nuevo a las niñas.

Alicia: Suselle, vete...
Suselle: ¡No te dejaré sola!
Alicia: Sálvate tú...
Suselle: No.
Calabazo: Estoy muy enfadado, niñas. Habéis intentado huir. ¡Vais a ser castigadas como es debido!

Suselle y Alicia cerraron los ojos y esperaron aterradas su castigo.


Dante y Suselle no tenían escapatoria. Las arañas se acercaban a ellos con rapidez y no podían ir a ningún lado. Aquella pequeña cornisa era su único refugio. De pronto, apareció Lucy tras la esquina.

Lucy: ¡Sorpresa!
Dante: ¡Déjanos en paz!
Lucy: ¿Ya no queréis ser mis amigos?
Dante: Tenemos que salir de aquí.
Pradito: No hay forma de escapar...


Las arañas llegaron hasta Pradito. Con sus largas y peludas patas recorrían todo su cuerpo. Pradito las golpeaba y conseguía quitarse algunas de encima, pero eran demasiadas. Lucy agarró del brazo a Dante, que intentaba ayudar a su amiga.

Pradito: ¡Dante!
Dante: ¡Tengo que ayudarla!
Lucy: Ya es demasiado tarde para ella.


Pradito luchaba por no perder el equilibrio mientras las arañas la invadían por todas partes. Dante no estaba dispuesto a perder a Pradito, así que sacó fuerzas de dónde no las tenía y golpeó a Lucy en la cara. El golpe le hizo perder el equilibrio y entre gritos, cayó al río de lava.

Lucy: ¡Noooooo!
Pradito: ¡Socorro! ¡Dante!
Dante: ¡Pradito!


Su amiga había perdido el equilibrio y se agarraba a duras penas de la cornisa. Las arañas seguían haciendo de las suyas y mordían a Pradito en las manos. Dante llegó hasta ella e intentó ayudarla a subir.

Dante: ¡Ya casi estás!


Los cimientos de la casa estaban cediendo a la lava y el fuego. La casa se movió y Pradito cayó sin que Dante pudiese hacer nada.

Dante: ¡Praditoo! 

La lava devoró a Pradito en cuestión de segundos. Dante lloraba impotente, rodeado de arañas y aguantando el equilibrio. Era cuestión de segundos que la casa se viniese abajo.

Dante: ¡Odio este juego! ¡Lo odio! ¡Quiero recuperar mi vida!


Las arañas no tenían piedad. No les importaba que la casa se derrumbase y la lava las engullese. Su objetivo era martirizar a los concursantes. Se abalanzaron sobre Dante, metiéndose bajo su ropa.

Dante: ¡Fuera de aquí! ¡Socorro! 


Entre las arañas y los movimientos de la casa, Dante no pudo más y perdió el equilibrio. Cayó rodeado de arañas, que seguían incordiándolo a pesar de todo. Notó el calor intenso en su piel y cómo se quemaba. Cerró los ojos y se preparó para el dolor.


No sintió ningún tipo de dolor. Sorprendido, abrió los ojos y se encontró en el dormitorio de su hermana. Estaba sentado frente al juego de mesa, junto a Suselle, Pradito, Anita, Walter y una niña rubia que no conocía. Se le saltaron las lágrimas y por un momento pensó que se trataba de un sueño, hasta que su hermana habló.

Suselle: ¡Hemos vuelto!


Todos saltaron de alegría. Habían conseguido superar todas las pruebas. Suselle y Alicia pudieron escapar del castigo y regresaron del juego. Anita, Pradito y Walter estaban en perfecto estado, sin ningún rasguño. La casa seguía en su sitio, no había lava, ni vampiros, arañas, zombies ni ninguna cosa que hubiese salido del juego.

Pradito: ¡Lo conseguiste, Dante!
Dante: ¡Pensaba que no volvería a veros!
Anita: Esos zombies me atraparon y...
Walter: ¡A mi la vampiresa!
Pradito: Pues fue terrible caer en la lava...
Suselle: ¿Lava?


Pradito: Es una historia muy larga. Suselle, ¿estás bien?
Suselle: Sí, estoy bien. Ha sido horrible. Estaba atrapada en una mansión encantada, con un monstruo...y me perseguían brujas que me querían comer. También he huido de lobos y fantasmas.
Dante: Me alegra mucho que estés bien.
Suselle: Gracias por seguir jugando, chicos.


Anita: ¿Y esa quién es?
Suselle: Una buena amiga. Se llama Alicia. Ella me ayudó y me salvó la vida. 
Alicia: Tú también me ayudaste. No quisiste dejarme sola.
Suselle: Lo hemos conseguido.
Alicia: ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Rafael?
Pradito: No conocemos a ningún Rafael.
Alicia: Tengo que volver a casa, mis padres estarán preocupados.


Mientras tanto...

El ser se había quedado sin las niñas. Justo cuando se disponía a castigarlas a comer tartas hasta empacharse, desaparecieron. 


Estaba rabioso, pues se había quedado otra vez sin almas a las que atormentar. Aquellas niñas le habían caído bien y no pensaba hacerlas trabajar demasiado.

Calabazo: ¡Maldición!


Aquella partida la había perdido, pero no perdió la esperanza. Playterror era muy poderoso y solamente debía ser paciente y esperar a nuevos incautos jugadores.

Calabazo: ¡Ahahahaha!


Los niños se apartaron de Playterror cuando escucharon unas risas procedentes del tablero.

Walter: ¿Qué es eso?
Suselle: ¡Es ese ser!
Alicia: ¡Hay que deshacerse del juego cuanto antes!
Anita: Para que luego digan que jugar a juegos de mesa es divertido...


Sus: ¡Hola, niños! ¿Os importa que Bosco y yo juguemos con vosotros?
Dante: ¡Mamá! ¡Bosco!
Suselle: ¡Mamá!


Los niños se abrazaron a su madre y su hermano pequeño.

Dante: ¡Estás viva!
Sus: Eh...claro.
Suselle: Te he echado de menos.
Sus: Solamente hemos estado separados un ratito. 
Dante: ¿No recuerdas nada?
Sus: Estáis muy raros...


Dante: No recuerdas nada...
Pradito: Ella no era jugadora...
Sus: Huy, ¿y esta niña tan guapa?
Alicia: Me llamo Alicia.
Sus: Hola, Alicia. No sabía que estabas en casa. No te había visto nunca. ¿Eres del barrio?
Alicia: Sí. Eso me recuerda que tengo que irme ya. Mis padres estarán preocupados. 


Pradito: ¡Te acompañamos! 
Sus: ¿Dónde vais con el juego?
Dante: ¡Lo vamos a tirar a la basura!
Sus: ¿No os gusta? A mi tampoco. Tenemos muchos juguetes como para coger cosas en la basura...
Suselle: ¡Ahora volvemos!
Sus: Vale, pero no tardéis. Un placer conocerte, Alicia.
Alicia: ¡Igualmente, señora!


Acompañaron a Alicia a su casa y luego, fueron a tirar el juego a la basura. Pradito lo agarraba de un lateral y Dante del otro.

Dante: Ahora pesa más que antes...
Pradito: Sí...¡Escucho gruñidos!
Dante: El juego se debe estar enfadando.


Pradito: Lo meteremos en este contenedor.
Lucy: No nos abandonéis...
Dante: ¡Es la voz de Lucy!
Pradito: ¡Rápido! ¡Al contenedor!


Consiguieron meterlo, pero el tablero era grande y sobresalía del contenedor.

Dante: ¡No coge!
Calabazo: ¿Queréis jugar una partida? ¡Ahahah!
Pradito: ¡Déjalo así!


Se alejaron del juego a toda prisa. Escucharon voces y gritos procedentes del tablero, pero no miraron atrás. 


Calabazo: Y así fue como estos niños, consiguieron sobrevivir al juego. Playterror es un juego eterno, que pasa de generación en generación. Es cuestión de tiempo que nuestro tablero, se ponga otra vez en marcha...


Ahí viene una posible víctima. Una niña solitaria, que parece estar aburrida. Parece que va a reunirse con sus amigos. Camina junto a los contenedores y la maquinaria Playterror se pone en acción.


El sonido de un gato maullando llama su atención. Mira a su alrededor pero no encuentra a ningún gato. Playterror llama su atención. El tablero emite luces azules muy llamativas. 


Esa pobre niña, ya tiene el tablero en su poder. Lo ha sacado del contenedor y está fascinada con las luces.

Kate: ¡Un juego de mesa! ¡Es la caña! Cuando se lo enseñe a mis amigos, van a flipar.


Unas horas después...

Kate se encuentra en mi mansión. Por lo visto, ha incumplido alguna norma...

Kate: ¿Dónde estoy?
Calabazo: Bienvenida a mi humilde morada.
Kate: ¡Ahhhhh!


Calabazo: No temas...o sí.
Kate: ¡Socorro! ¡Mamá, papá!
Calabazo: ¡Me encanta este juego!


Calabazo:  Amantes del terror, ha llegado el momento de despedirnos. Otro año más, hemos vivido una terrorífica historia de terror. El año que viene, volveremos a vernos las caras en Halloween. Mientras tanto, sed malos y no olvidéis que estaré presente, en vuestras peores pesadillas. ¡Adiós mis perversos amigos!


FIN



 

2 comentarios:

  1. ¡Qué mal lo pasé con esta historia! El momento en el que la lava rodea la casa toda y las arañas atacan a Pradito y a Dante es terrible. No tenía ni idea de cómo podrían salir de ahí. También lo pasé muy mal cuando Suselle y Alicia intentan escapar de Calabazo y Alicia se cae al suelo torciéndose un pie. Me ha parecido sentir su dolor y la impotencia de no poder ponerse en pie. Creo que tendrían que haber quemado el juego o romperlo en mil pedazos para que nadie más pudiese volver a cogerlo, pero supongo que no se les habrá pasado por la cabeza o la desesperación por deshacerse del juego sería más grande que pensar en otra cosa. Me ha encantado la historia porque es muy real y he podido sentir plenamente el terror de los protagonistas. ¡Qué bien que Suselle y Alicia se hayan hecho amigas! Por lo menos algo bueno se puede sacar de esta horripilante experiencia que les va a hacer tener pesadillas a todos. Menos mal que Sus no recuerda nada y supongo que Diamante tampoco. ¡Enhorabuena por la historia!

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  2. Por fin he podido leerlo completo. Me faltaban algunos capítulos. También leí la historia de Navidad. Tengo mucho retraso.
    De esta historia comentar que me parece buenísima. Es magnífica. No decepcionas nunca ni dejas de sorprender año tras año con cada historia de Halloween. Me ha encantado. Las fotos son excelentes y los diálogos y trama prueba tras prueba magníficos. ¡Fantástica historia!

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