viernes, 8 de marzo de 2019

Mi vida ahora - Capítulo 07: Como Pedro por su casa

Capítulo 07: Como Pedro por su casa

Chris caminaba hacia la casa de Sus y Diamante. Ver a Leticia le aceleraba el corazón. Tenía la necesidad de hacerla feliz. Esperaría a que llegase a la casa en la que trabajaba y le daría una sorpresa. Quería comprarle alguna cosa, aunque estaba pelado. Su amigo Petas le había prestado 10 cleuros y se suponía que debía pasar con ellos toda la semana, pero estaba dispuesto a quedarse sin nada por Leticia.


Le sorprendía lo grande que era la mansión de los jefes de Leticia. Era una casa preciosa, con una fachada espectacular. Nada comparado con la casa de su abuela. Vivía con ella desde que su madre lo abandonó. La pobre tiraba como podía con la pensión que le había quedado. Ella estaba encantada de cuidar de su nieto, pero se había llevado ya muchos disgustos por su culpa.

Chris: Menuda choza tienen.


Miró alrededor, buscando una tienda en la que comprarle un detalle a su novia. No había nada que le convenciese y lo poco que veía, le parecía muy caro.


Entonces, vio a una vendedora de flores. Tenía un puesto improvisado junto a una farola. En una cesta, tenía todo tipo de flores frescas y ramos muy bonitos. La mujer intentaba captar la atención de todo aquel que pasaba a su lado.

Vendedora: Para su novia, su marido o su abuela. ¡Flores frescas que alegran la vida! Un detalle que gusta a todo el mundo.
Chris: Chris, eres un genio.


Chris: Hola, señorita. Me gustaría comprar uno de esos ramos.
Vendedora: Claro, el que más le guste.
Chris: Ese ramo con flores blancas y rosas.
Vendedora: Esas son preciosas. Son siente cleuros.
Chris: ¿Tanto? ¿Y si le doy cinco?
Vendedora: ¿Quieres el ramo o no?
Chris: Sí.
Vendedora: Pues son siete cleuros.


Chris se sentó en la entrada de la casa y esperó a Leticia. Pasaba la tarde y seguía sin aparecer. Estaba muy cansado, pues había pasado toda la noche con su amigo El Petas jugando a la videoconsola. 

Chris: Empiezo a tener frío...


Leticia se había llevado a los niños al parque y a comprar algunas cosas. Cuando llegó a casa, encontró a Chris durmiendo en la entrada, tirado en el suelo con el ramo de flores en la mano.

Dante: Mira, tu amigo está ahí tirado en la puerta.
Pradito: ¿Estará muerto?
Suselle: Ay no, me da miedo...
Leticia: No os preocupéis, debe estar dormido.


Leticia estaba preocupada. Si Sus, Diamante o su madre aparecían por ahí, tendría problemas. Lo llamó y este se sentó de golpe, muy asustado.

Chris: ¿¡Eh!? ¡Yo no he sido!
Leticia: Cariño, soy yo.
Chris: ¡Amorcito! Oh, me he quedado dormido...
Leticia: No puedes hacer esto, Chris.


Chris se levantó perezoso y se estiró. Al ver como Leticia miraba el ramo de flores, extendió el brazo y se lo ofreció.

Chris: Son para ti.
Leticia: ¿Para mi? ¡Son preciosas!
Suselle: Qué romántico. Nadie hace eso por mi.
Pradito: Ni por mi.
Chris: Para la clack más bella del mundo.


Leticia le besó feliz y olió las flores. Cerró los ojos cuando su refrescante aroma le llegó.

Leticia: Muchas gracias, cariño. Me gustan muchísimo.
Chris: Todo por mi princesita. Pufff, estoy destemplado. Tengo frío, sed y mucha hambre.


Leticia abrió la puerta mientras hablaba.

Leticia: Pues acércate a la cafetería de Agnes. Venimos de allí y...
Chris: ¿Puedo entrar?

Leticia no tuvo tiempo para contestar. Chris entró rápidamente a la casa.

Leticia: ¡Chris!


Chris: ¡Mola!
Leticia: Es mejor que te marches, nos pueden pillar.
Chris: ¿Me vas a dejar ahí fuera con el frío que hace? Dame algo de comer y de beber.
Leticia: ¿Estás loco? ¡No es mi casa!


Chris: Niños, ¿a que está feo que me deje tirado? Le he regalado unas flores y tengo frío.
Pradito: Puedes ir a la cafetería.
Chris: No tengo pasta.
Suselle: Mi madre dice que debemos ser generosos y ayudar a los demás.
Dante: Sí, pero también nos dice que no hablemos con desconocidos.
Chris: No soy un desconocido, soy Chris. 


Leticia: Niños, ya me encargo yo. Terminad esas tareas que tenéis pendientes y ahora voy.

Pandy: #### (¿Dónde va el flipao este?)
Chris: ¡Es una casa inmensa! 


Los niños subieron y se quedaron solos. Chris se tumbó en el sofá, junto a la chimenea.

Chris: Esta casa es de ensueño.
Leticia: ¿Quieres que me despidan? ¡Tienes que irte! Por favor...
Chris: No me dejes tirado, cariño...Mi abuela está fuera y no vendrá hasta la noche. Ya sabes que ella no me deja tener una llave de la casa. Tendré que quedarme en un banco pasando frío. Cielo mío, me preparas algo de comer y me voy, lo prometo.


Leticia cedió. Le preparó una hamburguesa y le sacó un refresco. Se sentó a la mesa de la cocina y se puso a comer con ansias. 

Chris: ¡Ni el Burguer Click! Esto está que lo flipas.
Leticia: Date prisa, que nos pueden pillar. No nos podemos permitir perder este empleo.
Chris: ¿Tu hermano no trabaja?
Leticia: Sí, pero es muy poquito lo que cobra. Venga, que no quiero que nos pillen.
Chris: Vale, me doy prisa.


Chris: ¿Y este perro? Es muy raro...
Leticia: No es un perro, es un oso panda.
Chris: ¿Eso existe?
Leticia: ¡Pues claro! ¡Jajajaja!
Chris: Pensaba que no existía, como los dragones o los pokémon. 
Pandy:###### (¡Este tipo es tonto de remate! ¡No soy un perro!).
Leticia: No le molestes.


Chris abrió la nevera.

Chris: ¿No tienen una cervecita?
Leticia: ¡Chris! ¡Cierra la nevera!
Chris: Ya voy, ya voy...


Agarró a Leticia por la cintura y la besó. La pilló por sorpresa y no se pudo resistir. Chris era un bala perdida, pero estaba loca de amor por él. En el fondo de su corazón sabía que esa relación no tenía futuro, pero no lo quería ver. Lo amaba y eso podía más que todo. Le había fallado muchas veces, incontables, pero al final, siempre terminaba perdonándolo.  Era un locuelo y eso muy a su pesar, le gustaba.

Leticia: ¡Que están los niños!
Chris: Te amo, Leti. Lo sé, hago mal, estoy loco...pero no lo puedo evitar. Quiero estar contigo, quiero aprovechar cada segundo de mi vida a tu lado. No soy nada sin ti. 
Leticia: Chris...yo también te amo. Quiero estar contigo, pero esto es peligroso. Si nos pillan, me despedirán...y si mi madre se entera, me muero.
Chris: ¡Olvida todo! ¡Déjate llevar por una vez en tu vida! ¡Vive el momento! No dejes que tu madre se salga con la suya y te convierta en una persona amargada como ella.¡Haz locuras!


Suselle tenía que ensayar una pieza musical con el piano. Le pidió a Pradito que le acompañara.

Suselle: Quiero hacerme un vídeo con la tablet, a ver si me gusta como lo hago. Lo pondré encima del piano, así me veo bien.
Pradito: Lo puedes colgar en Clicktube y hacerte famosa.
Suselle: No, que la gente me criticaría. Todavía no sé tocar del todo bien.
Pradito: Quién te critique, se las tendrá que ver conmigo.


Suselle: Pradito, ¿te sabes la canción del pobre clickito?
Pradito: Sí.
Suselle: Primero haré un solo de piano, pero luego podrías cantarla mientras yo toco.
Pradito: Me da vergüenza cantar...
Suselle: Cantas muy bien, de verdad. Bueno, le doy al play.


Suselle se puso a tocar el piano y cuando llevaba un par de minutos, Dante entró gritando. Suselle dejó de tocar enfadada.

Dante: ¡Pradito, Suselle! ¡Ahhhh!
Suselle: ¡Dante! ¡Me has interrumpido!
Dante: ¡Es importante! ¡He visto en Internet el trailer de la nueva peli de Cutreman! ¡Cutreman y los extraterrestres verdes 2!
Pradito: ¿¡Qué!?
Suselle: ¿¡En serio!?
Dante: ¡Te lo juro por Clickstiano Ronaldo!


Los tres salieron escopeteados hacia el cuarto de Dante.

Suselle: ¡Como sea mentira te dejo de hablar para siempre!


Leticia había cerrado con pestillo la puerta del baño. Chris la convenció para darse juntos un baño relajante. Se estaba dejando llevar por el momento, aunque el miedo a ser descubiertos no la abandonaba por completo.

Chris: Faltan las velas.
Leticia: Sí, y que esta fuese nuestra casa...
Chris: Algún día tendremos una casa como esta. Viviremos juntos y tendremos muchos niños.
Leticia: ¿Muchos niños?
Chris: Sí, cuantos más mejor.
Leticia: Yo me conformo con dos. 
Chris: Y quiero un perro panda como ese.
Leticia: No es un perro...
Chris: ¿Sabes? Quizás sea posible.
Leticia: ¿Te ha tocado la lotería?
Chris: Tengo un último golpe preparado.


Leticia se sentó en la bañera, alarmada por sus palabras.

Leticia: ¿Un último golpe?
Chris: El Petas me ha dicho que hay una casa muy cerca de aquí con mucho oro escondido. Se trata de una pirata, que guarda sus tesoros en su casa.
Leticia: ¿El Petas?
Chris: Sí, mi colega. 
Leticia: Me dijiste que ya no te juntabas con él.
Chris: Es mi amigo, cariño. El caso es que es un golpe perfecto. Tenemos el material necesario para robar todo el oro sin que nadie salga herido. Es un plan perfecto. Sacaríamos tanto dinero que podríamos tener una casa como esta y dinero para vivir con lujos toda la vida.
Leticia: Quiero que te marches ahora mismo.


Leticia salió de la bañera y se secó rápidamente. Buscó la ropa para vestirse cuanto antes.

Chris: Ey, amorcito. No te pongas así, no es peligroso.
Leticia: Me dijiste que habías dejado todo eso atrás.
Chris: Y lo he dejado, esto es solamente un último golpe. Después de esto, te prometo que se terminó.
Leticia: Mi madre tenía razón...
Chris: ¿Tu madre? ¿Que tiene que ver tu madre con todo esto?
Leticia: Me dijo que no cambiarás nunca...


Se vistió y salió del cuarto de baño.

Chris: Sabes que he cambiado. Esto es un último golpe con el que nuestras vidas cambiarán para siempre.
Leticia: Sí, robando. Tú a la cárcel o quizás muerto y yo también, por cómplice. ¡No quiero esa clase de vida! Me conformo con lo poco que tengo.
Chris: ¡Nena!
Leticia: ¡He dicho que me dejes en paz! ¡Vete antes de que nos descubran! No me llames hasta que de verdad estés dispuesto a cambiar...


Chris entró a buscar su ropa, pero sus pantalones estaban mojados. Salió del cuarto de baño para pedirle ayuda a Leticia. Entró en la cocina, pero allí no estaba.

Chris: ¿Corazón? ¡Princesa! Tengo los pantalones mojados. ¿Tienes un secador por ahí?


Subió las escaleras al piso superior.

Chris: ¡Leticia!


Entró en la sala del piano, vestido tan solo con unos calzoncillos. Cuando vio la televisión y todo lo que tenía montado Diamante, casi se cae de espalda.

Chris: ¡Alucinante! 


Agarró el mando a distancia y encendió la tele. Se sentó en el cómodo sofá azul. La calidad de imagen era espectacular. Vio la videoconsola, los juegos y los altavoces y se quedó embobado. 

Chris: Este es mi sueño...¡Yo quiero tener un cuarto así!


Vio un cofre en el mueble de la tele que le llamó la atención. Era dorado y grande. Se acercó hasta el mueble y lo sacó.


Pasados unos minutos, fue al lavabo y se puso la ropa, a pesar de seguir húmeda. Fue en busca de Leticia y la encontró planchando la ropa en la cocina. Estaba muy seria y visiblemente enfadada.

Chris: Amor...
Leticia: ¡Te he dicho que te marches! Vete, no quiero verte.
Chris: Venga, no seas así...


Se acercó hasta ella y le tocó la cara. Leticia le apartó la mano y siguió planchando.

Leticia: He dicho que te vayas. No compliques más las cosas, Chris...
Chris: ¿Tanto te importa que  haga mi último trabajo?
Leticia: Sí. ¡Conseguirás que te metan otra vez en la cárcel! Quiero una vida normal, Chris. 
Chris: Será mi último golpe,te lo prometo. Vamos, no te enfades conmigo. Cuando seamos millonarios, lo verás todo de otra forma. Venga, dame un besito de reconciliación.


Leticia: No quiero. Vete ahora mismo.
Chris: No quiero.
Leticia: ¿Qué? Chris, he dicho que te marches. Vete, por favor.
Chris: Me iré si me das un beso.
Leticia: ¡He dicho que no! 
Pandy: ###### (¡Yo te ayudo, Leticia!)


Pandy fue tras Chris con la intención de darle un buen mordisco. Este salió escopeteado, totalmente aterrado.

Pandy: ##### (¡Grrrrrr! Ven aquí, pesado)
Chris: ¡Dijiste que no era un perro!
Leticia: ¡Pero es igual de eficiente!


Chris agarró una bolsa de deporte que había encontrado guardada en un armario. La había dejado al lado de la puerta de salida.

Pandy: ##### (¡No huyas, cobarde!)
Chris:¡Socorro!


Pandy corría tras él sin darle tregua. Chris abrió la puerta y se dio la vuelta. Si no salía rápido de allí, le daría alcance.

Chris: ¡No me pillas,cara de papilla! ¡Uhhhh!
Pandy: #### (¡Serás...!)


Se fue corriendo, con la pesada bolsa de deporte en la mano. Corría feliz, a pesar de la pelea con Leticia. 


Leticia se puso a llorar. Los niños bajaron para ver si quería jugar con ellos y la vieron cabizbaja y llorando. 

Dante: ¡Leti! ¿Estás bien?
Pradito: ¡Está llorando!


Dante y Pradito la abrazaron, intentando consolarla. Suselle no se sentía capaz de hacerlo, pero le daba pena verla así. 

Pradito: ¿Te has hecho daño?
Leticia: No, estoy bien. Es que tengo algo en el ojo...
Dante: A mi no me engañas. Algo te pasa.
Pradito: ¿Estás triste?
Leticia: Un poquito...No os preocupéis, ya se me pasará.

Aunque lo intentaba con todas sus fuerzas, no podía dejar de llorar.


Continuará...

1 comentario:

  1. Con este capítulo, lo he pasado realmente mal. Pensaba todo el tiempo en que Chris cada vez me gusta menos. Al principio, me daba un poco de pena, ahí tirado en el suelo, pero luego me ha empezado a poner cada vez más nerviosa hasta que al final le he cogido miedo. No me gustan nada esas personas que no te hacen caso cuando les dices que no, que no piensan en nada más que en sí mismas y a las que no les importa nada que otra persona pueda salir perjudicada por su actitud. Me parece increíble que, encima, vaya y robe el cofre dorado del pobre Diamante. ¿Es que no piensa en su queridísima Leticia? Muchas flores, sí, muchas flores, regalar flores es un acto precioso, pero en lo verdaderamente importante no piensa, no le demuestra que la quiere con lo que realmente importa. No le da importancia a su trabajo. Si se la diese, no se habría comportado así. De verdad, estoy de acuerdo con Filomena. Tendría que abandonarlo para siempre y mandarlo a paseo, pero es que me dan mucho miedo esas personas que demuestran estar tan enloquecidas de amor porque no te escuchan cuando les dices que no quieres saber nada más de ellas. Me he quedado con muy mal cuerpo con este capítulo. Suerte de Pandy.
    No obstante, ha tenido momentos graciosos como cuando Dante irrumpe en la habitación del piano diciendo que van a estrenar una nueva película de Cutreman, jajajajja. Me hace mucha gracia que les guste tanto un personaje como Cutreman. ¡Es que la parodia de los superhéroes es genial!
    Menos mal que no los han pillado en la casa. Lo habría pasado muy mal por Leticia. Espero que no sea de esas chicas con el corazón tan blando como para perdonar cosas imperdonables. Tenemos que hacernos respetar como mujeres. Esas mujeres que les perdonan cualquier cosa a los hombres que hacen lo que quieren con ellas deberían recibir lecciones de poder porque no es justo que lo perdonen todo. En fin, me da mucha pena Leticia. Vaya decepción de chaval. Buena era la intuición de Agnes...
    Muchas gracias por seguir esta historia. Me he sorprendido cuando he visto que ya vamos por el capítulo 7. ¡Se me está pasando muy rápida!

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