Willy llamó a su madre cuando descubrió a Selena en su habitación. Recordó que ya se había ido a trabajar y que Celeste estaría paseando a Max. Selena logró tranquilizarle pasados unos minutos. No quería volver a salir a la calle. Tenía miedo de esos enormes monstruos que se movían de un lado a otro a toda velocidad. La gente portaba extrañas cosas que emitían ruidos y luces. Gritaban y caminaban muy rápidamente. Todo el mundo la miraba, sus ropajes se habían quedado anticuados.
Selena: Se lo ruego, solo deseo un poco de tranquilidad...concédame un tiempo para descansar, para recuperarme.
Willy: ¿Que haces en mi casa? ¿Que quieres?
Selena: Mi nombre es Selena. Vengo de otro tiempo...estoy perdida y necesito un lugar dónde esconderme durante un tiempo. Le prometo que me marcharé y no le causaré problemas.
Willy: Es que mi madre no creo que quiera...
Selena: Le ruego que guarde el secreto. Le compensaré, joven amigo.
Willy: Hablas raro...¿Por qué vistes de esa forma? ¿Es un disfraz?
Selena: Son mis atuendos...los adoro. Esta es mi capa blanca, siempre la llevo conmigo.
Willy: Eres muy extraña...pero me das mucha pena. ¿No tienes casa?
Selena: La tenía...pero todo lo que amaba ya no existe...ahora estoy sola en un mundo que no comprendo y no me gusta...
Willy: No te entiendo, Selena.
Selena: ¿Desea que le cuente mi historia? Quizás de esa forma comprenda quién soy y que hago aquí...
Willy: Está bien....
Selena se sentó en la alfombra. Aunque su historia era muy larga, tenía que intentar resumirla.
Selena: Me llamo Selena, y hace muchos años que fallecí. La vejez me llevó finalmente, entre grandes dolores.
Willy: Eso no es posible, eres joven y...guapa.
Selena: Le agradezco el cumplido, mi pequeño amigo. Deje que le explique y lo comprenderá.
Finalmente Willy se sentó junto a ella, intrigado por lo que Selena le tenía que contar.
Selena: Hace muchos años, en un tiempo en que los caballeros luchaban por su honor y su Rey, en el que las hadas y los seres más sorprendentes abundaban el mundo, servía al Reino de Wensuland. Yo era una gran maga querida y respetada por todos.
Un mago maligno muy poderoso sembraba el terror en Wensuland. Asesinaba a los más débiles y destruía todo aquello que se encontraba por su camino y aquellos que osaban desafiarle. Miles de personas inocentes perdían sus vidas a manos de SAM y sus tropas malignas. Un día, mató al Rey, aunque no consiguió hacerse con el control del país. Deseaba el poder, hacerse Rey y Señor de todas las tierras. Por suerte, la hija del Rey sobrevivió. Pronto se convirtió en una gran Reina, que gobernaba con justicia y honor el país. Creó la orden de las Princesas guerreras, mujeres armadas y valientes que luchaban contra las tropas de SAM. Evelyn, así se llamaba la Reina. Un día, se quedó encinta de un hombre que murió a manos de uno de los esbirros de SAM y tuvo un hijo al que llamó Adam.
A causa de los continuos ataques a inocentes y el miedo a que su único hijo muriese, decidió que había llegado la hora de enfrentarse a SAM. Yo estaba enamorada de un gran mago, el más poderoso del Playmundo. Pez, así se llamaba. Nuestro amor surgió sin más, ninguno de los dos prevenimos que aquello ocurriría. Él me enseñó a convertirme en una gran maga. Lo amaba con toda mi alma. Sabíamos que teníamos que encontrar a la elegida. Una mujer destinada a ayudarnos a vencer al mal. La encontramos, se llamaba Ginger. Evelyn se reunió con todos sus aliados, el Rey Ralph de Valaqña, el Conde Sheppard y sus hijos. Todos fueron juntos a la guerra.
Partieron del gran castillo de Wensuland hacia el castillo oscuro del mago maligno. Las princesas guerreras estaban deseosas por luchar. Muchas de ellas habían perdido a familiares o amigos a manos de las tropas de SAM y ansiaban vengarse. Gracias a la ayuda de La elegida, pudieron destruir el escudo protector del castillo de SAM y entrar a luchar. La batalla fue sangrienta.
La Reina consiguió entrar al castillo de SAM y lo persiguió hasta su estancia secreta, una vez allí, se enfrentaron. No fue fácil, pero Evelyn lo venció. Una enorme grieta se abrió y surgieron seres infernales. Agarraron a SAM y se lo llevaron consigo. Lo castigarían eternamente en el mismísimo infierno. Aquello fue el final de la oscura época y dio paso a un tiempo de paz y felicidad. El Rey Ralph de Valaqña y la Princesa guerrera Caris se casaron y esa unión fue el inicio de una nueva era.
Pasados unos días del enlace, todo parecía volver a la normalidad. Aunque se estaban dando casos sobrenaturales en todo el país y la Reina estaba formando equipos para investigar dichos casos y solucionarlos. Un día, fui en busca de mi querido Pez. Lo amaba muchísimo, a pesar de nuestra diferencia de edad. Se encontraba estudiando, como solía hacer casi a diario. Esos días lo había visto nervioso y estaba algo preocupada. Aunque SAM había muerto y su vara mágica se encontraba escondida en un lugar seguro, Pez no parecía estar tranquilo.
Selena: ¿Pez? Vamos, dijiste que me acompañarías al baile.
Pez: Selena, debo hablar contigo con urgencia.
Selena: ¿Que te ocurre? Te noto preocupado, ¿tiene que ver conmigo?
Pez: SAM podría volver. Si la vara es descubierta, regresaría del infierno.
Selena: No debes preocuparte por eso. Sabes muy bien que está escondida en un lugar seguro.
Pez: Ese lugar es seguro ahora pero...¿Que ocurrirá cuando pasen décadas o incluso siglos?
Selena: No comprendo...
Pez: Quizás ahora no, pero en un tiempo en el que nadie recuerde lo sucedido y el polvo se ocupe de hacernos desaparecer a todos, SAM podría volver. Si alguien encuentra la vara y desconoce el peligro que conlleva, podría suponer el fin para el Playmundo.
Selena: Cariño, ¿no te preocupas en exceso? Si eso ocurriese, ya se ocuparían los Reinos del futuro.
Pez: No sabrían cómo enfrentarse, es posible que no quede ni un manuscrito ni instrucciones para enfrentarse a él.
Selena: ¿Y que podemos hacer?
Pez: Con un sencillo hechizo volverás a la vida. Si SAM vuelve del infierno, regresarías de la muerte. Resucitarías y ayudarías a esos Reinos futuros. No importa el tiempo que transcurra. Puede que esto no ocurra nunca o que pasados cuatro siglos SAM vuelva. Pase el tiempo que pase, resucitarías para acabar con él.
Selena: ¿Hablas en serio? ¿Habiendo pasado siglos resucitaría?
Pez: Así es.
Pez pronunció unas palabras y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Aquella sensación me dio miedo. No quería despertar en un tiempo en el que mis seres queridos estuviesen muertos, pero no creí que SAM pudiese volver a la vida, lo creía poco probable.
Selena: ¿Resucitaría yo sola?
Pez: Así es.
Selena: ¿No podríamos resucitar juntos? Tú eres más poderoso que yo...
Pez: Te enseñaré todo lo que sé, no te preocupes. Este hechizo solo sirve para una sola persona. Además, resucitarás con tu aspecto actual, joven y bella.
Selena: Pez...
Pez me abrazó y yo le correspondí. No deseaba que eso ocurriese jamás. No concebía mi vida sin él, y pensar en un futuro desconocido en el que tendría que enfrentarme sola a SAM me aterraba.
Selena: No deseo despertar si no estás a mi lado...
Pez: Si eso llegase a ocurrir, siéntete afortunada. Amor, sé que hago bien confiándote el futuro del Playmundo. Esto es solo una medida de seguridad, no es seguro que llegue a ocurrir.
Selena: Te amo.
Pez: Venga, ahora tenemos que ir a ese dichoso baile. Al menos comeré y beberé todo lo que me plazca.
Selena: Pronto me olvidé de esto y viví mi vida junto a Pez y mis seres queridos hasta el fin de mis días. Resucité desorientada y perdida. No sabía dónde acudir y entré en tu hogar sin permiso, pero necesitaba refugiarme...pensar que todos mis seres queridos han muerto...mi gran amor, Pez...
Willy: Que historia tan apasionante, Selena. No llores...
Selena lloraba por todos los seres a los que amaba, por todo aquello que el tiempo se había llevado consigo...
Selena: Echo de menos a mi familia...a mis amigos. No comprendo este mundo, no sé cómo funcionan las cosas, quién es el Rey o dónde tengo que acudir para prevenir sobre SAM...¿Conoces a algún mago?
Willy: No hay magos...solo algunos que salen por la tele, pero creo que no son magos de verdad. Selena, ¿que estés aquí significa que ese mago oscuro a vuelto del infierno?
Selena: Sí, por eso he resucitado. SAM debe haber vuelto a la vida...algún incauto habrá encontrado su vara.
Sharon: ¡Willy!
Willy: ¡Es mi madre! Rápido, escóndete.
Selena salió a la terraza y se escondió. La madre de Willy entró en su cuarto.
Willy: Mamá, ¿has vuelto del trabajo?
Sharon: Sí, me deben muchas horas y he pensado en cogerme algunas. Oye, ¿te apetece salir después a tomar una buena taza de chocolate caliente y unos deliciosos churros?
Willy: ¡Sí! Eres la mejor mami del mundo.
Sharon: Antes termina todos los deberes.
Willy: Luego los terminaré...
Sharon: De eso nada, ahora mismo.
Cuando Sharon se fue, Willy se dispuso a apagar su ordenador. Cuando Selena vio el ordenador, se quedó fascinada.
Selena: ¿Que tipo de magia es esta? Es una ventana a otro mundo, es fascinante...
Willy: No es una ventana, es un ordenador.
Selena: ¿Es una objeto mágico? ¿Que te permite hacer?
Willy: Puedes entrar en Internet, escuchar música, ver vídeos, hablar con tus amigos... es tecnología, no magia.
Selena: Mi mente va a reventar...no comprendo nada.
Willy le puso un vídeo de animales. En uno de ellos se veían avestruces corriendo entre la maleza.
Selena: ¡Que pájaros tan grandes!
Willy: Son avestruces.
Selena: ¿Pueden vernos?
Willy: No...
Llegada la noche, Willy le ofreció a Selena mantas para taparse durante la noche. Las puso sobre la alfombra a modo de cama. Selena se tumbó agradecida. Estaba muy cansada y necesitaba dormir.
Selena: Le agradezco su hospitalidad, Willy.
Willy: Tutéame, que hablar así está pasado de moda.
Selena: Como quieras. Buenas noches.
Willy: Buenas noches, Selena.
Selena cerró los ojos. Por primera vez desde que había despertado, se sentía tranquila. Aunque no sabía por dónde empezar y a quién acudir, al menos se había desahogado con Willy. Contar su historia le había ayudado. Sus párpados pesaban cada vez más y el sueño la abrazó con ternura.
Estaba soñando. Un hombre se encontraba en la estancia de la Reina. Estaba asomado, observando el paisaje. El castillo de la Reina estaba rodeado por interminables bosques repletos de vida y color. Estaba oscureciendo y el cielo estaba tomando un color muy especial.
Ese hombre que estaba observando el paisaje, estaba de espaldas. Portaba una enorme capa y un cinto negro en el pelo. Sí, sabía de quién se trataba. Era Pez, el hombre al que amaba con todo su corazón. Quería hablar con él, decirle cuanto lo extrañaba y que necesitaba su ayuda. Ella no quería encargarse de todo esto, prefería estar muerta a ser la encargada de vencer a SAM.
Selena: Mi amor...
Pez: Selena...debes luchar, amor mío.
Selena: No puedo...te echo de menos, no soporto saber que no volveré a estar contigo. Esto es más bien una maldición, ¡todos están muertos!
Pez: Sí que puedes. Eres más fuerte de lo que piensas. Debes luchar por todos esos inocentes que necesitan tu ayuda.
Selena: ¡Pero no sé cómo! No conozco este mundo, es extraño...las cosas han cambiado demasiado, mi amor. Necesito tu ayuda...
Pez: Busca a la elegida.
Selena: ¡Ginger está muerta! Todos lo están...
Pez: Su descendencia, Selena. Necesitarás su ayuda.
Selena: No sé cómo hacerlo...
Pez: Sigue tu instinto.
Selena: Me siento perdida... ¿Pez? ¡Pez! ¡Amor mío no me dejes!
Pez se dio la vuelta y la miró. Sonreía y no parecía estar preocupado.
Selena: ¡Pez!
Se incorporó sudando. Miró a su alrededor desorientada y pronto recordó dónde se encontraba. Willy la miraba asustado.
Willy: Estabas gritando en sueños...
Selena: Lo siento...
Willy: Llamabas a Pez. Temía que Celeste te escuchase gritar.
Selena: ¿Quién es Celeste?
Willy: Es la que se encarga de limpiar y hacer la comida. Es muy maja. Selena, tengo que irme.
Selena: ¿A dónde vas?
Willy: Tengo que ir al colegio.
Selena: No te preocupes, cumple con tus obligaciones.
Willy: No te marches, por favor. Espérame aquí.
Selena: No tengo a dónde ir. Cuando regreses estaré aquí.
Willy: Te he preparado el desayuno. Pastel de fresa y caramelo y una taza de leche caliente.
Selena: Estoy hambrienta, muchas gracias.
Willy: Debes tener cuidado, Celeste vendrá a mi cuarto a limpiar. Tendrás que esconderte en la terraza para que no te vea.
Selena: Lo tendré en cuenta.
Willy: Traeré ayuda. Conozco a alguien que podría ayudarte.
Selena dio cuenta del desayuno. El pastel le pareció delicioso y la leche se la bebió de un trago. Estuvo un rato tumbada en la cama de Willy, abrió cajones y examinó objetos. Se asomó varias veces por la ventana y en una de esas ocasiones vio a Celeste salir de la casa. Decidió que era buena ocasión para bajar e investigar por la casa. Llegó al cocina. Todo estaba ordenado y limpio.
Selena: Celeste es muy limpia.
No se acordaba del perro. Andando a paso lento se acercó a ella. Temía que se pusiese a ladrar de nuevo, pero Max se comportó. Restregó su cabeza en su falda y Selena le acarició con cariño.
Selena: Eres un perro muy bueno. Que pelo más suave tienes, seguro que tienes muchas pretendientes.
Celeste: ¡¿Quién es usted?!
No la había escuchado entrar. Se dejó llevar acariciando a Max y no estuvo atenta. Celeste la miraba aterrada, totalmente fuera de si.
Selena: Yo...
Celeste: ¡Socorro! ¡Una ladrona! ¡Fuera de aquí! ¡Socorrooo!
Selena: Celeste, no tenga miedo. Yo solo...
Celeste: ¡Ataca Max! ¡Ve a por ella! ¡Socorrooo!
Selena: Escuche, por favor...
Max se sentó tranquilamente al lado de Selena. Celeste enfureció todavía más.
Celeste: ¡Voy a llamar a la policía!
Selena: Deje que me explique, se lo ruego.
Celeste: ¡Te vas a enterar!
Celeste tenía un utensilio de cocina en la mano. Estaba decidida a golpearle con todas sus fuerzas. Selena no quería hacerle daño, pero tenía que defenderse. Recordó el conjuro para inmovilizar y lo pronunció en voz alta y a toda prisa. Al menos eso le daría tiempo a pensar que hacer.
Celeste: ¡Ahhhhhhhhhh!
Celeste no se inmovilizó, se convirtió en un avestruz. No comprendía lo que había ocurrido, ella solo pretendía inmovilizarla. Era un conjuro fácil y con el que nunca había tenido problemas. Entonces, una idea invadió su mente. Sus poderes estaban dormidos. Llevaba demasiado tiempo muerta y estos se habían debilitado y posiblemente descontrolado. Miró a Celeste. Aquel enorme pájaro le daba miedo.
Celeste: ¡Bue!
Selena: Ruego que me disculpe, no pretendía...
Celeste: ¡BUEE!
Celeste miraba enfurecida a Selena. En dos ocasiones intentó picarle, pero Selena se apartó a tiempo.
Selena: No hay motivo para ser violentos...
Celeste: ¡Bueee!
Max miró a Celeste y emitió un vago ladrido.
Max: ¡Guauff!
Selena: No le hagas daño, amigo mío. Tengo que intentar devolverle su aspecto original...
Celeste empezó a golpear con sus patas y picar a Selena. Asustada, se subió a la mesa de la cocina para protegerse. Max ladraba y Celeste intentaba alcanzar a Selena por todos los medios.
Max: Guauff...
Selena: ¡No se acerque más! ¡Ay no sé cómo devolverle su aspecto natural! ¡Maldición!
Celeste: ¡Bueeee!
Bajó de la mesa y se protegió con una silla como si de un domador de leones se tratase. Celeste estaba empeñada en alcanzar a Selena y no se rendía.
Selena: ¡Entre en razón! ¡No me haga daño!
La puerta de la calle se abrió y Willy entró acompañado de su tío Ben.
Willy: ¡Un avestruz! ¡Hay un avestruz en la cocina!
Ben: ¡Imposible!
Selena: ¡Ayuda!
Cuando Ben vio a Selena atacada por el avestruz, no lo dudó un instante. Intentó agarrar al animal por el cuello, pero Celeste se revolvía furiosa de un lado para el otro. Al final, terminó subido en ella como si estuviese montando un caballo.
Celeste: ¡Bueeeee!
Ben: ¡Ehhh tranquilo bicho!
Selena: ¡Tenga cuidado!
Willy: ¡Cuidado tito!
Celeste estaba totalmente descontrolada. Brincaba por todas partes y al final terminó por subirse encima de la mesa. Ben aguantaba el equilibrio lo mejor que podía.
Ben: ¡Maldito animal! ¡No aguantaré mucho más!
Ben no pudo más y cayó estampándose la cabeza contra el suelo. Celeste vio la puerta de la calle abierta y se escapó.
Selena: ¡Dios mío! Que gran golpe, ¡espero que no sea grabe!
Willy: ¡Tito Ben!
Entre los dos transportaron a Ben hasta el sillón y lo tumbaron. Estaba inconsciente pero parecía estar fuera de peligro. Le pasaron un paño fresco por la frente y Ben recuperó la consciencia.
Ben: He soñado que un avestruz atacaba a una hermosa mujer y...
Se incorporó al ver a Selena y un fuerte dolor invadió su cabeza.
Selena: Con cuidado, se ha dado un buen golpe en la cabeza. ¿Le duele?
Ben: Sí, un poco...no ha sido un sueño...
Selena: Me temo que no. Gracias por su ayuda.
Ben: ¿Esta es Selena, Willy?
Willy: Sí, ¿ves cómo no te mentía?
Selena: Siento todos los problemas que les estoy causando.
Ben: ¿Que hacía un avestruz en la cocina? ¿Es usted quién dice ser? Willy me a contado su asombrosa historia...
Selena: Sí, soy Selena y he resucitado para destruir a un mago maligno.
Ben: Ya...
No se lo creía. Pensó que se podía tratar de una broma o una cámara oculta, pero cuando se fijó bien en ella, decidió seguir el juego. Era una mujer muy atractiva y quizás aquello le fuese bien para olvidarse definitivamente de Hafida.
Selena: Willy me ha dicho que usted podría ayudarme.
Ben: No sé cómo...
Selena: Yo tampoco...me siento perdida.
Willy: Selena, ¿de dónde a salido ese avestruz?
Selena: ¡Dios mío!
Ben: ¿Que ocurre?
Selena: Tenemos que encontrarla...os lo iré contando mientras la buscamos.
Continuará...
¡Qué gran capítulo! Me ha encantado. Adoro a Selena. Los diálogos y el hilo de la narración son perfectos. Selena y Willy han hecho buenas migas. El niño ha sido muy astuto llamando a su tío Ben.
ResponderEliminar¡Qué risa con Celeste de avestruz y cuando Ben se sube en ella! Se ve que Selena ha mezclado en su mente la imagen de las avestruces que vio en internet y así le ha salido el conjuro.
A Ben le ha gustado Selena y aunque no se termine de creer aún la historia, ya está pensando en conquistarla con sus dotes de seductor.
Me ha gustado también el resumen de la historia de Wensuland y SAM.
Ha sido un capítulo esencial y muy divertido.
La foto en que Selena observa a Sharon y Willy desde la terraza es de concurso. Cuidas los detalles al máximo.
Estoy deseando leer la continuación.
¡Qué divertido! No puedo evitar que la pobre Selena me dé mucha pena. Por cierto, su actitud me hace pensar mucho en Sinéad. Creo que podrían ser muy buenas amigas, pues Selena también sufre por el paso del tiempo y además no se siente identificada con la modernidad. Ambas viven en un tiempo que no las acoge. Me ha hecho mucha gracia que Selena se equivoque y convierta a Celeste en un avestruz. Ya decía yo que el vídeo de las avestruces no estaba puesto en vano. Willy se ha portado muy bien con ella. me alegro mucho de que haya accedido a escucharla y ayudarla. A ver qué pasa con Ven, si confiará en ella por su interior y su historia o por el físico... ¡Estoy a la espera de nuevos episodios!
ResponderEliminarPor cierto, se me ha olvidado agradecerte que en voz de Selena hayas explicado la historia de Wensuland, por lo menos ahora tengo más nociones que antes de todo lo que sucedió. :)
ResponderEliminar¿Cómo se te ha ocurrido que los avestruces hacen "bueeeee"? ¡es genial, me lo imaginaba perfectamente! Es fascinante cómo Selena ha podido resumir a Willy su historia de un modo tan eficaz, y me encanta cómo esta acepta sin rechistar la historia, de todos los personajes es Willy el que está más centrado, porque a pesar de su inexperiencia comprende la situación mejor que ninguno. De todos modos Selene tiene que adaptarse rápidamente a la situación, seguro que Pez de algún modo está vigilando y protegiendo sus pasos, ahora lo que toca es ponerse en contacto con la descendencia de Ginger, ¡ahí entra Ben en acción! (supongo, jajajajaja). Con lo mal que tenemos todo solo nos faltaba que SAM se quedara por aquí haciendo de las suyas, espero que muy pronto se organice el contraataque y Selene recupere sus poderes mágicos con plenitud. Ah, y también espero que Celeste vuelva a su forma humana, recuerdo ahora con risa el titulo de una obra de teatro "Celeste no es un color", yo pensaba "claro que no, ¡ahora es un avestruz!". Y, por cierto, que hasta el detalle de poner un avestruz hembra, y no macho (que son más vistosos), lo has tenido en cuenta, ¡eres un crack, Dani!
ResponderEliminarGenial, me ha gustado mucho. Me gusta ese toque de genial que le das a tus historias.
ResponderEliminarSaludos yo y de mis playmobils