Nesi llevó a los niños a una zona más profunda e inaccesible del bosque. Sabía que eso no detendría a sus perseguidores, pero ganaría algo de tiempo para urdir un plan. Mientras corría, pensaba en esa sensación extraña que le había perseguido días atrás. Sabía que algo malvado vivía en el bosque desde hacía unos días, pero no podía concretar de que se trataba. Ahora, perseguidos por esos matones, tampoco tenía claro que fuesen ellos los que le hacían sentir tanto terror.
Nesi: Escondeos entre estos matorrales. No salgáis hasta que yo os lo diga. Si algo me ocurriese, huid todo lo rápido que podáis sin mirar atrás.
Suselle: ¿Qué vas a hacer?
Nesi: Voy a intentar alejarlos de vosotras. Si consigo despistarlos, tendremos una oportunidad.
Nesi se alejó de ellas. No estaba segura de poder hacer frente a esa situación con éxito, pero no le quedaba otra que intentarlo.
Su plan funcionó, aunque solamente la primera parte. Facunda y Whisky la siguieron, pero no consiguió despistarles. Estaba atrapada, sin escapatoria. No parecían dispuestos a dialogar y ni mucho menos a dejarla salir indemne de aquella situación.
Facunda: ¡Ya eres nuestra! ¿Dónde están los niños?
Whisky: ¡Habla o te arrepentirás!
Nesi: Jamás os lo diré.
Facunda: ¡Tú te lo has buscado, maldita!
Agarró a Nesi del cuello y la empujó contra un árbol. Empezó a estrangularla con fuerza.
Facunda: Si nos dices dónde están los niños, te dejaremos libre.
Dejó de apretar y Nesi volvió a respirar. Tosía y le costaba recuperar el aliento.
Whisky: ¿Y bien? ¿Dónde están los niños?
Algo saltó de forma inesperada hacia Whisky. Notó un dolor muy intenso en el brazo. Algo le había picado sin darle ninguna tregua.
Facunda: ¡La serpiente!
Whisky: ¡Me ha picado!
Facunda: ¡Mátala!
Nesi: ¡No le hagáis daño!
Whisky cayó al suelo con temblores en todo el cuerpo. Facunda agarró a Nemesis del cuello. Estaba decidida a acabar con la vida de la serpiente.
Facunda: ¡Bicho del demonio!
Nesi no podía permitir que le hiciese daño a Nemesis. Era su amiga, su compañera. Se abalanzó sobre Facunda y esta liberó a la serpiente, que estaba ya sin fuerzas.
Nesi: ¡No permitiré que le hagas daño!
Nesi tenía las de perder. Facunda era una mujer grande y musculosa. A pesar de ello, luchó con todas sus fuerzas. Cuando pensaba que todo estaba perdido, algo golpeó fuertemente la cabeza de Facunda y esta cayó al suelo inconsciente. Nesi miró alrededor para averiguar quién le había ayudado. Vio a Pinhead, Fune y las niñas rescatadas.
Pinhead: ¿Estás bien?
Nesi: Sí, gracias.
Pinhead: Aquí hay mala gente, será mejor que te marches cuanto antes. Nosotros tenemos que llevar a estas niñas a un lugar seguro.
Fune: ¡Escóndete antes que vengan los demás!
Salieron corriendo alejándose del bosque. A Nesi no le dio tiempo a decir nada. Les agradeció con la cabeza y casi sin darse cuenta, desaparecieron.
Nesi abrazó a Nemesis temiendo lo peor. La serpiente apenas se movía.
Nesi: ¡Nemesis!
Suselle: ¿Está herida?
Nesi: Parece que está reaccionando.
La serpiente miró a Nesi con debilidad. Estaba algo aturdida, pero no malherida.
Nesi: Está bien.
Pradito: Menos mal, pobrecita.
Nesi: Nemesis, tienes que marcharte. Ya me has ayudado bastante. Debes reponerte y descansar. No te preocupes, estaré bien.
La serpiente se marchó indecisa. No le gustaba la idea de alejarse de Nesi, pero sabía que tenía razón. Estaba exhausta y en esos momentos resultaría más una molestia que una ayuda.
Nesi y las niñas fueron en busca de Dante. No tardaron en encontrarlo. JJ llevaba a Dante agarrado sobre sus hombros, como si fuese un saco de patatas. Dante protestaba e intentaba liberarse, pero JJ era demasiado fuerte.
Katy: Date prisa. No debemos hacer esperar a Sombra.
JJ: ¡No te muevas, mocoso!
Dante: ¡Mi padre es pirata y te dará una paliza!
Suselle: ¡Se llevan a mi hermano!
Nesi: Tranquila, le ayudaremos.
Pradito: ¿A dónde se lo llevan?
Nesi: En seguida lo averiguaremos.
Cuando Katy vio a Sombra en el suelo, le saltaron todas las alarmas.
Katy: ¡Qué demonios ha pasado aquí!
JJ: ¿Está muerto?
Katy: No, respira.
Sombra despertó y no tardó en ponerse a gritar enfurecido.
Sombra: ¡Esto es inaceptable!
Katy: ¿Qué es lo que ha ocurrido?
Sombra: El hombre de pelo de pincho y la mujer del pañuelo negro, me han golpeado. Se han llevado a la niñas y los diamantes.
Katy: ¡No puede ser!
Sombra: Esa mujer me golpeó, ¡a mi! Me has defraudado, Katy. No has sabido elegir bien a tu equipo.
Katy: ¡Lo solucionaré!
JJ: Tenemos a este niño.
Dante: ¡He dicho que me sueltes!
Sombra: Vaya, al menos una buena noticia. Creo que con esto podré apaciguar a mi señor.
Nesi: ¿Su señor?
Pradito: No entiendo nada.
Suselle: Tenemos que ayudarle.
Katy y JJ subieron a la furgoneta. Sombra esposó a Dante para que no escapara y lo agarró bien fuerte. Katy bajó la ventanilla del copiloto para poder hablar con Sombra, que la miraba enfadado.
Sombra: Trae a las niñas y acaba con los traidores. Si no lo haces, jamás volveré a hacer tratos con vosotros.
Katy: Lo solucionaremos, se lo prometo.
Sombra: Eso espero.
Dante: ¡Quiero irme a mi casa!
Sombra: Olvídate de tu casa, renacuajo. Ahora perteneces a mi señor y no le podemos hacer esperar.
Continuará...
