Se sentaron a la mesa. Las sillas eran de madera y la mesa lucía un mantel de cuadros rojos y blancos. Una vela milagrosamente encendida iluminaba sus rostros. Sus tenía frío, no le apetecía tomar nada y tenía prisa. Temía encontrar la tienda cerrada.
Pam: A ver si viene la camarera. Buah, me encanta estar aquí contigo. Aquí sirven una cerveza buenísima.
Sus: A mi también, Pam. Pues no me gusta la cerveza...prefiero algún tipo de refresco.
Pam: Yo me muero sin la cerveza.
Sus: Espero que no tarden demasiado en servirnos.
Pam: Sus, tienes que aprender a disfrutar el momento. Hazme caso. Pídete algo que te guste y deja de preocuparte. Los niños están con Ben y ahora todo está bien.
Sus: Lo siento, tienes razón. Venga, me voy a pedir algo rico.
Ariadna: ¿Desean pedir algo?
Sus: ¡Ariadna!
Ariadna: ¡Hola! Es la primera vez que la veo por aquí.
Sus: Sí, este lugar es espectacular. No sabía que trabajabas aquí.
Ariadna: Sí, llevo ya un tiempo.
Sus: Me alegra que te hayas librado del virus. Duclack está pasándolo muy mal.
Ariadna: Ah, sí. ¿Qué queréis tomar?
Sus: Me tomaré un zumo de naranja.
Ariadna: Tiene que ser en tetrabrik, se nos han terminado las naranjas.
Sus: Vale, sin problema.
Pam: A mi me pones una cerveza negra bien fría.
Ariadna: ¿Clickcampo o Clickdamm?
Pam: Clickdamm.
Ariadna: Ahora mismo os lo traigo. No tardaremos mucho en cerrar, lo digo para que lo tengáis en cuenta.
Sus: Ah, vale. No te preocupes, estaremos poco rato.
Ariadna fue mesa por mesa para informar a los clientes que pronto cerrarían el restaurante. Estaba cansada y tenía muchas ganas de quedar con su primo y Pradito para celebrar la Navidad. Luego quedaría con sus amigos.
Pam: Brindo por unas Navidades inolvidables.
Sus: ¡Chin chin! Al menos lo intentaremos.
Pam: Te noto triste, Sus.
Sus: No, estoy bien.
Pam: Yo he pasado por momentos muy chungos en mi vida. Ni te imaginas. La historia de mi madre es de traca.
Sus: Vaya, lo siento.
Pam: Los golpes me han hecho más fuerte, pero me siguen doliendo.
Sus: No somos de piedra. Uno quiere ser fuerte y lo es por la familia, pero a veces sientes que no puedes más...
Pam: Venga, cambiemos de tema. Dime, ¿cual es el regalo que tienes que recoger en la tienda?
Sus: La mansión victoriana. A Suselle le hace mucha ilusión tenerla.
Pam: La he visto anunciada por la tele. Seguro que alucinará cuando la vea.
Sus: Sí, yo creo que es el regalo que más ilusión le hace.
Agatha y Owen se despidieron de Sus acercándose a la mesa. Prometieron pasar por su casa para ver a los niños y se marcharon.
Antonello: Chicas, aquí tenéis la pizza.
Pam: ¡Huele que alimenta!
Antonello: Me marcho a recoger, no quiero llegar tarde a casa. Esta noche nos reunimos toda la familia.
Sus: Feliz Navidad.
Pam: Nosotras ya nos vamos. Feliz Navidad, Antonello.
Pam se bebió el culillo de cerveza que le quedaba y se levantó. Sus se bebió el zumo y dejó algo de propina en la mesa.
Pam: Vamos a esa juguetería y para casa.
Sus: Hasta que no tenga el regalo de Suselle, no estaré tranquila.
Subieron al coche y se incorporaron a la carretera. Pronto llegaron a la zona más boscosa de la ruta. Había nieve acumulada por todas partes.
Sus: Es tan bonito. Me encanta esta zona.
Pam: Maldita sea.
Sus: ¿Qué ocurre?
Pam: Está nevando.
Empezó a nevar con más fuerza y Sus se empezó a asustar. Los copos caían sin cesar por todas partes. Era bonito, pero peligroso.
Sus: Casi no nos deja ver la carretera.
Pam: No te preocupes, yo controlo. Me las he visto peores.
Sus: ¡Hay algo en la carretera!
Pam: ¡Es un ciervo!
Sus: ¡Lo vamos a atropellar!
Pam: ¡¡Quita de en medio!!
Pam tocaba el claxon, pero el animal no se inmutaba.
Sus: ¡Frena,Pam!
Pam: ¡Estamos patinando!
El coche se estampó contra un árbol y el ciervo se alejó de allí asustado.
Pam: ¿Estás bien?
Sus: Creo que sí. ¿Y tú?
Pam: Estoy bien. Hemos tenido suerte.
Sus: Al menos el ciervo no ha salido herido.
Pam: Sí, pero mucho me temo que el coche no puede decir lo mismo.
Sus: ¿No arranca?
Pam: Creo que nos lo hemos cargado. Habrá que salir para ver lo que tiene.
Pam salió del coche y lo examinó. Una enorme rama estaba incrustada en un neumático. Al asomarse bajo el vehículo, descubrió varios desperfectos provocados por las ramas.
Pam: ¡Estamos jodidas!
Sus: ¿Qué?
Sus se armó de valor y salió del coche. Hacía mucho frío y no dejaba de nevar.
Pam fue al maletero en busca de una caja de herramientas.
Sus: ¿Lo puedes arrreglar?
Pam: Podría, pero Ben no tiene caja de herramientas en el coche.
Sus: Oh, no...
Pam: Es imposible arreglar el coche en estas condiciones.
Sus: ¿Y ahora qué hacemos?
Pam: Llama al seguro. ¿Tienes el teléfono encima?
Sus: Sí.
La cobertura era mínima en aquella zona. Por más que lo intentaba no encontraba señal. De pronto, el teléfono sonó.
Sus: ¿Hola?
Ben: Sus, ¿dónde estáis? ¿Vais a tardar mucho?
Sus: Papá, hemos tenido un accidente. Tranquilo, estamos bien, pero el coche está estropeado.
Ben: ¡¿Seguro que estáis bien?!
Sus: Sí, no te preocupes. Intentamos llamar al seguro, pero no hay mucha cobertura.
Ben: Vuelve a intentarlo. ¿Dónde estáis?
Sus: En la carretera del bosque.
Ben: Es muy mala zona. Hija, la situación se está poniendo fea. Se acerca un frente muy peligroso. Debéis encontrar un refugio.
Sus: Papá, aquí no hay nada...¿Papá? ¿Hola?
Pam: ¿Has hablado con el seguro?
Sus: He podido hablar con mi padre, pero se ha cortado la llamada. Ahora no hay nada de cobertura.
Pam: Nada, no tiene nada que pueda usar para arreglar el coche. Tendremos que pasar la noche aquí.
Sus: ¡No podemos quedarnos aquí! Estamos en mitad de la nada...
Pam: No nos queda otra. Tenemos que entrar en el coche. Moriremos de frío si nos quedamos más tiempo aquí fuera. Quizás más tarde tengamos cobertura.
Sus: Lo tengo que seguir intentando. No pienso pasar la nochebuena aquí.
Continuará...
¡Ay, se han quedado en medio de la nada, con una nevada intensa y sin el regalo de Suselle! Imagino lo nerviosa que debe estar Sus. A veces estamos tan nerviosos por algo y después se tuerce eso totalmente y el momento anterior podría haber sido mucho mejor si no hubiésemos tenido la mente en lo que tenía que pasar después, pues siempre vivimos más en el futuro o en el pasado que en el presente y cuesta mucho centrarse en el presente cuando tienes una preocupación encimna. Espero que no tengan que pasar la Nochebuena ahí solas en el coche en mitad del bosque, aunque sería peor pasarla solas si ninguna de las dos quiere estar sola. Me apetece mucho conocer la historia de Pam, su vida, su pasado. Oajlá tenga la oportunidad de revelarlo en esta historia. ¡Está muy emocionante!
ResponderEliminar