Vacaciones en Galicia 2021
Capítulo 01 - La sirena
Este verano, estábamos dispuestos a viajar en familia. Sentíamos que debíamos recuperar el tiempo perdido con tantas restricciones debido al clickvirus. Había llegado el momento de disfrutar los cinco juntos, en familia. Agnes y Lúa nos habían invitado a visitar Galicia y hospedarnos en su casa. A los niños les hacía mucha ilusión volver a ver a Agnes, pero a mi también. Además, conocía poco de Galicia y deseaba conocerla un poquito mejor. Nos fuimos en coche, quizás una locura, pero el viaje nos unió todavía más. Agnes y Lúa nos recibieron con los brazos abiertos y nos hicieron sentir como en casa. Al día siguiente, nos recomendaron visitar las ría, y así lo hicimos. Me puse al volante, y nos fuimos en familia a conocer la zona.
No estaba lejos, por lo que llegamos en poco tiempo. Nos quedamos impresionados con el paisaje. Era un lugar asombroso. La brisa fresca se colaba por las ventanillas del coche y revitalizaba nuestros pulmones.
Suselle: ¡Qué bonito!
Sus: Tenemos que buscar un buen sitio para ver el paisaje.
Dante: ¡Yo quiero meterme en el agua!
Diamante: ¿Navegarán piratas por estos lares?
El sol brillaba con todo su esplendor en un cielo azul precioso. El agua era cristalina y se podían ver peces y cangrejos. Los niños no dejaban de hacer fotos. Yo sin embargo, solamente podía observar sin pensar en nada.
Salimos del coche y nos acercamos a la costa. Habían embarcaciones de recreo y otras de pescadores a lo lejos. Podría haberme quedado allí observando el paisaje durante horas.
Diamante: Esto le habría gustado a mi capitana.
Sus: Y a Wen. El año que viene debemos venir con ellos.
Bosco: ¡Brrrrr! ¡Bruoo! ¡Arooo!
Sus: Esos son gaviotas, Bosco.
Tanto nos gustó el lugar, que nos quedamos más tiempo allí.
Dante: Agnes se ha venido a vivir a un sitio muy chulo.
Suselle: Sí, aunque está demasiado lejos...la echo de menos.
Sus: No está tan lejos. Además, tenéis whatsaclick para hablar.
Suselle: Pero no es lo mismo...
Dante: Piensa que más lejos estaría si se hubiese ido a vivir a la luna.
Suselle: Menuda tontería. Es imposible que se fuese a vivir a la luna.
Diamante: Cosas más raras se han visto.
Dante: Los extraterrestres viven allí, y los astronautas.
Sus: Cuando quieres a alguien, lo que tiene que importar es que sea feliz. Vuestra amistad es verdadera y la distancia no la destruirá. La verás muchas veces, no te preocupes por eso.
Suselle: Vale... pero quizás podría vivir un poquito más cerca, para poder vernos...
Sus: Tiene un vínculo muy especial con esta tierra y nosotros no vamos a ser un impedimento para separarla del lugar al que ama.
Suselle: Ya...
Dante: Mira que eres pesada.
Bosco: Brrrrrr.
Diamante: ¿Vamos a buscar una buena playa para bañarnos?
Niños: ¡Síii!
Suselle no estaba muy conforme con nuestros argumentos, pero la idea del baño la animó. No me costó encontrar una cala solitaria para nosotros solos. Me parecía mentira poder estar en una playa tan bonita sin aglomeraciones.
Sus: ¡No hay nadie!
Diamante: Somos como los ricos, que tienen playas para ellos solos.
Dante: ¿No hay gente? A lo mejor se los ha comido un monstruo marino o las pirañas.
Suselle: ¿Hay pirañas?
Sus: Dante, no asustes a tu hermana. Claro que no hay pirañas. Aquí no hay tantos clicks como en las playas que solemos ir.
Suselle: ¡Qué bien!
Diamante: Sus, deja el coche en aquella parte.
Sus: Sí, es buen sitio. Debemos tener cuidado con la marea.
Dante: ¡Tengo unas ganas de meterme en el agua!
Sus: Esto es un paraíso. Ha sido todo un acierto venir a Galicia.
Diamante: ¿No echas de menos el pantano?
Sus: Por supuesto que no. Allí siempre nos ocurrían cosas terribles.
Diamante: ¿Crees que aquí habrá otro payaso demonio? El payaso demonio de la ría.
Sus: Espero que no...
Bajamos del coche y salimos corriendo por la playa. Nos acercamos a la orilla y jugamos con el agua. Estaba helada, pero eso poco le importó a los niños. Diamante metió los pies y yo me atreví hasta el cuello.
Podíamos correr, saltar, gritar o bailar. Allí nadie nos observaba, a excepción de las gaviotas.
Me tumbé a tomar el sol junto a Diamante. Me besaba y acariciaba mi pelo mientras los niños jugaban con la arena.
Sus: Quiero que el tiempo se detenga.
Diamante: Y yo. Así soy feliz. Podríamos renunciar a todo y quedarnos aquí. Podría comprar una pequeña embarcación y piratear por esta zona.
Sus: Aunque me tienta mucho tu idea, es totalmente imposible. Mis padres, mi hermano, Duclack, mis abuelos, nuestros amigos, la casa, el colegio de los niños y sus amigos...
Diamante: A veces me gustaría hacer una locura así y romper con la monotonía.
Sus: Y a mi...disfrutemos del momento, cariño.
Lo disfruté, pero a ratos. Los niños no dejaban de corretear alrededor y tirarme arena en la cara.
Sus: ¡Niños, parad un poquito! ¡Me estáis poniendo hasta arriba de arena!
Bosco: ¡Agggggg!
Suselle: ¡Venga Bosco, tenemos que atrapar a Dante!
Dante: ¡Jamás me atraparéis!
Quizás por eso, Diamante decidió dar un paseo por su cuenta. Fue en ese momento cuando algo asombroso ocurrió. Mi marido tiene mucha imaginación, pero parecía muy convencido de lo que decía.
Paseaba por una zona rocosa, cuando vio a una clack sentada en una roca. Luego pensó que se trataba de un pez, pero no era ni una cosa ni la otra. Según nos contó, se trataba de una sirena. Dijo que se parecía a mi, con su largo pelo negro y los mismos rasgos.
Diamante: Ho...hola.
La sirena lo miró con curiosidad. Se contaban muchas leyendas sobre las sirenas y Diamante no sabía cuales eran verdad o mentira. Podía ser amigable, pero también peligrosa.
Diamante: ¿Eres una sirena? ¿Puedes entenderme?
Sirena: Hola.
Lo saludó y le sonrió. Después, se lanzó al agua y desapareció.
Diamante: ¡No te vayas! ¡Sirena!
En ese momento llegué yo con los niños. Habíamos quedado con Agnes y Lúa para comer.
Sus: ¿A quién llamas?
Diamante: He visto...he visto...
Dante: ¿Una gaviota?
Diamante: No...una...
Suselle: ¡Una tortuga!
Diamante: No, no. He visto una...
Bosco: ¿Ugra Bgra?
Diamante: Tampoco.
Sus: ¿Entonces?
Diamante: He visto una sirena.
Después de un momento de silencio, nos echamos todos a reír.
Continuará...
¡Qué bonito! Creo que no daré encontrado las palabras idóneas que describan lo que sentí al leer este capítulo. En primer lugar, siento y sé que es un precioso homenaje a las vacaciones que pasamos juntos. Todas las palabras que le dedicas a Galicia a través de esta historia me han conmovido profundamente y son la muestra más evidente de que esta tierra te enamoró también. En segundo lugar, sé que los diálogos que mantienen Sus, Dante y Suselle sobre Agnes y el hecho de que viva en Galicia son la representación de algo mucho más potente y mágico. Son la voz de todos esos argumentos que sé que continuamente os repetís para calmar la nostalgia. Se me saltaron las lágrimas cuando Sus le dice a Suselle que, si de verdad queremos a alguien, tenemos que penser en su felicidad y que no serán ellos un obstáculo que la separe de esta tierra que ama tanto... Es muy bonito y te agradezco mucho que hayas escrito una entrada así, tan bonita y que tanta magia tiene. Sí, es muy posible que Diamante viese una sirena... ¿Por qué no? Esta tierra está llena de leyendas, seres mágicos... y todo es posible. También me ahce gracia que sean Lúa y Agnes quienes los inviten a todos a visitar GAlicia. Un poco complicado es que se alogen en su casa y vayan a la ría todos los días, pues Ourense queda algo lejiños... pero en el mundo de los clicks las distancias no son tan grandes y todo es posible. Me encanta la entrada, me encanta verlos y sesentirlos a todos tan felices, tan a gusto, queriendo que el tiempo se detenga... Sí, yo también deseaba que el tiempo se detuviese cuando estábamos todos en la casa de Vilanova de Arousa... Muchas gracias por esta historia. Por favor, ¡no tardes enponer la continuación! Estoy deseando saber qué pasa también con Agnes y Lúa. Me ahce muchísima ilusión que las incluyas en una de tus historias. ¡Muchas gracias! Y... no, las verdaderas amistades, los vínculos de verdad, no se pueden romper tan fácilmente. La distancia no puede quebrar un vínculo tan fuerte cuando es de verdad.
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