Después de horas de viaje en caballo, Clay y Jesse volvían a casa. Unos tipos se habían adelantado y los puestos de trabajo por los que habían viajado ya estaban cubiertos. De nada les sirvió protestar. Era la ley del más fuerte y en este caso, del más rápido. Decidieron volver a casa y olvidar el asunto.
Jesse acompañó a Clay a casa y de paso, saludar a Lucy y Nina. Llegaron a la granja y bajaron de sus caballos. A Clay le sorprendió que sus hijas no fuesen a recibirlos. Las llamó pero no recibió respuesta.
Clay: Es extraño...
Jesse: Quizás hayan ido al pueblo o estén por el río.
Clay: Algo no marcha bien, Jesse.
Jesse: Te preocupas en exceso, amigo mío.
Clay: Voy a ver si todo está en orden en la casa.
Jesse: Yo echaré un vistazo por los alrededores. Seguro que están por aquí.
Clay entró en la casa y Jesse cruzó el puente a pie. Llamó a Lucy y escuchó su eco resonar en las montañas. Buitres revoloteaban alrededor, al acecho.
Escuchó a alguien acercarse y pensó que ya las había encontrado. Para su sorpresa, se trataba de un jinete montado en un siniestro caballo negro. El jinete se acercaba a él sin pronunciar una sola palabra.
Jesse: ¿Quién es usted?
Esas fueron sus últimas palabras. El jinete lo mató en segundos, sin que le diese tiempo a reaccionar. Su cuerpo cayó al suelo al momento. Se creó un charco de sangre a su alrededor. El jinete siguió su camino hacia la casa sin inmutarse.
Clay salió de la casa muy preocupado. Encontró el grillete del preso en el suelo junto al hacha. Estaba seguro de que algo horrible había ocurrido.
Clay: ¡Jesse, mira esto! ¿Jesse?
El cuerpo de su amigo estaba tirado sobre el puente. Al verle ahí en el suelo y rodeado de sangre, salió corriendo en su ayuda.
Clay: ¡Jesse! ¡Maldición!
Su amigo tenía una profunda herida en la cabeza. Alguien le había golpeado con un objeto muy afilado.
Clay: ¡No te mueras, amigo!
Lo zarandeó e intentó reanimarlo sin éxito. Estaba demasiado preocupado por Jesse, intentando salvarle la vida que no se percató de lo que le rodeaba.
Aquel jinete misterioso se acercó hasta Clay sin que este se percatase de su presencia. Pensó en sus hijas y eso le ayudó a reaccionar, aunque demasiado tarde. Pudo ver el rostro de aquel hombre cuando alzaba su arma contra él. No pudo hacer más que gritar e intentar parar el golpe con la mano. El jinete lo mató sin contemplaciones.
Se alejó de los cuerpos sin vida de Clay y Jesse y buscó huellas. Encontró el rastro de las ruedas de un carro y las huellas del hombre que estaba buscando.
No hacía demasiado tiempo que se había marchado. Si se daba prisa, no tardaría en darle alcance.
Minutos más tarde...
James Mc Cowen y su ayudante John Walker se dirigían a la granja de los Brown. El que decía ser el novio de Lucy coincidía con la descripción de un preso fugado y muy peligroso. Era muy extraño que Clay nunca le hubiese hablado de él, pues tenían muy buena relación.
John: Jefe, ¿cree que se trata de Bill el sanguinario?
James: No lo sé, pero desearía que no. Ese delincuente es un asesino sin escrúpulos y no quiero que le ocurra nada a Lucy y su hermana.
John: Pero si se trata de Bill el sanguinario significará que no es su novio y usted tendrá vía libre...aunque a lo mejor es su novio de verdad y ella sabe que es un asesino. ¡A lo mejor es su cómplice y ella es también una asesina! Lo que no entiendo que tiene que ver Nina en todo esto...¿será también una asesina? ¿Pueden las niñas ser asesinas?
James: Hazme un favor y cierra el pico, merluzo. Deja descansar ese guisante que tienes por cerebro o te patearé el trasero.
John: Sí, señor...
Llegaron a la granja y descubrieron a gran cantidad de buitres alrededor de la casa. Estaban comiendo algo, pero eran tantos que no podían ver de que se trataba.
John: ¡Águilas, jefe!
James: ¡Son buitres, merluzo!Maldita sea, ¡esto no pinta bien!
Ahuyentaron a los buitres. Aunque opusieron resistencia, con un par de disparos se disiparon. Algunos se posaron en el tejado de la vivienda y otros hicieron lo mismo en unas rocas cercanas. Esperaban el momento para poder seguir comiendo.
James: ¡¡Son Clay y Jesse!!
John: ¡Están malheridos, jefe!
James: Clay está muerto.¡Ese maldito asesino!
John: Jefe, Jesse también...voy a vomitar...¡Se han comido sus ojos!
James: ¡El asesino puede seguir en la casa! Debemos socorrer a Lucy y su hermana.
Con sigilo se acercaron a la puerta de entrada de la vivienda. Estaba medio abierta. En el suelo del porche encontraron el grillete de Bill.
James: Mira, es un grillete...
John: Seguro que pertenece a Bill el sanguinario...aunque podría ser de Lucy o Nina. Mi teoría es que ellas pueden ser también unas asesinas. Es terrible, que unas hijas asesinen a su padre de esa forma...
James: ¡Shhh! Deja de decir tonterías, merluzo. Concéntrate. A la de tres, entramos en la casa.
John: Estoy aterrorizado, jefe...
James: Por todos los indios del Playmundo, John. Concéntrate. Sangre fría.
John: Vale...
James contó hasta tres y entraron con sus revólveres en la mano.
Allí no había nadie. Salieron por la puerta trasera y miraron alrededor.
James: Falta el carro y el caballo de Lucy.
John: ¿Cree que se las ha llevado?
James: Estoy completamente seguro. Las ha secuestrado.
Tocó las huellas del carro en la tierra.
James: Han ido por allí. También hay huellas más recientes de caballo...
John: ¿Eso que significa?
James: No lo sé...
Encontró la ropa de preso de Bill tirada a un lado.
James: Mira, esta es su ropa. No necesitamos más pruebas. Ese despreciable asesino ha matado a Clay y Jesse y también ha secuestrado a Lucy y Nina. Quién sabe lo que es capaz de hacer con ellas...
John: ¡Algo tenemos que hacer!
James: A por los caballos. Tenemos que darle alcance antes de que les ocurra algo malo.
Subieron a sus caballos y siguieron las huellas a toda velocidad.
James: ¡Lucy, yo te salvaré!
John: ¡Y yo también!
Mientras tanto...
Lucy llevaba el carro mientras Bill le apuntaba con su arma. Nina miraba ausente el paisaje y canturreaba una canción. Pecas tiraba del carro sin prácticamente hacer esfuerzo.
Bill: Es un buen caballo.
Lucy: Sí, es el mejor. ¿A dónde vamos?
Bill: Ha un lugar seguro.
Lucy: Te ruego que dejes libre a mi hermana y me lleves a mi.
Bill: No puedo hacer eso, Lucy. De verdad que lo siento, pero no tenéis más remedio que venir conmigo.
Lucy: Cuando mi padre se entere, te hará pagar todo lo que nos estás haciendo.
Bill: Cuando llegue el momento, me preocuparé de ello.
Lucy: Ya viste que el sheriff es un gran amigo mío. Deja que nos vayamos y le pediremos que no sea muy severo contigo.
Bill: Para decir tonterías es mejor que no hables.
Lucy: Es verdad, son tonterías. Yo misma te lo haré pagar. No necesito a un hombre que me defienda.
Bill: Eso me gusta más.
Lucy: No te gustará cuando te aplaste la cabeza contra el suelo.
Bill: Tiemblo de terror.
Lucy: ¡Idiota!
Nina: ¡Has dicho una palabrota! ¡Se lo diré a papá!
Lucy: Las palabrotas en momentos como este están permitidas.
Nina: ¿Sí? Caca, culo, pipi, tonto...
Lucy: ¡Nina! Permitidas solamente para los adultos.
Nina: ¡Eso es injusto!
Bill: ¿No puedes hacer que tu caballo corra más rápido?
Lucy: ¿Más rápido? Quizás deberías ir caminando y dejarnos en paz. Pecas no es tu caballo y no le obligo a correr más de lo necesario.
Bill: Escucha atentamente. Si esa cosa que me persigue nos alcanza, te arrepentirás. No tiene compasión y no nos perdonará la vida. Si quieres vivir, haz que tu caballo corra más rápido.
Lucy: ¿Quién te persigue?
Bill: Un ser salido de la peor de tus pesadillas.
Continuará...
¡No tengo ni idea de por qué derroteros irá la historia! Pero me parece muy emocionante. Me sabe muy mal que Clady y Jesse hayan muerto. ¿Quién será ese asesino que mata sin la menor consideración? Me da pena que Lucy y Nina no sepan que su padre ha muerto. Tampoco sé qué les va a ocurrir y por qué Bill las ha metido en su historia si nada tienen que ver con el asesino que anda por ahí suelto. Me da muy mal rollo ese jinete montado en el caballo y matando a diestro y siniestro a cualquiera que se interponga en su camino, todo en silencio, qué mal rollo. Luego, me ha hecho gracia que James mande callar así a John, llamándolo merluzo. Es muy típico en las parejas de policías que uno de ellos sea el tonto y el otro el listo, pero eso siempre me ha hecho mucha gracia. Le da a la historia un punto divertido. ¡Estoy deseando saber qué pasará con Lucy y Nina! ¡Está muy emocionante!
ResponderEliminar¡Qué emocionante está! Me ha dejado helada la muerte del padre y su amigo, no la esperaba. Ahora encima el sheriff piensa que ha sido el preso. Esto se pone interesante. Sigue habiendo mucha química entre Lucy y Bill. A ver cómo continúa todo esto. ¡Una historia muy interesante!
ResponderEliminarBuenas,
ResponderEliminarMe apena que las chicas hayan perdido a su padre de esta forma tan terrible y espero que ese misterioso asesino no logre darles caza.
Se huele una historia de amor entre preso y granjera, ¿llegará a buen puerto?
El diorama y las fotografías, como siempre, maravillosos.
Me está gustando mucho esta historia; ojalá te animes a presentarnos el desenlace.
Un saludo,
Sarrat