Redacción de Dante
28 de septiembre del 2018
Mi verano ha sido muy guay. Hemos ido a muchos sitios. Me han llevado a la playa, la piscina y a muchos lugares más. El que más me ha gustado es el pantano. He escuchado muchas historias sobre lo que ocurre allí. El amigo de mis padres, PD (es el dueño del pantano), nos dijo que esa era una zona dónde no hay peligros. Me dio un poco de rabia, yo quería pasar aventuras. Aunque lo pasé muy bien y me pasó una cosa muy rara. Como aprobé y pasé de curso, mis padres me compraron un coche eléctrico de juguete. Puedo montarme y conducir, como los mayores. Es un cochazo estilo jeep, como el de mi abuelo, pero más bonito. Es gris plateado y va muy rápido. En el pantano podía correr todo lo que me diese la gana, aunque mi madre siempre me estaba dando la brasa para que no corriese tanto.
Mi padre se refrescaba en la orilla, pero nosotros no. A mi madre le da miedo y aunque tampoco quería que mi padre se bañase, no pudo retenerlo.
Aunque al final solamente se mojó los pies. No por miedo (mi padre es un pirata muy valiente y no le tiene miedo a nada), si no por no hacer enfadar mucho a mi madre.
Yo alucinaba con mi coche. Me gusta mucho conducir y cuando sea grande, me compraré un coche de verdad. Me iré en coche a Japón, a comprar videojuegos.
Mi hermana Suselle es un poco tonta. Se llevó su bolso pijo (se lo regaló nuestra prima Lilu, de su nueva tienda de ropa), y le daba miedo mancharlo.
Pandy no hacía más que mirar al horizonte. Estaba un poco pensativo. Últimamente está un poco extraño, no sé lo que le pasará.
Fue la caña perseguir a mi hermana con el coche. Ella se pensaba que la quería atropellar y salía corriendo pidiendo ayuda a mis padres. Ellos estaban muy acaramelados. Todo el tiempo se estaban dando besos, ¡puaj!
Cuanto más corría mi hermana, más la perseguía. Es que me hacía reír mucho. Si hubiese estado Pradito con nosotros, también le habría perseguido. Al principio mi hermana se quejaba, pero luego se reía. Es que no la pensaba atropellar de verdad, ¡se lo cree todo!
Mi tita Duclack y Wen se vinieron con nosotros. No se pudo traer a Pradito, se había ido con mi abuela Wenda y mi nuevo abuelo Duclón de ruta con las motos. Me dio un poco de envidia, pero bueno. Duclack no dejaba de hablar de Sebastián, su ex novio. No me gusta nada verla tan triste. Mi tito Wen hablaba mucho del embarazo de mi tita Estrella. Van a tener un niña, ¡tendré una primita!
Pandy está gordo. Come mucho bambú y camina poco. Mi madre dijo que jugásemos con él, a ver si así hacía ejercicio y se animaba. Pandy es como un hermano para mi, así que intenté que se lo pasara bien. Suselle se subió conmigo en el coche y reía muy contenta.
Papá estaba un poco revoltoso y le quitó a Duclack sus zapatillas lilas de la suerte. Se las puso y salió corriendo. Duclack no lo dudó ni un momento y fue a quitárselas. Mi madre nos daba la tabarra otra vez con que no tenía que correr tanto con el coche.
Suselle y mi madre se fueron a pasear juntas. Hablaban de cosas de chicas y estaban muy distraídas. No sabían que había un señor verde que las vigilaba.
Era un señor alto, delgado y con la cabeza metida en un casco transparente, como si la tuviese metida en una pecera. Vestía de una forma extraña.
Lo vi mientras paseaba con mi coche. Lo vi intentando atrapar a mi hermana y mi madre. Ellas estaban despistadas, mirando plantas y hablando. Tenía que hacer algo para rescatarlas.
Ese señor no tenía pelo en la cabeza. Cuando me acerqué a toda velocidad, me miraba con unos ojos muy grandes y rojos.
Lo atropellé y salió disparado dando vueltas. Mi madre y mi hermana seguían caminando como si nada. Llamaba a mi madre para que mirase al señor, pero ni caso. Al final se marchó sin que lo pudiesen ver.
Luego lo vi persiguiendo a Duclack y mi padre. Ellos estaban jugando. Mi padre corría con las zapatillas de Duclack y ella con las suyas. Se notaba que no le hacía mucha gracia que mi padre se las cogiese, aunque fuese en broma. Ese señor verde estaba dispuesto a saltar sobre ellos.
Duclack al final atrapó a mi padre y se sentaron en el suelo. Intercambiaban sus zapatillas entre risas. No se daban cuenta que el señor verde y feo estaba a punto de sorprenderles. ¡Tenía que hacer algo!
Fui a toda velocidad y lo atropellé nuevamente. ¡Se pegó un buen golpe y desapareció tras la maleza! Duclack y mi padre se pusieron en pie y se fueron junto a los demás sin percatarse de nada.
Luego vi como pretendía hacer lo mismo con mi tío Wen y Pandy. Estaban sentados, mirando el paisaje. No sé que pretendía ese señor raro, pero me daba muy mala espina. A lo mejor era caníbal y se los quería comer. ¡Y un jamón!
Lo volví a sorprender con mi coche y lo atropellé nuevamente. Salió disparado y se le cayó el casco pecera que llevaba puesto. ¡Conduzco de miedo!
El caso pecera quedó sobre mi coche, así que me lo llevé de recuerdo. El señor verde gritaba enfadado, pero me daba igual. Se lo tenía merecido, por pesado.
Menos mal que se le pasó el enfado cuando apareció otro señor, era blanco y muy alto. Daba un poco de miedo, la verdad. El señor verde gritó, imagino que de alegría.
Cuando llegué junto a mi madre, le enseñé el casco pecera y le conté lo ocurrido. Fui todo un héroe y me merecía al menos un premio. Un helado, o quizás un gofre con chocolate. Para mi sorpresa, mi madre no me creyó. Mi hermana se reía de mi y mi madre me dijo que tenía una gran imaginación. ¡No me lo estaba imaginando!
Le repetí muchas veces que era verdad, pero no me quiso creer. Encima, me hizo tirar el casco pecera, "tira esa guarrada, Dante. No cojas basura del suelo" me dijo. La perseguí intentando convencerla de que decía la verdad, pero no lo conseguí. Así que nada, fui el único que vio al señor verde y lo peor es que no saben que los salve. En fin, ese ha sido mi verano. ¡Es un asco que ya tenga que ir al cole!
Fin
¡Qué graciosa la redacción de Dante! ¡Me encanta! Se me ocurre aprovecharla a lo mejor para la escuela. Has hilado así perfectamente esas preciosas fotos en el pantano. Al pobre no lo creen con lo del hombre verde y eso que cosas más raras se han visto en el pantano.
ResponderEliminarSon unas fotos muy tiernas y divertidas. Gracias por incluir a Duclack. Me he quedado con la duda de saber por qué Pandy está tan pensativo. ¿Sentirá la necesidad de tener una pareja?
¡Por fin he podido leerme la entrada! La verdad es que me ha gustado mucho. Siempre me han gustado mucho los diarios. Es una manera muy bonita de asomarnos a los pensamientos y los sentimientos de los personajes de una forma directa y confidencial. Dante me parece un personaje muy real, con las inquietudes y los gustos de un adolescente, con su forma de expresarse tan natural. Me ha hecho mucha gracia verlo persiguiendo a todos esos seres raros. Me da pena que no lo crean, pero tal vez sea normal viniendo todo lo que cuenta de un niño con tanta imaginación. También me ha hecho gracia que hagas referencias a las cosas que van pasando en la vida de los personajes. También son muy graciosos los momentos en que Dante persigue a su hermana con el coche y también la forma como se refiere a sus padres acaramelados. Es una entrada muy divertida y entretenida que se lee muy rápido y además te saca más de una sonrisa. ¡Tienes que publicar más como ésta!
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