sábado, 4 de agosto de 2018

Vacaciones en el mar - Capítulo 19: Balas

Malena: Seguimos con nuestro show y ahora de la mano de una DJ internacional. Su forma de pinchar es única y muy personal. 

Alicia: Ahora o nunca...allá voy.


Alicia: ¡Un momento!
Malena: ¿Ocurre algo, señorita?
Alicia: Por favor, necesito decir algo importante.
Malena: Vaya, estamos teniendo una noche de confesiones muy apasionante. Suba y explíquese. 


Cecilia: ¿Esa no es tu chica?
Izan: Sí, no sé que está haciendo.

A Izan todo eso de declarar su amor en público no lo llevaba nada bien. Se estaba encogiendo en el asiento, intentando pasar desapercibido. 

Cecilia: Parece desesperada...


Alicia: No soy dada a estas cosas, pero la situación lo requiere. He metido la pata. Sí, he metido la pata hasta el fondo con el chico al que amo. Le he dado de lado durante todo este viaje y encima, le he acusado de tontear con otras...
Público: Ohhh. Malo malo. Pobre hombre. 


Alicia: Quiero decirte ante toda esta gente, que te amo. Que soy una tonta de remate y que he metido la pata. Puede que esto no sirva para nada, pero al menos sabrás que lo siento y que necesito que me perdones. Mira, aquí tengo el ordenador de la empresa.


Todo el mundo se sorprendió cuando Alicia tiró el ordenador al suelo y saltó encima. Empezó a saltar una y otra vez hasta que quedó inservible. 

Alicia: Se acabó el trabajo. Te prometo estar más por ti y compensar el tiempo perdido.


Cecilia: ¿Está loca?
Izan: Sí, esa es mi chica loca.

Se levantó y fue hasta ella. Cuando lo vio venir, le entró el pánico. A lo mejor todo aquel numerito no había servido para nada, pero al menos lo habría intentado.

Izan: Estás loca.
Alicia: Lo sé.
Izan: Quiero besarte.
Alicia: Pues sube aquí.


Izan subió al escenario y se besaron. Todos aplaudieron la reconciliación, incluso Cecilia. Le gustaba Izan, pero lo último que quería hacer era inmiscuirse en una relación y que sufriesen por su culpa.


Cecilia bebió un trago de su cóctel y suspiró.

Cecilia: ¿Cuando me llegará el amor?


Caitlyn fue en busca de Blas. Seguía en su asiento, observando a la pareja besarse sobre el escenario. Cuando vio a Caitlyn acercarse, se puso nervioso.

Caitlyn: ¿Y bien? ¿Te ha gustado mi actuación?
Blas: Mucho. Has estado estupenda y muy sexy.
Caitlyn: ¿Te apetece dar un paseo?
Blas: Claro que sí.


Blas se pegó a ella como una lapa y le habló al oído.

Blas: Me gustas mucho.
Caitlyn: Y tú a mi, pero deberíamos ser solamente amigos. Lo nuestro es un imposible.
Blas: Tonterías. No me digas que no sientes la misma química que siento por ti. Nos hemos encontrado en este universo infinito y es nuestra obligación estar juntos.
Caitlyn: No sé, Blas. ¿Te gustó la canción?
Blas: ¡Pues claro! Es una canción fascinante y especial. Estoy loquito por ti. Busquemos un sitio tranquilo.
Caitlyn: No sé...
Blas: Yo sí sé. Déjate llevar y olvida todos tus miedos.


Sinéad se levantó de su asiento nerviosa. Eros intentaba tranquilizarla.

Eros: ¿Estás bien?
Sinéad: Necesito tomar el aire. Aquí hay demasiados clicks juntos y...
Eros: Lo sé...
Sinéad: Eros, no quiero hacer daño a nadie. No quiero ser un monstruo.
Eros: ¡No eres un monstruo!



Sinéad salió corriendo. No aguantaba ni un segundo más en aquella sala. 

Eros: ¡Shiny!
Sinéad: ¡No quiero hacer daño a nadie!


Duque veía a Lilu sentada, mirando con tristeza a Alicia e Izan besándose. Decidió acercarse, aunque sabía que no era una buena idea. Le daba pena verla así.

Duque: Lilu, ¿estás bien?
Lilu: No.
Chino Juan: Señolita llola mucho. Mal de amoles.


Duque: No creas que soy de piedra. Me duele verte así.
Lilu: Ya.
Chino Juan: Yo tenel técnica pala el mal de amoles. Patada aliba, patada abajo, subil blazo izquieldo y luego, mente en blanco. Sel bueno pala colazón.
Duque: Sé que a lo mejor este no ha sido el mejor momento para romper, pero sabes muy bien que no se podía alargar más.
Lilu: Claro, justo en mitad de nuestras vacaciones. No puedes venir aquí y...hacer como si nada...

Intentaba aguantarse las ganas de llorar, pero le era imposible.

Lilu: Con lo que yo te quiero...me has tirado a la basura como un trapo sucio.
Duque: Eso es injusto, Lilu.
Lilu: No vengas aquí para justificarte y sentirte mejor. Me has destrozado el alma, a mi, a la clack que más te ama en este Playmundo.


Duque: Yo...
Lilu: Tranquilo, desapareceré de tu vida para siempre. Siento haber sido un incordio para ti todos estos años. Soy insufrible, lo sé. Ya puedes buscarte a otra. Ahora sé que el amor es una farsa, que todo es mentira. Voy a vivir sola para siempre, nadie volverá a hacerme daño.
Duque: ¡Lilu!

Lilu se marchó llorando a su camarote. Se encerraría allí dentro lo que quedaba de viaje.

Chino Juan: Ese mal de amoles sel muy fuelte...no podel culal ni yo.


Carlota y Donato llegaron a una sala oscura, con tubos por todas partes. Algunos de ellos despedían mucho calor.

Donato: Viene por ahí.
Carlota: Deberías huir, solamente me busca a mi.
Donato: No pienso dejarte sola.
Carlota: ¡Rápido escóndete!


El hombre misterioso llegó a esa sala. Miraba las tuberías en busca de Carlota y Donato. En una zona muy oscura, vio a alguien escondido.

Hombre Misterioso: Te pillé.


Carlota estaba aterrada. Había llegado el momento que tanto había temido. Debía enfrentarse a la muerte. Aquel hombre le dispararía y acabaría con su vida como el que pisa una cucaracha. Lo haría sin vacilar, sin remordimientos. 


Apuntó su arma en su dirección. Sabía que la había descubierto. No tenía escapatoria.

Carlota: Eres un asesino despreciable. Irás al infierno.
Hombre Misterioso: Es posible, pero tú irás al fondo del mar.


Cuando se disponía a disparar, Donato se interpuso. Agarró su brazo en un intento de arrebatarle el arma. Carlota lloraba temiendo por la vida de Donato, que luchaba con todas sus fuerzas.


El hombre misterioso cayó al suelo pero sin soltar el arma. Donato y Carlota aprovecharon el momento para escapar de nuevo.

Hombre Misterioso: ¡Os atraparé!


Llegaron a un almacén y se escondieron tras unas maletas.

Donato: Así que no te llamas Carmen.
Carlota: No. Lo siento, no me fío de nadie y no quería que salieses herido por mi culpa. Todos los que se acercan a mi, mueren.
Donato: De momento sigo vivo. Me gusta Carlota, es un nombre bonito.
Carlota: A mi me gusta mucho más Carmen. Como la famosa Carmen Clickores. No sé ni cómo puedo pensar en estas cosas...estamos a punto de morir.
Donato: Ahora entiendo que estuvieses tan triste.


Carlota: Gracias por seguir a mi lado...a pesar de todo. 
Donato: Si salimos de esta, te llevaré a Bokiang Liao. 
Carlota: ¿Lo prometes?
Donato: Lo prometo. Siempre cumplo mis promesas.


Carlota: Ahí vuelve...

El hombre caminaba lentamente. Sus zapatos de vestir de marca, sonaban con cada paso. El silencio reinaba en aquel almacén.

Hombre Misterioso: Sé que estáis escondidos aquí. Caballero, usted puede marcharse. Le prometo que no sufrirá ningún daño. Solamente la quiero a ella.


Donato empujó un pila de cajas con ropa y estas cayeron sobre el hombre. Este gritó sorprendido y de nuevo, cayó al suelo.


Donato intentaba quitarle la pistola, pero era muy fuerte.

Carlota: ¡Cuidado!


El hombre misterioso empujó a Donato y este se golpeó la cabeza con una de las cajas. Se disponía a disparar contra él, pero Carlota se interpuso y le empujó. 


Forcejeó con él y cuando vio que ya había perdido el interés en Donato, salió corriendo.

Hombre Misterioso: ¡Maldita vieja!


La siguió disparando su arma contra ella. Corría por los pasillos desesperada, intentando esquivar las balas. Por suerte, ninguna la alcanzó, pero eso podía cambiar en cualquier momento. 


Continuará...

2 comentarios:

  1. ¡Ay! Está muy interesante. Te ha quedado fenomenal toda esta parte de la persecución entre las tuberías y ese almacén. Me gusta muchísimo al final esta trama y eso que al principio no me cuadraban Carlota y Donato, como ella era tan misteriosa y él el típico ligón de ancianas. Pero al final esta pareja me encanta.
    Muy buena también me parece la escena entre Duque y Lilu. Me hace mucha gracia su diálogo y el chino Juan entre medias metiéndole. Pero sobre todo al final cuando dice que no lo puede culal ni él, jajajajaja. Duque resiste duro y eso que no debe ser nada fácil ver a Lilu así.
    Caytlin y Blas también me han gustado mucho. Ella se muestra dubitativa e incluso habla de un amor imposible. Blas la desea y ya sólo piensa con la bragueta. Estoy deseando ver cómo continúa.
    Me ha sorprendido mucho lo de Alícia. Subirse al escenario y pisotear su ordenador... Es bueno saber pedir perdón aunque yo en su caso, no me hubiera humillado tanto y seguiría algo picada por lo de Cecilia. Me ha dado mucha pena también de ella. Es una clack buena que no quiere inmiscuirse y se alegra por la felicidad de Izan. Se merece encontrar el amor ya y un amor de película.

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  2. ¡Qué capítulo tan emocionante! ¡Me he quedado con el corazón en un puño! Muy bueno cuando Donato le tira encima toda esa pila de cajas de ropa al asesino. Me gustaría mucho que acabasen con él, que se librasen de él y pudiesen ser libres. Creo que se lo merecen. Y todo eso porque Carlota presenció un asesinato. Qué asco de hombre, de verdad. Me da mucha pena que ya no pueda librarse de él, pero tengo la esperanza de que algo pasará y ese loco se irá al carallo.
    Ay, sinceramente, no quiero que Kaytling se deje engatusar por el tonto de Blas. No se merece nada tener a su lado una clack tan guapa y creo que Kaytling es lo suficientemente inteligente como para no dejarse liar por ese tonto. Me gustaría que descubriese que también ella es la protagonista de una apuesta.
    Y qué bonito que este concierto haya servido para reconciliar a tantas parejas. Me he reído mucho cuando Alicia empieza a saltar encima del portátil y lo hace trizas. ¡Qué bueno! A ver si es verdad y se olvida del trabajo y puede disfrutar bien de las vacaciones con su chico, aunque me da pena Cecilia. No se veía mala clack. Asunción y ella son muy generosas. No son las típicas tías egoístas que luchan para conseguir el amor de la persona que les gusta a costa de todos. Me gusta mucho esa actitud y me recuerda a alguien que ya verás...
    También me ha hecho mucha gracia Sinéad, poniéndose tan nerviosa. Es curioso que siendo tan antigua no pueda dominar su sed. Ay, siempre igual Sinéad, jajajaja.
    Y me ha dado mucha pena Lilu, pero es que Duque tiene muchas razones para dejarla. Una relación de amor con alguien así como ella es insoportable, aunque luego dé pena, pero es que es muy egoísta y superficial y Duque es de otra materia. Espero que no cambie de opinión simplemente por pena porque la relación ya no iría a ninguna parte.
    ¡Un capítulo muy emocionante! ¡Me ha encantado! ¡Está muy emocionante la historia!
    ¡Por favor, pon pronto la continuación!

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