El 4 y 5 del pasado febrero se celebró el Salón Playmobil de Barcelona 2017, organizado por Click Factory. Participé con un diorama al que titulamos, Epidemia.
Cartel del evento |
El diorama tenía que transmitir un poco el caos que se podría producir en una epidemia apocalíptica. Las personas se contagian de un virus mortal y sin cura que mata prácticamente en el acto. Mueren sin convertirse en zombies ni nada parecido, pero igualmente se generan situaciones límite. Atracos, accidentes, persecuciones...en este diorama se pueden encontrar escenas sobrecogedoras.
El diorama está dividido por dos escenarios, la ciudad y el bosque. Una carretera cargada de vehículos recorre los dos escenarios. Podemos encontrar un centro comercial, el gran hotel, tiendas, un edificio en construcción, un camping, un cementerio y un accidente ferroviario entre otras cosas.
Para el centro comercial quise hacer algo especial y lo personalicé para la ocasión. Lo renombré como "El corte Click" y añadí cartelitos anunciando las rebajas. Aproveché para incluir en la propaganda a mi queridas Sus y Duclack.
Entre los muchísimos clicks que incluimos en el diorama pusimos a algunos de nuestros personajes más famosos. Eso sí, toca analizar el diorama detenidamente para localizarlos.
Fue para mi un reto recrear una carretera y unas aceras que quedasen bien. Puede parecer fácil a simple vista pero para mi supuso todo un reto. Personalmente quedé satisfecho con el resultado.
La idea es que los habitantes de la ciudad quieren escapar lejos, quizás al bosque, pero la policía ha creado barricadas para impedirlo. Nadie puede salir ni entrar de la ciudad.
Aunque muchos de estos clicks desconocen que el horror está en todas partes. En el bosque están ocurriendo cosas también terribles. Un tren a descarrilado y hay muchos muertos y heridos esparcidos por todas partes.
La situación en el camping no es menos angustiosa. Los esqueletos están por todas partes y los pocos que sobreviven huyen buscando un lugar mejor.
En el interior de los edificios se están viviendo escenas de lo más dramáticas. Parece que no existe un lugar seguro.
Algunas personas (en este caso, Valeria, Ximena, Vicenta y Hermenegilda), tapian las ventanas de su casa para impedir que entren delincuentes y contagiados.
Fune y Pinhead están robando en una tienda de electrodomésticos y Valentina Summers está siendo atracada cuando se disponía a sacar dinero del cajero automático.
John, que es agente de policía, intenta poner a salvo a Sabrina, Walter y Donna. Se detiene en cada esquina para asegurarse de que es una ruta segura para escapar.
Algunos vehículos están ardiendo y las calles están pobladas por payasos asesinos, locos y atracadores.
Natalia Morey, la alcaldesa, huye en helicóptero desde la azotea de un edificio. La policía la está escoltando ya que está siendo perseguida por ciudadanos enfurecidos.
La experiencia de montar en una evento/feria de esta envergadura fue alucinante. Tener la oportunidad de montar un diorama tan grande sin problemas de espacio y que sea expuesto es todo un lujo. Los comentarios de los que se acercaron eran muy positivos. Era divertido ver las reacciones de la gente y como hacían fotos y vídeos.
Exponer suponía para mi romper otro de mis miedos, los robos. Por suerte, Click Factory puso unas excelentes medidas de seguridad para que mi colección estuviese segura.
Fue maravilloso vivir esta experiencia con compañeros y conocer a aficionados de toda España. En esta fotografía podéis ver a mis avatares junto a los de otros compañeros. Fue una experiencia inolvidable.
Mis conclusiones después de unas semanas es que lo pasé bien, fue divertido, pero que no es mi forma de vivir esta afición. Me supuso un gran esfuerzo transportar todo el material en tren, ya que vivo lejos y nadie me podía ayudar (a excepción de mi mejor amigo Raúl) . No tengo demasiada experiencia en esto de las exposiciones (solamente monté una vez), y para mi es todo un mundo. Invertí mucho dinero (mucho para mi puede parecer poco a otra persona, según como se mire) y era algo que no me podía permitir. Por otra parte, aunque es un detalle al que no le doy importancia, censuraron muchas escenas del diorama. Desde algunas escenas violentas hasta otras que no lo eran (un hombre con una llave inglesa escondido en su cuarto o una mujer vomitando). Ni mucho menos me enfadé ni puse el grito en el cielo, pero me di cuenta de lo verde que estoy en esto de hacer lo políticamente correcto y pensar en los niños o los periodistas, que habrían puesto el grito en el cielo (al menos eso es lo que dicen, no me extrañaría con las situaciones surrealistas que se están viviendo últimamente). Poniendo todo esto en una balanza pesa mucho más la satisfacción de un trabajo bien hecho que gustó a los visitantes, de estar con compañeros y conocer gente y poder haber comprado algunas cositas que me gustaban. Pero para mi es eso, una experiencia que me gustó y que no creo que vuelva a repetir.
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