Hafida ya estaba en su país. Regresaba a casa después de un
desengaño amoroso. Un hombre al que conoció, mayor que ella y extranjero le
prometió amor eterno y la traicionó. En su interior siempre supo que Ben no la
quería de verdad. Sentía atracción y es posible que la quisiera a su manera,
pero eso no era suficiente para Hafida. Sabía que el amor verdadero de Ben era
su ex mujer, Wenda.
Intentaba creer que deseaba volver a casa, pero no podía
engañarse. Se había acostumbrado a las comodidades de la gran ciudad y le dolía
dejar todo eso atrás. Tendría que volver a su diminuta casa y seguir trabajando
en lo que siempre hizo, hacerse fotos con turistas vestida de egipcia.
Regresaba junto a su inseparable amigo, Swity.
Él siempre estaba a su lado cuando la necesitaba y no la traicionaría nunca…
era mejor que los hombres que le entregaban su falso amor eterno.
Swity: ¡Oh oh oh! (¡Regresamos a casa!)
Hafida: Así es, mi querido amigo. Estamos muy cerca. Estoy
deseando ver a mi tío, ¿cómo estará?
Swity: ¡Oh oh oh! (¡Tan cascarrabias como siempre!)
Llegó al fin a su casa. Encontró a su tío dando de comer a
dos ovejas. Se sintió culpable… lo había dejado solo todo este tiempo. Se bajó
del dromedario y se acercó a él…
Sultán: ¡Guau guau!
Hasine: ماذا ينبح الآن؟ لا تكون ثقيلة ووقف عناء.
Hafida: عم
Hasine: حفيظة؟ حفيظة! ابنة أخي أحب! تعال إلى ذراعي!
Hafida: ¡Oh, tío! Siento tanto haberte dejado solo todo este
tiempo…
Hasine: Eso ya no importa, sobrina. Estás aquí, es por lo
que rezaba todos los días.
Sultán: ¡Guau guau!
Hafida: Hola Sultán, has cuidado bien de mi tío, muchas
gracias.
Hasine: Vaya, te podrías haber dejado este mono loco en la
ciudad…
Swity: ¡Oh oh! (Yo también te quiero)
Hasine: Vamos dentro, estaremos más frescos. ¿Qué es eso que
traes?
Hafida: Te traigo comida y dinero
que he conseguido reunir en estos meses.
Entraron en la diminuta casa y se sentaron para poder hablar
tranquilamente. Su tío la miró fijamente, sabía que algo le había ocurrido.
Hasine: Algo te ha
ocurrido… se que me quieres con locura, pero no creo que hayas venido solo para verme...
Hafida: Tenías razón, tío… ese hombre no me quería de
verdad…
Hasine: رجل يبلغ من العمر مقرف! Deseaba un futuro mejor para ti, pero con un hombre más joven y que conozca
nuestras costumbres. Te lo advertí, Hafida. Sé que este lugar no es el mejor del
Playmundo, pero vivimos en paz. ¿Te ha hecho daño?
Hafida: No, Ben no es mal hombre, tío. Es que está enamorado
de su ex mujer… y la eligió a ella. Pero ya me da igual. Me pienso quedar aquí
contigo, no necesito a hombres estúpidos en mi vida.
Hasine: Gracias por la parte que me toca. ¿Qué me dices de Simbat? Todos los días viene a
echarme una mano y siempre pregunta por ti. Ese muchacho haría lo que fuese por
ti.
Hafida: Simbat… le echaba de menos. Mañana iré a verle.
Llegó la noche y Hafida se acostó. Estaba contenta por estar
junto a su tío pero no podía evitar echar de menos a Ben y a los amigos que
había hecho durante su estancia en la civilización. Le dolía la espalda, aquella cama no tenía comparación con la que
había usado en la ciudad todo ese tiempo. Recordó cuando conoció a Ben, que lo
veía como un viejo verde y pronto cambió su forma de verlo cuando lo conoció
mejor. Tenía que intentar olvidarle, era lo mejor. Escuchó unos golpes en el
techo de la casa. Se incorporó asustada. Los ladrones solían atacar de noche. Al
salir sintió el frio nocturno en su rostro. Corría un viento fresco muy
agradable.
Hafida: ¿Quién anda ahí? ¡Voy armada!
Simbat: ¡Bu!
Hafida gritó asustada y miró al techo de la casa. Simbat
estaba subido riéndose de ella a carcajada limpia. Se alegró mucho al verlo
pero al mismo tiempo no pudo evitar enfurecerse por su broma pesada.
Simbat: ¡Has picado!
Hafida: Muy gracioso, Simbat. Psssst, baja la voz. ¿Quieres
despertar a mi tìo?
Se abrazaron y subieron al tejado. Desde pequeños tenían la
costumbre de subir al tejado a contar historias y hablar de sus cosas.
Simbat: Me alegro de volver a verte, ¿vienes de visita?
Hafida: No, vengo para quedarme.
Simbat: ¿Y ese novio tuyo? No me digas que ha muerto… era ya
un poco mayor, ¿no? Tenía unos cien años más o menos…
Hafida: Muy gracioso…Ben está perfectamente. Es solo que… él
está enamorado de otra.
Simbat: Es un idiota. No sabe la mujer que ha dejado
escapar.
Hafida: Gracias, Simbat. He traído cosas de la ciudad.
Simbat: ¡Bah! No me interesa.
Hafida: Te he comprado una cosa.
Simbat: Te has gastado el dinero tontamente. No necesito
nada… que se queden con sus aparatos estúpidos…
Hafida: Mira, un bolso HI&LI.
Simbat: ¿Y para que quiero yo eso?
Hafida: No tonto, es para mí.
Hafida: Mira, un ordenador.
Simbat: Aleja esa cosa de mí… odio esos aparatos, no los
entiendo. Siento que te hayas gastado el dinero en algo que no quiero…
Hafida: Es también mío… deberías aprender, es el futuro.
Simbat: No me interesa.
Hafida: Mira, te traigo un…
Simbat: Que no me interesa nada de lo que puedas…
Hafida: Un balón.
Simbat: ¡Un balón! Hafida, ¡te adoro! Tenía muchas ganas de
tener uno como este, ¡muchas gracias!
Hafida: ¿Ves? Hay cosas que te interesan y no lo puedes
negar…
Simbat: Hafida… no vuelves a irte, por favor.
Hafida: No lo haré.
Simbat: Desde que te fuiste esto no es lo mismo… no tengo
nadie con quien hablar y aunque vengo a visitar a tu tío, lo noto muy triste.
Hafida: No te preocupes, me quedaré aquí para siempre.
Continuará...
Una nueva historia que promete mucho. Las fotos son preciosas. Y vamos a poder conocer mejor a un personaje tan especial como es Hafida. Sus orígenes son muy humildes, como hemos podido comprobar. Pero su corazón vale su peso en oro. La pobre muchacha se ha llevado un gran desengaño. Salió de su mundo para ir a un mundo nuevo junto a Ben, el click que le prometió tantas cosas... Ahora de nuevo en casa y con el corazón roto es normal que le cueste volver a encontrar su sitio. Su anciano tío es un custom muy entrañable. Se ve cascarrabias pero buen click. Pero quién me ha enamorado, sin duda, es Simbat. Ese chico es un diamante en bruto. Estoy deseando ver la continuación de esta historia.
ResponderEliminarPues sí, Hafida ha dado un giro completo a su vida. Aunque ahora tal vez lo sienta, la verdad es que Ben no le convenía, por lo menos como amor definitivo... en cambio ese Simbat me cae muy bien, ¡de ahí sale algo bueno, seguro! Me parece muy interesante ver cómo Hafida ahora tiene que enfrentarse al una vida sin las comodidades de la civilización, ¿podrá adaptarse a ella? ¿o necesitará volver? Tendremos que esperar para saberlo...
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