Sabrina nació en una familia con muchos problemas. Su padre, un
hombre muy violento la tenía atemorizada. Su madre y su hermana Donna también
sufrían y temían a su padre. Un día, al regresar del colegio junto a su hermana
encontraron el cuerpo sin vida de su madre. La policía investigó la causa de la
muerte y llegaron a la conclusión de que se había caído por las escaleras. Aunque
Sabrina y su hermana no tenían pruebas sabían que no había sido un accidente.
Siempre sospecharon de su padre. Ya no contaban con la protección de su madre
así que las cosas empeoraron. Donna, que era unos años mayor que ella le
propuso escapar de casa, pero Sabrina tenía demasiado miedo. La tensión entre
ellas fue en aumento hasta el punto que su relación se deterioró por completo.
Sabrina se había convertido en una chica egoísta con la que no se podía convivir.
Sus discusiones eran ya habituales y tanto empeoró la cosa que Donna se marchó
abandonado a su hermana junto a su padre.
Sabrina aguantó unos años más conviviendo junto a su padre hasta
que se independizó. Trabajó como vigilante de la playa aunque siempre conseguía
que la despidiesen. Vivía una vida desordenada, con pocos amigos. Pronto se
despertó en ella una extraña obsesión por los hombres comprometidos o casados.
Destrozó muchos matrimonios y provocó muchas discusiones. Veía en aquellos
hombres comprometidos todo aquello que deseaba, un hombre que la cuidase,
estabilidad económica y un amor al que nunca había tenido acceso.
Un día conoció al grupo de amigos de Sus y se convirtió en una
más. Aunque pronto surgieron los conflictos. Intentó seducir al ex de Duclack,
la mejor amiga de Sus. Después lo intentó con Diamante cuando este era novio de
Sus, provocando el rechazo de todos. No conforme con todo aquello, se confabuló
con el abuelo de Sus, la madre de Diamante y Eddy (el ex de Sus) para intentar
seducir a Diamante, aunque aquella estrategia en mitad del bosque no surgió
efecto.
Cuando Sus y Diamante anunciaron su boda, su odio por Sus aumentó.
Quería a Diamante para ella y estaba dispuesta a todo. Se ganó la confianza de
la pareja y al final la invitaron a la boda. No sospechaban que tenía un plan
para arruinar la boda y secuestrar a Diamante. Los planes al final no le salieron
bien gracias a la intervención de su amiga Valeria, que al descubrir sus
intenciones lo impidió. Aunque Sabrina no pretendía matar a nadie, una mujer
desconocida llamada Maite cambió la munición de pintura de su arma por munición
real, lo que hizo que la acusaran de intento de asesinato entre otros delitos.
Finalmente entró en la cárcel de máxima seguridad de Clisandia,
dónde pasó una larga temporada. Sufrió el acoso de las presas bajo el mando de
la líder de un grupo violento, Fune. Le pegaron e incluso le cortaron su
preciada melena. Su hermana Dona fue a visitarla a la cárcel y un policía muy
atractivo llamado John se compadeció de ella e intentó demostrar su inocencia. En
una serie de circunstancias, consiguió escapar junto a varias presas de la
cárcel y se convirtió en una de las fugitivas más buscadas en todo el Playmundo.
No sabía a dónde acudir y finalmente acabó escondiéndose en casa de John.
Aunque el agente al principio se opuso y la quiso entregar, se enamoró de ella
e iniciaron una relación sentimental. Finalmente consiguió demostrar su inocencia
por algunos de los delitos de los que se le acusaba y gracias a su
intervención, salvó a Sus, Diamate, Wen, Duclack y otros más de morir en un
incendio provocado por Uma (ex de Ernesto, abuelo de Sus y Wen).
Después de
cumplir con algunos servicios sociales, se dio por concluida su deuda con la
justicia. Ahora convive con John, en pareja. Ha trabajado en una pizzería, en
un supermercado y una tienda de animales, pero siempre deja los trabajos o la
despiden. ¿Su relación con John conseguirá hacerle cambiar? ¿Se habrá olvidado de
Diamante?
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