miércoles, 22 de enero de 2025

Halloween 2024 - Capítulo 03: La caja de mimbre

Huyeron despavoridas. Mike, agarrando bien su hacha, las miró complacido. No pudo evitar sonreír al verlas correr hacia el bosque.

Victoria: ¡Corred, chicas!
Julia: ¡Sabía que no debíamos parar!
Arlet: ¡Calla!
Mike: Me lo voy a pasar muy bien.


Corrieron sin mirar atrás entre los majestuosos árboles del oscuro bosque. No sabían hacia dónde ir pues no conocían la zona y no se veía prácticamente nada.

Arlet: ¿Hacia dónde vamos?
Carolina: ¡No veo nada!
Victoria: Corred y no hagáis ruido.


Mike: ¡Os encontraré, conejitas!

Mike respiró profundamente. Adoraba el olor a humedad de aquel bosque.

Mike: Hoy es mi día de suerte.


Se detuvieron junto a un enorme pino y guardaron silencio. Parecía que por el momento, habían conseguido escapar.

Julia: No puedo más...
Arlet: ¿Qué narices vamos a hacer? Estamos en mitad de la nada.
Victoria: Debemos regresar al coche.
Carolina: ¿Te has vuelto loca?
Victoria: Si seguimos corriendo como pollos sin cabeza, nos atrapará. No tenemos forma de defendernos. En el coche tenemos cosas para hacerle frente.
Julia: Tienes razón.


Victoria: No perdamos más tiempo, chicas.
Carolina: ¿Y cómo encontramos el camino a la carretera?
Victoria: Aquellas farolas. Si damos con la carretera, encontraremos el coche.


Consiguieron llegar a la carretera y finalmente, al coche.

Arlet: ¡Vamos, Carol!
Carolina: Ya voy...me falta el aliento...
Victoria: Julia, ayúdame a sacar la caja del coche.
Julia: Sí.


Sacaron una enorme  y pesada caja de mimbre del maletero. La abrieron a toda prisa y miraron su contenido aliviadas.

Victoria: No me digáis que no os hace ilusión tener todo esto a nuestra disposición.
Arlet: Más que cualquier otra cosa.
Julia: Creo que el móvil tiene algo de cobertura.
Carolina: Al cuerno la cobertura. Agarra tu arma.


Cada una de ellas sacó un arma del interior de la caja. Arlet sacó una maza medieval metálica. Sus afiladas puntas dejaban constancia de que era un arma peligrosa. Victoria portaba una enorme ballesta. Julia un afilado pico y Carolina dos puñales.

Julia: ¿Creéis que será suficiente para defendernos?
Victoria: ¿Bromeas? Ese no sabe con quién se ha metido. 
Arlet: Estoy deseando usar mi maza. Parte cráneos como su fuesen huevos.
Carolina: Espero que sea capaz de encontrarnos. No me apetece ponerme a buscarle por el bosque.


Mike: Vaya, estáis aquí. Qué fácil me lo habéis puesto, nenas.

Estaban de espaldas, por lo que Mike no podía ver sus armas. Sonrieron complacidas al escuchar su voz.

Victoria: Por fin nos encuentras. Eres un asesino de pacotilla.
Mike: ¿Disculpa? ¡Vuelve a repetir eso!


Se dieron la vuelta y le enseñaron sus armas. Mike se quedó mudo y paralizado.

Victoria: Vale, te lo repetiré una vez más, pero por favor, intenta abrir bien tus oídos. Eres un asesino de pacotilla.
Carolina: Un asesino ridículo. 
Arlet: Sí, y muy típico. ¿Un hacha? ¿En serio? ¡Es un arma muy cutre!
Victoria: No es nada original, Mike. ¿Y esa forma de vestir? ¡No das miedo!
Carolina: ¡Así viste el cateto de mi pueblo! ¿Y que me decís de sus frases? ¡¡Os encontraré, conejitas!! ¡Me troncho de risa!
Victoria: ¿Y con gafas de sol? ¿Vas de guay? Das verdadero asco. Una vergüenza para cualquier asesino que se precie. Ah, y no vuelvas a llamarnos nenas.
Mike: Pe...pero...¿Quiénes sois? 
Victoria: Somos tu peor pesadilla. Te has equivocado de chicas. No deberías tomar atajos ni parar coches de desconocidos. Podrías dar con unas psicópatas de verdad. No, pero de verdad, no estamos hablando de un aficionado ridículo como tú. 
Arlet: Corre si quieres vivir...conejito.


Mike empezó a correr hacia el bosque. Victoria apuntó con su ballesta y le disparó. La flecha rozó su cuerpo pero no le dio.

Victoria: ¡Cachis! Estoy desentrenada.
Arlet: Vamos a por ese pardillo. Llegaremos tarde a la fiesta.


Mike se escondió tras un árbol. Estaba sudando y temblando. No entendía que había ocurrido. Arlet pasó muy cerca, pero no le vio.

Mike: Esto solamente me puede pasar a mi...


Carolina: ¡Está aquí!
Mike: ¡Maldita sea!


Salió de su escondite se alejó de ellas. Victoria seguía disparando flechas pero no conseguía alcanzarle. Mike, nervioso y asustado, perdió el hacha en su huida.

Victoria: ¡No doy una!
Arlet: ¡Te encontraremos, conejito! ¡Jajajaja! La frase es ridícula, no me digas que no.
Mike: ¡Socorro!
Arlet: ¿Piensas que las ardillas te ayudarán? ¡Aquí no hay nadie! Eso te lo tenemos que reconocer, es una buena ubicación.


Mike se escondió tras un pequeño pino. No vio que Julia, le había encontrado. Ella no sabía si atacarle por sorpresa o pedirle que se rindiera. 


Cuando Mike la vio, se tiró al suelo levantando los brazos. Julia alzó el pico para atacarle.

Mike: ¡Por favor! No me hagas daño. Estaba de broma. Yo no soy un asesino. Gasto bromas a la gente...
Julia: ¿Me tomas por tonta?
Mike: Te lo digo de verdad. Por favor, no quería haceros daño. Tienes que creerme. 
Julia: No te creo.
Mike: No pareces una asesina. Eres distinta a ellas. Por favor, deja que me vaya.


Julia bajó el pico y dudó.

Mike: Matar está mal. Tú no eres así. Deja que me vaya. Ellas no sabrán que me has dejado ir y podrás tener tu conciencia tranquila.
Julia: ¿No eres un asesino?
Mike: Te lo juro.


Carolina: Julia, ¿has visto algo?
Julia: Eh...no. Por aquí no está.
Carolina: Vale. Pues sigue buscando. Hace un frío de narices y me están atacando los bichos.


Mike: Gracias...
Julia: Vete. Espero que no me hayas mentido.
Mike: No lo he hecho. Eres buena tía. 
Julia: Corre, antes que te encuentren.


Victoria pasaba muy cerca de él, así que se tiró al suelo arrastrándose entre la maleza.

Mike: Tengo que llegar a la furgo...


Tras arrastrarse unos metros, se topó con unos pies. Miró hacia arriba y se encontró a Arlet con su maza.

Arlet: ¿Vas a alguna parte?


Le golpeó en la cabeza y lo dejó inconsciente en el suelo. Avisó a las demás y acudieron rápidamente.

Victoria: ¡Lo has pillado!
Arlet: Sí, se estaba arrastrando como una rata.
Carolina: Como lo que es.
Victoria: No compares a las ratas con esto.
Carolina: Es verdad, lo siento.
Julia: ¿Y ahora?
Victoria: Nos largamos de aquí.


Tras revisar el coche, comprobaron que Mike había desconectado la batería a propósito. Aliviadas arrancaron el coche y saltaron de alegría.

Victoria: ¡Nos vamos, chicas!
Julia: ¿Y qué vamos a hacer con él?
Arlet: Nos lo llevamos a la fiesta.
Carolina: Así no seremos las únicas que vamos sin chico.


Lo encadenaron y lo encerraron en el maletero. Mike se despertó dolorido. Intentaba zafarse de las cadenas sin éxito.

Mike: ¿Dónde estoy?
Arlet: Estás de suerte, ¡te vienes de fiesta!


Victoria aceleró y salieron pitando de aquel lugar. Puso la música a toda potencia y empezaron a cantar y bailar. Julia se tapó los oídos molesta, pero al verlas tan felices, se unió a la fiesta cantando junto a ellas.

Victoria: ¡Así me gusta, Julia!


Continuará...

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario