Sor Catalina había perdido la esperanza de ser rescatada. Una cadena en su pie le impedía escapar. Lo había intentado todo pero ya no sabía que hacer. Estaba atemorizada, sobretodo por las noches. Esos rugidos se escuchaban muy cerca. Recordaba las historias de la Madre Superiora sobre el demonio en ese bosque y temía que fuesen verdad. Le dolía el cuerpo y las noches eran muy frías en el bosque. Escuchó pasos y se puso nerviosa.
Sor Catalina: ¿Quién anda ahí?
Henry: ¡Catalina!
Lara: ¡Es ella!
Henry: ¡Está viva!
Henry y Catalina se abrazaron apasionadamente. No esperaba encontrarme a la monja con vida, y mucho menos de esta forma. Sin duda había sido secuestrada. Su aspecto era desaliñado y sucio pero parecía estar bien.
Catalina: Me has encontrado, mi Henry.
Henry: Amor, estás viva. No puedo creerlo...había perdido la esperanza.
Henry: Debemos quitarte esta cadena como sea.
Catalina: Me duele el pie. Llevo muchos días así...
Lara: Espera, tengo ganzúas en la mochila.
No me costó demasiado liberar a Catalina, que se abrazó a su amado totalmente libre. Henry estaba emocionado y lloraba de felicidad. La escena era enternecedora pero necesitaba respuestas y no me parecía una buena idea perder el tiempo en mimos.
Lara: Siento interrumpir pero necesito respuestas. ¿Quién te ha hecho esto, Catalina?
Henry: Eso, dinos quién ha sido.
Catalina: Fue tu hermano, Cláin.
Henry: ¿¡Mi hermano!? Eso es imposible,amor mío.
Lara: Su actitud me pareció sospechosa. ¿Y por qué te a hecho esto?
Clain: Porque la amo.
Nos sorprendió empuñando una pistola. En su rostro se dibujaba odio y desesperación.
Henry: ¡Clain! ¿Que haces? ¡Baja el arma! ¿Has perdido la cabeza?
Clain: He perdido la cabeza por ella, Catalina.
Lara: Y decidiste secuestrarla.
Catalina: ¡Está loco!
Clain: Cuando vi a Catalina por primera vez supe que tenía que ser mía. Me enamoré de ella al instante. Mi hermano se interpuso entre nosotros y al final como siempre, se enamoró de él. ¡Siempre ocurre lo mismo! La quería para mi y no iba a permitir que me la arrebatase.
Lara: ¿Y crees que esta es la mejor forma de enamorarla? Estás de psiquiátrico.
Clain: ¡Y tú que sabrás! Si conseguía que se olvidase de mi hermano y solo me tuviese a mi, podría enamorarla. No me imaginé que fuese tan terca y por más que lo he intentado, se resiste.
Lara: ¿Y te sorprende?
Henry: Hermano...
Clain: ¡Calla! Estoy harto de tus lloriqueos, ¡te odio!
Catalina: Está completamente loco.
Clain: He comprendido que ella no es para mi y había pensado que podría servir de alimento para el dinosaurio que ronda por aquí. Es más, ahora vosotros tres podríais ser su alimento. Tira tus armas, ¡ahora!
Estaba desquiciado y debía tomar el control de la situación antes de que fuese demasiado tarde. Tiré mis queridas pistolas al suelo y sonrió satisfecho. Aproveché el momento para lanzarme sobre él.
Mientras forcejeábamos escuchamos un rugido que nos paralizó. No le conseguí arrebatar su arma pero ahora ese era el menor de mis problemas.
¡GRRRRRRRRRRRRRRR!
El T-Rex nos miraba atento. Deseoso de probar carne de click.
Catalina: ¡¿Que es eso?!
Henry: ¡Esto no puede ser verdad!
Clain se puso a disparar al animal. Cada bala que le alcanzaba le enfurecía más. No parecía hacerle demasiado daño pero le molestaba.
Lara: ¡No dispares!
Clain: ¡No pienso permitir que me devore!
Lara: ¡Corred!
Me volví a lanzar sobre Clain para arrebatarle el arma. Catalina y Henry salieron corriendo asustados mientras el T-Rex nos miraba enfurecido. Clain seguía disparando a diestro y siniestro.
Una de las balas me rozó la oreja y el sonido me dejó aturdida. Clain aprovechó para huir y dejarme sola ante el peligro. Debido al sonido del disparo escuchaba muy poco. Abrí y cerré la boca en un intento de recuperar todos mis sentidos.
Clain: ¡Ahí te quedas, guapa! ¡Nunca debiste meter las narices en mis asuntos!
Me incorporé y me puse a correr con todas mis fuerzas. El T-Rex me seguía muy de cerca. Suelo entrenarme en casa todas las tardes. Hago un circuito corriendo, escalando, saltando y disparando dianas para estar en forma. Gracias a ello el dinosaurio no conseguía alcanzarme.
Aunque era rápida, tarde o temprano me atraparía. Me metí por una zona de mucha maleza y me escondí. Ahora no solo estaba hambriento, también estaba muy enfadado. Tenía que reponer fuerzas y rogar que no me encontrase. Todo aquello me parecía una auténtica locura.
No contaba con que Clain se hubiese escondido en la misma zona. Me vio y quiso vengarse por interponerme en sus planes.
Agarró una enorme piedra con la que se disponía a darme un golpe mortal en la cabeza. Pretendía así acabar con mi vida, pero al igual que yo desconocía sus intenciones, él tampoco conocía las del T-Rex. Estaba avanzando lentamente hacia él, que estaba expuesto con la piedra en la mano.
El T-Rex le atrapó con su poderosa mandíbula. Sus colmillos se clavaron en la delicada piel de click de Clain. Este gritó de sorpresa y dolor.
Clain: ¡Ahhhhh! ¡Socorro!
Desgarró uno de sus brazos que cayó justo dónde estaba escondida.
Clain: ¡Ayuda! ¡Ahhhhh!
Aquellas terribles imágenes no se me olvidarán jamás. Fue tan brutal que creí que me desmayaría allí mismo. Aunque Clain estuviese loco no quería que muriese de esa forma. No llevaba mis armas encima así que no le pude disparar para ahorrarle sufrimiento. Aquel hombre padeció un dolor indescriptible.
El encuentro de Sor Catalina con sus hermanas fue muy emotivo. Todas se sorprendieron con sus declaraciones de lo ocurrido. Se notaba que la querían y habían estado muy preocupadas por ella. La Madre Superiora se acercó hasta mi para darme las gracias.
Madre Superiora: Le subestimé, señorita Click.
Lara: Suele ocurrir con frecuencia.
Madre Superiora: ¿Vio al demonio?
Lara: No se trata de un demonio. Lo que usted vio es un dinosaurio.
Madre Superiora: He visto a ese dinosaurio un par de veces. Sé distinguir un dinosaurio de un demonio, querida. En este bosque habita el diablo, ha tenido suerte de no encontrárselo cara a cara.
No quise discutir con ella, estaba cansada y no me apetecía.
Sor Ingrid: Lara, muchas gracias por todo. Sospechaba de Henry pero no de su hermano. Tenía claro que el demonio no tenía nada que ver con esto.
Lara: Ha sido un placer ayudaros, Ingrid. Algún día podrías venir a mi casa, ¿no es posible?
Sor Ingrid: No puedo, Lara. Ahora esta es mi vida y aunque te parezca imposible aquí soy feliz.
Lara: En ese caso me alegro por ti. No todo el mundo puede presumir de ser feliz.
Catalina se fue definitivamente con Henry. A pesar de la muerte de su hermano estaba dispuesto a ser feliz con ella y olvidar los malos momentos. Envidié su amor puro y verdadero. Aunque solo por un momento, ¿quién necesita un click para ser feliz? Soy un alma libre y no me gusta dar explicaciones por todo lo que hago.
Me despedí de las monjas prometiendo volver algún día para saludarlas. Me alejé con mi quad con la satisfacción de haber hecho las cosas bien.
¿Que ocurrió con el dinosaurio?Una vez se hubo alimentado del desafortunado Clain, se marchó satisfecho. Lo seguí y vi como caminaba hacia un estrecho valle perdido. Se alejaba entre una extraña niebla que lo envolvía todo. Aquel lugar ocultaba algo misterioso. Desapareció sin dejar rastro. Por supuesto decidí volver más adelante y averiguar que estaba ocurriendo allí. Lo que descubrí me dejó atónita y la experiencia me marcó para siempre, pero esa es ya otra historia. Algún día os la contaré.
FIN
¡Pues final feliz! Menos para Clain que ha sido despedazado. Pues ya estaba pensando yo: ¿Y el dinosaurio? Menos mal que ha dicho que esa historia nos la contará en otra ocasión. Seguro que muy interesante. La verdad es que me sorprende de Henry su capacidad para reponerse y de seguir con su amor y todo feliz pese a su hermano muerte, mucho no lo querría... O el amor es tan fuerte que ha logrado vencer hasta la pena por su hermano, que sí, era un loco obsesionado con Catalina, pero era su hermano... Me ha hecho gracia cuando dice Lara que por un momento los envida pero después se le pasa, que es una clack libre. Me gusta mucho como cuenta la historia desde su perspectiva.
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