martes, 26 de mayo de 2015

La guerra de SAM - Capítulo 11: Partido Liberador Infernal

SAM había creado su propio partido político, PLI (Partido Liberador Infernal). Aunque su discurso era muy radical y su programa electoral un auténtico despropósito, tenía muchos fieles seguidores. Robador había tomado un segundo plano  a la sombra de SAM, el candidato. Aquel día quiso celebrar su mitin en un lugar poco usual. Se trataba de una zona conflictiva en la que abundaban las bandas callejeras y los delincuentes. Pocos clicks se atrevían a pasear por esas peligrosas calles y ni la policía las patrullaba. SAM les prometía una ley más permisiva y condenas por delitos casi inexistentes. 


Los delincuentes allí congregados gritaban su nombre con pancartas con las siglas del partido. SAM había suministrado cervezas gratis para todos los asistentes así que daban sorbos a sus botellines mientras gritaban extasiados.


SAM: Estoy aquí, con los deshechos y la escoria que la sociedad desprecia. Clicks que han decidido luchar por vivir como les da la gana, al margen de la ley. Yo no os desprecio, os respeto. Habéis sufrido ese desprecio por parte de muchos ciudadanos y de los políticos que no han sabido comprender vuestra agonía. Yo me comprometo a cambiar eso para siempre. Ante vosotros tenéis a un político que os comprende y apoya, a un click que os ama.



¡SAM ganador! ¡PLI es la caña! ¡Más cervezas! ¡Ueeeee!

SAM: Debe existir la ley, eso está claro. Hay delitos que deben ser castigados. Imagino que si un click asesina a vuestra madre, exigiríais justicia. Debe existir una justicia comprensiva y justa, pero que no oprima al pueblo. Prometo que modificaré las leyes para que nos os condenen a prisión solo por cometer un delito menor. 


Sharon era la ministra de medio ambiente aunque hacía todo tipo de tareas y gestiones. Ahora asesoraba a SAM, aunque pocas veces le hacía caso. No le gustaba ni él ni su programa electoral. Robador era un mal click pero al lado de SAM parecía un santo. Estaba preocupada. No deseaba que SAM ganase las elecciones. Le convenció para que contratase a una celebrity para que apoyase al partido y al final consiguieron a Belén Clicksteban. No era precisamente la idea de celebrity que tenía en mente, pero era mejor que nada. Poco a poco había perdido la fe y la confianza y ahora se estaba planteando renunciar y montar su propio partido.


SAM: ¡Somos un partido fuerte! Arrasaremos como un fuego en un bosque seco y abandonado. Destruiremos a nuestros enemigos y a los que nos quieran hacer sombra.

¡Wuuuueeeeee! ¡Viva SAM!


SAM: Repasemos los partidos que se presentan a las elecciones. EDC, ¡menudo chiste de partido! Parecen un anuncio de donuts. No tienen carisma, no tienen propuestas contundentes en su programa. Debería irse a tocar los timbales en un grupo musical. Das Kaninchen, que no tiene ni equipo de gobierno. Un conejo a solas quiere gobernar, ¡que barbaridad! Además, siempre viaja acompañado de un maletín misterioso en el que dicen lleva dinero negro... ACPEC, Natalia Morey. A esta mujer le debió afectar mucho Heidi y los osos amorosos. No hace más que decir chiquilladas y propone fantasías que aburren hasta a los Fraggel. De nuevo le aconsejo que se dedique a la publicidad. Seguro que como modelo lo haría mucho mejor. PUC, Leopoldo Belmonte. Este hombre ha plagado la ciudad de clacks sin cerebro. Es un secreto a voces que sus hijas hacen locuras y que de decentes tienen tanto como todos los que están aquí presentes. Leopoldo, retírese y deje de hacer el ridículo. Rate, ¿no sería mejor que se dedicase directamente a robar con una pistola y una media en la cara? C3 y su Juan Tsistema. ¿A todos los que estáis aquí presentes os llaman delincuentes y este click y su partido no lo son? Van siempre armados con martillos y todo tipo de herramientas peligrosas, ¡podrían herir a alguien! Una niñita en la calle podría ser herida por uno de estos desalmados. ¡No son un opción!


SAM dio paso a Robador que se dirigió a todos con nerviosismo. Desde que SAM había aparecido en su vida ya no podía hacer todo lo que le daba la gana en el ayuntamiento. Por suerte, todavía podía hacer sus chanchullos y había conseguido una buena cantidad de dinero por unos terrenos y un apartamento de lujo. Ahora que su hija estaba de vuelta estaba deseando descansar en su nuevo apartamento junto a su inseparable secretaria y amante, Rudy.


Mercedes Clická había acudido a la zona junto a otros periodistas para cubrir el mitin.

Mercedes Clická: Nadie esperaba un mitin en un lugar como este, alejado de la mano de Dios. Hay cientos de clicks aquí congregados que aplauden las palabras y propuestas de SAM. PLI ha repartido cervezas entre todos los asistentes y además cuenta con el apoyo y participación de la famosa Belén Clicksteban. 


Belén Clicksteban: SAM es el mejor candidato, ¿vale? No hay otro igual, que os quede clarito. Me gusta la gente con barba y SAM tiene una. ¿Me entiendes? ¿Vale? Habla y dice cosas que hasta mi Andreita lo flipa, tía. Yo por SAM mato, ma-to. 


¡Wuueee! ¡Fuera! ¡Petarda! ¡Fea! ¡Orco! 


Cuando terminó el mitin, SAM se marchaba entre aplausos del público. Los periodistas se peleaban por preguntarle y lo tenían completamente rodeado. 

Lucrezia: ¡Una pregunta, SAM! ¿Piensa que la descalificación es una buena forma de hacer política?
Mercedes Clická: ¿Piensa que tiene posibilidades de ganar las elecciones?


SAM: Usted llama descalificación a hablar con propiedad y claro, sin tapujos. Le recuerdo que los demás se pueden defender, no son incapaces. A su pregunta, le diré que sí que siento que puedo ganar las elecciones. Les aseguro que si gano, cambiaré por completo el país.


Mercedes Clická: ¿Que responde a las acusaciones de Das? Dijo que usted es malo, pura maldad.
SAM: ¿Dijo eso escondido en su madriguera? Das es un conejo, y los conejos se comen. No considero que comerse un conejo sea un acto de maldad. Lo que le ocurre a ese es que todo le da miedo.


Sharon observaba la escena aterrorizada. No le gustaba SAM, había algo en él que le daba miedo. Además, sus propuestas le parecían injustas. Su forma de hacer política era denigrante y ella no estaba dispuesta a consentir que se saliese con la suya. Tenía que acabar con su carrera política de alguna forma.


Lucrezia: ¡Belén! ¡Una pregunta!
Belén Clicksteban: ¿Me dejas en paz? No pienso hablar de mi vida privada, ¿entiendes? ¡No diré nada!
Mercedes Clická: ¿Has vuelto con tu novio?
Belén Clicksteban: No, todavía estoy dolida, ¿sabes? Su traición me duele todavía, ¿sabes? Pienso en una ambulancia y me pongo a llorar, ¿entiendes? Bla bla bla bla...


En un tiempo pasado...

Desi fue a anunciar a la Reina la llegada de Ginger y unos desconocidos. Pedían audencia con ella para hablar de un asunto de máxima urgencia. Evelyn estaba acompañada de su consejero el Señor Vermudo y su hijo heredero a la corona el Príncipe Adam. 

Evelyn: ¿Ginger? Hace tiempo que no la veo por aquí.
Desi: Así es, Majestad. Dice tener asuntos importantes que tratar con vos.
Evelyn: Hazle pasar, Desi.



Ginger: Es un placer veros,mi Reina.
Evelyn: Ginger, cuanto tiempo. ¿Cómo se encuentra James y vuestro hijo?
Ginger: Están muy bien, gracias por preguntar. Veo que el pequeño Adam no deja de crecer.
Adam: Ya soy un hombre. Seré el mejor Rey del Playmundo. 
Ginger: No lo dudo, pequeño Príncipe. Majestad, este asunto que me trae ante vuestra presencia es de extrema gravedad. 
Evelyn: ¿De que se trata?


Ginger: Ellos son Anna y Steve, Majestad. Ambos están aquí para pedirnos ayuda.
Evelyn: Que ropajes tan raros portan. ¿Son extranjeros?
Ginger: No sabría responder a esa pregunta, mi Reina.
Evelyn: No temáis, Anna y Steve. Acercaos.



Adam: Madre, me gustan sus ropajes. ¡Yo quiero uno igual!
Evelyn: Será mejor que te lleves a Hermes de paseo, Adam. Nosotros tenemos asuntos importantes que tratar.
Adam: Vale, estaba empezando a aburrirme. ¡Vamos Hermes!


Anna le explicó lo ocurrido a la Reina. Evelyn escuchaba asombrada el relato. Sus palabras le parecían demasiado fantasiosas. Aunque dudaba de sus palabras, en su mirada reconocía el miedo a SAM. Anna había sufrido la ira y crueldad del mago oscuro.


Cuando Anna terminó de contarle lo ocurrido a la Reina, esta se levantó de su trono. Se acercó hasta Anna y le agarró de un mano.

Evelyn: Yo acabé con él una vez, lo volveremos a hacer.No debes preocuparte.


Vermudo: Majestad, esta historia me parece del todo fantasiosa. Sin duda estos muchachos están bajo el efecto de alguna seta alucinógena o tienen una gran imaginación. 
Ginger: Sus palabras no son mentira, Majestad. No están bajo la influencia de ninguna planta o seta ni tienen la imaginación desatada. Esos ropajes son una muestra de que no mienten. 
Vermudo: Conozco a modistas capaces de hacer algo similar, esto no prueba nada.
Ginger: Podría haberme marchado sin más, pero creía que era justo que supiese lo que estaba ocurriendo.


Evelyn: Agradezco la confianza y el respeto que deposita en mí. Gracias, Ginger. Estoy aturdida, preocupada. Aunque todo esto ocurre en un tiempo lejano no puedo cerrar los ojos y olvidar. Esos Wensulanos del futuro están en peligro y debemos ayudarles. Ginger, estoy segura que sabrá encontrar la forma de acabar con SAM. 


En el presente...

Belén Clicksteban se había citado con SAM en el mismo lugar dónde había hecho el mitín. Le había exigido por teléfono el doble de la cantidad acordada. Ella era una estrella y tenía un caché. Estaba un poco nerviosa, era un lugar peligroso, pero necesitaba el dinero y no quiso rechistar.


SAM apareció a su espalda y se asustó. Le exigió el dinero de nuevo con gritos y de malas formas. SAM la miraba fascinado. Belén le provocaba auténtica repulsión.


Sharon había escuchado la conversación telefónica entre SAM y Belén cuando se encontraba en su oficina. Llamó a Mercedes Clická y su cámara y los citó allí mismo. Estaban escondidos tras un muro para no ser vistos.

Sharon: Ahí están. Parece que ella le exige más dinero.
Mercedes Clická: No comprendo, Sharon. ¿Quieres desenmascarar al candidato de tu partido?
Sharon: Mercedes, ese hombre es pura maldad. No quiero que gane.


Mercedes Clická: Es una click extraño, me he dado cuenta de ello. Su mirada y las cosas que dice son...escalofriantes. Paco, ¿no estás grabando? ¡Espabila! 
Paco: ¡Sí, ahora mismo!
Sharon: Tengan cuidado, no quiero que nos descubra.


Belén Clicksteban: ¡Yo soy la Princesa del pueblo! ¡No me puedes negar más pasta! 
SAM: Debe tranquilizarse. No juegue con fuego, señorita Clicksteban.
Belén Clicksteban: ¿Perdona? ¡¿Perdona?! ¡¿PERDONA?! Yo me tranquilizo si me sale del moño, ¿te enteras?
Mercedes Clická: Que potorro tiene la tía. 
Sharon: Esa mujer no sabe quién ese SAM...



SAM: ¡Robador! Trae mi querida vara.
Robador: Sí, señor.
Mercedes Clická: Mirad, Robador le trae esa extraña vara.
Sharon: Siempre la lleva consigo...


Del pedrusco rojo incrustado en la vara salió un rayo que dio de pleno en Belén Clicksteban. Esta dejó de gritar exigencias para hacerlo de terror.

SAM: ¡Cállate de una vez!


Sharon: ¡Oh, no puede ser!

SAM escuchó la exclamación de Sharon y descubrió a Mercedes espiando tras el muro.

SAM: ¿¡Quién anda ahí!?
Mercedes Clická: ¡Nos ha descubierto! 
Sharon: ¡Debemos huir!


SAM les lanzó un rayo de luz cegadora y salieron corriendo. Aunque el cámara intento aguantar, sintió miedo y también huyo. SAM vio la cámara que portaba Paco y se la arrebato con la luz que emanaba de su vara.



Robador: ¿Quienes eran, señor?
SAM: He reconocido a esa periodista. Acabaré con ella en cuanto me sea posible. 

Se acercó hasta un bidón del que salía fuego y tiró en su interior la cámara de vídeo de Paco.


En el momento de confusión Belén aprovechó para intentar huir. SAM la descubrió y no dudó en cargar sobre ella toda su ira y enfado.


Belén gritó de dolor y terror. Su cuerpo cambiaba lentamente, se sentía extraña. Intentaba escapar pero el poder de SAM se lo impedía. 


Pronto se vio liberada de la magia de SAM. Aunque se sentía extraña, salió corriendo espantada. Quería huir, salir corriendo. No se percataba que ya no era la misma de siempre. Ahora corría a cuatro patas, como lo hacían los rinocerontes. SAM la había convertido en uno grande y descontrolado.


SAM: ¡Con suerte le atropellará un camión ose caerá por algún precipicio! Que pesada era esa clack. Es un alivio haberla perdido de vista. 


En un tiempo pasado...

Anna y Steve esperaban en una alcoba del castillo de Wensuland la hora señalada. Faltaba muy poco para regresar a su tiempo. Aunque Ginger y la Reina les apoyaban, tenían miedo.

Steve: Anna, no has descansado nada...
Anna: No puedo, Steve. No puedo dejar de pensar en Michael. Está poseído por ese monstruo...
Steve: Seguro que con la ayuda de Ginger lo salvaremos.
Anna: No podré volver con él nunca más. Ya no lo puedo ver de la misma forma. No sé cómo voy a superar todo esto, Steve. 



Steve: Yo estaré a tu lado y juntos lo superaremos, te lo prometo.
Anna: Quiero volver a mi vida de antes. Quiero ser la que era, preocuparme por los exámenes, escuchar música, leer y salir a bailar. Todo esto es una pesadilla...


Steve: Vamos, Anna. Volveremos a nuestra vida, ya lo verás. Sé que hemos perdido mucho pero tenemos que vivir esto como una aventura. ¿Quién puede decir que ha viajado al pasado? 
Anna: Steve, tú siempre tan positivo.
Ginger: Disculpad, es la hora. 


Ginger se despidió de su familia. Su hermana Martha lloraba desconsolada, James la besaba preocupado y Cedric insistía en ir con ella. Ginger se hizo la valiente y disimuló las ganas de llorar.

Ginger: No os preocupéis, volveré pronto.
James: No olvides que te amo, vida mía.
Martha: Ten mucho cuidado hermana, por favor.
Cedric: ¡Yo quiero ir contigo!
Ginger: No es posible, Cedric. No os preocupéis, estaré bien.


Evelyn: Ginger...acaba con ese malnacido. Te estaremos esperando.
Ginger: No os defraudaré, mi Reina.


Ginger dio la mano a Steve y Ana y esperaron. Una luz roja los envolvió y poco a poco fueron desapareciendo. Todos los presentes se quedaron en silencio pensativos. 




Cedric: ¡Ginger! ¡Buaaa!
Adam: Cedric, no llores.

Evelyn cerró los ojos y deseó con todas sus fuerzas que Ginger  y Selena consiguiesen acabar con SAM. Una tristeza le había invadido desde que supo que SAM había resucitado. Aunque ocurría en un tiempo muy lejano en el futuro, sentía que había fracasado.


En el presente...

Selena aguardaba con Ben la aparición de Anna y Steve junto a Ginger. Se encontraban en el bosque, en una zona no muy lejana de la ciudad.

Ben: Llevamos ya un buen rato esperando, ¿seguro que es aquí?
Selena: Estoy segura.


Ben: Podríamos haber traído la merienda. Es un lugar agradable.
Selena: No tengo apetito, Ben. 


Ben: Espero que hayan conseguido encontrar a esa tal Ginger.
Selena: Yo también...ella es nuestra última esperanza. SAM está a punto de conseguir su objetivo. Si se proclama como vencedor con su partido infernal, estaremos acabados.


El cielo se iluminó y como si se tratase de un terremoto el suelo vibró bajo sus pies. Se escucharon unos gritos provenientes de unas luces rojas. Ben y Selena perdieron el equilibrio y cayeron al suelo desorientados.


Cuando pasó, Ben fue hacia Selena para comprobar que se encontraba bien.

Selena: Estoy bien, gracias. 
Ben: ¿Que ha sido eso? ¿Un terremoto?
Selena: Han vuelto, deben estar en alguna parte.


Steve: ¡Selena, Ben!

Steve se encontraba subido en un arbusto medio aturdido.

Selena: ¡Steve!


Anna: ¡Socorro!

Anna estaba agarrada a la copa de un enorme pino. Temía caerse y se agarraba con miedo.

Ben: ¡Por todas mis muelas! ¿¡Que hace allí arriba!?
Anna: ¡Ayudarme!


Ginger estaba agarrada en ese mismo árbol, un poco más abajo.

Ginger: No te pongas nerviosa, Anna.
Anna: Es fácil de decir...


Al final perdió el equilibrio pero Steve la agarró al vuelo. Después bajó Ginger. Miró sorprendida a Selena. Al ver el bosque se tranquilizó. Se imaginaba un futuro con fuego y seres extraños. El bosque le pareció de lo más tranquilizador.


Selena: Ginger...
Ginger: ¡Selena!

Selena no pudo contener sus lágrimas. Por fin una cara conocida, una amiga en la que confiaba plenamente y la podía comprender.


Se abrazaron emocionadas ante la atenta mirada de Ben, que no quitaba ojo a Ginger. 

Selena: No sabes lo que me alegra volver a verte. Soy tan feliz.
Ginger: Yo también me alegro de verte. Esto es todo tan extraño...


Ben: Selena, ¿no vas a presentarme a Ginger?
Selena: Disculpa, con la emoción ni me he acordado. Ginger, este es Ben. Me ha ayudado mucho y sin él no sé que habría hecho en un Playmundo tan diferente.
Ginger: Agradezco mucho lo que has hecho por Selena. 
Ben: Es un placer para mi conocer a tan bella y valiente mujer.


Un rinoceronte los interrumpió. Ben sacó su cuchillo asustado y todos se pusieron en alerta.

Steve: ¡Un rinoceronte!
Anna: ¡Aquí no hay rinocerontes! 
Selena: Esto debe ser obra de SAM.
Steve: Nos mira raro...
Ben: ¡Largo de aquí bicho!



Ginger: Tiene miedo...

Sin temor se acercó hasta el rinoceronte y lo acarició. El animal estaba asustado. Belén gritaba sin que sus gritos se escuchasen. Estaba atrapada y las caricias de Ginger fueron para ella el único consuelo. 

Ginger: No temas, te ayudaré.
Ben: No deberías acercarte tanto...
Selena: No te preocupes, Ginger tiene una capacidad especial con los animales.


Los brazos de Ginger se iluminaron y Belén sintió como su luz la tranquilizaba. Ahora podía luchar contra la fuerza sobrenatural que le impedía liberarse. 


Gracias a Ginger, Belén recuperó su cuerpo original. 

Belén: Oh, vuelvo a ser yo...
Ginger: Sí, ya está bien.


Belén se sentó más relajada. Ginger le apretó el hombro como muestra de cariño.

Belén Clicksteban: Debo volver a casa. Andreita tendrá hambre.
Ginger: Todavía está aturdida. Tómese su tiempo.
Belén Clicksteban: ¡Debo volver a casa!

Salió corriendo y desapareció entre los árboles y la maleza.



Ginger: No perdamos más el tiempo. Vayamos a por SAM. Ese miserable no se saldrá con la suya. 
Selena: ¡Así se habla!


Mientras tanto...

Robador: Señor, ¿que es lo que hace?
SAM: Ha llegado el momento de resucitar al amor de mi vida. La clack más hermosa que jamás haya existido. 
Robador: ¿Y puede hacer eso?
SAM: Puedo hacer muchas cosas, Robador. Más de las que puedas imaginar...
Robador: ¿Y cómo puede...?
SAM: ¡Basta de preguntas! 


SAM: Seres de la oscuridad, guardianes del inframundo, a vosotros os invoco. ¡Buscad el último instante de vida de mi amada! ¡Resucitad a Circe! ¡Rescatarla de las garras de la oscuridad y las tinieblas! 

Cuervos y gatos negros aparecieron de todas partes. Formaron un círculo alrededor. Robador gritaba como una niña asustada mientras SAM elevaba su vara hacia el cielo. 


Un cuerpo apareció entre los cuervos y los gatos. Iba tomando forma poco a poco. Los cuervos movían sus alas y los gatos arañaban el suelo.




Pasados unos minutos se asustaron y salieron corriendo y volando. El cuerpo de Circe apareció en el suelo. Estaba tendida boca abajo. Vestía su hermoso vestido negro y lila y su corona en la cabeza.


Junto a ella aparecieron una botella y una copa tiradas con un líquido blanco derramado en el suelo. SAM la miró sorprendido. La amaba y su sola visión le aceleraba el corazón. Era ella, su querida Circe. La escuchó toser y entonces reaccionó.


Ayudó a Circe a medio incorporarse. Estaba muy confundida. SAM la tranquilizó.

Circe: ¿SAM?
SAM: Sí, soy yo. Mi amor, ¿te encuentras bien?
Circe: ¿Dónde estoy? ¿Esto es el cielo?
SAM: Sería poco probable, yo no sería bien recibido allí.
Circe: No comprendo...yo...


Se levantó asustada y miró la copa y la botella en el suelo.

Circe: Yo no tuve más remedio...no podía permitir que ellos me...que ellos me...
SAM: Tranquila, estás a salvo.
Circe: No tenía otra escapatoria...tuve que beber de ese veneno...acabar con mi vida...
SAM: Eso ya es historia. Te he resucitado.


Circe: Me has rescatado...SAM, mi amor.
SAM: Desconozco que te llevó a tomar una decisión tan drástica y acabar con tu vida de esa manera, pero eso ya da igual. Te ofrezco una nueva vida en un mundo muy diferente.
Circe: ¡SAM, es formidable! Me tienes que poner al día, amor mío.
SAM: Tenemos todo el tiempo del mundo. Ahora el Playmundo es nuestro.



Continuará...