La oscuridad más absoluta
reinaba en aquel lugar. Aquellos que lo habían construido llevaban siglos muertos y
los que ahora vivían, desconocían de su existencia. La oscuridad y el olvido
convivían con insectos nocturnos y ratas que caminaban a sus anchas sintiéndose
los dueños del lugar. Recorrían los esqueletos de antiguos guerreros y
personalidades importantes de tiempos memorables sin la menor consideración. Cada rincón de aquel lugar
olía a muerte.
Selena había servido al
Reino de Wensuland hasta el fin de sus días. Sus conocimientos y su magia
habían sido muy útiles en los oscuros días de batalla contra las fuerzas del
mal. Enamorada de un gran hechicero llamado Pez, vivió una vida intensa repleta
de aventuras y emociones. La muerte llegó un día como a todo ser mortal y se la llevó.
Despedida por todos los que la conocían, fue enterrada con todos los honores.
Había pasado mucho tiempo desde aquello y su cuerpo seguía en el mismo lugar
dónde decidieron que debía descansar eternamente. Tumbada en su tumba de aquel panteón, pasaban los largos siglos sin que nadie se acordase de ella.
Del cuerpo sin vida de
Selena comenzó a salir una resplandeciente luz que iluminó aquel tétrico
lugar. Su piel resurgió de la nada y recuperó todo el resplandor de su
juventud.
Abrió los ojos desorientada. Le envolvía la oscuridad más absoluta y sintió miedo. Pensaba que estaba en su casa, pero pronto descubrió que estaba en un ataúd y que aquel lugar no era precisamente su dulce hogar. Abrió el ataúd y se incorporó.
Selena: ¿Hola?
Recordó que se había
encontrado muy mal antes de quedarse dormida. Llevaba tiempo con dolores muy intensos
por todo el cuerpo y le costaba mucho caminar. Tosía continuamente y aunque el
Rey Adam hacía todo lo posible para calmar sus dolores, muy poco se podía hacer. A
sus noventa y cinco años de vida, tenía asumido que la llama de su vela se
estaba apagando. Recordó pensar en Pez, en que se podría reunir con él cuando
pasase al otro lado.
Selena: ¿Alguien puede
ayudarme?
Temía que aquello fuese
el cielo…o el infierno. Tenía muchos enemigos que la recibirían con los brazos
abiertos. Unos ratones subieron valientes por sus pies y uno de ellos le
propinó un bocado. Selena gritó aterrorizada.
Selena: ¡Fuera, bestia inmunda! ¡Dejadme
en paz! ¿Alguien puede ayudarme? ¡Socorro!
Cubiertos de telaraña
encontró su puñal y su querida capa blanca. Se puso la capa y empuñó su puñal
preparada para cualquier imprevisto. Tenía mucho miedo y no comprendía que le
estaba ocurriendo.
Anduvo por aquel lugar y
dedujo dónde se encontraba. Ella misma había visitado aquel lugar muchas veces.
Allí descansaban muchos de sus seres queridos y acudía con asiduidad para rezar
por sus almas.
Selena: Me han dado por
muerta… ¡Es terrible! No entiendo cómo han podido cometer un error así…Debo
salir de aquí, este lugar me da escalofríos…está distinto, es como si hubiesen
pasado años sin entrar aquí…
Se sentía extraña. El
persistente dolor en sus piernas, la tos, el brazo izquierdo…nada le dolía.
Hacía años que no se sentía con tanta vitalidad. Decidió usar su magia para
salir de aquel lugar. Se concentró y fue entonces cuando descubrió que su magia
estaba dormida. Recordó cuando en su adolescencia, su maestro Anwar le enseñaba
a controlar su magia y frustrada nunca conseguía lo que se proponía. Le llevó
años aprender a utilizar su poder. En esos momentos se sentía igual. Agarró un
palo del suelo y tras varios minutos de concentración, consiguió encender un
fuego. Estaba sudando y le dolía la cabeza…
Selena: ¿Qué me ocurre? A
duras penas puedo encender un simple fuego…
Observó a su alrededor.
La única salida estaba derruida. Cientos de escombros impedían que se pudiese
salir por ahí. Pensó en salir por el techo, así que buscó algo para poder
llegar.
Agarró dos cofres y los
colocó uno sobre el otro. Usando su débil magia, comenzó a partir la dura piedra del techo.
Sabía que aquel lugar se encontraba bajo tierra, así que estaba segura de que
conseguiría salir por ahí. El techo comenzó a desquebrajarse poco a poco.
La vida en la ciudad
transcurría con normalidad. La avenida Evelyn estaba siempre muy concurrida.
Los ciudadanos caminaban de un lado para
otro cumpliendo con sus obligaciones diarias.
Selena consiguió abrir un gran
agujero en el techo que daba en mitad de la carretera. Se
asomó y a punto estuvo de desmayarse al ver lo que le rodeaba. No reconocía absolutamente
nada. La gente se arremolinaba a su alrededor, observando atónita.
Mujer: ¿De dónde sale
esa?
Hombre: ¡Ha salido de ese
agujero!
La gente vestía con
ropajes extraños. Animales enormes dormían cerca de dónde ella estaba mientras
que otros se movían a gran velocidad. Unos eran muy grandes y otros más pequeños. Todo aquello era demasiado para ella…
Hombre: ¡Llamaré a la
policía!
Mujer: ¡Esto va directo
al clicktube!
Hombre: ¡Voy a grabar!
Mis amigos no darán crédito.
Selena salió del agujero
y miró a su alrededor. La gente la miraba como si hubiesen visto un fantasma.
Temía por su vida, algunos le apuntaban con unas armas extrañas que emitían
luces mágicas. Se acercaban a ella cada vez más.
Selena: ¡No soy
peligrosa! ¡No me hagan daño! ¿Que clase de armas son esas? ¿Dónde está el Rey?
Hombre: ¡Está chalada!
¡Me parto!
Mujer: ¡Dios mío! ¿De qué
va vestida?
Mujer2: ¡Que ridícula!
Hombre: Debe ser una
cámara oculta…
Hombre: Sonríe, guapa.
Esto va al faceclick ahora mismo. Perdona, ¿me puedo hacer una foto contigo?
La gente examinaba el
agujero por dónde había salido Selena.
Mujer: ¿Se podrá bajar
ahí?
Hombre: ¿Hola?
Mujer: Esto es peligroso, ¡se podría caer un niño ahí abajo!
Hombre: En mitad de la carretera, un peligro para la circulación.
Lucrezia: Hola soy Lucrezia, periodista.
Selena: No comprendo nada...¿Son magos?
Lucrezia: …esto es algún
tipo de protesta ecologista, ¿cierto?
Selena: No protesto…solo
estoy confundida…¿Que día es hoy?
Lucrezia: ¿Día? Estamos a lunes once de noviembre del 2013, ¿se encuentra bien?
Selena: Oh…Dios mío, no
puede ser…han pasado muchos años, ¿qué hago aquí? Yo solo me quedé dormida...
Lucrezia: ¿Llamo una
ambulancia? ¿Que hacía ahí abajo?
Selena: Ya comprendo lo
que ocurre…¡Dios mío! ¡Debo irme!
Lucrezia: ¡Oiga! ¡Ehh!
Continuará...
Jajajaja! Qué buena elaboración. Me encanta el lugar bajo tierra, con sus telarañas, sus ratas... Perdón por la expresión, pero tú sí que te lo curras! Por cierto, me encanta Lucrezia! Tiene que ver con la cantante? Muy buena la historia, espero a el próximo capítulo! Y, Selena combatirá a SAM? Aaaah, ¡cuántas dudas!
ResponderEliminarMuchas gracias Motivina ;) Me encanta crear escenarios así, tétricos con telarañas y bichos. Lucrezia no tiene que ver con la cantante pero cuando la customizé pensé, ¡me recuerda a la cantante! Será por sus colores alegres.
EliminarSelena es la única esperanza para combatir contra SAM. Espero que te sigan gustando los nuevos capítulos. :-)
¡Estupendo capítulo! Aparece un personaje muy especial del pasado y la cosa se pone más interesante. Selena es la representante de la luz. Y me da que su aparición no es casual, algo tiene que ver con el hecho de que SAM ahora esté también entre los vivos. Las fotos son magníficas y el texto fresco y cuidado.
ResponderEliminarMe encantan tanto las del interior del panteón, como las divertidas en la calle con la gente sorprendida grabando. ¡Pobre Selena! se ve muy aturdida y confusa. Espero que encuentre un alma pura que la ayude. Mención especial merecen las alusiones a personajes del pasado y cosas que sucedieron después en Wensuland: Selena llegó a anciana, Pez murió antes que ella, Adam fue rey... En fin, un caramelo de historia para los que hemos seguido tus historias de Wensuland medieval anteriormente. Quiero leer ya el siguiente :-).
Muchas gracias Duclack. Sí, Selena es la representante de la luz, aunque ahora está muy desorientada. Tiene miedo y sus poderes están muy dormidos...tendrá que hacerse más fuerte para combatir contra SAM. Selena habla de Adam, de reunirse con Pez en el más allá...se pueden deducir que cosas ocurrieron cuando la guerra terminó. Muchas graciaas :-)
Eliminar¡Oh, qué emocionante! Pobrecita Selena, me da mucha pena que haya renacido justo en este mundo tan espantoso jajajaja. No puedo evitar sentir lástima por ella cuando la gente la rodea y le dice que va ridículamente vestida, pobrecita; pero también es muy gracioso cuando no comprende nada de lo que sucede. ¡Las fotos son chulísimas! Las del principio me han hecho sentir escalofríos. ¡Se me ha hecho cortísimo! ¡Quiero leer más!!!! Me encanta.
ResponderEliminarMuchas gracias Sinéad ;-) Puedes comprender mejor que nadie las cosas que siente Selena al despertar, has vivido experiencias muy parecidas. Poco a podo irá comprendiendo que ocurre...en este sentido, SAM le lleva mucha ventaja. ¡Muchas graciaaas!
EliminarPor cierto, ¡jolín! En Wensuland todos de asas o de manga corta, y nosotros, aquí en Hábù, ¡a pasar frío!
ResponderEliminar¡Es verdad! En Wensuland hace buen tiempo todavía, aunque pronto esto cambiará...el invierno ya está cada vez más cerca. No te creas que tanto calor cansa... seguro que muchos wensulanos preferirían el tiempo que tienen en Hábù.
EliminarSeguro que no! Aquí, bueno, allí, porque estoy en Irlanda, hace mucho frío!
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