Ray: Bienvenidos al hotel Paraíso Dorado. Esta es su habitación.
Sus: ¡Me encanta!
Ray: Las vistas son extraordinarias.
Diamante: ¡Esto es un paraíso!
Ray: Aquí les dejo todo su equipaje.
Sus: Gracias... este lugar es maravilloso Diamante.
Diamante: Estoy impresionado.
Ray: Recuerden que el desayuno se sirve a las ocho. Si lo desean se lo podemos servir en la habitación a una hora acordada.
Ray: Paraíso Dorado les da la bienvenida obsequiándoles con esta botella de champán francés para que comiencen a disfrutar su luna de miel brindando por su amor.
Diamante: ¡Gracias!
Sus: Gracias... odio el champán...
Ray: Caballero, si desea degustarlo.
Diamante: ¡Claro que lo deseo!
Ray: ¿Te habían dicho alguna vez que eres tan bella como el reflejo de la luna en el mar?
Sus: Pues... eso no me lo han dicho nunca. Gracias por el piropo.
Ray: ¿Te gusta el voleibol de playa? Soy monitor y me ocupo de enseñar a los clientes del hotel a jugar.
Sus: Es que... no soy mucho de deporte.
Ray: El deporte es salud, ¿no lo sabías princesa mía?
Sus: Por favor, no me llame...
Ray: Mira que culito más prieto tengo. Esto no se consigue sentado en una silla. ¿Te gusta?
Sus: Pues...
Diamante: ¡¿Eh?!
Ray: Toca toca, ya verás lo duro que está.
Diamante: Muchas gracias por tu servicio. Ya puedes ir a ligar con las viejas.
Ray: ¡No lo dude señorita! ¡La espero en la playa!
Diamante: ¡Laaaargo!
Diamante: No me lo puedo creer, ¿quería que le tocaras el culo?
Sus: Sí... ¡Jajajajajajajaja!
Diamante:¡Jajajajajajajaja!
Sus: Me ha llamado princesa... menudo ligón de playa.
Diamante: No entiendo como los trabajadores de este hotel pueden ir así, casi en pelota picada...
Sus: ¡Mira Diamante!
Diamante: Que vistas... parece un cuadro.
Sus: Es precioso, salgamos fuera.
Diamante: Que bonito, no me podría haber imaginado un lugar más ideal para nuestra luna de miel.
Diamante: Yo tampoco.
Sus: Soy tan feliz mi amor.
Diamante: Y yo. Te quiero.
Sus: Yo también te quiero.
Sus: Un sms de Duclack.
Diamante: ¿Que dice?
Sus: Que ya ha dejado a Pandy con Wen. Que se a portado muy bien. Dice que ahora se va con Chino Juan a... ¡China!
Diamante: ¿China?
Sus: Seguro que se lo pasará bien, debe ser un lugar interesante.
Diamante: Nunca me había separado tanto tiempo de ella...
Sus: Yo también la extraño.
Sus: Bueno, voy a colocar la ropa en el armario.
Diamante: ¿Ahora? Se me ocurre algo mejor...
Sus: Primero hay que colocar la ropa que no quiero que se me, ¡Diamante!
Diamante: ¡Ahora no es momento de colocar nada!
Sus: ¡Diamante! ¡Loco! ¡Jajajaja!
Diamante: Colocar la ropa...
Diamante: ¡No! ¡Que arrugarás el vestido que me regaló Mary!
Diamante: Ella lo entenderá...
Sus: ¡Me haces cosquillas! ¡Jajajajaja!
Pasadas unas horas...
Sus: ¡Cariño! Vamos, que tengo ganas de playa.
Sus: ¿Diamante? ¿Dónde estás?
Diamante: ¿Estás en el lavabo?
Diamante: No, estoy aquí. Contemplando el paisaje...
Sus: Es que es tan bonito que...
Sus: ¡Cochino! No seas cochinorro cariño, que me da vergüenza.
Diamante: Eso no me lo decías hace un rato...
Sus: Ainx... no tienes remedio.
¡Ding doooong!
Sus: Uy, llaman a la puerta.
Diamante: ¿Quien será? ¡Voy!
Ray: ¡Señorita Sus!
Diamante: ¡Oye tú!
Sus: Uy, ¿que ocurre?
Ray: Vamos hacer un poquito de fitness, ¿te apuntas?
Ray: Te lo vas a pasar muy bien. Disfrutarás con mi cuerpo a la luz del sol. Te aseguro que verme es un espectáculo.
Sus: ¿Puede apuntarse Diamante?
Ray: ¿Quién?
Sus: Mi marido. Sin él no me apunto a nada.
Diamante: Da igual cariño, si tenemos todo el día completo y no podemos apuntarnos a nada. Venga, que nos vamos.
Ray: ¡Oiga! Que si quiere se puede apuntar... ¡Ey!
Diamante: ¡Fuera de nuestro dormitorio!
Sus: Lo siento Ray, pero sin mi marido no me pienso apuntar a nada.
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