Tumbada en la celda dónde estaba prisionera, Sabrina miraba los mortecinos rayos de sol que penetraban entre los barrotes de la ventana. No sabía si existían cárceles limpias y confortables, pero esa desde luego no lo era. Olía a rancio y no estaba precisamente limpia. Unas lágrimas de tristeza le caían de sus ojos.
Recordaba con exactitud todo lo ocurrido durante la boda, pero sentía que se trataba de un sueño. Maite le había engañado, se había burlado de ella y ahora nadie le creía. Es cierto, quería reventar la boda y reírse de Sus. Quería hacerse con Diamante y enamorarlo hasta que se rindiese a sus pies, pero no había funcionado. Maite había cambiado la pintura por munición real, así que estaba acusada de intento de asesinato.
Había perdido el control, eso estaba claro. El golpe que se llevó Valeria la podría haber matado. Era su mejor amiga, pero sabía que ella jamás le perdonaría. Había sobrepasado el límite y a partir de ahora estaría sola para siempre. No sabía cuantos años de cárcel le esperaban, pero estaba segura que serían muchos.
Se incorporó y miró alrededor. Sentía claustrofobia. Era una celda muy pequeña. De pensar que estaría junto a Diamante en una isla paradisíaca a ir a parar a esa pequeña y desagradable celda había una abismo.
Se asomó a la ventana e intentó forzar los barrotes. De nada servían sus esfuerzos, jamás conseguiría doblarlos ni romperlos. Sabía que en esos momentos Sus y Diamante estarían disfrutando de su luna de miel. La sangre le hervía de rabia y envidia. No tendría más remedio que olvidarse para siempre de Diamante... del amor y de la libertad.
Escuchó unos pasos. Se trataba del Agente Smith y la agente Rose, los que la habían detenido en la boda alertados por Valeria.
Agente Smith: Sabrina, tenemos malas noticias para ti.
Sabrina: ¿Más malas noticias?
Agente Rose: El juez Valero ha decidido enviarte a la cárcel de máxima seguridad de Clisandia.
Sabrina: ¡¿Clisandia?!
Agente Smith: Estás considerada una delincuente muy peligrosa. La cárcel de Clisandia dispone de la seguridad apropiada para delincuentes como tú.
Sabrina: ¿Delincuente peligrosa? ¡Eso es una tontería!
Agente Rose: Ahora nos querrás hacer creer que eres una santa, ¿verdad? Nos ordenan que te traslademos hasta allí, así que te tengo que poner las esposas.
Sabrina: Tenéis que creerme, no soy una presa peligrosa... quizá esté un poco loca, pero no quería herir a nadie, lo juro.
Agente Rose: Eso se lo dices al juez. Espabila guapa.
Agente Smith: Lo siento Sabrina, pero lo tienes realmente crudo. Ven, es por aquí.
Mercedes Clická: ... y ahora la trasladan a la cárcel de máxima seguridad en Clisandia. En estos momentos Sabrina se dirige al furgón policial. Intentaré hacerle algunas preguntas.
Mercedes Clická: ¿Querrá hablar o estará avergonzada por todo lo que hizo?
Mercedes Clická: ¡Sabrina! Soy Mercedes Clická, unas preguntas por favor.
Sabrina: ¡Mercedes Clická!
Agente: Señorita, no moleste.
Mercedes Clická: ¿Te declaras culpable o inocente? ¿Sigues acusando a esa tal Maite?
Sabrina: ¡¡Soy inocente!! Culpable de golpear a Valeria, resistirme a la ley e intentar reventar la boda de Sus y Diamante, ¡pero no quería matar a nadie!
Mercedes Clická: ¡También intentaste secuestrar a Diamante!
Sabrina: ¡Lo reconozco! Pero no quería matar a nadie, ¡fue una trampa de Maite! ¡¡Investiga!!
Los agentes la acompañaron al furgón policial entre fuertes medidas de seguridad.
No se lo podía creer, estaba a punto de ir a una cárcel de máxima seguridad. Tenía miedo, mucho miedo. Había escuchado tantas cosas sobre lo que ocurría en las cárceles...
Sabrina: ¡¡No quiero ir a la cárcel!! ¡Buaaaaaaaa!
Agente Smith: Yo te acompañaré.
Sabrina: ¿Es cierto todo lo que cuentan de las cárceles?
Agente Smith:Te trasladan a la cárcel de Alcaclack, una de las cárceles más duras que existen. No te voy a mentir, muchas de las cosas que cuentan son ciertas. Otras son medias verdades o mentiras par asustar a la gente.
Agente Smith: Lo que se te viene encima no es nada fácil, pero debes ser fuerte. Tengo un amigo que trabaja en Alcaclack, le pediré que te ayude en todo lo que pueda.
Sabrina: Gracias...
Agente Smith: Sabrina, si aceptas un consejo, debes cambiar. Que esto te sirva para comenzar de nuevo. Todo en esta vida tiene consecuencias, y todo lo que has hecho merece un castigo, lo sabes.
Sabrina: Lo sé... no lo niego.
Agente Smith: Estás muy sola, ¿no tienes a nadie? Alguien que se preocupe por ti...
Sabrina: Mi madre murió y para mi, mi padre está muerto. Lo odio y no quiero saber nada de él. Por su culpa mi madre... Así que la única persona que tengo es a mi hermana, pero no sé dónde está. Ella huyó de mi padre. Es un hombre perverso... y se empeñaba en hacernos infelices. Estábamos muy unidas pero un día se fue de casa y me dejó sola con mi padre... así que en cuanto pude, también me fui de casa.
Agente Smith: Lo siento... es una historia triste.
Sabrina: Mi hermana es todo cuanto tengo agente. Si la encuentra, se lo agradeceré de por vida. Se que no tengo derecho a pedir nada, pero...
Agente Smith: Buscaré a su hermana, no se proecupe.
Sabrina: Gracias, no sabe lo que significa para mi.
Buenas: Me podria decir el num. de referencia de la cartuchera de la mujer policia.
ResponderEliminarGracias
Hola José Francisco :) Las cartucheras de la mujer policía no me consta que tengan referencia (al menos Playmobil no la ha dado a conocer). Pertenecen a la figura Lara Croft de la serie 2 de los sobres sorpresa, y los personajes de los sobres sorpresas no tienen una referencia como los tienen los que están a la venta en caja. He buscado si estas cartucheras salen en otra referencia, pero al parecer es exclusiva para la figura Lara Croft. Esperemos que esto cambie pronto y la podamos pedir al DS con su número de referencia. Siento no poder ayudarte.
ResponderEliminarUn saludo.