lunes, 2 de septiembre de 2013

Venganza en el pantano: Capítulo 3

Capítulo 3

Los agentes Rose y John acudieron al pantano. Pamela llamó a la policía. Estaba enfadada e indignada. Los agentes llegaron en cuanto les fue posible. Se estaban ocupando de la desaparición del agente forestal, Boby. PD anunció su desaparición cuando este no regresó tras su jornada laboral. Al llegar a la zona, Pamela los estaba esperando muy alterada. PD había desalojado la zona y pedía a todos los visitantes que se marchasen cuanto antes. Boby había desaparecido y ahora David y PD también. Todo indicaba que Sabrina estaba detrás de todo esto.

John: ¿Y por qué le agredió?
Pamela: No pronunció palabra. Me dijo que envidiaba mi pelo y que me odiaba. Me estiró del pelo y luego me pegó un puñetazo, tengo testigos.
Rose: No se preocupe, le creemos. Se trata de una ex convicta muy peligrosa con muchos antecedentes.
John: Pues yo lo pongo en duda. Reconozco que Sabrina es muy temperamental, pero que le haya agredido así sin motivos…
Pamela: ¿Justifica la violencia? ¡Me ha golpeado!
John: Por supuesto que no, señorita. No he querido decir eso… 



Rose: Esta chiquita dice que Sabrina la socorrió.
John: Hola guapa, ¿Cómo se comportó Sabrina contigo?
Candy: Fue muy buena. Me ayudó a levantarme cuando me caí y me tranquilizó, estaba muy asustada por la caída...es que no debería ir corriendo siempre a todos lados...
Pamela: Yo obligué a Sabrina a que se comportase bien con los usuarios.  Ella no quería ir a socorrerla…
John: No interrumpa a la testigo.
Pamela: ¡Ella me tiró del pelo y me golpeó! ¡Es una psicópata! Estoy segura que secuestró a David… estuvo toda la mañana insinuándose. David estaba agobiado y ya no sabía como decirle que no…
Rose: Encaja con la personalidad de la sospechosa.
John: No me lo creo.



Calíope: Contrataste a esa loca a pesar de ser una delincuente. Dejaste a nuestro hijo al cuidado de una loca…
PD: Cariño, todavía no sabemos si Sabrina tiene algo que ver con esto. No te preocupes, nuestro hijo estará bien.
Calíope: No intentes tranquilizarme con palabras que ni tú mismo te crees, Payaso Demonio. Nos conocemos y estás tan preocupado como yo. Es nuestro pequeño… No quiero que le ocurra nada malo…
PD: La policía lo encontrará, confía en mí.
Vicrogo: Claro que sí, no desesperes. Estoy  seguro de que existe una explicación lógica para todo esto.
Calíope: No debiste abrir el pantano al público… fue un error.



Pamela: ¡Pienso pedir una indemnización! He sufrido vejaciones en este trabajo y he sido agredida, ¡se os va a caer el pelo!
Donna: ¡El otro día escuché como le hablabas de malas formas a mi hermana sin venir a cuento!
Pamela: ¿¡Yo!?
Donna: Estoy segura de que sabías de que pie cojeaba mi hermana y la provocaste. Aquí la única que ha sido vejada es mi hermana.
Pamela: ¡Eso es falso! ¡Estás tan loca como tu hermana!


Vicrogo: Vamos, Donna. No le sigas el juego.
Donna: ¡No es justo! Sé que está mintiendo.
Vicrogo: Yo también creo que miente… demostraremos que Sabrina no tiene nada que ver con estas desapariciones.
Donna: Vicrogo, ¿dónde está mi hermana? Estoy preocupada…
Vicrogo: No lo sé… pero la encontraremos.



John: Señores, encontraremos a su hijo. Mi compañera y yo rastrearemos la zona. Vienen refuerzos, pero al estar tan alejados tardarán en llegar.
Calíope: Por favor, agente… encuentre a nuestro hijo.
PD: ¡No quiero que le pase nada malo! ¡Buaaa!
Calíope: Sabía yo que estabas haciendo el papel de fuerte. Amor, aparecerá, no llores...
John: Lo encontraremos, confíen en nosotros.



Lara decidió que se merecía un pequeño descanso. Estaba agotada y el calor era insoportable. Amanda le habló cuando más relajada estaba.

Amanda: Lara, he encontrado algo.
Lara: Cuenta.
Amanda: He encontrado archivos en los que se habla de sacrificios de animales para Hatima. Explica que los sacerdotes subían a la cima de la pequeña montaña Shitva y allí sacrificaban a los animales y le adoraban.
Lara: Esa montaña se encuentra muy cerca de aquí. Quizás esté escondido allí. Buen trabajo, Amanda.
Amanda: Gracias, Lara. Otra cosa. He estado investigando sobre esa organización llamada Manos negras.




Lara: ¿Has averiguado algo?
Amanda: Poca cosa. Entré en una página confidencial de dicha organización pero solo duré unos minutos. Tienen un potente sistema que les protege de cualquier visita no deseada. Averigüé que su sede oficial está en Humot y que cuentan con el apoyo de empresas de dudosa reputación. También investigué sobre la muerte de ese científico. No existe ningún registro de la muerte de un trabajador de Eduardo.
Lara: Que extraño…
Amanda: Aunque sí que han desaparecido varias personas que trabajaban en su empresa.

Lara: Sigue investigando, lo estás haciendo muy bien.


Había bajado la guardia y cuando se quiso dar cuenta, unos escorpiones la rodearon. Se incorporó asustada. Una picadura podía hacerle daño, pero varias podría ser mortal. Alejada de cualquier hospital, moriría sin remedio.

Lara: ¡Maldita sea!



Amanda: ¿Lara? ¿Qué te ocurre?
Lara: ¡Luego hablamos, Amanda!



Lara consiguió escabullirse y se alejó de los escorpiones a toda prisa. Cuando estuvo lejos, se detuvo para orientarse. Buscó un lugar alto y desde allí visionó Shitva. Si se daba prisa llegaría en unas dos horas.



En  la zona dónde habían acampado Sus y los demás, aparecieron la Fune y Pinhead. Los dos estaban armados y amenazaron con disparar si alguien se movía.

Fune: ¡Que no se mueva nadie!
Pinhead: Somos peligrosos y estamos muy enfadados, ¡todo el mundo manos arriba!
Diamante: ¿Qué queréis?
Sus: ¡No nos hagan daño, por favor! Mis hijos...
Pinhead: ¡Silencio!



Duclack: Pinhead… tú otra vez.
Pinhead: Duclack… esta vez no escaparás. Fune, de esto sacaremos más tajada que en el hotel.




Fune: Es cierto… ella se pondrá muy contenta con tantos para elegir y nos compensará. De paso nos vengaremos…
Duclack: ¿Qué significa todo esto?
Pinhead: Pronto lo averiguarás.
Fune: ¡Deja de coquetear con mi novio!
Sus: ¡No le hables así!
Duclack: ¡No me interesa tu novio!
Fune: ¡Silencio!



Duclón y Ben se escondieron. Fune y Pinhead no los habían visto…

Duclón: ¡Por mis barbas!
Ben: No nos han visto… rápido, avisemos a los que están en el camión.



Ben: ¡Salid ahora mismo!
Wenda: ¿Qué pasa? Estoy preparando la comida.
Ben: Dos delincuentes nos están atacando, ¡tenemos que salir de aquí antes de que nos encuentren!
Wenda: ¡Delincuentes! Estrella, creo que estabas en lo cierto...
Estrella: ¡Lo sabía!
Wenda: ¿Y los demás? No podemos abandonarlos...
Ben: Ya pensaremos en algo, ¡vamos!



Estrella: ¡Sabía que algo malo ocurriría! ¡Os lo dije!

Estrella no podía salir. El miedo la paralizó y solo de pensar en poner un pie fuera le ponía muy nerviosa…

Estrella: No puedo…
Hércules: Vamos, Estrella. Tú puedes…
Estrella: Iros sin mí. No puedo bajar…
Hércules: No dejes que el miedo se apodere de ti, ¡vamos! Yo te ayudaré, confía en mí…


Estrella: No puedo…
Hércules: Confía en mi…


Estrella agarró la mano a Hércules y salieron corriendo al exterior. Fueron junto a Ben, Duclón y Wenda a buscar un escondite.
Fune entró al camión pero no encontró a nadie en su interior. Vio señales de que alguien estaba cocinando, pero supuso que sería algunos de los que ya habían atrapado.




Wen empujaba la silla de ruedas de su abuelo. Paseaban tranquilos y en silencio. Sabía que su abuelo ya no necesitaba palabras de ánimo y consuelo, ahora necesitaba pensar y mucho silencio.

Ernesto: Este es un buen lugar en el que reflexionar.
Wen: Sí, las vistas son espectaculares.



Ernesto: Desearía volver atrás en el tiempo. Impedir que Susanne y yo subiésemos a ese barco… a veces me imagino que se convirtió en sirena, y que me está esperando en aquellas frías y profundas aguas… la echo de menos...Por otro lado, desearía no haber conocido nunca a Uma. Esa mujer…
Wen: Nos engañó a todos… bueno, a mi madre no.
Ernesto: Me resultaba extraño que sintiese todo eso por mí, pero que leches, ¡tengo amor propio! Imaginaba que había visto en mi algo que le atraía… pero no precisamente el dinero. Sí, era una clack amante del lujo y las joyas, pero cuando me miraba fingía tan bien que me amaba… a quien quiero engañar… solo soy un viejo inválido.


Wen: ¡Abuelo! No digas esas cosas…
Ernesto: Lo siento, Wen. No me hagas mucho caso, todavía me estoy sobreponiendo y estoy algo deprimido.  En realidad soy muy afortunado, y lo sé. Tengo a una familia que me quiere y unos amigos que valen su peso en oro. Las cosas me han salido bien en la vida y aunque perdí el amor de mi vida, la pude conocer. Otros nunca conocerán a su media naranja jamás…




Wen: Así me gusta, abuelo. Todavía te queda mucho por vivir, así que no te deprimas. Tenemos que inaugurar el nuevo hotel en Wensuland y tenemos que seguir gestionando el hotel en Clisandia y todos nuestros negocios. Tienes dos bisnietos y ellos merecen conocerte.
Ernesto: Gracias, Wen. Eres un buen chico. Aunque no me gusta que seas pirata y que vistas así… estoy muy orgulloso de ti y no te cambiaría por nada del mundo.


Continuará...

2 comentarios:

  1. ¿Quién habrá secuestrado a todas esas personas? Tengo ganas de saberlo ya. También tengo ganas de saber si Lara conseguirá encontrar a Hatima y logrará salir viva de allí. Yo creo que si. Tengo también ganas de saber si la familia del abuelo Ernesto conseguirá salvarse de los terroríficos la Fune y Pinhead. En definitiva ya tengo ganas de ver el capítulo 4.

    Hasta pronto,

    Àlex.

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  2. ¡Yo también! ¡Tengo ganas de seguir leyendo el capítulo 4! Esa Fune no tiene remedio. Encima le dice a mi Duclack que estaba coqueteando con Pinhead, grrrrr... Menuda celosa compulsiva... Lo de Hércules y Estrella, uy uy uyyy... Sigo pensando que Hércules tiene demasiado peligro (sabemos del pie que cojea y su fama de clackiero), como le ha dicho que confíe en él y ella ha confiado sorprendentemente. Me lo imagino como un click que trasmite seguridad con sus palabras y eso es precisamente lo que Estrella necesita: mucha seguridad... Wen no debió apartarse de su lado aunque se entiende que quiera estar con su abuelo. Los dos se han sincerado y han compartido un momento especial. Se nota que el abuelo quiere mucho a Wen.
    A ver cómo sigue todo esto, ¡fantástico capítulo!

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