jueves, 17 de enero de 2013

El desahucio



Lilu había leído en la prensa rosa especulaciones sobre su familia. Hablaban de una posible ruina familiar causada por la escasas ventas de la discográfica Click Music, de la que es dueño y responsable su padre, Papuchi. Hasta dónde ella sabía sus padres andaban sobrados de dinero, así que no se preocupó. Decidió ir ha verlos junto a su mejor amiga, Hilary. Tenían unas horas antes de abrir HI&LI, su tienda de ropa y complementos. 


Hilary: No hay manera de perder estos dos kilos de más nena, ¡ya no se que hacer!
Lilu: Nena, para adelgazar no puedes desayunar esas rosquillas de chocolate, es que jamás en la vida, never.
Hilary: Lo sé mary, pero lo compenso con la leche desnatada.


Lilu: Uy, Ann...¿A dónde vas?
Ann: Me marcho, señorita Lilu. Con todo el pesar de mi corazón, me vuelvo a mi casa.



Lilu: Estás más tensa que Marco en Sorpresa sorpresa. ¿Te han despedido? ¡No puedo creerlo! 
Ann: No es eso...yo no debo decírselo, hable con los señores, se encuentran dentro. Adiós, señorita Lilu.
Lilu: ¡Ann! Que extraño... 




Lilu y Hilary entraron en la mansión. El silencio reinaba en la casa. Lilu estaba empezando a preocuparse de verdad.
Hilary: Cari, ¿dónde está todo el mundo?
Lilu: No comprendo nada, nena.
Chiluca: ¡Guau! (Huele a problemas...)


Chiluca: ¡Guau! (Hay alguien en casa...)
Lilu: ¡Mamá! ¡Papuchi!
Papuchi: En el comedor, hija.


Leandra: Hija mía, que sorpresa...
Papuchi: No te esperábamos.
Lilu: ¡Que caras tan largas! ¿Que ocurre con Ann? 
Leandra: La hemos despedido...


Leandra: Hola, Hilary.
Papuchi: Tan guapa como siempre, Hilary.
Hilary: Gracias señor.
Lilu: No entiendo que hayáis despedido a Ann, ¿por qué? ¡Lleva muchos años trabajando con nosotros!
Leandra: Hija, estamos en bancarrota...no podemos pagarle.


Lilu: ¡Eso es absurdo! Presumes más de tu fortuna que Rappel conduciendo un OVNI, Papuchi, no cuela...
Leandra: Es verdad, no estamos bromeando...
Lilu: ¡No bromeéis así conmigo que me va a dar algo!
Papuchi: Cálmate, hija.Es cierto, no podríamos bromear con algo así.
Leandra: La discográfica de tu padre ya no da beneficios, todo lo contrario. Ya no se venden discos y ahora la empresa ha adquirido una deuda multimillonaria. Lo hemos perdido todo...la casa, la discográfica y prácticamente todos nuestros bienes... 


Leandra: ¡Que será de nosotros! ¡Debimos vender la dichosa empresa antes de esta desastrosa crisis! ¡Vamos a perder nuestra casa!
Papuchi: Querida, no te alteres.
Lilu: ¿No podemos hablar con el banco para que nos asesore?


Papuchi: Es precisamente el banco quien nos reclama el pago de la deuda. Una cosa llevó a otra y les debemos una cantidad desorbitada de cleuros. Hablé con la máxima responsable de Wensubanc, pero se muestra inflexible. Estamos esperando que vengan a desalojarnos...la misma policía se encargará de hacerlo.
Lilu: ¡Pero esta es nuestra casa! ¡Pediré ayuda al abuelo!
Papuchi: Hija, se trata de mucho dinero...tu abuelo es generoso pero en esto no puede ayudarnos.
Leandra: Valentina Summers no tiene corazón, hija. Intenté hablar con ella, llegar a un acuerdo...pero de nada sirvió. Ella y su maléfico abogado solo contestan esto, "no somos una ONG"


Papuchi: ¡No tenemos ni para ir a un hotel!
Lilu: No os preocupéis, os alojaréis en mi casa. 
Leandra: No queremos molestarte, hija.
Lilu: Vendréis a mi casa, no se hable más. 
Leandra: Hija, ve y habla con tu hermana. Está en su habitación y no hay quien la saque de ahí. 


Lilu: ¿Lulú? Sister, tienes que levantarte. 
Lulú: ¡No quiero! Nos van a desahuciar hermana, ¡Buaaaa! 


Lilu: Vamos anda, nos tomaremos un té con limón y una galleta de coco para animarnos.
Lulú: ¡No tengo hambre! ¡Buaaaa! 


Caye: ¡Guau guau! (Hermana, ¡somos pobres!)
Chiluca: ¡Guau guau! (¡Que gran desgracia, hermana mía!)


Lilu: Venga Lulú, debes ser fuerte. Lucharemos por conservar nuestro hogar. Nos tendrán que sacar a arrastras de nuestra casa. ¡Somos más fuertes que el desodorante de Stallone! 
Lulú: ¡No quiero vivir en otro sitio! ¡Buaaaa! 


Lilu: Lucharemos juntas, cari. Todo saldrá bien.
Lulú: Tengo miedo, hermana.


Bajaron al comedor y se encontraron con dos desconocidos. Una atractiva mujer de peligrosas curvas y mirada penetrante. Su piel estaba bronceada y vestía con clase y estilo. El hombre vestía de negro y lucía una cuidada melena negra. Su mirada era fría y calculadora. 

Lilu: ¿Quienes sois?
Leandra: Es la mujer de la que te hablé, la propietaria de Wensubanc. Valentina Summers y su abogado, el señor Vladimir Karamitev . 


Valentina: No entiendo que hacen todavía en mi propiedad. El tiempo de cortesía que les concedí ya pasó...
Vladimir: No hables con ellos, Valentina. La ley está de tu parte y no tienes que rebajarte a su nivel. 


Leandra: ¡Miserables! Son unos desgraciados que no tienen corazón, ¡debería darles vergüenza! 
Vladimir: Podríamos demandarla por injurias y calumnias, ¿procedo?
Valentina: No me interesa. No tienen más cosas a las que pueda embargar...


La policía entró violentamente en la casa. 

Agente: Señorita, desaloje la vivienda inmediatamente.
Hilary: ¡Oiga! Esta es la casa de mi amiga y solo me iré si me lo pide ella.
Lulú: ¡Es mi casa! ¡No pueden hacernos esto!
Agente: Si ponen resistencia será mucho peor, obedezcan. 


Agente: ¡No se resista!
Hilary: ¡Socorro! ¡Esto es un abuso de la autoridad!
Agente2: Señorita, abandone la vivienda.
Lulú: ¿Es que no tiene corazón? ¡Esta es mi casa!


Leandra: ¡Usted puede parar esto, señorita Valentina! ¡Se lo ruego!
Valentina: ¿Me toma por loca? Wensubanc no es una ONG, y lo sabe. Además, ¡ni loca renunciaré a esta casa!
Leandra: ¡Se arrepentirá de esto! ¡Pagará por el daño que no está a
haciendo!
Vladimir: Está infringiendo la ley, señora. Eso es una amenaza.Valentina, ¿deseas denunciar a esta gente? 
Valentina: Sí, me han amenazado de muerte. Temo por mi seguridad.
Vladimir: Me encargaré de todo.
Lilu: ¡Suélteme!
Papuchi: ¡Mal nacidos! ¡No toquen a mi familia!


La policía sacó arrastras a Lilu y su familia de la casa. Los iban metiendo uno a uno en el furgón policial. Leandra intentaba ablandar el corazón de Valentina por última vez.


Leandra: ¡Señora Summers! ¡Le ruego que detenga esto! ¡Solo necesitamos más tiempo para reunir el dinero!
Valentina: Le habría contratado como la chacha de la limpieza, pero después de sus amenazas...no puedo sentirme segura a su lado.


Uno de los agentes golpeó a Chiluca en la cabeza cuando esta le mordía el zapato. Se escuchó un crujido y Chiluca quedó tendida en el suelo, inmóvil.

Lilu: ¡Chiluca, no!
Agente4: ¡Te has pasado! 
Agente5: ¡Me estaba mordiendo el zapato!


Papuchi: ¡La han matado! ¡Asesinos!
Agente: ¡Es solo un perro! Ustedes se lo han buscado, por poner resistencia.


Vladimir: Esta mujer a amenazado a mi cliente, ¡llévense la! Deseamos poner una denuncia en la comisaría.
Leandra: ¡Espero que te gastes toda la fortuna que has amasado en medicamentos!
Valentina:  No pagas, me quedo con la casa. Es así de sencillo. Aunque esta casa no cubre ni la mitad de la deuda...tendrás que trabajar mucho para reunir todo el dinero.


Lulú: ¡Ayuden a mi hermana, please! ¡¿Cómo está Chiluca?!
Agente: Entre al furgón, obedezca.


Agente: Te has pasado Pablo, esto no era necesario...
Lilu: ¡Chiluca! ¡Han matado a mi pequeña! ¡Asesinos! ¡Chilu, no te mueras mi nena! ¡Noooo! ¡Tú no!


3 comentarios:

  1. Hola Wensus! Menuda historia!Me ha gustado mucho!!¿¿¡¡Qué pasará!!??

    Saludos,

    (soy Àlex, aunque siempre sale la foto de mi madre!)

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  2. ¡No puede ser! ¡Pobre Chiluca! El policía se ha pasado cuatro pueblos¡Pero qué es eso de darle una patada a un animalico indefenso!¡Espero que se recupere y todo quede en un susto! Una banda de piratas anti-desalojos había hecho falta ahí haciendo cara a la policía. Muy graciosas las fotos del desalojo, como se los llevan arrastrados y la criada Ann es guapísima :-).
    ¡Estupenda historia! Espero que nos hagas mucho sufrir con Chiluca y pronto tengamos noticas buenas sobre su salud en otra historia ;-).

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  3. ¡Chiluca! ¡Nooooooooooo! Pongo a tu disposición mi clínica veterinaria, seguro que allí se recupera en un pispás. Aparte de eso, una historia muy de estos días, cuando los bancos se están quedando con las casas de mucha gente, y muchos que antes vivían bien se ven en la puerta de la calle... como siempre con unas fotos de primera, ¡a ver cómo sigue!

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