viernes, 6 de septiembre de 2019

Fiesta en el pantano - Capítulo 02: La fiesta

Fiesta en el pantano

Capítulo 02

La fiesta

Había una gran fiesta en el pantano. Muchos chicos habían recibido mensajes en los que se anunciaba "la mayor fiesta del verano". Era una fiesta clandestina, solamente apta para adolescentes que "estuviesen en la onda". Ese mensaje le llegó a Kim y propuso al grupo de amigos ir.

Junior sabía que era peligroso y sus padres le tenían prohibido pasear solo por el pantano, pero no quería ser el plasta del grupo. Ya tenía bastante con los insultos y vejaciones de Charlie y su pandilla. Era una fiesta y habría mucha gente, ¿que podía salir mal? Se apuntaron todos, inclusive Charlie y Dalia, los enemigos número uno de Junior.

Kim caminaba junto a Manolete, que la miraba de arriba a bajo. Ella estaba encantada, pues día sí y día también, le regalaba cosas. Era casi como tener un esclavo a sus pies. Jugueteaba con él, lo seducía, pero nunca llegaba más allá. Para ella, era un juego. Le gustaba sentirse deseada.

Manolete: ¿Vas bien?
Kim: Sí, aunque odio tener que caminar tanto.
Manolete: Estás muy guapa...
Kim: ¿Crees que estoy guapa? 


Manolete: Mucho, me molas mazo. ¿Cuando me darás otro beso?
Kim: Ya veremos.
Manolete: Ojalá sea pronto.
Kim: Cuidado, que nos escucha Renzo.


Renzo: ¿Molará esa fiesta?
Willy: Eso espero. A mi es que no me van mucho las fiestas, pero bueno. 
Renzo: Vamos, Willy. Tienes que dejarte llevar. Somos jóvenes y nos merecemos divertirnos.  Un poco de diversión no te hará daño, ¿no crees?
Willy: Supongo que no. Me he traído algunos libros, por si me aburro.


Flavia: Emma, no dejas de mirar a Willy...
Emma: Ehhh, no...
Flavia: Si es guapísimo, normal que lo mires. Sé que te gusta. Deberías decirle algo.
Emma: No, me da vergüenza. No querrá nada conmigo...él merece una clack mejor que yo.
Flavia: ¡Tonterías!
Emma: Mírame, yo no soy tan guapa como Kim ni voy tan a la moda...
Flavia: Eres guapísima, nada que envidiar a Kim. Déjate de tonterías y habla con él, ¡se nota que entre vosotros hay chispa! 


Emma: Me gusta mucho, Flavia...pero no quiero estropearlo todo. Prefiero seguir siendo su amiga.
Flavia: Mira que eres pesimista, amiga.


Jorgito: Estoy cansadísimo, ¿falta mucho?
Junior: Creo que estamos ya cerca.
Jorgito: Es extraño, una fiesta en un sitio así.


Charlie: ¡Rariiito! ¡Jejeje!

Charlie y sus amigos se metían siempre con Junior. Lo llamaban rarito y era víctima de sus abusos. Le habían pegado en varias ocasiones, le robaban y lo humillaban. Junior estaba viviendo un infierno, pero no se lo decía a nadie. Por culpa de esto, su rendimiento en el instituto había bajado considerablemente. Dalia, la mejor amiga de Charlie, era la que le frenaba algunas veces, consciente (a medias), de lo mucho que se pasaba. Dalia tenía una familia complicada, muchísimos problemas y no era muy consciente del sufrimiento que padecía Junior a causa de su amigo.

Charlie: Mira que eres feo, rarito. Jejejeje.
Dalia: Jejeje.
Junior: Déjame en paz.
Charlie: Me tienes hasta las narices. Espera que te pille, se te quitará la tontería de encima.
Junior: Yo no te he hecho nada.
Charlie: Te dije que me tenías que pagar por no pegarte. No has cumplido, rarito.


Dalia: ¿No te dio 30 cleuros?
Charlie: Sí, pero eran 60. Le voy a patear esa cara de muerto que tiene. Si no cumples mis normas, apechuga con las consecuencias.
Dalia: ¿No crees que es pasarse? 30 cleuros no está mal.
Charlie: Quiero 60 cleuros.


Charlie: Ve con ojo, rarito. En cuanto pueda, te daré un buen escarmiento. Tienes que aprender la lección y veo que contigo solamente funcionan las palizas.
Dalia: Dale 30 cleuros, Junior. Así te olvidas de problemas.
Junior: No tengo dinero.
Charlie: ¿Ves? Le gusta retarme...


Llegaron a la fiesta. Había muchos adolescentes bailando y bebiendo. Un DJ vestido de negro pinchaba los temas actuales más de moda. La gente estaba encantada. La bebida era totalmente gratuita.


Dos hombres vestidos de negro eran los organizadores de la fiesta. Timy, un hombre joven y sonriente era el encargado de dar la bienvenida a los chicos y ofrecerles bebidas gratuitas. Madison, un hombre pelirrojo y más serio, supervisaba que todo estuviese bien. Vigilaba que a ninguno le faltase su bebida.

Madison: Hermano Timy, ahí llegan más chicos. Asegúrate de que se lo pasan bien y que no les falta bebida.
Timy: Sí, hermano Madison.


Manolete: Hola, ¿es aquí la fiesta?
Timy: Así es. Bienvenidos.
Kim: ¿Una fiesta al aire libre?
Timy: Sí, para disfrutar de la naturaleza. Esta zona es boscosa, por lo que se está realmente bien. Por favor, no os quedéis ahí. ¡Hay bebidas gratis para todo el mundo!
Renzo: Que tipo más raro, ¿no?
Kim: Parece simpático, aunque su forma de vestir es deprimente. 


Timy: La fiesta está muy animada. Como podéis comprobar hay mucha gente pasándolo bien. Ahora os traigo bebidas para todos.
Willy: ¿Que tipo de bebidas?
Timy: Una muy especial, ya veréis. 


Se unieron a la fiesta. Algunos se fueron a bailar y otros a dar un volteo. Timy ofreció bebida a Kim, Manolete y Renzo. Agradecieron el ofrecimiento y bebieron. Estaban sedientos.

Manolete: Está rico.
Renzo: Sabe a mora.
Kim: Parece zumo de mora y algo más. ¿Qué es?
Timy: Es una receta secreta que no podemos desvelar...aunque uno de sus ingredientes es la mora.
Kim: Lo sabía. ¡Está muy rico!


Flavia y Emma hablaban animadas. Timy apareció con dos botellines en la mano.

Timy: Tomad, chicas. Os gustará.
Flavia: Gracias.


Willy: Emma.

Flavia agarró la botella y dejó a Emma y Willy solos. Timy se quedó con la botella para Emma en la mano.

Emma: Hola.
Willy: ¿Te apetece dar un paseo?
Emma: Vale.
Willy: Me agobia tanta gente.
Timy: Tomad, os podéis llevar la bebida y os refrescáis. 


Emma: Mejor luego, cuando volvamos.
Willy: Hace años estuve por aquí y conozco un sitio espectacular. Ya verás, mola mucho.
Emma: Guay.
Timy: ¡No tardéis mucho!


Charlie: ¡Ey, rarito!
Junior: ¡Oh, no!
Charlie: ¡Vamos a por él!


Junior salió corriendo. Charlie y Dalia lo seguían a toda velocidad. 

Charlie: ¡Te vas a enterar, nenaza!
Junior: ¡Déjame en paz!
Dalia: ¡Charlie, espera!


Se alejaron bastante de la fiesta. Corrían por una zona boscosa. 

Charlie: ¡No corras, cobarde!
Dalia: ¡Charlie, volvamos a la fiesta!
Charlie: ¡Le tengo que dar su merecido!


Junior tropezó con una raíz y cayó al suelo. Fue un buen golpe. Se quedó ahí tirado, intentando recuperarse. Charlie y Dalia llegaron hasta él.

Charlie: ¿Pensabas que podías huir de mi? Menudo payaso estás hecho.
Junior: Por favor, déjame tranquilo...
Charlie: No cumples mis normas, rarito.
Junior: Por favor, Charlie..
Junior: Deja de llorar, nenaza.


Sin avisar, pateó el estómago de Junior con todas sus fuerzas. Junior gritó dolorido.

Dalia: ¡Te estás pasando, tío!
Charlie: ¡Así aprenderá!

Volvió a patearle el estómago y luego en la cara.

Junior: ¡Ahhhh!
Dalia: ¡Se te va la pinza, Charlie!
Charlie: Ahora queda el toque final.


Se disponía a golpearle de nuevo en la cara, pero un gritó lo detuvo.

Desconocida: ¡Ehhh! ¡Déjalo en paz!
Charlie: ¿Quién es esa?
Dalia: No lo sé...


Era un chica con el pelo azul. Llevaba una gorra rosa y una blusa blanca a rayas azules y rosas. Vio lo ocurrido y gritó desde la distancia. Estaba paseando, alejada de la fiesta.

Desconocida: ¡He dicho que lo dejéis en paz!


Corrió hacia ellos. Charlie y Dalia salieron corriendo y dejaron a Junior allí tendido, retorciéndose de dolor.

Desconocida: ¡Fuera de aquí!
Dalia: ¡Corre, tío!
Charlie: ¡Vamos a la fiesta!

Junior consiguió sentarse. Le dolía la cabeza y el estómago, pero conforme pasaban los minutos, el dolor iba disminuyendo. 


La chica llegó hasta Junior. Era de su misma edad, aunque Junior no la había visto nunca.

Desconocida: ¿Estás bien?
Junior: Sí...

Casi no podía ni hablar. Era la clack más bella del Playmundo. Siempre había pasado de las clacks, burlándose de Renzo por su amor por Kim. Para él las clacks eran seres incomprensibles con las que no quería tener nada que ver. Ahora, todo eso había desaparecido.

Desconocida: Menudos idiotas. Odio a los matones. ¿De verdad que estás bien?
Junior: Sí...
Desconocida: Pareces conmocionado.
Junior: ...


Desconocida: Me llamo Azur. ¿Y tú?
Junior: Eh...me llamo...Junior, me llamo Junior.
Azur: ¿Estás en la fiesta?
Junior: Sí.
Azur: Yo también, pero me aburría. Junior, ¿seguro que estás bien? Pareces ido...

Junior no era capaz de hablar. No por los golpes, si no por Azur. Era la primera vez en su vida que su corazón latía de esa manera.


Continuará

1 comentario:

  1. ¡Qué bonito que Junior se haya enamorado! Y además de esa clack que parece tan buena persona, ¡me encanta! Odio a Charly, aunque no siento lo mismo por Dalia. Dalia me parece buena en el fondo y me da pena que se deje llevar tanto por Charly, aunque también intenta detenerlo, que es lo que me gusta, pero no tiene tanto poder de persuasión como para hacer cambiar de actitud a su extraño e impío amigo. Me da rabia Kim, tan superficialista como siempre. Quiero que Renzo se dé cuenta de cómo es y la mande a paseo. Me gustaría mucho que Emma se le declarase a Willy. Creo que el sitio al que la lleva Willy va a ser el perfecto para que se desarrolle ese momento. No me fío ni un pelo de los organizadores de la fiesta. Estoy totalmente convencida de que es una trampa y de que esas bebidas no son nada bueno. Estoy segura de que los atontarán o algo así y que la cosa va a acabar muy mal. De momento, Junior, Emma, Willy y Azur están fuera de la fiesta, lo que de momento creo que los mantiene a salvo.
    ¡Estoy deseando saber cómo continúa! No me esperaba para nada que la historia del pantano de este año fuese así. ¡Me has sorprendido mucho!

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