Capítulo 04
Cambio de planes
Anne bajó las escaleras lo más rápido que pudo. Lo único que le daba esperanzas es que el fantasma parecía algo lento, por lo que tenía un poco de ventaja. Escuchó al fantasma hablar, pero no se quiso quedar para averiguar lo que estaba diciendo.
Al llegar a la cocina, otro fantasma apareció desde el comedor. Gritó desesperada. No entendía nada. Andrew no se parecía en nada a estos fantasmas. Ellos querían hacerle daño sin que ella les hubiese hecho nada malo.
Anne: ¡Andrew! ¡Ayúdame!
Perdió el equilibrio y cayó al suelo aterrada. No podía mover las piernas. Aquel fantasma se acercaba lentamente a ella.
Josh: ¡Soy un fantasma muy malo! ¡Vas a sufrir mi ira! ¡Boooooh!
Anne: ¡Socorro! ¡Ayúdame Andrew!
Andrew acudió a la ayuda de su amada. Al verla en el suelo, a merced del falso fantasma, entró nuevamente en cólera.
Apareció sobre la mesa de la cocina. Anne, aprovechó el momento y salió corriendo hacia el comedor. Josh, totalmente desconcertado, se quedó mirando al verdadero fantasma. El miedo lo embargó por completo y era incapaz de moverse.
Josh: ¿Qui-quién eres tú?
Andrew: ¡¿Cómo osas molestar así a una dama?! ¡Alma putrefacta! ¡Nadie molesta a mi amada!
Un cuchillo que se encontraba sobre un mueble de la cocina salió disparado hacia Josh y se le clavó en el ojo.
Andrew: ¡Reúnete con tu dios, alma impura!
Josh se tocó la cara e incrédulo, cayó al suelo fulminado. Andrew se había pasado años asomado a la ventana, viendo la vida pasar. Su espíritu perdido y amargado, no tenía motivos para marcharse pero tampoco para quedarse. Simplemente se limitaba a residir en la que fue su casa en vida. Jamás había intervenido en nada que tuviese que ver con los vivos, pero Anne lo había cambiado todo. No podía consentir que hiciesen daño a la humana que amaba.
Anne no sabía muy bien lo que debía hacer. Temía encontrarse con más fantasmas en su casa, pero no deseaba dejar solo a Andrew. No sabía que su cuñado había presenciado lo ocurrido. Escondido tras el sofá, salió decidido a vengar la muerte de Josh. A sus ojos, ella había sido la que lo había matado.
Saltó sobre ella y la agarró del cuello.
Anne: ¡Howard!
Howard: ¡Asesina! ¡Loca del demonio! ¡Acabaré contigo!
Anne: ¡Arrggg!
Apretaba su cuello con la clara intención de asfixiarla. Anne no logaba zafarse de él. Howard era un hombre obeso y se había colocado sobre ella.
Haze: ¡¡Howard!! ¡¿Qué demonios estás haciendo?!
Haze entró en la vivienda. Anne, al ver a su hermana, corrió a su lado para buscar refugio en ella.
Anne: ¡Se ha vuelto loco! ¡Quiere matarme!
Haze: Howard, ¿me explicas lo que está ocurriendo?
Howard: Tu hermana es una psicópata, querida. Ha matado a Josh.
Anne: ¿Quién es Josh? Hermana, yo no he matado a nadie. Hay fantasmas en esta casa...
Howard: Te lo mostraré.
Haze: Aguarda aquí, hermana. No debes preocuparte, yo te protegeré.
Howard la acompañó a la cocina y le mostró el cadáver de Josh en el suelo. Haze gritó espantada ante semejante escena.
Howard: Te lo he dicho, tu hermana está completamente loca.
Haze: ¿Ha sido ella?
Howard: ¿Quién si no? Es la única que estaba aquí con Josh cuando ocurrió.
Subió a la habitación de Anne y vio el cadáver de Kevin. Bajó rápidamente para informar a Haze. Tenía ganas de vomitar.
Haze: Mi hermanita está más loca de lo que yo pensaba...
Haze se acercó al cadáver y le sacó el cuchillo. Estaba bien clavado, por lo que tuvo que hacer mucha fuerza.
Howard: ¿Qué haces? ¡No toques eso!
Haze: ¡Alguien tendrá que solucionar todo este desaguisado!
Haze le mostró el cuchillo a su marido, que lo miró asqueado.
Howard: ¿Qué pretendes hacer con eso?
Haze: A mi pobre hermana la entraron a robar. Consiguió deshacerse de los ladrones, pero la hirieron gravemente y finalmente murió.
Howard: ¡Gran idea!
Haze: ¡Anne, puedes venir! ¡Ya no hay peligro!
Anne se acercó temerosa. Miraba a Howard desconfiada.
Haze: Howard creyó que eras un fantasma. No pretendía hacerte daño, ¿verdad?
Howard: Disculpa, es que pensaba que eras uno de ellos.
Anne: ¿Y qué hacías aquí a estas horas?
Howard: Escuché gritos cuando pasábamos por aquí.
Haze: No abrías la puerta y le pedí que entrase para saber que estaba ocurriendo. Hermana, todo está bien.
De pronto, Andrew apareció ante Haze. Al verlo, su primera reacción fue atacarle con el cuchillo. Se lo clavó en todo el pecho.
Haze: ¡Muere! ¡Muere!
Anne: ¡Nooooo!
Andrew desapareció y en su lugar, estaba Howard. Haze había intentado apuñalar a un fantasma pero lo había atravesado apuñalando mortalmente a su marido.
Haze: Howard, lo siento...
Howard: Haze...
Haze: ¡Howard!
Howard cayó al suelo. La herida era mortal, por lo que dejó de respirar en el acto. En la puerta, Kamia había visto como apuñalaba a Howard. Preocupada por la salud mental de Anne, había decidido ir a ver si se encontraba bien. Nunca pensó que sería testigo de asesinato.
Kamia: ¡Lo ha matado!
Haze: ¿Eh? ¡Kamia! No, no es lo que parece. ¡Ha sido un espíritu!
Kamia: ¡Voy a llamar a la policía!
Kamia salió corriendo a pesar de los ruegos de Haze para que la escuchase.
Haze: ¡Todo es un malentendido! ¡El fantasma me confundió!
Kamia: ¡Es usted la loca, no su hermana!
Muy enfadada, fue hasta Anne y la agarró del cuello.
Anne: ¡Por tu culpa!
Anne: ¡Hermana! ¡Yo no tengo culpa de nada!
Anne: ¡No haces más que complicarme la vida! ¡Eres la culpable de todos mis problemas! ¡Voy a acabar contigo!
Continuará...





















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