sábado, 13 de octubre de 2018

Cutreman: La invasión de los extraterrestres verdes

Capítulo 01: Atasco en la carretera


Suselle, Pradito, Dante y sus amigos esperaban junto a más compañeros el autobús escolar. Había sido un día intenso en el colegio. Aquel no era un día cualquiera, no para los fieles seguidores de las aventuras de Cutreman. Se estrenaba en exclusiva la primera película de Cutreman en televisión, después de meses de promociones en todos los medios de comunicación. Todos estaban deseando llegar a casa para verla y no podían ocultar el nerviosismo por su estreno.


Suselle y Pradito hablaban animadamente mientras esperaban el bus. No había sido un día precisamente fácil, pero lo importante es que lo habían conseguido superar.

Pradito: Te lo digo en serio, Suselle. Yo creo que el profesor de mates me tiene manía. Me daban ganas de ponerle pegamento en la silla o escribir en la pizarra que es un pesado de campeonato.
Suselle: Es muy intenso, pero no creo que te tenga manía. Quiere que aprendas, Pradito.
Pradito: ¿Y por eso tengo que salir tantas veces a la pizarra? Bueno, por lo menos mañana ya es sábado y no lo volveremos a ver hasta el lunes.
Suselle: ¡Y dan Cutreman en la tele! Por fin, llevamos mucho tiempo esperando este momento.
Pradito: ¡Seeeeeh! Me muero por verla.


Karim: La peli de Cutreman tiene que ser la caña, tío.
Dante: ¡Ya te digo! Seguro que es para flipar en colores. 
Karim: Y salen más superhéroes. Megacerdo y Patty Nadora.
Dante: ¡Oh, sí! Estoy enamorado de Patty, ¡es la  clack más guapa del mundo!
Karim: ¡Y la más valiente!


Suselle: Hola, Walter.
Suselle: Hola, chicas. ¿Vais a ver la peli de Cutreman?
Pradito: Claro, no me la pienso perder por nada del mundo.
Walter: Ni yo.
Suselle: Me ha gustado mucho tu redacción, Walter.
Walter: ¿De veras? Gracias. La tuya también mola.
Pradito: Y la mía, ¿verdad?
Walter: Sí, mucho.


Dante estaba muy impaciente. El bus llevaba un minuto de retraso y no estaba dispuesto a consentirlo. Se levantó del asiento de la parada y se puso a mirar de un lado para otro de la carretera.

Dante: ¡Se está retrasando! Al final nos perderemos el principio de le peli.
Pradito: Es verdad, tarda mucho.
Suselle: No creo que se demore mucho más.
Walter: A mi me viene a buscar mi madre.


Piii, piiiiiiii

En ese preciso momento, llegó Sabrina con el coche de John, su marido. Se lo cogía prestado cuando lo necesitaba. Había decidido ir en busca de su hijo para que no se perdiese la película de Cutreman. Lo que nadie sabía es que ella era también una fan del personaje y no estaba dispuesta a perderse la película ni a consentir que Walter se la perdiese. Le gustaba comentar con él la película y ponerse morados de pastelitos.

Suselle: ¡Mira, es tu madre!
Dante: ¡Jolin, que suerte!
Walter: ¡Mamá! Le voy a decir si podemos llevaros en coche a casa.
Suselle: ¡Oh, gracias!


Sabrina abrió la puerta del copiloto y saludó a su hijo.

Sabrina: ¡Hola, cariño! Venga, que no quiero que te pierdas la película y vamos justos de tiempo.
Walter: ¡Hola, mami!

                                      

Walter subió de un saltó al coche y le dio un beso a su madre.

Walter: Mamá, ¿podemos llevar a alguno de mis amigos a su casa?

Sabrina cerró la puerta de inmediato y activó el seguro en todas las puertas.

Sabrina: ¿Los hijos de Sus y Diamante? ¡Ni muerta! Ya te he dicho que no te juntes con esos, son mala gente.
Walter: Mamá, que son mis amigos...
Sabrina: He dicho que no.
Walter: ¿Y Pradito?
Sabrina: ¿La hija postiza de Duclack? ¡De eso ni hablar! Dicen que es un bicho, que la lía allá por dónde va. Además, a la hija de Duclack no la subo a mi coche por nada del mundo. No te juntes con esa tampoco, es mala influencia para ti.
Walter: ¡Mamá, eso es mentira!
Sabrina: Pasa de esos, ya me tienes a mi. Venga, no perdamos más tiempo.



Pasados un par de minutos, apareció el bus escolar. Los niños saltaron de alegría y se apelotonaron para subir. El conductor del bus se llama Otto, un hombre muy simpático que cae bien a todos los niños. Está soltero y vive solo en un mini piso en el centro. Se pasa su tiempo libre jugando a videojuegos y viendo series de televisión.

Dante: ¡Por fin!
Otto: Lo siento, colega. Hay mucho tráfico.


Dante subió como un rayo, sin perder un segundo.

Dante: ¡Que nos vamos a perder la peli de Cutreman!
Otto: Yo me la bajaré de Internet.
Suselle: Nuestros padres no nos dejan hacer eso. Es ilegal, ¿lo sabías?
Otto: No lo sabía...gracias por la información...


Pradito y Suselle tomaron asiento. 

Suselle: ¿Al final vendrá Duclack a buscarte? No quiero que te vayas todavía...
Pradito: No, sigue todavía en Egipto. Hasta que no encuentre a Sebastián no vendrá. La echo de menos...y a Sebastián.
Suselle: No te preocupes, Duclack lo encontrará y pronto estaréis todos juntos. Al menos podemos dormir juntas en mi cuarto. Este finde le pediremos a mi padre que nos lleve a los bolos.
Pradito: ¡Mola!


El bus avanzó un par de kilómetros y se detuvo. Los niños comenzaron a protestar y pronto el ambiente se comenzó a caldear.

Dante: ¡Llegaremos tarde!
Otto: Lo siento, colega. Hay tráfico. No sé que es lo que pasa, pero esto no avanza.
Pradito: ¡Córcholis! 
Karim: ¡Una tortuga va más rápida!


Dante: ¡Jolin!
Otto: Paciencia, niños. Llegaréis a tiempo para ver Cutreman, ya lo veréis.


A Lilu y Chiluca también les había pillado el atasco. Lilu conducía su coche descapotable color blanco. Con su nuevo look tras lo ocurrido en el barco y la ruptura definitiva con Duque. Había conseguido levantar cabeza, aunque todavía le dolía pensar en su ex.

Lilu: Chilu, tenemos para rato.
Chiluca: ¡Guau guau guau! (¡He quedado con Hurto en el centro comercial!)
Lilu: Lo sé, amor. Llegaremos tarde al trabajo, pero no podemos hacer nada. Hoy voy a trabajar menos que el Ratoncito Pérez en un asilo de ancianos. 


Cecilia iba a pasar el fin de semana en la montaña, con unas amigas. Estaba deseando llegar, pero antes tenía que pasar a recoger a una de sus amigas.

Cecilia: Vaya, está claro que hoy llegaré tarde...


Encendió la radio y salió una canción que le recordó lo ocurrido en el crucero. Era la canción que interpretaron las Playgirls aquella fatídica noche del naufragio. Recordar aquello la entristeció. Apagó la radio y se limpió las lágrimas.

Cecilia: No voy a permitir que la tristeza invada mi corazón. Tengo que pensar en cosas positivas.


Alicia e Izan también estaba atrapados en aquel atasco.

Alicia: No deberíamos haber venido...
Izan:Cariño, es el cumpleaños de tu hermana.
Alicia: Lo sé, pero odio todo esto. Atascos, ruido, estrés...
Izan: Te has acostumbrado a la vida en el pantano. 


Alicia: Así es. Me encanta vivir allí, lejos de todo esto.
Izan: Y a mi, pero no pasa nada por venir de vez en cuando. Podríamos haber venido en mi avioneta.
Alicia: Ya sabes que no me gusta mucho volar...
Izan: Ni ir en barco...
Alicia: He sufrido un accidente aéreo y un naufragio...prefiero ir en coche o caminando. ¿Puedes ver algo?
Izan: No, el bus escolar no me deja ver que es lo que ocurre.  


A pesar de haber pasado a recoger a su hijo al colegio antes que pasara el bus, también estaban atrapados en el atasco. Sabrina podía ver de primera mano la razón del atasco. El camión de la basura se estaba parando cada dos por tres a vaciar contenedores.

Sabrina: ¡Esto es increíble!

¡Piiiii, piiiiiiiiiiiiii!

Tocaba el claxon una y otra vez para meterles prisa.

Sabrina: ¡Estas no son horas para ponerse a recoger basura!
Walter: No pasa nada, mamá.
Sabrina: ¡Claro que pasa! 


El conductor del camión de basura y el copiloto, estaban acostumbrados a los pitos de protesta de los conductores.

Juanito: Mira la loca esa de atrás. Se va a romper la mano tanto tocar el pito.
Pepe: Ozú, que pezá que eh, chiquillo. Via a cogé ezoz contenedoreh.
Juanito: No corras, Pepe. Te puedes hacer daño. A ver si se cree la gente que hacemos esto por amor al arte. Cumplimos órdenes, nada más.
Pepe: Ya te de digo, quillo.


¡Piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, piiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!

Sabrina: ¡Que es para hoy!
Pepe: ¡Ya voy, muhé! Tranquila, que voy to lo rápido que pueo.


Pepe cogió uno de los contenedores y lo empujó hacia el camión. El mecanismo se ocuparía del resto. Sabrina abrió la puerta del coche y se asomó indignada.

Sabrina: ¡Esto se hace por la noche, no ahora! ¡Aparte el camión y deje que pasemos!
Pepe: Ezo no lo puedo hacé, muhé. Ezpera que voy to rápido.


Sabrina: ¡Que nos vamos a perder Cutreman!
Pepe: Po no ma llamo Cutreman la joía. ¡Zin inzultar, zeñora! 
Sabrina: ¡Que se aparte!

Juanito accionó el mecanismo y el container empezó a vaciar el contenido en el camión.


Sabrina bajó finalmente del coche y fue a por Pepe, que dejaba el primer container de nuevo en su sitio.

Sabrina: Perdona, es que necesito llegar a casa cuanto antes. He dejado a mi abuela sola y le puede ocurrir algo terrible.
Pepe: No tardo nah. Ezpere un momentito.
Sabrina: ¡Mi abuela puede morir!
Pepe: Ya claro, y yo voy y me lo creo. ¡Que no eh la primera que me dicen ezo!

                                      

Pepe fue a por el segundo container y siguió trabajando. Eso enfureció mucho más a Sabrina.

Sabrina: ¡Si mi abuela se muere le denunciaré!
Pepe: ¡Cántame, me dihite, cántame, a la zombra de loh pinoz! ¡Lala laaa, lararita la la laaa!
Sabrina: ¡Idiota!


Se subió al coche y miró a Walter muy seria.

Walter: No pasa nada, mamá. Ya lo volverán a dar otro día...
Sabrina: Y un cuerno. Agárrate bien fuerte, cariño. No nos vamos a perder Cutreman por estos basureros de pacotilla.
Walter: ¡Mamá!
Sabrina: ¡Allá vamos!

Arrancó y aceleró. Pepe se tuvo que tirar a un lado para no ser atropellado. Los contenedores cayeron al suelo esparciendo toda la basura.

Pepe: ¡Zocorro!
Sabrina: ¡Chúpate esa!
Juanita: ¡Está loca!
Walter: ¡Mamaaaaaá!


Pasó por el lateral del camión de basura, pero no llegó a tocarlo. Faltó poco para aplastar bancos y mobiliario urbano.

Pepe: ¡Eh una lunática!
Juanito: ¡Y va con un niño! ¡Se debe haber escapado de un psiquiátrico!
Sabrina: ¡Hasta nunca, pringaos!


Pepe y Juanito observaban como se alejaba a toda pastilla.

Juanito: ¡La matrícula! ¿La has memorizado?
Pepe: ¿Yo? ¡Zi cazi me muero de un infarto, chiquillo!
Juanito: Será mejor que nos tomemos un descanso.


Gracias a la mala acción de Sabrina, el atasco desapareció. El camión se apartó y los vehículos pudieron seguir su camino. Pronto, el bus llegó a la parada de Pradito, Suselle, Dante y otros más. Diamante esperaba a los niños sentado en la parada. Siempre los recibía ahí y los acompañaba a casa. Eran grandes, pero Sus insistía en no dejarlos solos.

Dante: ¡Por fin!
Otto: Al final hemos llegado a tiempo, colegas.
Pradito: ¡Eres el mejor!
Otto: Lo sé, pequeña. ¡Ya me contaréis que tal está la peli!


Dante: ¡Cuenta con ello! ¡Corre, abre la puerta!
Otto: Ya voy. ¡Hasta el lunes!
Dante: ¡Chao!


Pradito: ¡Adiós, Otto!
Suselle: ¡Hasta el lunes!
Karim: ¡Adiós, colega!
Otto: ¡Adiós, niños!


Bajaron corriendo del bus y pasaron de saludar a Diamante. Este los miraba asombrado.

Diamante: ¡Ey, que estoy aquí!
Dante: ¡No hay tiempo, papá!
Pradito: ¡Vamos tarde!
Diamante: Pero...
Suselle: ¡Beso voladoor!

Suselle le mandó un beso con la mano sin detenerse.


Se despidieron de Karim mientras corrían. Diamante no podía dar crédito.

Diamante: ¡No sé para que vengo a buscaros! ¡Niñoooos!


Pradito: ¿Habrá empezado ya?
Dante: ¡Todavía no, pero falta poco!
Suselle: ¡Esperadme!


Dante fue a abrir la puerta, pero estaba cerrada con llave.

Dante: ¡Jolin! ¡Papá, abre la puerta! ¡Rápido!
Diamante: ¿Os estáis haciendo pipi o caca? ¡No entiendo tanta urgencia!


Abrió la puerta y entraron escopeteados. Sus fue a recibirlos, pero también fue ignorada por los tres.

Sus: Hola, ¿eh? ¡Que estoy aquí!
Diamante: Se están cagando, Sus. Algo habrán comido en mal estado.
Sus: ¿Están malos?


Dante: ¡Que no es eso!
Pradito: ¡Van a dar la peli de Cutreman!
Sus: ¡Ahhhh! Es eso...Voy a prepararos la merienda.
Suselle: ¡Quiero galletitas!
Pradito: ¡Seeeh, las que tienen forma de conejitos!
Sus: Vale, ahora os las preparo. Pandy está durmiendo la siesta, no pongáis la tele muy fuerte.
Dante: ¡Viva, todavía no ha comenzado!
Suselle: ¡Yupiii!



Sus y Diamante fueron a la cocina a preparar la merienda. Cogió la caja de galletitas y preparó tres platos. Agarró un vaso para preparar el batido de cacao con leche.

Diamante: Yo también quiero.
Sus: ¿Batido con galletitas?
Diamante: Sí, y un trocito de bizcocho de melocotón.
Sus: Vale, ahora te lo preparo.
Diamante: ¡Guay!
Sus: Ay...


Sus se agarró al respaldo de la silla. Diamante fue hasta ella preocupado.

Diamante: ¡Sus! ¿Estás bien?
Sus: Son estas galletas...
Diamante: ¿Están malas?
Sus: No...pero su olor me da asco...y creo que me estoy mareando.
Diamante: Cariño, me estoy preocupando...
Sus: Diamante, no me encuentro muy bien...


Sus salió corriendo de la cocina.

Diamante: ¡Sus, a dónde vas!
Sus: ¡Voy a potar! ¡Qué ascoooo!
Diamante: ¡Sus!


La siguió preocupado al cuarto de baño. Sus no se solía poner mala y cuando lo hacía, la casa se venía abajo.

Sus: ¡Que no llego!
Diamante: ¡Sus!


Llegó justo a tiempo para vomitar en el inodoro.

Diamante: ¿Va todo bien?
Sus: Oh, no...no te preocupes. Algo me habrá sentado mal...¡Puaajjjj!
Diamante: Sus...¿Puedo hacer algo?
Sus: Tranquilo, no es nada. Hazme el favor, y lleva la merienda a los niños...
Diamante: ¿Quieres ir al médico?
Sus: No, ya estoy mejor. Esperaré un poco a que se me pase.
Diamante: Vale...


Los niños jugaban con sus muñecos de Cutreman, esperando a que les trajeran la merienda y empezase la película.

Dante: Me gustaría comprarme Patty Nadora.
Pradito: Yo prefiero tener a Megacerdo. Se lo voy a pedir a los reyes magos.
Suselle: Yo quiero a Patty, pero la edición especial. La que tiene dos vestidos extra y le cambia el pelo de color.


Después de merendar, se sentaron frente al televisor. Aplaudieron cuando la pantalla oscureció y la famosa canción de Cutreman comenzó a sonar. Seguidamente, apareció el título que daba nombre la película:

Cutreman: La invasión de los extraterrestres verdes


Continuará...




2 comentarios:

  1. ¡Qué capítulo tan divertido! Es diferente a todo lo que has ido publicando hasta ahora. Me encantan las historias que te hacen sonreír, en las que un hecho tan cotidiano y aparentemente sin importancia se convierte en lo más importante del mundo. En este caso, tenemos la vuelta del colegio con los niños muy nerviosos porque van a dar la película de Cutreman, jajajajaja. Me han hecho mucha gracia todas las escenas, desde ésas en las que todos están ansiosos por que llegue el autobús hasta cuando a Sabrina se le va la olla y empieza a correr con el coche casi atropellando al pobre Pepe. Qué graciosa su forma de hablar. Me he reído mucho con su actitud y con Sabrina; la que parece más niña que cualquiera de los niños que van en el bus escolar. Luego también me he reído cuando entran en tropel a la casa y tanto Diamante como Sus se quedan todo sorprendidos al ver que los niños ni los saludan ni nada. Es que los niños son así. Cuando algo les interesa, lo demás pierde importancia. Luego tenemos a Sus... A lo mejor me equivoco, pero estoy segura de que está embarazada. ¡Qué gracia! Aunque no sé si me apetece mucho que la pobre Sus esté otra vez embarazada... pero seguro que es eso lo que le pasa. Me encanta Suselle; creo que es la que más me gusta de todas. Me gusta mucho porque tiene cosas de otros personajes nuestros y la encuentro muy buena y sensible. Me encanta. Dante también me hace muchísima gracia. Con los demás todavía no he conectado mucho. Será porque ya conozco más a Suselle y a Dante. Me hace gracia cuando Sus dice que no pongan la tele muy fuerte porque Pandy está durmiendo. Y también me hace gracia cómo reflejas el mundo de los niños, no sólo en su actitud ni en lo que les gusta, sino cuando también habla de los muñecos, de las ganas de merendar... Parecen niños de siempre...
    ¡Sigue pronto la historia! ¡Estoy deseando saber qué pasa! Y también me ha gustado, por cierto, que introduzcas cosas sobre los personajes que estuvieron en la historia del crucero. ¡Qué guay!

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  2. ¡Qué gracioso este capítulo! Me encanta ver la vida cotidiana de los personajes. Es muy gracioso cuando Santina pierde los nervios en él atascos. También me ha hecho reír cuando cierra los seguros del coche, para que no entren Dante y Suselle y le dice a Walter que no se junte con ellos ni tampoco con Pradito. ¡Qué rabia les tiene! Jajajajaja. Otra cosa que me ha encantado son los muñecos de Cutreman con su pelucón pelirrojo. ¡Qué risa me ha dado al verlos! Y también el cesto nuevo de Pandy, donde duerme la siesta. Mira que es grande y ni ahí cabe del todo.
    El malestar de Sus también me ha gustado. Parece que la natalidad en Wensuland y en Clisandia va a subir el próximo año.
    Estoy deseando ver la continuación.

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