jueves, 5 de junio de 2014

Sed de sangre: Capítulo 10 - Un destino sin retorno

Aquel tren aguardaba paciente la llegada de todos sus pasajeros. Poco a poco llegaban cargados con sus respectivos equipajes. Muchos se marchaban solo por un tiempo y otros, como en el caso de Estrella, se marchaban para no volver. Vicrogo quiso acompañar a Estrella y Gallofa a la estación. Quería despedirse de su amiga y desearle toda la buena suerte del mundo. Cuando Estrella aceptó el trabajo, Vicrogo pensó que Wen sería cu compañero de viaje, no Gallofa. Cuando le comunicó que su intención era no volver, se entristeció. Desde siempre había sentido debilidad por su amiga, consciente de su duro pasado. 

Vicrogo: No comprendo nada... Puedes ir y volver, no significa que tengas que renunciar a tu vida aquí con los que te queremos. ¿Que ocurre con Wen? ¿Está de acuerdo con tu marcha?
Estrella: Mi querido Vicrogo, agradezco tu preocupación. Eres el mejor amigo que se puede tener. Wen y yo hemos terminado para siempre.
Vicrogo: Estrella...lo siento mucho...¿Seguro que para siempre? A veces solo se necesita un tiempo.
Estrella: No, las cosas ya están muy claras. Este trabajo me ayudará a olvidarme de él y de todos mis problemas. Viajar y fotografiar animales es más que un trabajo, es un sueño. Gracias por esta gran oportunidad. Te prometo que te enviaré unas fotografías fantásticas.
Vicrogo: En cuanto me sea posible, abriré la galería con tus obras. Estrella, te echaré de menos...
Gallofa: ¿Y a mi? Parece que a nadie le importa que me vaya...
Vicrogo: Pues claro que sí, Gallofa. Siento muchos que os vayáis los dos. 
Estrella: Yo también te echaré de menos. 


"Pasajeros con tren destino Aeropuerto, acudan a la vía 5. Su tren saldrá en cinco minutos."

Estrella: Debemos irnos ya.
Vicrogo: ¿Te has despedido de todos?
Estrella: No...no soy capaz. Es demasiado duro para mi...

Estrella reprimió las ganas de llorar pero sus ojos se humedecieron de lágrimas. Estaba tan triste que no sabía como era capaz de mantenerse en pie. Separarse de Wen y sus amigos era la decisión más dura que jamás había tomado. Lo amaba con todo su corazón, más que nunca. Le dolía pensar que amase a otra, aquello la martirizaba. Sinéad, la bella vampiresa. Aunque no tenía muy claro cuanta verdad había en ello, tenía claro que nada podía hacer contra aquella despampanante clack. Era bella y dulce. Su delicado rostro cautivaba a todo el mundo. Había mostrado ser inteligente, culta y muy cariñosa...sin duda había embelesado a Wen. Siempre había temido que esto ocurriera. Era una clack insegura y con muy baja autoestima.


Wen corría a toda prisa seguido de su hermana Sus. Suponían que tomaría el tren al aeropuerto, así que buscaban la vía 5. Sus estaba agotada, sentía que le fallaban las piernas y le faltaba el aire pero no podía dejar solo a su hermano, así que siguió corriendo sin parar.

Wen: ¡No la encuentro!
Sus: ¡Debe...debe estar por aquí! 


Wen: ¡Esa es la vía 5! ¡Vamos, Sus!
Sus: ¡Hago todo lo que puedo! 

La gente los miraba curiosos. No tenían más remedio que apartar a la gente que se detenía obstaculizando su camino. Muchos gritaban enfadados y otros miraban sorprendidos.

Sus: ¡Disculpe! ¡Lo siento, caballero!


Wen: ¡La veo! ¡Allí está!
Sus: ¡Está a punto de subir al tren! ¡No te detengas, Wen!
Wen: ¡Estrella! ¡Espera! ¡Estrella!



Su corazón dio un vuelco cuando escuchó su nombre. Al ver a Wen frente a ella, sintió ganas de lanzarse a sus brazos y llorar desesperada. 

Wen: ¡Estrella!
Estrella: Wen...
Wen: No te vayas, por favor. Estás equivocada, no amo a Sinéad. 
Estrella: Eso no es lo que dice tu diario...ni lo que has ido demostrando todos estos meses.
Wen: Estaba confundido, es todo. Solo te amo a ti, amor mío. No te vayas, solamente te amo a ti.
Estrella: No soy tonta, aunque muchos lo piensen. No niegues la realidad. Wen...no es solo lo que he leído en tu diario, es todo. Tu comportamiento conmigo...y todas las cosas que me has ocultado...me he dado cuenta que no confías en mi y que tu amor por mi no es tan fuerte como pensaba. Amas a Sinéad, la vampi...ya sabes. No es necesario que finjas por pena.


Wen: Amor, comprendo que desconfíes, es lógico. Sí, siento atracción por ella, pero no la amo. Quiero estar contigo. Hablé con ella y me dijo que amaba a Eros, no hay nada entre nosotros.
Estrella: ¿Ella te rechaza y soy tu segundo plato?
Wen: No, eso no es así. Escucha, ahora tengo las cosas claras. Te quiero solo a ti.
Estrella: Pues ahora soy yo la que no tiene las cosas claras...


Wen: Vamos, cariño...olvidemos lo ocurrido.
Estrella: No puedo, Wen...te quiero mucho pero has destruido mi confianza hacia ti. 
Wen: ¿Que puedo hacer para que vuelvas a confiar en mi? ¡Haré lo que haga falta! 
Estrella: Wen...nunca encajé en tu mundo. Sinéad me a abierto los ojos. Estas semanas en las que me has rechazado, ocultado cosas y despreciado me han hecho pensar. Por ella te has desvivido, diría que casi enloquecido. Yo no era tu prioridad, Wen, y no creo que lo sea nunca. En tu maravilloso mundo dónde tu madre lo tiene todo controlado, parezco un bicho raro.
Wen: Mi madre te adora, lo sabes. Sí, es muy exigente y al principio no sabía cómo tratarte pero ahora te quiere como a una hija. No eres un bicho raro, no digas eso. Encajas a la perfección en mi mundo y por supuesto que eres mi prioridad. 


Estrella: Sinéad era tu prioridad. En tu diario decías que no querías estar conmigo, que te agobiaba con mi presencia...pues no hago otra cosa más que cumplir tus deseos.
Wen: Estrella, por favor...
Estrella: Adiós...deseo que seas feliz junto a ella.
Wen: ¡Te quiero a ti! Por favor, no te vayas, ¡no podré vivir sin ti!


Estrella: Oh, sí...sí que podrás. La tienes a ella.

Se dio la vuelta y le dio el billete a la revisora. Cortó un trocito y se lo devolvió.

Sus: Estrella, no te vayas...
Estrella: Lo siento...pero no quiero permanecer aquí por más tiempo. Me siento tan traicionada y repudiada...

No pudo evitar ponerse a llorar. En realidad no deseaba marcharse, intentaba creer en las palabras de Wen, pero algo en su interior se había roto y no sabía como reconstruirlo.


Gallofa ya había tomado su asiento y Estrella se mantuvo de pie frente la puerta frente a Wen. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas y le mojaban la ropa. 

Estrella: Eres lo que más he querido en el mundo...jamás te olvidaré.
Wen: Estrella, por favor, tienes que entrar en razón. Entre Sinéad y yo no hay nada. Eres la única clack en mi vida, debes creerme amor mío.
Estrella: No puedo creerte...
Wen: Dime, ¿que haré yo sin ti? Mi vida estará vacía...no sé vivir sin ti...te lo ruego. Dame otra oportunidad, amor mío...
Estrella: Wen...necesito tiempo y espacio para pensar. Si realmente nuestro amor es verdadero, lo sabremos en un tiempo. No te pido que me esperes, ya que no sé que decisiones tomaré en un futuro, pero esto es necesario. Tú también debes pensar en todo lo acontecido en estos meses...quizás descubras que yo no soy el amor de tu vida.


Se escuchó un pitido y las puertas del tren se cerraron. Estrella tomó asiento frente a Gallofa, junto al cristal que daba al andén. Wen se acercó hasta el cristal y le suplicó que se lo pensara. Estrella no podía escuchar lo que le decía, pero se lo imaginaba. Lloraba con el corazón partido negando con la cabeza.

Wen: ¡No te vayas! ¡Por favor!
Sus: Wen...
Vicrogo: ¡Dale otra oportunidad, Estrella!

Vicrogo y Sus también lloraban. Aquella delicada situación les había conmovido. 



El tren se puso en marcha. Wen veía a Estrella llorando tras el cristal y se puso a correr persiguiendo el tren.

Gallofa: Estrella, dale otra oportunidad, por favor...¡Se nota que te quiere! Mira que lástima...
Estrella: Wen, no hagas esto más difícil de lo que está siendo...



Wen: ¡Detengan el tren! ¡Estrella!

Wen corría con todas sus fuerzas. Sus se abrazó llorando a Vicrogo. Este la abrazó también observando la dramática escena.




El tren aceleró y a pesar de los esfuerzos de Wen, se alejó velozmente de la estación. Sentía que le habían robado parte de su corazón y se lo llevaban en aquel tren. Cayó al suelo exhausto y se golpeó la cabeza contra el suelo. Allí tendido lloró por ella sin reparar el fuerte golpe que se había llevado.

Wen: ¡Estrellaaaa! 


Sus y Vicrogo acudieron en seguida preocupados por el golpe. Sus se agachó para comprobar como se encontraba. Descubrió que le había salido un enorme chichón en la frente. 

Sus: ¡Wen! ¿Estás bien? ¿Te duele?
Vicrogo: ¿Llamo a un médico?
Wen: No...estoy bien...
Sus: Lo siento, hermanito...lo siento mucho...


Wen se abrazó a su hermana llorando. Vicrogo también lo abrazó para brindarle todo su apoyo.

Sus: Wen, no te rindas. Esto no es el fin. ten fe. No pierdas la esperanza. 
Vicrogo: Ánimo, Wen. Venga, iremos a mi casa y te prepararé un buen tazón de chocolate. Necesitas relajarte un poco.Un poco de hielo en ese chichón tampoco te irá mal. 


Dos días después...

Wen fue a casa de Duclack, necesitaba hablar con ella sobre todo lo sucedido.

Duclack: ¡Wen! Pasa.
Wen: Gracias.
Duclack: ¿Cómo estás?

Al ver los ojos rojos y lagrimosos de su amigo, supo que nada bien.

Wen: Muy mal...Desde que ella se fue mi vida es un infierno...


Tomaron asiento en un sofá.

Duclack: ¿Hablas de Estrella o Sinéad?
Wen: De Estrella.Aunque no puedo negar que también echo de menos a Sinéad.
Duclack: Siento que Estrella se haya ido así...Sabes que es una clack muy insegura y eso la llevó a tomar una decisión demasiado drástica...En cuanto a Sinéad, dijo que solo será por un tiempo. 
Wen: Fue por mi culpa, lo admito. Duclack, se lo dije de todas las formas que conozco. Le dije que la amaba, que entre Sinéad y yo no hay nada...pero de nada sirvió...
Duclack: Quizás este tiempo que os toméis separados os venga bien. 
Wen: Dijo que necesitaba tiempo para pensar...lo he estropeado todo...
Duclack: No te martirices más. Ya te has disculpado y has intentado solucionar las cosas, más no puedes hacer.
Wen: También te he fallado a ti...
Duclack: Wen, a mi no me has fallado...
Wen: Sí, lo he hecho. Eres mi mejor amiga y te he dado de lado todo este tiempo. Lo siento...te echo de menos.
Duclack: Yo también te echaba de menos. Wen, por mi no te preocupes, no hay nada que sentir.
Wen: ¡Oh, Duclack! Solo tengo ganas de llorar, ¡no sé cómo podré vivir sin ella!

Duclack le abrazó y Wen lloró sobre su hombro.

Duclack: Yo estaré siempre a tu lado. Juntos lo superaremos, te lo prometo. 



Martyna y Jedrek salían de los estudios centrales de televisión. Aunque habían sido despedidos, fueron a suplicar sus viejos puestos de trabajo. La negativa de la cadena fue contundente.

Martyna: ¡No me quieren ni para llevar el café!
Jedrek: No te preocupes, hermana. Buscaremos a esa vampiresa y les demostraremos que no somos unos farsantes.
Martyna: Ya me dirás cómo...
Jedrek: Algo se me ocurrirá...
Martyna: No comprendo que hacía Belén Clicksteban en la urna...la vampiresa se esfumó sin dejar rastro.
Jedrek: Esa vampiresa es más lista de lo que pensábamos.

Nikolai los observaba subido en el techo de uno de los coches del aparcamiento. Desde que los vio en televisión burlándose de los vampiros ansiaba hincarles el diente. 

Nikolai: Pagaréis por vuestra burla, mortales insignificantes. 


Se dirigieron a su coche y Martyna se detuvo un instante. Jedrek la miró y descubrió a Nikolai sobre el techo de un coche. Estaba situado tras su hermana, así que ella no podía verlo.

Martyna: ¿Cómo vamos a pagar las facturas? Ya nos han llegado dos avisos.

Jedrek intentaba pronunciar alguna palabra, advertir a su hermana del peligro, pero el terror se había adueñado de su cuerpo.

Martyna: ¡Debemos hacer algo! ¿Jedrek? ¿Que te ocurre?
Jedrek: Detrás de...detrás de ti...


Martyna: Me estás asustando...no es momento de hacer bromas. ¡Nuestra situación es crítica! Por su fuese poco, esos dos delincuentes van a tener un juicio...¡pensaba que los meterían directamente en la cárcel! ¿No está clara su culpabilidad? ¿Me estás escuchando?
Jedrek: Un vampiro...detrás de ti. 
Martyna: Hermano...¿hablas en serio?


Martyna se giró temiendo lo peor. Cuando vio a  Nikolai amenazante con sus relucientes colmillos, gritó aterrorizada.

Nikolai: ¡Habéis encontrado una vampiro! ¿Os divierte ridiculizar nuestra existencia? Os gusta reíros de nosotros, pensando que en realidad no existimos.


Saltó rápidamente hacia ellos y agarró a Martyna de la cintura. 

Jedrek: Por favor, nosotros...
Nikolai: Os demostraré que existimos y de lo que somos capaces de hacer...¡Sufriréis nuestra existencia en vuestras carnes! 
Martyna: Se lo ruego, no era nuestra intención molestarle...¡Haremos lo que sea!
Jedrek: ¡Tenemos dinero!
Nikolai: Mentirosos...
Jedrek: Solo pida, ¡le daremos todo lo que quiera!
Nikolai: Solo hay una cosa que tenéis y quiero.
Martyna: ¿Que es?
Nikolai: Vuestras vidas.


FIN

4 comentarios:

  1. Vaya, no puedo negarte que me ha sorprendido que Estrella y Wen no acabasen juntos; pero también es cierto que entiendo perfectamente la actitud de Estrella. Sería un poco irreal que ella se hubiese quedado con él como si nada hubiese ocurrido. También me da la sensación de que Sinéad solamente ha aparecido en sus vidas para destrozarlo todo. Wen y Estrella se han separado porque Wen estuvo confundido por ella, Wen también se ha distanciado de Duclack porque solamente pensaba en Sinéad... y ahora que ella se ha ido parece que lentamente las cosas vuelven a la normalidad, salvo por parte de Estrella, que no creo que tarde mucho en regresar. Se dará cuenta de que Wen decía la verdad y lo perdonará. Además, Wen no ha hecho nada malo. Ha pasado al contrario que con Eros y Sinéad. En lugar de interpretar esa experiencia como algo que fortalecería su relación, lo ha considerado como un golpe.
    Pero sobre todo debo mencionar la historia en general, ya que éste es el último capítulo. Me da pena que se haya terminado. Ha sido genial: todos sus momentos, sus fotografías, la forma de tratar a los personajes, la conexión que se ha establecido entre nuestros mundos. Gracias por hacer de Sinéad uno más de tus maravillosos y entrañables personajes. Gracias por este final tan emocionante y por la sensibilidad con la que has impregnado cada palabra, cada hecho y circunstancia. Has tratado mi mundo como si lo hubieses creado tú, nos has hecho vivir momentos apasionantes, divertidos, tristes, melancólicos, tensos... Espero que dentro de poco podamos disfrutar de una historia como ésta. Y también debo agradecerte que me hagas tener tantas ideas y ánimos para seguir escribiendo.

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    1. Quién te debe dar las gracias soy yo, por permitir que tus personajes formen parte de mi mundo. Ha sido un placer que Sinéad, Eros y compañía hayan compartido aventuras con los míos. Eso sí, la cosa no se termina aquí, esto no es más que el principio de un sin fin de aventuras juntos. No veo la aparición de Sinéad como un desastre para los míos, no se lo merece. Es cierto que su llegada ha sido un torbellino, pero ni era su intención ni su deseo.Más bien creo que la culpa es de Wen, ya que no supo administrar su tiempo entre unos y otros y dio de lado a su novia. Soy un privilegiado por conocer La Dama de la Noche en profundidad y me encantan tus personajes, Sinéad por encima de todos. Recuerdo cuando pensabas que te interponías, que molestabas en mi mundo (que es el de Duclack, Vicrogo, Roberto...), pero has comprobado que eso no es así. Tus personajes han encajado a la perfección y han dado mucho juego, que eso es importante. Gracias por leerme, por seguir mis entradas y comentar siempre, un besico!

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  2. Perdona por no haber comentado antes esta historia, que había leído en su momento y que tanto me ha gustado. Estrella es, lo sabes, un personaje al que quiero mucho, y me ha puesto muy triste el capítulo, aunque realmente el final está lo suficientemente abierto como para imaginar un desenlace que no sea desastroso. Pobre Estrella; no se marcha por despecho, o no solo por eso, también se marcha por amor, porque ama tanto a Wen que no quiere interponerse en lo que ella piensa que es su felicidad. Y se equivoca, porque solo ella puede hacerle feliz. La escena de la despedida en el tren tiene una intensidad dramática enorme, es de las que te roban el corazón, pocas veces he sentido tanto con unas fotos. Luego la historia continua con Duclack, que pienso va a ayudar a Wen, y también demuestra cómo la amistad nunca es inútil, y supone un consuelo, el no estar solo incluso en la peor de las situaciones. Finalmente Nikolai termina con Martyna y Jedrek... y no lo lamento, ellos han ido derechitos a su fin. Como todo gran relato, está abierto a lecturas e interpretaciones, y yo quiero pensar, como decía, que Wen finalmente podrá vivir su amor con Estrella, tal vez él no se lo merece del todo, pero en todo caso ella sí debe ser feliz: es lo justo. Ojalá algún día en alguna foto tuya pueda ver que así ha sido. Enhorabuena, Dani, con cada relato te superas.

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  3. Por fin he podido leer este capítulo final. Lamento no haberlo hecho mucho antes, aunque no se daban las circunstancias para poderlo disfrutar como se merecía.
    La escena en el tren es muy dramática y consigues ponernos con el corazón en un puño. Todo lo que le dice Estrella está muy bien dicho y es muy comprensible después de lo acontecido. Me imagino a todos los transeuntes curiosos convertidos en espectadores de esa escena pendientes de los dos enamorados. La tensión de la escena has conseguido romperla con lo del chichón de Wen. No he podido evitar sonreír al leerlo. Es muy triste que Estrella se haya marchado pero es normal. Pues necesita su tiempo para asimilar todo lo que ha pasado. Espero que sus caminos se vuelvan a cruzar muy pronto. ¿Qué tal un encuentro en el pantano que los unió? Yo lo dejo caer por si cuela.
    Me ha emocionado también cuando Wen acude a Duclack. Su amistad es mucho más fuerte que todas las tempestades que les puedan atrapar. Por supuesto que podrá seguir contando con ella. Espero que le pueda ayudar ahora que lo necesita.
    Y los pillos que pretendían hacer negocio de los vampiros han tenido el final que se han buscado. Me gusta el custom de Nikolai. Espero ver pronto una nueva temporada de esta historia. Como bien has dicho a Marina, esto sólo acaba de comezar. Los dos mundos se han unido maravillosamente y espero seguir disfrutando de estas historias de vampiros durante muchísimos años.
    ¡Enhorabuena por la calidad de esta historia! Un abrazo

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