viernes, 1 de febrero de 2013

El diario de Wen: Día 3

Querido diario, ahora me siento peor. Me ha llamado Sus para decirme que Chiluca está fuera de peligro...no pensaba que fuese tan grabe. Me siento mal por Lilu, que aunque no la soporto, no se merece ese sufrimiento. Encima, mi tíos han sido desahuciados...debería invitarles a vivir conmigo, pero tal y como estoy no me apetece convivir con nadie. Se que estarán bien con Lilu. 

Si hace unos días me encontraba mal, ahora mi angustia aumenta por momentos. Una irritante vecina vino a molestarme. Llamó a la puerta y pensando que se trataría de algo importante decidí abrirle. Quería enterarse de todo. Preguntaba por Lilu y comenzó a criticar sin venir a cuento. Decía que la noticia había salido en la prensa. Dicen que Chiluca atacó al agente y que se vio en la obligación de defenderse. Le contradije y se puso terca. Comenzó a hablar de una forma loca y desquician te. Parecía que la vida le iba en ello. Argumentaba que es lo que tiene no pagar como hace todo buen ciudadano y yo le pedía respeto por mi familia, pero ella seguía en sus trece. Al final le cerré la puerta en los morros y se quedó ahí fuera gritando sola. 


Me asomé a la ventana y descubrí que estaba murmurando y criticando con sus amigas vecinas. Incluso alzaba la voz para que la pudiese escuchar. Me da igual. Se piensa que es el centro del universo y tiene la verdad absoluta. No ha sido hasta la noche cuando he podido salir al balcón para tomar el aire. No se si es impresión mía, pero creo que la gente está cada vez más loca y alterada. ¿Para que salir a la calle? Prefiero estar en casa. Ayer vinieron Diamante  y Tigre a buscarme. Querían que fuésemos a la cantina de Isla Tortuga. Les dije que no me apetecía...Estrella, ¿que estarás haciendo en estos momentos? Te echo tanto de menos...mi vida sin ti no tiene sentido...


3 comentarios:

  1. ¡Menuda vecina!.. Sí, Wen tiene razón cada vez hay más gente desquiciada por el mundo... Lo mejor que pudo hacer es cerrarle la puerta en las narices y que murmure todo lo que quiera por ahí... que ella sola demuestra lo que es. Wen no tiene necesidad de aguantar eso.
    Me preocupa su estado de ánimo. Tiene que estar muy mal para no querer ir a la cantina de Isla Tortuga, que es famosa entre los piratas. Ainsss... ¡el mal de amores!...
    Me encanta el diario, Dani. Ya lo sabes. Tanto que me he atrevido a continuar un poco el hilo de esta historia con los sueños de Wen, que aunque es tu personaje, por ser como un hermano para mi Duclack, igual que tú para mí, lo considero un poco mío también. Pongo el enlace por si alguien quiere verlo seguido de esto: http://dplayclack.blogspot.com.es/ ; -).

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  2. Qué pena más profunda me da Wen. Lo cierto es que lo entiendo. Durante los días que escribió en su diario, me sentí bastante identificada con él... Más de uno se ha sentido tentado de dejarlo todo, volar alto... porque el mundo en el que vivimos ya no puede ser nuestro amigo. Lo comprendo, pero le envío muchísimos ánimos desde aquí, pues no todo está acabado, aunque lo parezca. ¡Muy bien que hizo en cerrarle la puerta en las narices a la vecina! Yo habría hecho lo mismo. Es la representación de que la gente cada vez tiene menos consideración.

    Recibe ánimos, Wen, de parte de Sinéad :) (L)

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  3. He leído las otras partes, aunque comento aquí :-), ¡esa es la casa nueva, ¿a que sí?! Y no se me escapa que has hecho fotos al farolito que te mandé, ¡queda muy gracioso! Bueno, se ve que Wen está pasando una mala racha, ¡eso es porque está solito! Y no debería... en estos casos de depresión pocas cosas funcionan, pero no podemos permitir que se hunda así como así... tal vez tendría que confiar un poco más en los amigos, aunque en esas ocasiones muchas veces lo último de lo que se tiene ganas es de ver a nadie... En fin, esperemos que la cosa evolucione en el buen sentido... ¡que los finales felices son lo mejor!

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