sábado, 7 de noviembre de 2020

Halloween 2020 - Capítulo 03 - Buhhh

Suselle abrió los ojos. Se vio tirada en el suelo de un lugar que desconocía. El suelo era de madera y estaba polvoriento. Por un momento pensó que se encontraba en el sótano de casa de su abuela, pero en seguida lo descartó. Ella no consentiría tanta suciedad.

                                                                                                          

Se levantó y cuando descubrió el lugar en el que se encontraba, casi se pone a llorar. Estaba en una casa oscura, tétrica. Las paredes estaban pintadas de lila y desconchadas por algunas partes. Las cortinas se movían con la suave brisa que entraba por los cristales rotos de las ventanas. Los cuadros lucían torcidos en las paredes y en ellos, se veían caras y figuras siniestras.


Suselle: ¿Hola?

Estaba muerta de miedo. Sentía que la estaban observando pero no podía ver a nadie.

Suselle: ¿Dante? ¿Pradito?

Hacía frío y se escuchaban truenos de tormenta cada vez más cerca.


Escuchó pasos. Alguien se acercaba desde la planta baja. No podía distinguir muy bien de quién se trataba, pero estaba dispuesta a pedir ayuda.

Suselle: ¿Hola? ¿Me puede ayudar?


Suselle: ¡Hola! ¡Necesito ayuda!
Alicia: ¡Shhhhh! ¡Eh!


Alicia salió tras un cofre repleto de huesos y agarró a Suselle del brazo.

Suselle: ¿Quién eres tú?
Alicia: No hay tiempo. Vamos, tenemos que escondernos.
Suselle: Pero...
Alicia: Corre, antes que nos vea. Ese ser es muy peligroso.


Se escondieron tras el cofre y guardaron silencio. Ese ser misterioso (y en mi opinión, de una terrorífica belleza), pasó junto a ellas sin percatarse de su presencia.


Alicia: ¿Has llegado aquí mediante el juego?
Suselle: Sí...
Alicia: Yo también. Tenemos que evitar que nos vea. 
Suselle: ¿Quién es?
Alicia: Se llama Calabazo y es un ser maligno...


Mientras tanto...

Adolfina: Siento interrumpir el juego, niños. Os traigo tarta para que la probéis. 

Dante: Adolfina, tienes que ayudarnos.
Adolfina: ¿Qué ocurre?


Dante: ¡A Suselle se la ha llevado el juego!
Adolfina: ¿El juego de mesa?
Pradito: ¡Sí! ¡Se iluminó y luego desapareció!
Adolfina: Entiendo. Tenéis una imaginación asombrosa. Por desgracia no puedo entretenerme jugando con vosotros. Tengo cosas que hacer. Quizás a tu mamá le apetezca.


Adolfina se fue pensando que se trataba de un juego.

Pradito: Nadie nos creerá, Dante.
Dante: ¡Jolines! ¡Tenemos que recuperar a Suselle!
Anita: Pues debemos seguir jugando. Las instrucciones dicen que si lo terminamos, recuperaremos nuestras vidas. A lo mejor así vuelve Suselle.


Walter: Tenemos que intentarlo. Solamente son cuatro partidas.
Anita: Así se habla. Lo podemos conseguir.


Se colocaron frente al juego, preparados para cualquier cosa.

Dante: "Se oyen los pasos de alguien que nunca llega". ¿Eso que significa?
Pradito: Puede ser cualquier cosa...


En la cocina...

Diamante: ¡Estaba deliciosa, Adolfina!
Adolfina: Me alegra que le guste.
Sus: Sí, estaba muy rica. Bosco tiene carita de sueño. Voy a acostarlo ya.
Adolfina: Yo limpiaré la cocina y me marcho.
Sus: Lo puedes hacer mañana, no te preocupes.
Adolfina: No me cuesta nada. Lo hago en un periquete.


Diamante: Yo tengo que hacer una cosa muy divertida.
Sus: ¿Muy divertida? 
Diamante: Luego lo descubrirás.
Sus: Estaré en la habitación con Bosco. Buenas noches, Adolfina.
Adolfina: Buenas noches, señora.


Pradito: No pasa nada.
Walter: ¿Y si hemos hecho algo mal?
Anita: No entiendo nada...

Plof


Dante: ¿Habéis escuchado eso?
Anita: Sí...

Plof

Dante: Hay alguien aquí...
Anita: Espero que no sean más bichos asquerosos...


Walter: Viene de tu habitación.
Dante: Sí, escucho ruidos.
Pradito: Ten cuidado, Dante.
Anita: Abre la puerta.


Dante abrió la puerta y un enorme fantasma apareció tras ella.

¡¡Buhhh, buhhhh!!

Walter: ¡Es un fantasma! ¡Corred!
Anita: ¡Socorro!
Dante: ¡Déjame en paz, fantasma!
Pradito: ¡Dante, no!


Pradito no estaba dispuesta a perder otro amigo más. Corrió hasta el fantasma y le dio una buena patada en las espinillas. El fantasma gritó de dolor.

Pradito: ¡¡Esto para que aprendas!!
Fantasma: ¡Ayyy!


El fantasma se quitó la capucha y resultó ser Diamante disfrazado con una sábana.

Dante: ¡Papá!
Diamante: Ayyyy.
Pradito: Lo siento, no sabía que fueses tú.
Diamante: Buena patada, Pradito. Ay, me duele.
Pradito: Lo siento...
Diamante: No pasa nada. Al menos os he dado un buen susto. Ay, menuda patada...


Se puso la capucha y se marchó dolorido.

Diamante: Este fantasma se marcha. 
Pradito: ¡Lo siento!
Dante: Menudo susto...


Anita: ¿Y ese fantasma?

En una esquina, había un fantasma observando. Parecía otra persona disfrazada, con una manta encima y dos agujeros para poder ver.

Dante: ¡Es un fantasma de verdad!
Anita: ¿No será tu madre disfrazada?


Fantasma: ¡Buuuuuh!
Dante: ¡Eso no es mi madre!

Las luces parpadearon y el fantasma comenzó a caminar hacia ellos.

Anita: ¡Agarrad el juego y salgamos de aquí!


Otro fantasma apareció tras ellos. Los niños gritaron aterrados.

Dante: ¡Salgamos de aquí!
Pradito: ¡Por las escaleras!


Agarraron el juego y como pudieron, bajaron las escaleras hacia el piso inferior. Los fantasmas apresuraban el paso para intentar alcanzarles. 

Pradito: ¡Rápido, que nos alcanzan!


Dante: ¡Iremos a la sala del piano!
Walter: No los veo bajar las escaleras, tranquilos.
Pradito: Ese es el problema. Son fantasmas y a lo mejor no los vemos.


Sus: ¡Ahhhhhhhhh!

Un grito procedente del dormitorio de Sus y Diamante los paralizó.

Dante: ¡Es mi madre gritando!
Pradito: Puede que sean los fantasmas...
Dante: ¡Mamá!


Continuará

2 comentarios:

  1. ¡Qué emocionante está! Ya me he puesto al día con esta historia. Me encanta. El comienzo de ella ha sido superinteresante. Como siempre, Calabozo no decepciona. Es el mejor cuentacuentos. Con la atmósfera que creas y el hilo conductor del personaje consigues atrapar al lector en la historia.
    La historia es muy buena. Me encanta como hay una introducción con los niños rubios. Me ha hecho mucha gracia como Diamante saca la basura y como no se le ocurre otra cosa que regalar ese juego de terror a los niños. A Sus no se le hubiera ocurrido. Pero él no ve peligro, sólo ve aventura, jajajaja. Va mucho con su personalidad.
    Me ha gustado también ver a Sabrina. Me encanta por cierto ese pantalón que le has puesto. Le va muy bien con su camiseta roja. Va también muy con su carácter que deje a los niños aparcados en casa de Sus ahora que se hablan y ella así poder librarse de ellos un día y estar con su marido. Siempre piensa en ella.
    Adolfina parece buena gente. Me gusta su disposición cuando Diamante le dice que le eche una mano para limpiar el juego.
    También me ha resultado sorprendente la personalidad de Anita. ¡Qué risa cuando se pone a bailar sobre el juego como si fuera un tablao! Y con sus salidas e impertinencias es una niña diferente y muy salada. Es digna hija de su madre. Nada que ver con Walter, un amor de niño. Me encanta ese niño para Suselle. También me parecen muy bien definidos el resto de niños, cada uno con su personalidad, nuestra Suselle, buena, inocente y sensata; Pradito, decidida y aventurera. Dante, aparentemente también decidido y valiente aunque ante una situación de peligro, me recuerda a su padre y no puede reprimir algún grito de miedo.
    Me ha dado una cosa cuando el juego atrapa a Suselle. Es superemocionante. Los niños nunca habían vivido algo así. Y claro, cuando se lo dicen a Adolfina esta no los cree. Me gusta que donde van las niñas sea a la casa de Calabozo. Eso ha sido una genialidad de idea. Estoy deseando ver qué pasa ahora.
    Muy buenos los puntos de humor negro de Calabazo y cómo se llama así mismo atractivo. Me pregunto que habrá vivido la niña rubia para saber que Calabazo es un ser maligno. ¿Le habrá hecho algo a la criatura? ¡Estoy deseando leer la continuación!
    No dejes nunca de crear.
    P.D: Al final el bebé se llama Bosco :).

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  2. ¡Qué emocionante! ¡No recordaba que habías publicado el capítulo tres! Aunque haya sido difícil mantener la emoción activa recibiendo una llamada tras otra, me lo he pasado genial leyendo este capítulo. Me gusta que vayan cambiando las escenas, que se pase de una escena a otra y también que Calabazo intervenga con sus opiniones en medio de la historia. Con razón ha dicho que en su opinión el ser aquél era precioso... ¡si era él mismo! También me ha gustado que aparezcan Suselle y Alicia en la casa de Calabazo. No me esperaba para nada que fuesen a parar a la casa de Calabazo cuando el juego se los traga... y me ha gustado que lo reveles. ¡Parece que me leyeses el pensamiento! A mí también me encantaría probar esa tarta. Me cae muy bien Adolfina. Me encanta la energía que tiene. Me cae bien desde que salió en la otra historia. Lo que más me gusta de todo, sin embargo, es que la historria de este año les pasa a personajes que conocemos bien. Es distinto, para mí, cuando son personajes nuevos porque cuesta más empatizar con ellos. En cambio, con Sus, Diamante, Suselle, Dante, ETC., cuesta mucho menos porque son como de la familia ya. ¡Espero que cuelgues pronto la continuación!

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