miércoles, 4 de noviembre de 2020

Halloween 2020 - Capítulo 02 - Ocho patas

Sabrina se estaba despidiendo de Sus. Anita y Walter se quedaban esa noche a dormir con Suselle, Pradito y Dante.

Sabrina: ¿De verdad que no es molestia que se queden?
Sus: Para nada. Seguro que se lo pasan muy bien.
Sabrina: Si sucede cualquier cosa, me llamas. Walter es un sol, pero Anita está muy nerviosa últimamente.
Sus: No te preocupes, estarán bien.


En ese momento, llegó Diamante con el juego.

Sus: ¿Eso que es?
Diamante: Un juego de mesa.
Sabrina: Playterror.
Sus: ¿De dónde lo has sacado?
Diamante: Estaba en la calle, abandonado.
Sus: Diamante, vete a saber los gérmenes que tiene que tener eso.
Diamante: Lo limpiaré. A los niños les encantará.


Sabrina: Yo me voy. Hoy tengo noche romántica con John. Mañana paso a buscarlos.
Sus: De acuerdo. Mañana nos vemos.


Diamante: ¡Adolfina!

Adolfina estaba en la cocina, preparando una tarta de frambuesa y chocolate. Estaba tan concentrada en lo suyo que se asustó.

Adolfina: ¡Por todos los clicks del mundo! Menudo susto.
Diamante: Oye, ¿me ayudas a limpiar esto?


Adolfina: Termino la tarta y le ayudo. ¿Eso que es?
Diamante: Un regalo para los niños.


En la habitación de Suselle...

Suselle, Pradito, Anita, Dante y Walter jugaban a un juego de mesa totalmente inofensivo. El juego se lo había regalado John a sus hijos por Navidad, así que se lo llevaron para poder jugar todos juntos.

Anita: ¿Os gusta el juego? Es carísimo. Nos lo regaló papá por Navidad.
Suselle: ¿No os lo regaló Papa Noel?
Anita: Tía, ¿todavía crees en Papa Noel? ¡Si no existe!
Suselle: ¡Claro que existe!
Walter: No le hagas caso. Yo sé que existe.
Pradito: Yo lo vi el año pasado, en el mercado navideño. Me regaló caramelos.


Anita: Sois unos críos. Los regalos los hacen los padres.
Pradito: Anda ya. Si dices esas cosas, este año no te traerá nada.
Dante: ¿Y los Reyes Magos?
Anita: Otra mentira.
Suselle: Es tan triste que no creas en Papa Noel ni los Reyes Magos...
Anita: Da igual creer o no creer. Te regalan igual.


Diamante: ¿Interrumpo?
Dante: ¡Papá! ¿Eso que es?
Diamante: Un juego de mesa de terror. Se llama Playterror.
Dante: ¡Flipa!


Diamante: Es para vosotros.
Suselle: ¡Qué chulo!
Anita: ¡Es una pasada!
Pradito: ¡Vamos a jugar!
Diamante: Viene con instrucciones en el tablero. Os dejo, que me está esperando la tarta de Adolfina en la cocina.
Suselle: ¡Dile que nos traiga un poco para nosotros!


Anita leyó las instrucciones mientras todos escuchan atentamente.

Walter: Este juego da miedo...
Anita: ¡Y eso mola!
Dante: Parece emocionante. 
Suselle: Pues a mi me da miedo...
Pradito: Yo te protejo, no te preocupes.


Pradito: Somos cinco. ¿Jugamos cinco partidas?
Dante: Vale.

Todos pronunciaron el nombre del juego en voz alta y el número de jugadas.

Walter: ¡Mirad, tiene luz!
Suselle: ¿Y dónde tiene las pilas?


Sus: Hola, chicos.
Suselle: ¡Mamá! Menudo susto nos has dado...¡Hola, Bosco!
Sus: Me preguntaba si Bosco y yo podríamos jugar con vosotros a ese juego. Pobrecito, quiere estar con vosotros.


Dante: ¡De eso nada! Mamá, tú ya eres vieja para jugar a estos juegos.
Sus: Huy, que cosa tan fea me has dicho. No sabía que era vieja, y menos para jugar...
Suselle: ¡No eres vieja!
Pradito: ¡Eres joven y guapa!
Sante: Perdona mamá, no quería decir eso. Me refiero que este juego es para niños y tú no lo eres.
Sus: ¿Y Bosco?
Dante: ¡Es un bebé! No se puede jugar con él. No entiende nada.


Sus: Pues nada, me voy. Me parece muy feo que no quieras jugar con tu hermano.
Dante: Lo siento...
Sus: Vamos, Bosco. Jugaremos tú y yo a otra cosa.
Dante: Mamá, no te enfades. ¡Prometo compensaros!


Sus se fue a la cocina para ver lo que hacía Diamante. Adolfina había terminado la tarta de frambuesa y chocolate y le estaba sirviendo una porción a Diamante.

Diamante: ¡Qué pinta tiene!
Sus: Huele que alimenta.
Adolfina: Ahora falta que tenga buen sabor. La receta es de mi bisabuela. 


Diamante: ¡Sabe a gloria bendita!
Adolfina: Me alegra que le guste.
Sus: Apártame una porción para luego, Adolfina. Diamante es capaz de comérsela entera.
Diamante: ¡Y tanto! Sería capaz de comerme dos tartas enteras como esta.
Sus: Pues te tendrás que conformar con una porción. Recuerda que el lunes tienes una analítica. 
Diamante: ¡Bah!
Sus: Bah no, Diamante.
Adolfina: La noto disgustada.
Sus: Es que he ido a ver a los niños para que nos dejasen jugar. A Bosco le gusta estar con ellos, pero Dante me ha llamado vieja y parece que sobramos...
Diamante: Son niños, nosotros les molestamos, cariño.
Adolfina: No se lo tenga en cuenta. Se sienten más libres sin un adulto al que rendir cuentas. Una sonrisa, que es usted muy guapa y me gusta verla sonreír. Ah, y para vieja ya estoy yo. Usted es un niña para mi.
Sus: Gracias, Adolfina. Usted tampoco es vieja. 
Adolfina: Lo soy, pero no me supone un trauma, no se preocupe. Por nada del mundo querría volver atrás. A mi edad tengo una perspectiva de las cosas y una claridad que compensan las arrugas en mi rostro. 


En la habitación de Suselle...

Pradito: ¡Mira, salen unas palabras en el tablero!
Walter: ¿Qué dicen?
Pradito: "Con maña, caza la mosca a la araña".
Anita: ¿Aparecerá una mosca? ¡Buuuuh, qué miedo!
Suselle: A lo mejor uno de nosotros tiene que hacer de mosca.
Dante: O quizás de araña.


Anita se subió al tablero y se puso a bailar.

Anita: ¡Esto no es juego! ¡Es un tablao falmenco! ¡Ele, asa!
Walter: ¡Lo vas a romper!
Anita: ¡Si lo usamos de escenario nos divertiremos más!
Suselle: Será mejor que te bajes.


¡Ñiñiñiñi!

Dante: ¿Qué ha sido eso?

¡Ñiñiñi!

Pradito: Viene de esa parte.
Anita: ¡Hay algo debajo de la cama!


Dante se acercó lentamente mientras todos esperaban alejados.

Pradito: ¿Ves algo?
Dante: Veo movimiento, pero no sé lo que es...


Una araña de grandes dimensiones salió de su escondite. Era negra, peluda y muy repugnante.

Dante: ¡Una araña!
Suselle: ¡Es gigante!
Pradito: ¡Aléjate de ella, Dante!


Aparecieron arañas por todas partes. La habitación estaba repleta de estos repelentes seres. Sus ojos brillantes observaban a los niños con curiosidad.

Dante: ¡Estamos rodeados! 

Suselle y Pradito se subieron a la cama. Walter y Anita en el escritorio. Dante luchaba para no ser atrapado por las arañas.

Dante: ¡Fuera!


Pradito abrió la ventana que daba a la calle y las arañas salieron de la habitación a toda prisa.

Anita: ¡Se están marchando!
Suselle: ¡Bien hecho, Pradito!


Cuando la última de ellas salió, Pradito cerró la ventana.

Walter: ¿Se han ido?
Pradito: Creo que sí.


Anita: ¡Este juego es la caña!
Dante: ¡Seeeh, tenemos que seguir jugando!
Pradito: ¡Pero esas arañas casi nos atrapan!
Walter: Sí, y yo odio las arañas...
Suselle: No jugaremos más a este juego.


Anita: Si dejamos de jugar, seremos castigados. ¿No recuerdas las normas?
Dante: Es verdad. Tenemos que seguir jugando.
Suselle: ¡Ni loca! No pienso arriesgarme a que aparezcan más bichos horribles. Yo me voy. Jugad vosotros.
Walter: Quizás tenga razón...


Dante: ¡Suselle, no te vayas! ¡Tenemos que terminar de jugar!
Suselle: ¡No me da la gana!


Un torbellino procedente del juego arrastraba a Suselle. Se agarró a la barandilla de las escaleras.

Suselle: ¡¡¿¿Qué está pasando??!!
Dante: ¡Suselle!
Pradito: ¡Tenemos que ayudarla!


Anita: ¡Es el juego! 
Suselle: ¡Socorro!

Suselle se iluminó como una bombilla y finalmente, cayó sobre el tablero.

Walter: ¡Tenemos que hacer algo!
Dante: ¡Suselle!


El juego la absorbió sin que nadie pudiese hacer nada.

Suselle: ¡SocorrOOooOooOoOOO!


Seguidamente, desapareció. Dante golpeaba el tablero gritando el nombre de su hermana. Pradito palpaba el juego atónita. No podía creer que su mejor amiga hubiese desaparecido de esa forma.

Dante:¡Suselle! ¡Contesta!
Anita: Incumplió las normas y ha sido castigada...
Walter: Suselle...
Pradito: ¡Maldito juego! ¡Devuélvenosla!


Continuará

2 comentarios:

  1. Ya van dos niñas inocentes que son devoradas por el juego maldito. Me ha gustado mucho este capítulo porque con pequeños detalles refleja muchas cosas. Primero el fresco de Diamante, que dice que va a limpiar él el juego y se lo encasqueta luego a la pobre Adolfina (yo también quiero probar esa tarta de frambuesa y chocolate). Luego el momento en el que Sus entra con Bosco a la habitación donde juegan todos los niños. Refleja perfectamente lo que fastidiaba que te endiñasen a un pobre niño más pequeño con el que no se podía jugar igual porque ni entendía, pero luego se chivaba si había algo que no debía decir. También me ha hecho gracia Diamante diciendo que él se comería dos tartas como ésa. Relleja el ballenismo que nos tiene atrapados a todos últimamente esta época... Me gusta mucho el capítulo y la historia. Me da mucha pena que Suselle haya desaparecido. ¿Se habrá encontrado con Alicia dentro del juego? Estaría bien un capítulo en el que se viese dónde están las dos y qué tipo de sitio es... Espero que no les pase nada malo. Pobrecitas. ¡Espero que siga pronto el capítulo!

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  2. ¡Perdón, quería decir que espero que siga pronto la historia!

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