lunes, 23 de marzo de 2020

¡Oh, Chidi de mi corazón! - Capítulo 04: Noche de pasión

Olivia preparó café y pastas para merendar. Era una costumbre que llevaba haciendo años. Llegaba de la iglesia y merendaba junto a su marido. Loretta tenía un compromiso, por lo que no pudo estar en la merienda. Se sentaron todos a la mesa. Olivia disfrutaba jugando con los colores a la hora de preparar la mesa. Las tazas eran verdes y los platos y cubiertos blancos. El mantel también era verde y el tapete de ganchillo blanco.

Olivia: Estos dulces los preparo yo.
Wenda: Están deliciosos.
Olivia: Gracias. 
Martin: No me puedo creer que os vayáis a casar.
Olivia: Ni yo.


Wenda: Para mi también ha sido una sorpresa. 
Chidi: Quería que mi petición fuese inolvidable. No se me ocurre una mejor forma que hacerlo así, ante mi gente y en la iglesia.
Olivia: A mi me habría gustado que me consultaras antes de dar este paso. No es por nada, pero me habría gustado darte mi bendición. Me he enterado al mismo tiempo que los vecinos...
Chidi: Quería que fuese una sorpresa.
Olivia: No pasa nada, cariño. Estoy feliz por vosotros. Wenda, ¿cómo se lo tomará tu familia?
Wenda: Les sorprenderá, pero seguro que lo aceptarán y se alegrarán por mi.


Olivia: Una relación es cosa de dos, los demás solamente somos meros espectadores, pero que la familia os apoye es importante. Me gustaría conocer a tus hijos y tus nietos, Wenda.
Wenda: Será un placer presentaros a toda la familia.
Chidi: Ya habrá tiempo para eso, mamá.


Wenda: Los podríamos invitar a pasar unos días en casa. Hay sitio de sobra para todos.
Chidi: Me parece bien. Todavía me tiemblan las piernas. No sabes lo nervioso que me puse cuando me arrodillé para pedirte matrimonio. Temía que dijeses que no...
Wenda: Ni loca habría dicho que no. No había pensado en ello, pero en cuanto me lo propusiste, lo tuve claro.


¡Riiing, riiiiing, riiiiing!

Wenda: Me llaman al móvil. Es sus.Salgo fuera para hablar con ella.
Chidi: Vale.


Martin: Yo voy a salir para ver una cosa de la moto. Ahora vuelvo.
Olivia: Dale a Moisés las sobras del potaje, que están en esa bolsa. El animalito tiene que tener hambre.
Martin: ¡Vale!


En el exterior, Wenda hablaba con Sus por vídeollamada. 

Sus: ¿Qué? 
Wenda: Que nos vamos a casar...
Sus: ¿Hablas en serio?
Wenda: ¡Síii! Estoy tan feliz, hija. Me lo pidió en la iglesia, delante de todo el mundo. Fue tan bonito y romántico.
Sus: Pero mamá, ¡hace muy poco que os conocéis! 
Wenda: ¿Y? Nos amamos. 
Sus: Pero...
Wenda: No hay peros que valgan. Sé que te choca, pero necesito que me apoyes, hija mía. Es joven, pero me ama. ¿No puedo ser feliz?
Sus: No es eso, mamá. Sabes que quiero que seas feliz y Chidi me parece un gran chico, pero...
Wenda: Otra vez con el pero. 
Sus: Lo siento, no te enfades. Estoy impactada, deja que me haga a la idea. Claro que quiero que seas feliz. 
Wenda: Gracias, cariño. No digas nada por ahí, deja que lo haga yo.
Sus: Vale. Mamá, tienes que volver a casa. ¿No ves las noticias?
Wenda: No, ¿qué ocurre?
Sus: El Clickvirus. Hay que quedarse confinado en casa durante 15 días.
Wenda: ¿Clickvirus?
Sus: Sí. No es una tontería. Hazme el favor de volver...


Martin: Wenda, ¿tienes un momento?
Wenda: Me reclaman, cariño. Luego te llamo. Martin, saluda a mi hija.
Martin: ¡Eyyy!
Sus: Mamá...qué vergüenza..Hola...
Wenda: Luego hablamos, cariño. Dime, ¿qué ocurre?
Martin: Mi moto. 


Wenda: Ah, esta es tu moto.
Martin: Así es. Yo mismo la he tuneado. El tubo de escape hace un ruido que lo flipas. Los manillares y los faros son también sello de la casa.
Wenda: Ah, está muy bien...
Martin: Sabía que te gustaría. Venga, que te doy la vuelta que te prometí.


Wenda: Oh, no...mejor otro día.
Martin: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.Venga, no te arrepentirás. Todas las chicas que suben a mi moto, quieren repetir. No montarás una más potente y cañera en tu vida.
Wenda: Te lo agradezco, pero no soy muy amante de la velocidad y después de la merienda no creo que sea una buena idea. Además...me da algo de miedo.
Martin: Chorradas. Monta conmigo y déjate llevar. Prometo que no te pasará nada.
Wenda: Está bien... 


Le dio un casco que estaba firmado por Loretta. "Propiedad de Loretta, la novia de Martin", se podía leer en un lado. Wenda se lo puso con dificultad. Sentía que le faltaba el aire y ya se estaba agobiando, pero reprimió el impulso de quitárselo.

Martin: ¡Agárrate!
Wenda: No corras muchoooo...¡Ahhhh!

Martin arrancó y la moto salió disparada. El estruendo del tubo de escape era ensordecedor.

Martin: Agárrate bien a mi cintura, con fuerza. Puedes apretar, no te cortes.
Wenda: ¡Por favor, no corras tanto! ¡Por la virgen de la clickarena!


Martin: ¡Todas las titis se vuelven locas cuando las saco de paseo!
Wenda: ¡Ahhh! ¡Es que esto es una locuraaaa!¡Martin, paraaa!
Martin: ¡Déjate llevar!
Wenda: ¡Ahhhhhhh!
Martin: ¡Agárrate más fuerte!

Martin la obligó a agarrarse con más fuerza a su cintura. Disfrutaba como Wenda se pegaba a su espalda, apretando los pechos contra él.


Wenda: ¡Ay madreeeee!
Martin: ¡Somos pájaros libres!
Wenda: ¡No quiero morir así!

Loretta llegó en ese momento y los vio en la moto. La sangre le hervía al ver a Wenda agarrar de esa forma a su novio. Identificó su casco. Estaba firmado, era suyo. ¿Quién se creía ella que era para ponérselo? Los celos se apoderaron de ella.


Tras dar unas cuantas vueltas, volvieron a la casa. Aparcó y Wenda bajó de la moto mareada. Estaba a punto de vomitar. Se agarró como pudo a la valla de la entrada.

Wenda: Estoy viva, estoy viva...ay, todo me da vueltas.
Martin: ¡Nenita! Ya estás aquí. Pensaba que llegarías más tarde.
Loretta: Ya veo. Querías tontear con esa vieja, ¿no?
Martin: Amor, eso no es así.
Loretta: ¡Te conozco, Martin! 


Wenda se quitó el casco con gran esfuerzo e intentó peinarse con la mano.

Wenda: Hola, Loretta.
Loretta: Dime, ¿has disfrutado del paseo en la moto de mi novio? ¿Te gusta mi casco?
Wenda: Está bien, pero creo que prefiero los paseos más...


Loretta se abalanzó sobre ella. Wenda dio un par de pasos atrás. Martin agarró a su novia para que no alcanzase a Wenda.

Loretta: ¡Asaltacunas! ¡No vuelvas a tocar a mi novio! ¡No me gustas nada!
Wenda: ¡Oye! ¿Has perdido el juicio?
Martin: Nena, no te pongas así, por favor.
Wenda: ¡Esto es de locos!


Loretta: Es mi novio. He visto como lo tocabas.
Wenda: Perdona que me quisiera agarrar para no matarme. ¡Yo estoy con Chidi y nos vamos a casar! 
Martin: Es que es muy celosa. ¿Verdad, pajarito?
Loretta: Sí...lo siento.
Wenda: El casco, Martin y la moto son en exclusiva para ti. No los quiero para nada. Estoy enamorada de Chidi y no tengo ojos para otro hombre, y mucho menos para el hermano de mi novio.

A Martin le disgustó esa frase, pero disimuló. Era mejor mantener a Loretta calmada.

Martin: ¿Has visto? Tienes que controlar tus celos, pajarito. 
Loretta: Está bien, lo siento.
Wenda: ...


Llegó la noche y el momento de ir a dormir. Wenda se lavó los dientes y al salir, encontró a Olivia en la cama. Estaba leyendo una novela y tenía las lámparas de las mesitas encendidas.

Wenda: Oh, ya estás en la cama.
Olivia: Sí, yo a estas horas ya me acuesto. Me pongo a leer mi novela, y a dormir.
Wenda: ¿Qué estás leyendo?
Olivia: Una monja en clickópolis. Trata de una monja que debe regresar a casa por problemas familiares y se encuentra con su ex.


Wenda: No la conozco.
Olivia: Está bien. Se debate entre el celibato o lanzarse a los brazos del amor.
Wenda: Interesante...


Se metió en la cama y se tapó con las sábanas.  Estaba muy cortada, pues nunca se había visto en una situación parecida. Olivia seguía leyendo y no parecía interesada en conversar con ella.

Wenda: Si me lo recomiendas, me lo leeré.
Olivia: Cuando lo termine, te digo. Espero que estés cómoda.
Wenda: Lo estoy. Se está muy bien aquí.
Olivia: Siento ser estricta con algunas cosas, pero son las normas de mi casa y del señor. Mira mi Martin, que lleva ya tiempo con Loretta y nunca se han acostado juntos. No los vigilo, son adultos, pero Loretta es una santa y no quiere cometer fornicación. Me lo dijo no con esas palabras, pero casi. Es muy devota y sigue a raja tabla las normas del señor. No quiero hacer distinciones entre unos y otros. Todos moros o todos cristianos.
Wenda: Lo entiendo...

Olivia siguió leyendo y quedaron en silencio. Solamente se escuchaba el reloj de pared de la habitación y cuando Olivia pasaba una página del libro.


Wenda: Voy a dormir. Buenas noches, Olivia.
Olivia: Pobre, debes estar cansada.
Wenda: Sí, ha sido un día intenso.
Olivia: Para mi también. Descansa. Buenas noches. ¿Te molesta que siga leyendo? A mi Orlando le da igual, duerme como un tronco.
Wenda: No, para nada. Buenas noches.

En realidad no estaba cansada y no tenía sueño. Se giró y dio la espalda a Olivia. Se tapó con la sábana y rezó para que aquella noche pasase rápido. "¡Quiero dormir en mi casa!" Pensaba desesperada.


Olivia siguió leyendo una media hora más antes de apagar la luz y dormir. Wenda siguió despierta un rato más y al final se durmió. Chidi se arrastraba por el suelo, en calzoncillos. Intentaba no hacer ruido para no ser descubierto.


Llegó a la cama de sus padres y se levantó en el lado en el que Wenda estaba acostada. Le tocó el hombro y Wenda se sobresaltó. Chidi se puso un dedo en los labios para pedirle que no hiciese ningún ruido. Le animó a levantarse de la cama con cuidado.


Wenda se levantó poco a poco. 

Chidi: Vamos.
Wenda: ¿A dónde?
Chidi: A dónde sea. Tengo ganas de ti.
Wenda: Chidi, ¡nos pueden pillar!
Chidi: Tú me hiciste lo mismo en tu casa, ¿lo recuerdas?
Wenda: Cómo olvidarlo. Fue fantástico.


Se metieron en el cuarto de baño. Chidi la besó y Wenda se abrazó a él y le dio un cachete en el trasero.

Chidi: Eres muy mala...
Wenda: No se lo digas a tu madre.
Chidi: Te guardaré el secreto.


Empezaron a jugar con sus cuerpos, dejándose llevar por la pasión.

Wenda: ¡Oh, Chidi!
Chidi: Quiero fundir mi cuerpo con el tuyo.


Escucharon pasos. Alguien subía las escaleras.

Wenda: ¡Alguien viene!
Chidi: ¡Corre, salgamos de aquí!


Martin entró en el cuarto de baño. Llevaba cuatro horas jugando a la videoconsola y había hecho un paréntesis para ir al baño.

Martin: Juraría que había escuchado ruidos...


Chidi la llevó a una salita de estar y cerró la puerta con suavidad.

Wenda: Chidi, esto es una locura...
Chidi: Me gustan las locuras. Mira la luz de la luna penetrando por la ventana. Es un momento mágico. Es nuestro momento.
Wenda: Te amo tanto...


Tumbó a Wenda sobre un baúl de madera y se colocó sobre ella.

Chidi: ¿Quieres que siga o prefieres volver a la cama con mi madre?
Wenda: ¿De verdad necesitas que responda esa pregunta?
Chidi: En realidad no.

Esta vez se entregaron a la pasión y la lujuria sin interrupciones. 


Wenda volvió a la cama pasadas unas horas y se durmió al instante. Cuando escuchó a Olivia moverse de un lado para otro y corriendo cortinas para que entrase la luz, se despertó. Desayunaron en familia y una vez preparadas las maletas, se despidieron de todos.

Wenda: Gracias por vuestra hospitalidad.
Olivia: No entiendo que no os quedéis un par de días más.
Orlando: Da gusto teneros en casa.
Chidi: Tenemos que volver, lo siento. Eso del clickvirus pinta mal. Ya sabéis, quedaros en casa y no salgáis para nada.
Olivia: Hombre, a la iglesia tendré que ir. Es la casa del señor y nos protege de todas las cosas malas.
Chidi: Mamá...
Orlando: No te preocupes, yo la convenceré.
Wenda: Cuidaros mucho. ¡Adiós, Loretta y Martin!
Olivia: Te quiero, hijo. Andad con cuidado. ¡¡Llamad cuando leguéis!!
Chidi: ¡¡Lo haremos!!


Martin: Nena, ¿cuando le diremos a mi madre lo del embarazo?
Loretta: Esperaremos un poco más. Todavía no se me nota.
Martin: Tengo miedo. No reaccionará bien.
Loretta: ¿Y si nos casamos en plan rápido? Así no le sentará tan mal, ¿no? 
Martin: No creo que sea tan fácil, nena.


Continuará...

2 comentarios:

  1. Me gusta que tú también reflejes la situación actual en tus entradas. El clickvirus, suena divertido, pero es el reflejo de algo que no lo es. Todavía me cuesta asimilar que estamos confinados y que no podemos salir. Ellos van a vivir lo mismo seguro. Me he leído la entrada en un momento. Me ha enganchado mucho el capítulo. Me he reído bastante en el momento en que se descubre que Loretta no es tan santa como decía Olivia. Pobrecita, qué engañada que está. Luego el momento de pasión de Chidi y Wenda es muy divertido. Primero en el baño y luego en la salita de estar ésa. Por poco no los pilla Martin, que, por cierto, tiene todos los ingredientes de un hombre repulsivo para mí. No sé cómo wenda ha sido capaz de subirse en su moto. Yo le habría dicho que no desde el principio. No me gusta la velocidad y menos subida en un automóbil tan poco seguro. Menos mal que no han tenido un accidente. Por un momento he pensado que lo tendrían. Me hace ilusión que se casen, pero algo me hace desconfiar de la familia de Chidi. No me acaba de gustar mucho eso de que sean tan religiosos. Algo pasará con eso. Seguro que esas creencias tan férreas traerán raras consecuencias.
    ¡Espero que cuelgues pronto otro capítulo!

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  2. He disfrutado mucho con la lectura de este capítulo. Se me hace raro que Olivia aparentemente acepte la relación de su hijo. He padecido al ver a Wenda con su suegra en la cama y luego qué atrevido Chidi yendo a por ella hasta allí y sacándola de la cama, para estar juntos primero en el baño y después en el salón. Wenda está viviendo una aventura a prueba cardíaca. Supongo que esta le hace rejuvenecer pero me da miedo como pueda acabar todo esto. Es un amor bastante loco. Pero el amor hay que vivirlo y ya vendrá después lo que sea.
    En cuanto a lo del hermano de Chidi, parece un click cantamañanas que va detrás de todas las faltas y había puesto en Wenda sus ojos, como si una nueva presa y trofeo fuese. La pobre Wenda no supo decir que no a lo de la moto con una persona tan pesada. Y lo de la novia cuando la madre ha dicho que no tenía relaciones con sus hijas, ya me he imaginado que sería todo lo contrario, como se ha confirmado después. Me da pena la situación y por la chica, aparentemente parece muy desagradable y posesiva pero la pobre bastante tiene. Es además una clack muy guapa. Me gustaría ver la evolución del personaje. Espero que pronto puedan sincerarse con la familia y esta lo acabe aceptando aunque no confío en el hermano de Chidi.
    Y por último, a ver qué pasa con lo del clickvirus. Parece que la situación se está poniendo fea.

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