viernes, 27 de marzo de 2020

Estado de alarma - Capítulo 01: Sus, Duclack y los niños

Estado de alarma

Capítulo 01

Sus, Duclack y los niños

Hasta que lo decretaron, Sus no sabía lo que significaba estado de alarma. En su vida había vivido una situación así. En un principio, cuando se empezaron a escuchar casos de Clickvirus en otros países, no creyó que la situación fuese a derivar en una pandemia. Llevaba dos semanas encerrada en casa, sin poder salir. Estaba embarazada y eso la convertía en click de factor en riesgo. Ágatha era la que salía a hacer la compra. 

Estaba tumbada en su cama, pensando. Había intentado dormir la siesta, pero no podía dejar de pensar. Estaba muy preocupada por sus padres, sus abuelos y la gente que quería. Sabía que todos estaban bien y que cumplían el confinamiento, pero eso no la tranquilizaba. Otra cosa que le preocupaba era dar a a luz en esos momentos. Los hospitales estaban colapsados y le aterrorizaba entrar en uno, contagiarse y dar a luz a un clickito en tremendas circunstancias. "Ahora mismo no quiero que salgas, pequeño", decía mientras se tocaba la barriga. "Espera un poco más, por favor". 


Ágatha llamó a la puerta y entró. Traía la merienda para Sus. La pandemia pilló a Ágatha en circunstancias personales un poco complicadas, por lo que Sus y Diamante le pidieron que se quedara con ellos en casa. Para Sus fue una bendición. En su estado y con los niños, los pandas y Diamante todo el día en casa, se habría vuelto loca.

Ágatha: Le traigo la merienda, señora.
Sus: Gracias, Ágatha.


Le puso sobre la cama la bandeja. Una taza de chocolate caliente y un muffin de mora y chocolate. Ágatha era una gran cocinera.

Sus: No tengo mucha hambre.
Ágatha: Si es su muffin preferido.
Sus: Lo sé, pero no tengo mucho apetito.


El delicioso olor de la muffin penetró en sus fosas nasales con suavidad. El apetito se le despertó al instante. 

Ágatha: ¿Quiere que me lo lleve?
Sus: No, me lo comeré.
Ágatha: Tiene que animarse, señora.Todo esto pasará.
Sus: Me cuesta ser positiva. El miedo me invade, Ágatha. Mis abuelos son muy mayores, y mi padres no son precisamente niños. Tampoco quiero dar a luz ahora...no quiero salir de casa y ni mucho menos ir a un hospital. No es buen momento para traer un clickito al mundo, no se lo merece.
Ágatha: Se preocupa demasiado, señora.
Sus: Ay, Ágatha, tienes que tutearme, te lo he dicho mil veces.
Ágatha: Lo siento...me cuesta.
Sus: Lo sé, no te preocupes. Mmmm, está delicioso. Ágatha, es una bendición tenerte en casa.
Ágatha: Soy afortunada. Me siento muy querida en esta casa y aquí me siento segura. 


Fue a llevarle la merienda a Diamante. Estaba viendo otro programa de coches. Estaban analizando los nuevos coches de gama alta que habían salido al mercado. Se encontraba en la habitación del piano, sentado ante la televisión en su sofá azul.


Ágatha le trajo su merienda. Una copa y una botella con el mejor ron (según Diamante).

Ágatha: Su merienda, señor.
Diamante: ¡Mi ron! Gracias, maja. ¿Hay cochinillo?
Ágatha: Sí, lo he metido al horno. En cuanto lo tenga listo, se lo subo.
Diamante: ¡Gracias!


Ágatha: Señor, me preocupa la señora.
Diamante: ¿Qué señora?
Ágatha: Su mujer, Sus.
Diamante: ¡Ahhh! ¿Le ocurre algo?
Ágatha: La encuentro con el ánimo muy bajo.
Diamante: ¿Sabes si le preocupa algo?


Ágatha: Es esto del clickvirus y el estado de alarma. No lo está llevando muy bien. He intentado animarla, pero no creo que lo haya conseguido. Quizás usted sepa la forma de hacerlo.
Diamante: Mi Sus. Yo también estoy agobiado de estar metido todo el día en casa. ¡Echo en falta salir a navegar! Ahora iré a verla. Gracias por tu preocupación.
Ágatha: Voy a ver como va el cochinillo.


Diamante fue a ver a Sus. Seguía tumbada sobre la cama. No quedaba ni rastro del muffin y el chocolate.

Diamante: Hola, cariño.
Sus: Hola.


Se sentó junto a ella. Sus lo miró. Se la veía muy preocupada.

Diamante: ¿Estás bien?
Sus: Estoy cansada de estar preocupada, Diamante. Tengo ganas de meter la cabeza bajo la almohada y dormir hasta que todo esto pase.
Diamante: Deja de preocuparte. Así no consigues nada. Todo va bien. Estamos todos a salvo en casa y el embarazo sigue su curso sin ningún problema. ¡Alegra esa cara!
Sus: Mi Diamante. Siempre consigues sacarme una sonrisa. Tienes razón.
Diamante: Siempre la tengo. Por algo soy el pirata más inteligente del mundo.


Sus se abrazó a Diamante. Siempre conseguía animarla. En eso, era un experto. Diamante es un pirata alegre y optimista.

Sus: Te quiero.
Diamante: Y yo a ti. Todo esto pasará. Ahora tenemos que ser fuertes y valientes. Deberías hablar con Duclack por Skype. A ver que tal lo está llevando ella.
Sus: ¡Síii! Hemos quedado en hablar dentro de un rato.


Diamante: Mientras tanto, os cantaré una canción pirata. A ti y al bebé.
Sus: ¡Oh! ¡Canta la del pirata de agua dulce! El bebé da pataditas cuando la cantas.


Suselle jugaba en su cuarto con sus juguetes. Tenía esparcidas por el suelo un montón de muñecas y complementos. La historia de amor entre el oso amoroso y la barbie veterinaria estaba dando mucho de si. Eran varias las muñecas que estaban en contra de su relación. Al final, la barbie se había marchado en su coche a un país muy lejano para evitar que hicieran daño al oso amoroso.


Suselle: ¡¡¡No te marches, barbie veterinaria!!!
¡¡Te quiero, pero nuestro amor es imposible!! ¡¡Muaaaa!!


Dante jugaba al Fortclicke en su ordenador. Jugaba con Karim, que también estaba conectado desde su casa.

Dante: ¡Construyo un puente aquí y subo hasta lo más alto! ¡Cuidado, Karim!
Karim: ¡Me han matado!
Dante: ¡Oh, no! ¡A mi también!


¡¡Danteeeeee!!

Dante: Alguien me llama desde la calle.
Karim: ¡Será el clickvirus que ya sabe hablar!
 ¡Jajajaja!
Dante: Creo que es Pradito. ¡Luego me conecto otra vez, tío!
Karim: ¡Vale, tío! ¡Hasta luego!


Dante salió al balcón y vio a Pradito asomada a una ventana de su casa.

Pradito: ¡Danteeee!


Dante: ¡¡Pradito!!
Pradito: ¡Holaaaa! ¿Qué haces?
Dante: Estaba jugando al Fortclicke.
Pradito: ¡Pasa de ese aburrimiento y conéctate por Skype! ¡Dile a Suselle que también se conecte!
Dante: ¡Vale, ahora se lo digo!


Pradito: ¡Dile que le tengo que pasar fotos de la historia que estamos haciendo!
Dante: ¡Valeee!


Pradito: ¡Yo me conecto ya!
Dante: ¡Vale, ahora nos conectamos nosotros!


Pradito: ¡Hasta ahora!
Dante: ¡Hasta ahora!


Dante corrió hasta la habitación de Suselle.

Suselle: Sin ella, me volveré a los bosques y viviré allí para siempre, rascándome la espalda en los árboles. ¡Oh, mundo cruel!
Dante: ¡Suselle!
Suselle: ¿Qué pasa?
Dante: Es Pradito. Ha dicho de conectarnos por Skype ahora.
Suselle: ¡Yupiii!


De esa forma, los tres podían estar en contacto sin necesidad de salir de casa. Pradito se sentó en su cama y encendió el ordenador portátil. 

Pradito: ¡Holaaa!
Suselle: ¡Pradito!¿Cómo estás? ¡Te tengo que contar! Al final el oso amoroso se va al bosque a rascarse la espalda contra los árboles y barbie veterinaria se ha ido con su coche.
Pradito: ¿¿Qué?? ¡Quiero que me lo cuentes todo! Mi barbie pirata ha escapado de los Mr Potatos y está buscando a tu barbie veterinaria.


Suselle: ¡Se podrían encontrar!
Pradito! ¡Síii! Y juntas podrían ir en busca del oso amoroso y del Ken rapero.
Suselle: ¡Vale! Podrían refugiarse los cuatro juntos en el bosque.


Dante: Y luego llega mi Pokémon y se los carga a todos.
Suselle: ¡Eso no vale!
Dante: Tiene que vengarse, por no invitarle a la boda de la princesa Disney y el Pinypon.
Pradito: Es que le rompió el corazón a Barbie futbolista. La dejó tirada en el altar y eso no se hace.
Dante: Mi pokémon prefiere a tu barbie pirata.
Pradito: Ella quiere a Ken rapero.


Suselle: ¿Cuando podremos jugar juntos? Te echo de menos, Pradito.
Pradito: Y yo a vosotros. Con mis padres me lo paso bien, siempre estamos haciendo cosas y no me aburro, pero os echo de menos.
Dante: Yo me agobio aquí todo el día. Tengo ganas de jugar al fútbol y salir por la calle. Aunque mola no ir al cole.
Suselle: Yo echo en falta ir al colegio. Me acuerdo mucho de todos los profes...
Pradito: Y yo.
Suselle: Ojalá pase pronto todo esto y podamos volver a las clases y salir a jugar.


Ágatha echaba de menos a su familia, en especial a su novio. Aunque le gustaba estar en casa de Sus y Diamante, preferiría estar junto a ellos. Vivían lejos, en un país muy golpeado por el clickvirus.


Se sentó un rato, para intentar reponerse. No quería llorar delante de los demás. Sabía del desánimo de Sus y no quería que se sintiese peor.

Ágatha: Torno presto con te. Quando tutto questo sarà finito, tornerò a casa. So che starai bene. Dio ti protegge.

Dijo en voz baja, pensando en su novio.


Diamante se asomó a la calle por la puerta principal. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo cuando vio el panorama. No había un alma en la calle. Alguna paloma volando de un lado para otro, sorprendida ante tanta soledad.

Diamante: Esto da miedo.


Cerró la puerta sobrecogido. 

Diamante: ¿Y si está todo el mundo muerto y somos los únicos supervivientes? ¡Es horrible!


Se dirigió al comedor. Sus estaba frente al portátil. Se había sentado a la mesa del comedor.

Diamante: Sus, no hay un alma en la calle. Nunca había visto algo así.
Sus: Menos mal que la gente se está comportando. Todos deberíamos quedarnos en casa. ¿Te has enterado de lo de Sabrina? Alexia me ha dicho que la vio por la calle paseando al perro y que la policía la paró. Por lo visto llevaba un par de horas paseando. Es una descerebrada.
Diamante: No me sorprende. Sabrina nunca acata las normas.


Dante bajaba las escaleras a toda prisa.

Diamante: ¡Eh! ¿A dónde vas con esas prisas?
Dante: ¡Hay una pelea de gatos en la calle!
Diamante: ¿Y? Sabes que no puedes salir.
Dante: Pero puedo mirar por la ventana.


Dante se asomó por una de las ventanas. Dos gatos estaban enzarzados en una pelea brutal.

Dante: ¡Pelea, pelea!


Diamante: No te asomes tanto que como salten, te arañarán la cara.
Dante: ¡Menuda pelea, papá! ¡Qué pena no tener el móvil!


Sus: ¡¡Dante!! ¡¡Cierra la ventana!!
Dante: Estoy mirando, nada más.
Sus: ¡He dicho que la cierres!


Sus fue como una loca a cerrarla.

Dante: Mamá, pero si no pasa nada.
Sus: ¡Me da miedo! Te asomas por las ventanas de arriba o por el balcón.
Dante: ¡Pero si no pasa nada! 
Sus: ¡A callar! He dicho que no te asomas y punto.


Dante: ¡Qué exagerada! ¡Pues me voy arriba! ¡He dejado a Pradito y Suselle hablando por Skype!
Sus: Me da igual ser exagerada. No quiero que os pase nada.
Diamante: Tranquila, que el clickvirus no entra por la ventana. Tienes que relajarte, cariño.
Sus: Lo siento...


En casa de Duclack...

Duclack: Hola, Pradito. ¿Hablas con Suselle y Dante?
Paradito: Sí, pero ya nos despedimos.
Duclack: Pues me tumbaré un ratito contigo.
Pradito: ¡Vale!


Duclack: ¡Hola, chicos!
Suselle: ¡Hola, Duclack!
Dante: ¡Hola! ¿Cómo estás? Mi madre está un poco paranoica. 
Suselle: No digas eso.
Dante: Es que no quiere ni que me asome a la ventana. ¡Solamente quería ver una pelea de gatos!
Duclack: Os quiere proteger.
Pradito: ¿Luego seguimos hablando?
Suselle: Después de cenar te llamo.


Pradito cerró sesión y apagó el ordenador. Se tumbó con su madre y se abrazó a ella.

Duclack: ¿Has terminado todos los deberes?
Pradito: Sí, tengo toda la tarde libre.
Duclack: Podríamos preparar la cena los tres juntos.


Sebastián: Me gusta la idea.
Paradito: ¡Papá! Ven, túmbate con nosotras.
Sebastián: Hazme un hueco, cariño.


Pradito: ¿Cuando podremos salir a la calle?
Sebastián: Cuando sea seguro. Por el bien de todos, debemos permanecer en casa. No te preocupes, esto no durará siempre. Pronto podremos salir a la calle, ya lo verás.
Duclack: ¿Que es lo primero que haréis cuando podamos salir? Yo dar un paseo con mi barco.
Pradito: ¡Ir al cole!
Sebastián: ¡Yo iré a correr por el bosque!
Pradito: ¡Ir a una heladería! ¡Quiero una copa de helado!
Duclack: ¡Ver a todos mis amigos!
Paradito: ¡Ver a Suselle y Dante!


Diamante se había tumbado en el sofá de la salita de estar. Estaba muy aburrido. Se estaba cómodo junto a la estufa, por lo que pronto se quedó dormido. Pandy cuidaba a Pinky. Le daba besitos y le traía todo lo que ella necesitaba.


Pinky: #### (Estoy bien, osito mío).
Pandy: #### (¿No necesitas algo más? ¿Un poco de bambú? ¿Algo para morder?).
Pinky: ### (No, estoy de maravilla. Noto que nuestros hijitos también lo están).
Pandy: ##### (Estoy deseando poder verlos).


Sus se conectó al skype.

Sus: Huy, me habla Eddy.
Eddy: ¡Hola,Sus!
Sus: Paso de contestarle. ¿No se puede bloquear? Anda, está conectada Agnes. Luego le preguntaré. Me han dicho que ya no está con Artemisa.
Eddy: ¡Sus, no me ignores!


Duclack se sentó en su cama. Pradito y Sebastián se fueron a jugar un rato al ajedrez.

Duclack: Ahí está Sus. Anda, hay mucha gente conectada. ¡El que se quería casar conmigo! Espero que no me hable, el otro día me llamó a las tantas de la noche. ¡Hola, Sus!


Sus: ¡Duclack! ¿Cómo estás?
Duclack: Sinceramente, no muy animada. Estoy cansada de todo esto. No poder salir de casa para nada es desesperante. Echo en falta navegar, el viento en mi cara, el sol...
Sus: Yo me siento igual que tú.
Duclack: Estando embarazada, soy click de riesgo. Bueno, tendremos que ser pacientes. Debo reconocer que con Sebastián se hace más llevadero. Pradito se está portando muy bien y hacemos muchas cosas juntas.
Sus: Diamante también se está portando genial conmigo. Los niños muy bien. Dante es un poco más trasto, pero lo lleva mucho mejor de lo que podría imaginar. Ágatha es un encanto, me ayuda mucho. ¿Te has enterado de lo de Sabrina?
Duclack: Huy, no.
Duclack: Casi la detienen. Si no llega a ser por John, estaría entre rejas.
Duclack: ¿En serio? Cuenta, cuenta...


Continuará...

2 comentarios:

  1. ¡Me encanta esta historia! Y no sólo porque refleje perfectamente la situación actual, sino porque salen muchos personajes en ella y hay cosas muy graciosas. Es un reflejo muy bonito de lo que está ocurriendo, de lo que todos hacemos para comunicarnos. Me hace gracia lo paranoica que está Sus (me recuerda a alguien), lo aburrido que está Diamante, la bonita relación que mantienen los niños. Me he reído mucho con la historia de Suselle y Pradito, sobre todo con lo del oso que vuelve al bosque a rascarse la espalda contra los árboles, jajajajaja, cómo me he reído con eso, y con los personajes de los tres, que si la Barbie futbolista, la barbie veterinaria... (Yo tenía una). Luego me encanta que haya salido Agnes mencionada. No te voy a negar que estoy deseando que salga de alguna manera también en esta historia. Gracias por tenerla en cuenta siempre. Entiendo la preocupación de Sus, sobre todo estando embarazada la pobre. Me ha conmovido mucho también el guiño que le has hecho a Italia y he entendido perfectamente lo que Ágata le dice a su novio a través de la distancia, sobre todo eso de que: sé que estarás bien. Dios te protege, que bonito.
    La verdad es que con esta historia he conectado mucho porque es muy real. También me ha hecho mucha gracia que Dante baje corriendo las escaleras con ansias de asomarse a la ventana para ver una pelea de gatos. Es gracioso y conmovedor que lo más divertido que pase en su día sea una pelea de gatos, jajajaja. Luego también me he estremecido cuando Diamante se asoma a la calle y no ve a nadie y me he reído con lo de Sabrina. Mira que tiene un novio policía, pues ni con ésas.
    ¡No tardes en continuar la historia porque me encanta! Por cierto, yo también quiero un mufin de ésos. Ah, es muy significativo también que Sus se meta esas meriendas. Es la representación de lo mal que podemos llegar a comer estos días, jajajajaja.
    ¡Gracias por la historia!

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  2. ¡Ay, Dani! ¡Tenía muchas ganas de leer esta historia y no me ha decepcionado para nada! ¡Me encanta! Es triste por la parte verídica en la que se basa pero está llena de tantos guiños y detalles que me ha chiflado. Además siento que es un homenaje a nuestra amistad.
    Me ha gustado mucho cuando Suselle y Pradito hablan de sus juegos con sus muñecos, que por cierto, ¡las escriben también! La historia de la Barbie veterinaria y el oso es graciosísima y como luego deciden cruzar las historias las dos.
    También me encantan las fotos de Pradito y Dante por las ventanas. ¡Están geniales! Esas ventanas y ese sistema de comunicación puede dar mucho juego en el futuro. Ya me los he imaginado hasta adolescentes siguiendo hablando así.
    He conseguido conectar más con la Ágatha, la verdad es que tiene una cara de buena la clack que no puede con ella, me gustaría saber más sobre su vida. Es una suerte que Sus la tenga en casa en esta situación tan difícil, porque si fuera por Diamante... Lo he visto muy despistado. Adora a Sus pero es como un niño más en la casa, no veo que ayude demasiado.
    En cuanto a las conversaciones por skype, me han encantado. ¡Genial la foto de tres de los niños! También me ha hecho gracia antes cuando Dante estaba jugando con Karim al juego ese tan famoso. Y me parece sumamente entrañable cuando Duclack llega a donde está Pradito y esta deja el skype y Duclack se pone a su lado, como se abrazan, como se une a ellas después Sebastián y como piensan en lo que harán cuanto acabe todo.
    La reacción de Sus ante Dante cuando se asoma a ver la pelea callejera de gatos la entiendo. Yo sería igual si vivo en un bajo con mis niños.
    Y luego cuando se conectan Sus y Duclack, ¡qué risa! ¡Saliéndole pesados con los que hace mil años que no hablan! Es otro efecto colateral de estos días, que casi todo el mundo te vuelve a hablar. Me ha hecho mucha gracia Eddy insistiendo, jajajajajajajaja. Después me ha hecho reír también el cotilleo que le cuenta de Sabrina. ¡Tela con Sabrina! ¡Nunca cambiará! ¡Siempre ha sido una egoísta!
    En fin, que he disfrutado mucho con la historia y tanta tensión de estos días acumulada, un poco al ver esta historia de los clicks es como si exteriorizas y te ayuda a sacarla un poco y a relajar ese malestar, así que mil gracias por esta historia. Estoy deseando ver la continuación, porque sé que eres un genio y seguirás creando mil situaciones más surrealistas de estos días que al final es mejor paradiarlas y reír y aprender de ellas. Tengo algunas ideas, ya te comentaré por privado. Ya que yo no tengo a todos mis clicks aquí, a ver si tú puedes hacerlas.
    Un besote

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