viernes, 5 de abril de 2019

Mi vida ahora - Capítulo 12: Manifestación

Capítulo 12: Manifestación

Hermenegilda hablaba animadamente con Fernanda. Estaba tumbada en la cama, un poco reclinada hacia delante. Fernanda estaba sentada en el sillón, metida de lleno en la conversación.

Hermenegilda: Con una mujer más tonta no se ha podido casar. Le dije a mi hijo que esa no es mujer para nada, pero pueden más dos tetas que dos carretas. 
Artemisa: ¿Se puede?
Hermenegilda: ¡Muchachas! ¡Pues claro!
Artemisa: Buenas tardes.
Agnes: Boas tardes.


Hermenegilda: ¡Qué alegría veros por aquí! Veo que Herminia os contó que estaba ingresada.
Artemisa: Sí, dijo que le había dado una subida de azúcar.
Hermenegilda: Me pasé comiendo dulces, lo reconozco. Una se cree moza, y no es así. Bueno, que me quiten lo bailao.
Agnes: Hemos preparado dulces sin azúcar e integrales. El próximo día, merendará de esos.
Hermenegilda: A mi lo integral me estriñe.
Agnes: Oh...
Hermenegilda: ¿Sabéis quién esta ingresada aquí? La vecina del quinto, la Pili.
Artemisa: ¿La de los tacones?
Hermenegilda: ¡Esa! Siempre va con tacones, hasta para barrer el portal.
Fernanda: Esa es una pelandusca.


Agnes: ¿Que le ocurre?
Hermenegilda: Se cayó al salir de un coche. Ya sabéis, con esos tacones es lo más normal. He ido muchas veces a verla. Luego nos pasaremos otra vez. ¿Os apetece venir con nosotras? Le hacemos compañía, aunque ella no quiera.
Artemisa: No, es que no disponemos de mucho tiempo. Otro día...


Fernanda: Nosotras no paramos quietas. Hemos visitado a todos los pacientes de esta planta. La de aquí al lado le han operado de la cadera. En la habitación de enfrente hay un chico joven que se recupera de un virus. Lo que le he dicho a Hermenegilda, un resfriao mal curao. Si es que los jóvenes de hoy en día no se cuidan. ¿Has visto que van todos con los tobillos al aire en pleno invierno? ¿Eso es moda? Es que para colmo, los calcetines son de esos cortos, de verano.
Hermenegilda: En mis tiempos los que iban así eran tontos del culo con pocas nociones de saber vestir o que se iban a pescar. Cada vez que veo a un joven con los tobillos al aire, me pongo mala.
Fernanda: Toman drogas de las gordas.
Hermenegilda: Y que son tontos, Fernanda de mis amores.Como algún listillo de la moda decida que lo que se lleva es llevar el culo al aire en pleno invierno, veo a toda la juventud con la gripe.


Silvia llegó hasta el lugar donde había quedado con Ben. Este la estaba esperando sentado en un banco. La saludó con la mano y ella se acercó. Parecía muy serio.

Silvia: Perdona el retraso, Ben. 
Ben: No pasa nada, hace nada que he llegado.


Se sentó a su lado al ver que no se levantaba.

Silvia: ¿Estás bien? Pareces triste.
Ben: Disculpa, es que hoy no es un buen día para mi. 
Silvia: ¿Ocurre algo?
Ben: Mi mejor amigo, se ha ido para siempre. Estaba muy enfermo y ha decidido irse lejos y morir en paz y soledad, en un lugar que no conocemos.
Silvia: Lo siento...
Ben: Era mi mejor amigo. He perdido parte de mi. Era un hermano, alguien en el que confiaba plenamente. 
Silvia: Entiendo tu dolor...


Wenda seguía caminando. Estaba llegando al lugar donde había quedado con Fui. Pandy y Pinky caminaban felices, hablando el uno con el otro. "Espero que podáis estar juntos para siempre. La vida es tan cruel...", pensaba con los ojos llorosos. 


Pinky: ###### (¡Fuiiii! Tenía muchas ganas de verte)
Fui: ¡Mi osita! Te echaba de menos. Espero que lo hayas pasado bien con Pandy estos días.
Wenda: Han disfrutado mucho.
Fui: Gracias por cuidar de ella. Pandy, ¿te apetece un paseo por el bosque antes de ir para casa?
Pandy: ##### (¡Seeeeeh! Un paseo romántico con Pinky. ¡Le puedo buscar flores!)


Fui se marchó con los osos. Wenda se despidió de ellos y siguió caminando. Se tomaría un café y daría un paseo por el nuevo centro comercial. 


Encontró a Ben y Silvia sentados en un banco. No conocía a Silvia, le pareció guapa, el estilo de chica en la que Ben se fijaría. "Será otra de sus conquistas", pensó.

Wenda: Hola.
Ben: ¡Wenda!


Ben se levantó enseguida. Se acercó hasta Wenda y le vio los ojos llorosos. Ella también se percató de que había llorado.

Ben: ¿Estás bien?
Wenda: No. Intento ser fuerte, pero no lo consigo. 
Ben: Yo también lo estoy pasando mal. 
Wenda: Ben, le echo de menos...
Ben: Yo también.

Silvia los observaba en silencio. Sintió que sobraba. Entre ellos había una unión muy fuerte y el dolor por la pérdida de su amigo la fortalecía mucho más. 


Silvia: Ben, he recordado que tengo que hacer una cosa en la cafetería.
Ben: ¿Te vas? Espera, si quieres te acompaño.
Silvia: No es necesario. Ya nos veremos. Siento lo de tu amigo.


Wenda: Os he interrumpido.
Ben: No pasa nada. Silvia es una clack muy comprensiva. 
Wenda: Oh Wen, ¡le echo de menos!

Wenda se abrazó a él. Lloraba en su hombro mientras él intentaba hacerse el fuerte.

Ben: Yo también le echo de menos. Vamos a tomarnos algo en algún sitio tranquilo. Aquí la cosa se está poniendo fea.


La manifestación estaba congregando a muchísimas clacks. Estaban enfadadas y gritaban justicia con las manos alzadas.

Wenda: Sí, será mejor que nos alejemos de aquí. 


Mercedes Clická: Todas las clacks aquí congregadas piden justicia para la chica agredida y una ley más contundente contra la violencia de género. 


Sus se encontró a Alexia, Hilary y Ambrosio en la calle. Estaban asombrados ante la gran multitud de clacks que se estaban manifestando.

Sus: ¡Hola! Cuanto tiempo sin veros.
Alexia: ¡Sus! Oh, los niños está muy grandes y guapos.
Sus: Gracias, Alexia.Tú como siempre,guapísima. Huy, ¿estás bien, Ambrosio?
Ambrosio: Bueno...
Hilary: Acaba de romper con el impresentable de Eddy.
Sus: Lo siento...
Alexia: Era lo mejor. Le hacía la vida imposible.
Sus: Me ha dicho que te ha dejado él...
Ambrosio: Es un mentiroso.
Sus: Te creo. Yo también lo pasé muy mal con él...
Alexia: ¿Que estará pasando aquí?


Sus se acercó a una manifestante y le preguntó.

Manifestante: Estamos manifestándonos por el último caso de violencia contra la mujer. Estamos cansadas de tanta permisividad ante semejantes atrocidades. Queremos que se empiece a condenar estos delitos y que se proteja a las clacks de esos psicópatas.
Sus: No puedo estar más de acuerdo.


Alexia: ¿No unimos a la causa?
Hilary: Por supuesto.
Sus: Nosotros nos vamos. La semana que viene si os apetece, quedamos en mi casa y tomamos un café.
Alexia: Vale, así nos ponemos al día.
Sus: E intentamos animar a Ambrosio, aunque sea un poquito.
Ambrosio: Gracias, sois amigas de verdad.


La abuela de Chris corría lo más rápido que podía hacia la comisaría. Estaba cansada de los dolores de cabeza que le provocaba su nieto, siempre metido en problemas. Aunque estaba disgustada y le daban ganas de castigarle sin dirigirle la palabra, era su nieto y lo quería.


Rose: ¿Desea algo?
África: Vengo a ver a mi nieto, Chris. Me han dicho que lo tienen aquí encerrado.
Rose: Sí, pase por favor.


África: Buenas tardes. Vengo a ver a mi nieto, Chris.
Agente García: El agente Smith la está esperando en su despacho. Un agente le acompañará.
África: Gracias, joven.


John puso a África al día. Le contó lo ocurrido con su nieto y que su situación era complicada. Además, en esos momentos se había convertido en un caso mediático y lo pasaría peor debido a la presión de los medios.

África: ¿Puedo verle?
John: Sí, ahora le acompaño. Sabrina, será mejor que vayas para casa.
Sabrina: Sí, quiero estar para cuando llegue Walter. ¿Tardarás mucho esta noche?
John: Tengo un día muy complicado, no me esperes levantada.
Sabrina: Vale...


John acompañó a África hasta la celda dónde estaba Chris y les permitió hablar unos minutos.

Chris: ¡Abu!
África: ¿Otra vez metido en problemas? ¿Cuando harás caso a tu abuela?
Chris: Lo siento, abu...
África:Un día me matarás del disgusto. Esta vez poco puedo hacer por ti, pero si tengo que hipotecar la casa o vender todo lo que tengo para sacarte de aquí, lo haré.
Chris: No es necesario, abu. Tengo un plan.
África: ¿Ese plan pasa por tener un abogado o una estrategia de defensa?
Chris: No.
África: Pues no es un buen plan. Deja de meter la pata. Yo me encargaré de sacarte de aquí.
John: Lo siento, tiene que despedirse.
Chris: Pronto nos volveremos a ver, abu.
África: No hagas más tonterías, Chris.
John: En un par de horas le trasladaremos a la prisión Alakalá Keko.


Cuando su abuela se marchó, Chris corrió hasta la ventana. 

Chris: ¡Petas, tienes que sacarme de aquí! Me trasladan a Alkalá Keko.
El Petas: Te sacaré de ahí, compadre. Me queda poco.

Siguió serrando los barrotes a toda velocidad. Se escuchaban gritos procedentes de la parte delantera de la comisaría.

Chris: ¿Y esos gritos?
El Petas: Espera, que lo miro.


Vio a toda la multitud protestando. La gente estaba muy enfadada.

El Petas: ¡Wala tío!
Chris: ¿Qué pasa?
El Petas: La has liado parda, hermano. Tenemos que darnos prisa.  


Las clacks seguían protestando y cada vez eran más. Pedían justicia y protección y que la violencia cesase de una vez por todas.


Sabrina: Están locas perdidas. No tendrán otra cosa mejor que hacer que perder el tiempo de esta manera. Seguro que lo que les interesa es salir en la tele. Mira esa, tan arregladita.  Protagonismo, es lo que quieren. Si un click se mete conmigo, le pego yo primero y santas pascuas.


Pasaba entre ellas malhumorada.

Sabrina: Ten cuidado Walter, que estas son capaces de aplastarte.¿Y todo esto por la petarda de la criada de Sus? Deberían protestar por lo tonta que es Sus al contratar a alguien así. Yo protestaría contra la mujeres ridículas y sin personalidad como Sus y su criada. ¡Esas son el problema!


¡¡Ni una más!! ¡¡Justicia!!



John: Maldita sea, la situación se nos está hiendo de las manos.
Agente: ¿Quieres que despejemos la manifestación?
Rose:Eso sería peor.
John: Llamaré de nuevo a Alkalá Keko. Tienen que llevarse a Chris cuanto antes de aquí.



Finalmente, El Petas consiguió serrar todos los barrotes. Los sacó con cuidado, para intentar hacer el menos ruido posible.

Chris: ¡Por fin!
El Petas: Venga, colegas, todo el mundo fuera.


Todos los presos salieron de uno en uno, felices ante la idea de ser libres.

El Petas: Mira, Chris.

Se asomaron y vieron la manifestación.

Chris: ¿Todo eso por mi?
El Petas: Quieren tu cabeza. Son feminazis.
Chris: Tengo que salir de aquí.


Los demás presos salieron corriendo y desaparecieron entra la gente.

Chris: ¿Y si alguien me reconoce?
El Petas: Tranqui, he traído una gorra y unas gafas.
Chris: Eres el mejor.
El Petas: Lo sé.


Chris: Ahora tengo que ir a buscar a Leti.
El Petas: ¿En serio?
Chris: Pues claro, tío. Ella es la clack de mi vida y quiere estar conmigo.
El Petas: ¿Y si no quiere estar contigo?
Chris: Le haré entrar en razón.
El Petas: Vale, pero hay que darse prisa. Cuando los maderos se percaten que nos hemos fugado, nos buscarán por tierra y aire.


Corrieron en dirección a la manifestación y se infiltraron entre las clacks. Algunas los miraban extrañadas, pero pudieron caminar sin problema entre ellas.


El Petas: ¿Está en ese hospital?
Chris: Sí, creo que está ahí.
El Petas: Habrá que robar un coche.
Chris: Estoy deseando ver a Leticia, decirle que todo ha sido un terrible malentendido y que se venga con nosotros. La voy a hacer muy feliz.


Continuará...

1 comentario:

  1. ¡Noooooo!!!! ¿Cómo es posible que al Petas le haya dado tiempo a liberar a Chris? Tengo la esperanza de que su libertad no dure mucho y que pronto los cojan, a los dos. No quiero que vuelva a ver a Leticia nunca más. Qué rabia me dan esos tíos (y esas personas en general) que no aceptan la realidad, que no pueden entender que sobran ya en la vida de otra persona. Por favor, que ese imbécil no se acerque a Leticia nunca más. La pobre es una víctima más del maltrato. Espero que no se reencuentren y que, si lo hacen, que ella sea clara con él. Ese imbécil no se merece ni mirarla. Por favor, que no lo consiga. Me gustaría mucho que se pudriese en la cárcel. Por cierto, buen y gracioso nombre para la cárcel ésa, jajajajaja.
    También me ha dado mucha pena Ben y Wenda. Pobrecitos. La marcha de Duclón les está afectando muchísimo, pero es normal. Espero que el tiempo los ayude a reponerse de este golpe.
    Me ha hecho mucha gracia la primera escena de la señora Hermenegilda, de Artemisa, de Fernanda, de Agnes... Qué risa con cómo habla de la gente y de la vecina de los tacones. Qué razón tiene con lo de las modas. A mí también me parece muy ridícula la moda de ir con los tobillos al aire incluso en invierno. Los pantalones cortos me parecen espantosos y no entiendo la necesidad de ir enseñando los tobillos, jajajajaja. Estoy de acuerdo con ella.
    Luego... me sorprende mucho que Silvia se haya fijado en Ben. No sé si de ahí saldrá algo, pero me parece una historia interesante.
    ¡Qué bien que tenga otro capítulo por leer porque estoy deseando saber cómo sigue! Muy bonito lo de la manifestación, por cierto, y también cómo va evolucionando la historia de amor entre Pandy y Pinky, qué bonito.

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