miércoles, 9 de abril de 2025

Historias cortas - Capítulo 04: Concurso de piano

Después de haber superado varias fases, Suselle llegó al final del concurso regional de piano. Para aquella final, tendría que tocar en el escenario del teatro del centro comercial. Era un teatro pequeño y elegante. Suselle estaba muy nerviosa, nunca había tocado para tanta gente. Martha la acompañó al escenario antes de que abriesen al público. Sabía lo nerviosa que estaba y quería que tomase el primer contacto con el escenario.

Suselle: Martha...no sé si podré. Estoy demasiado nerviosa.
Martha: Debes confiar en ti. Claro que puedes.
Suselle: Habrá mucha gente mirándome...¿y si me equivoco? A lo mejor hago el ridículo...
Martha: No debes pensar así.


Suselle: ¿Y si te avergüenzo? ¿Y si mis padres se decepcionan?
Martha: Sabes tocar el piano maravillosamente bien. Solamente por salir al escenario ya demuestras tu valía, Suselle. Lo harás bien y siempre estaremos orgullosos de ti.
Suselle: Gracias, Martha. Intentaré hacerlo lo mejor que sé. Azumi es muy buena y sé que lo tengo difícil. 


Martha: Azumi es muy buena, no te voy a engañar, pero tú lo eres más.
Suselle: ¿Lo dices de verdad?
Martha: ¡Pues claro! Debes salir al escenario segura de ti misma.
Suselle: Lo intentaré.


Cuando las puertas del teatro se abrieron, no tardó en llenarse. Sus, Diamante, Duclack, Wenda, Wen, Pradito, Sebastián, Agnes, Lúa, Ben, Vicrogo y muchos más querían estar presentes para dar apoyo a Suselle. En un palco estaba el presidente del gobierno, Donald Click. Era un evento que estaba dentro de su programa para parecer cercano con los ciudadanos y ganar más apoyo. Aquel concurso le importaba un pepino.


El pequeño teatro estaba completamente lleno. Los familiares y amigos de las concursantes habían decidido estar presentes para apoyarlas. 


Azumi y Suselle tenían un gran talento al piano por lo que nadie sabía quién sería la ganadora.

Lilu: Estoy más nerviosa que Pinocho en un incendio.
Duque: Dame la mano. Tranquila, Suselle lo hará muy bien.


Donald Click: Menos mal que este auricular no se nota y puedo escuchar la retransmisión del partido de beisbol de los Mets contra los Reds.
Melania: Amor mío, deberías prestar atención. Estas chicas son muy buenas tocando el piano.
Donald Click: Yo también sabía tocar el órgano de pequeño y no me dieron ningún premio. Lo que tiene que hacer uno para captar votantes. ¿Me has traído coca click y un cubo de alitas del KFC?
Melania: Sí, lo tengo aquí.
Donald Click: Eres la mejor. Si te portas bien, te dejaré roer algún hueso.
Melania: Mi amor, eres muy considerado.
Donald Click: Lo sé. Soy de esos hombre de antes que ya no quedan.
Melania: Por suerte...


Mary Sarrat: Bienvenidos a la fase final del concurso de piano regional. Después de disfrutar del talento de todos nuestros participantes, es el momento de averiguar quién será la ganadora.


Mary Sarrat: Quién consiga obtener más votos de nuestro jurado, formado por diversas personalidades y expertos en la materia, ganará tres mil cleuros y una matricula para estudiar en la mejor escuela de piano del país. 


Mary Sarrat: La primera finalista se llama Azumi y aunque lleva dos años en Wensuland, es de procedencia asiática, concretamente de Japón. Su pasión por el piano le viene desde pequeñita. Su madre le tocaba el piano para dormirla y pronto, se aficionó a tocarlo. Amante de las matemáticas, los acertijos y los animales. Con todos ustedes, ¡Azumi!


Azumi subió con paso seguro al escenario. No se la vio nerviosa en ningún momento. Se sentó frente al piano y se puso a tocar con decisión. En cuanto empezaron a sonar las primeras notas, el público se quedó embelesado. Atrapados por la música, todos permanecían en silencio, atentos a cada nota. 


Suselle se asomó para ver cómo lo estaba haciendo. La inseguridad se apoderó de ella cuando la escuchó tocar tan bien.

Suselle: Voy a perder...


Martha: Suselle, no importa que pierdas.
Suselle: ¿Cómo?
Martha: Lo importante es que te lo pases bien. Disfruta y muéstrales lo bien que lo haces. Ganar no es tan importante. En la vida hay que disfrutar en cada momento. Lo que ocurra, ya se verá.
Suselle: Vale.


Cuando Azumi terminó, todo el mundo aplaudió entusiasmado. Su actuación había sido todo un éxito. 


Mary Sarrat: Nuestra siguiente finalista se llama Suselle. El amor por el piano le viene de parte de su tío, que le inspiró para tocarlo. Hace conciertos privados para sus familiares, qué suerte tienen. Adora a Ludoclicko Einaudi y se pasa horas escuchando sus canciones. Le gusta mucho leer, jugar con su mejor amiga Pradito y los osos panda. Con todos ustedes, ¡Suselle!


Suselle caminó con paso inseguro hacia el piano. Se sentó y tragó saliva. Le sudaban las manos y creía que se iba a desmayar. Miró al público y al ver a tanta gente, entró en pánico. 


Lilu y Duque miraban desde uno de los palcos. 

Lilu: Se ha quedado en shock, Duque.
Duque: Vamos, Suselle, tú puedes...


Miraba al público pero no lograba ver ningún rostro. Lo veía todo borroso. Se empezaban a escuchar algunos murmullos entre el público, por lo que se puso más nerviosa.


Martha, al verla tan nerviosa, le habló desde uno de los laterales del escenario.

Martha: Suselle, piensa que estás en tu casa. Estamos solas, sin que nadie nos vea ni nos moleste.
Suselle: ...


Cerró los ojos con fuerza y los abrió. Vio a sus padres mirándola preocupados. Suspiró y se centró en el piano. "Sé que puedo hacerlo", pensó. Empezó a tocar el piano con seguridad y con muchísima sensibilidad. 



Sus no pudo contener las lágrimas. Diamante se mordía la lengua para no hacerlo y Wenda se las secaba con un pañuelo. Agnes agarró la mano a Lúa y la miró emocionada. Duclack apoyó la cabeza sobre el hombro de Sebastián y cerró los ojos.


Lilu miraba asombrada a Suselle. No podía creer que pudiese tocar tan bien. Duque suspiró aliviado al comprobar que Suselle había conseguido superar sus miedos.


Donald Click mordía las patas de pollo grasientas y bebía cola ensuciando todo a su alrededor.

Donald Click: Toca bien, la mocosa esta. Aunque yo prefiero el country de toda la vida. Esta música aburre hasta los muertos.


Cuando terminó, el teatro quedó en un silencio absoluto. De pronto, todo el mundo se puso a aplaudir. 


Suselle se levantó y se inclinó para agradecer al público sus aplausos. Ella no esperaba que Sus, Diamante, Pradito, Duclack y Dante subiesen al escenario para abrazarla y felicitarla. La escena conmovió a todos los presentes.


Sus: Lo has hecho muy bien, Suselle. Estoy muy orgullosa de ti.
Diamante: ¡Para mi ya has ganado!
Duclack: ¡Enhorabuena, Suselle!
Suselle: Muchas gracias, estoy muy emocionada.


Mary salió al escenario junto a Zumi. Se posicionó entre las dos finalistas para anunciar la ganadora.

Mary: Después de disfrutar del talento de nuestras finalistas, ha llegado el momento de averiguar quién es la ganadora del concurso regional de piano. Ambas son merecedoras del primer puesto. Han demostrado un gran talento y son ya grandes pianistas.


Mary: Recordemos que la ganadora se llevará tres mil cleuros y una matricula para estudiar en la mejor escuela de piano del país. Nuestro jurado ha decidido, que la ganadora del concurso regional de pianistas sea...


Mary: ¡Suselle!

Mary levantó el brazo de Suselle y esta se puso a llorar emocionada. Aquello era un sueño que jamás pensó que se pudiese hacer realidad. Vio los rostros de sus seres queridos aplaudiendo felices por su triunfo y disfrutó el momento con toda la intensidad que pudo. Zumi agachó la cabeza decepcionada. Creía que iba a ganar y su derrota fue un golpe muy difícil de encajar.


Suselle la abrazó y la animó. Zumi no esperaba que Suselle reparara en ella.

Suselle: Has tocado de maravilla, Zumi. No estés triste, eres una pianista maravillosa.
Zumi: Muchas gracias, Suselle.


Mary le entregó a Suselle un trofeo y un ramo de flores. Mientras Suselle lo agarraba, el público no dejaba de aplaudir.

Suselle:; ¡Muchas gracias! Me siento muy feliz por haber ganado, no lo esperaba. Quiero dar las gracias a mis padres, a mi tío Wen, a mi familia y amigos.


Suselle: Le quiero dedicar el premio a dos personas. Una de ellas es mi profesora, Martha. Por favor, ven aquí.

Martha salió al escenario y abrazó a Suselle emocionada.

Suselle: Gracias por confiar en mi. Sin ti, esto no habría sido posible. 


Suselle: También quiero dedicarle este premio a mi bisabuelo. Él ya no está aquí, se fue hace ya tres años...pero lo tengo presente todos los días y sé, que desde un sitio maravilloso me estará bien. Espero que esté orgulloso de mi. ¡Gracias!


FIN

 

miércoles, 2 de abril de 2025

Historias cortas - Capítulo 03: Mi profesora de piano

 Desde hacía ya más de un año, Suselle estaba recibiendo clases de piano. Desde muy pequeña había mostrado interés por este hermoso instrumento musical. Gracias a su tío Wen, que también le gustaba tocarlo, se aficionó. Tal fue su pasión, que Sus y Diamante decidieron contratar una profesora particular. Suselle tenía su propio piano en casa, un precioso piano de pared blanco regalo de su bisabuelo Ernesto. Así que las clases se impartían en casa. 

Su profesora de piano se llamaba Martha, una mujer educada, agradable y de pocas palabras. Había ganado varios premios en distintos concursos y era una de las mejores profesoras de la ciudad. Aquel jueves por la tarde, Suselle tocaba el piano mientras Martha le iba dando instrucciones y correcciones.

Martha: Perfecto, Suselle. Sigue así.


Suselle estaba encantada con ella y disfrutaba mucho de las clases, pero a veces temía estancarse y no mejorar. Agradecía que Martha fuese tan paciente con ella.

Martha: Déjate llevar, Suselle. No pienses y vuela, tú puedes.


Cuando terminó de tocar la pieza musical, suspiró estresada.

Martha: Lo ha hecho bien, pero has perdido armonía conforme se acercaba el final. Es como si estuvieses deseando terminar y eso, se ha reflejado en las notas. ¿Deseas que lo dejemos por hoy?
Suselle: Me he puesto nerviosa, perdona.
Martha: Quieres hacerlo perfecto, y eso, es lo que importa. ¿Lo volvemos a intentar? Antes lo has hecho muy bien. Deja que las notas te transporten.


Sus ponía lo oreja pegada a la puerta de la habitación. Le fascinaba escucharle tocar tan bien el piano. Ella no se percataba si se equivocaba en alguna nota. 

Sus: Qué bonito toca.


Martha se sentó en una silla y le dio espacio a Suselle. Hacía un día precioso, totalmente despejado y con una luz ideal.

Martha: ¿Lista?
Suselle: Sí.
Martha: Pues adelante. 


Suselle se dejó llevar. Poseída por la música, tocaba el piano como jamás lo había hecho. Martha cerró los ojos y se emocionó. La música penetró en su alma y la conmovió profundamente. Suselle tocaba con tanta soltura y confianza, que se sintió muy orgullosa de ella.


Dante y Karim se colaron en la habitación sin ser vistos. Se arrastraban lentamente aguantándose la risa.

Dante: Vamos, soldado. Debemos cumplir esta misión sin ser vistos.
Karim: La cumpliremos aunque nos cueste la vida.

A pesar de haberse reído, no fueron descubiertos.


Karim: Perímetro asegurado, Capitán.
Dante: Perfecto. Es el momento de ejecutar el plan. 

Dante sacó su móvil y accionó sonidos de pedorretas. Inmediatamente, ambos se empezaron a reír.


Martha: ¿Qué ha sido eso? Menudo susto me he dado...
Suselle: ¡Dante! ¿Eres tú?
Martha: Escucho risas tras el sofá.


Fueron hasta allí y los descubrieron escondidos. Ambos se estaban tronchando en el suelo de la risa. Suselle indignada les recriminó su actitud.

Suselle: ¡Sois un par de cochinos! ¡Id a otro sitio a molestar!
Dante: ¿No te ha gustado nuestra colaboración? ¡Podríamos tocar juntos y montar un grupo!

Verles llorar de la risa la enfureció todavía más.


Corrió tras ellos con la clara intención de inflarles a collejas.

Suselle: ¡Os voy a dar vuestro merecido!
Karim: ¡Lo siento, Suselle! ¡Solamente era una broma!
Dante: ¡No tiene sentido del humor!
Sus:¿Se puede saber que es lo que está pasando aquí?
Martha: Están haciendo travesuras. Ay, cuanto me habría gustado a mi tener un hermano.
Suselle: ¡Pues te regalo el mío!


Martha le pidió a Suselle que se acercase a ella.

Martha: Sus, me gustaría proponerles algo.
Sus: ¿De que se trata?
Martha: Suselle muestra unas dotes para el piano poca veces vista. Es sin duda mi alumna más aventajada. 
Sus: ¡Eso es maravilloso! Enhorabuena, cariño.
Suselle: No sé si es para tanto...
Martha: Lo es. Por eso me gustaría proponerte que participes en el concurso regional de pianistas.
Suselle: ¿Yo? Pues...no sé...
Martha: Estás preparada para participar.


Sus: ¿Te gustaría participar, Suselle? No te sientas obligada. Si no te apetece, lo comprenderemos.
Martha: Yo confío plenamente en ti, Suselle. 
Suselle: ¡Síii! ¡Qué emoción! ¡Voy a participar en un concurso! ¡Yupi!


domingo, 23 de marzo de 2025

Historias cortas - Capítulo 02: No puedo dormir


Dormir a Bosco no era tarea fácil. Era un niño inquieto al que le gustaba jugar sin límites. Si hacían cualquier ruido, por insignificante que fuese, se despertaba llorando. Tenían la cunita junto a la cama para poder acudir rápidamente si se despertaba o necesitaba algo. Aquella noche Bosco estaba muy inquieto y le costó dormirse. Sus le había cantado unas cuantas nanas hasta que se quedó frito.


Cuando se durmió, volvió a la cama junto a Diamante, que estaba ya dormido. Le dio un beso en la mejilla y miró la hora en su móvil. Las 23:30. Suselle y Dante ya dormían. Pandy y Puchi también estaban dormidos desde hacía ya rato. Sus se durmió con bastante facilidad, cómoda entre las sábanas y esa manta tan calentita. 


Aunque su descanso duró poco. Bosco se despertó llorando. Miró la hora en el móvil y solamente había pasado una hora. Deseó con todas sus fuerzas que Diamante se levantase a atenderle, pero sabía que eso no ocurriría. Diamante dormía como un tronco.


Encendió la lamparita de su mesita y bostezó. 

Sus: Ya voy, Bosco.
Bosco: ¡Buaaaaaaa! ¡Mamá!
Sus: Voy, cariño.


Fue hasta la cunita y lo tranquilizó. Bosco se relajó cuando vio a su madre, pero seguía muy inquieto.

Sus: Bosco, tienes que dormir mi niño. ¿Qué te pasa?

Un olor muy desagradable respondió a su pregunta.

Sus: Vaya, caquita.
Bosco: Caca.


Lo llevó al cambiador para limpiarle y ponerle un pañal limpito. A Bosco le gustaban las estrellitas que colgaban en el mueble cambiador, por lo que se puso a contemplarlas intentando atraparlas con las manos.

Sus: Estate quieto, Bosco.
Bosco: ¡Mami, trellitas!
Sus: Sí, son bonitas, ¿verdad? Venga, mamá te va a contar un cuento para que te duermas.
Bosco: ¡Ziiii!


Se lo llevó a la cama y lo puso en su regazo. Diamante seguía dormido y no se enteraba de absolutamente nada.

Sus: Había una vez una chica muy guapa que se llamaba Sheena. Era una chica muy especial y muy inteligente. Su amiga Àurea le acompañaba en sus viajes alrededor del mundo. Cuidaba mucho de los animales y...


Cuando Bosco se durmió, lo llevó a su cunita y lo tapó. Respiró aliviada, Bosco se había dormido relativamente rápido, pero ella no tenía nada de sueño.


Decidió ir al baño y de paso sentarse un rato en el cuarto del piano. Allí tenían la televisión y un sofá muy cómodo. 


El cuarto tenía un piano blanco precioso con el que Suselle practicaba, un cofre con las monedas de oro de Diamante (cerrado con llave), un sofá y una televisión con videoconsolas, altavoces y demás aparatos. Además, disponía de un balcón que daba a la calle. Sus miró a través de la cristalera. Había poco movimiento en la calle. Miró a la casa de Duclack y vio solamente una ventana con luz. Se imaginó a Duclack leyendo o preparando algún viaje en su barco. Un motorista pasó a toda velocidad. Era una de esas motos tan escandalosas, con el tubo de escape trucado. Hizo tanto ruido que temió que Bosco se despertase.

Meeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Sus: Le deberían poner una buena multa. No entiendo que tiene de bonito que una moto haga tanto ruido y moleste a todo el mundo. 


A pesar del ruido, Bosco no se despertó.

Sus: Menos mal...


Se sentó en el sofá, totalmente despejada. No tenía nada de sueño. Ya era la 1:30 de la noche. Encendió la televisión para ver si le entraba el sueño. Se llevó un chasco cuando vio al nuevo presidente de Wensuland en pantalla. Estaba en su despacho, dando un discurso. No entendía cómo había podido ganar las elecciones. Donald Click era un hombre tan desagradable que no le representaba en absoluto. Estaba en contra de todos los valores que para Sus, eran vitales en su vida. 

Sus: No lo logro comprenderlo. Es como poner a Freddy Kruger o Torrente como presidente. A ver qué dice...


En el rótulo aparecen noticias varias mientras el presidente habla. Siguen las manifestaciones de los famobil. Los Pinypon han protestado por la nueva ley. Las lluvias inundan el pueblo de los Pitufos, etc. 

Donald Click había decorado su despacho con multitud de armas. Las coleccionaba. Escopetas, pistolas y cuchillos decoraban las estanterías. Donald era un hombre corpulento, bastante entrado en carnes. No era guapo y su tono de voz era ronca con tono chulesco. Adoraba la comida rápida, sobre todo KFC y Click Burguer. La coca click era la bebida que más consumía y le encantaba fumar puros caros de Clisandia. Llevaba siempre gorra y a ser posible roja.

Donald: Y seguiremos expulsando a inmigrantes que están en nuestro país para delinquir. ¡Al cuerno con ellos! Ya está bien de venir aquí a delinquir, quitar el trabajo a nuestros ciudadanos y a imponer sus valores. También he ordenado que se ejecute de inmediato la ley de campos de golf y deforestación de los bosques que no sirven para nada. Millonarios de todo el mundo vendrán a nuestro país a consumir y eso nos beneficiará. 


Donald: Estoy intentando solucionar todos los problemas creados por la anterior administración. La señora González, que es una inepta y descerebrada, casi lleva a la ruina a nuestro país.  He despedido a todos los corruptos que me llevaban la contraria y ahora la justicia por fin se ajustará a mi.


Donald: Entiéndase que la anterior presidenta, al ser mujer, con los temas hormonales no podía pensar con claridad. Y saben ustedes, en seguida se ponen nerviosas y necesitan que un hombre las guie. Otras leyes que entrarán en vigor son la de excluir a los colectivos LGTBI+ de las ayudas y servicios sociales, así como prohibirles practicar deportes representativos de nuestro país y por supuesto, acceder a las fuerzas armadas. Los animales, ¡si son seres inferiores! Voy a cambiar la ley animal. ¿Animales con derechos? ¡Esto ocurre por darle voz a organizaciones radicales y descerebradas! Prohibiré las protectoras y ONG que quieren quitarle los derechos a las personas para dárselos a los animales.


El presidente se sentó junto a un hombre trajeado con gafas de sol. Era Elon Click, el empresario más famoso y millonario del Playmundo. Prácticamente todas las empresas de prestigio le pertenecían. Conocido por ser muy radical y simpatizar con Donald, este lo había convertido en su vicepresidente. 

Donald: Este tipo de aquí es un genio. Lo que necesita nuestro país. Es listo y va a levantar Wensuland de la miseria en la que se encuentra por culpa de la señora González.


Elon: Voy a priorizar el lanzamiento de clicks a marte, por lo que pronto podremos reivindicar el planeta como nuestro.
 Donald: Seremos los primeros del Playmundo. De momento con un presupuesto de 200.000 cleuros. Ahora que hemos eliminado las ayudas en comedores sociales, hay presupuesto de sobra. 
Elon: Era ridículo invertir tanto dinero en comida para muertos de hambre en vez de para cosas importantes.


Donald: Mi mujer, es uno de mis grandes apoyos. Como todo hombre que se precie, tengo una mujer que me complementa. Ella es una gran consejera y está claro que gracias a Melania, las fotos son más bonitas. Sabe lucir sus vestidos como nadie y siempre está preciosa y arreglada.
Sus: ¿Y qué narices hace esa con semejante esperpento? Imagino que por dinero.


Melania: Me siento afortunada por el éxito de mi marido, un hombre extraordinario. Es el presidente que Wensuland se merece. Yo intentaré estar siempre a la...
Donald: Ya está, amor. No es necesario que hagas ningún discurso, ¡no eres la protagonista! Hahaha, a las mujeres les gusta demasiado hablar.
Melania: Eres idi...eal, esposo mío. Tienes razón, dejo que nos sigas deslumbrando con tu gran igno...teligencia.


Un grupo de hombres chungos pasaron por el despacho. Tenían pintas de conflictivos y de llevar vidas complicadas.

Donald: ¡Mis ministros! El ministro de defensa, el señor Armando Guerra Segura, el de economía el señor Perfecto Ladrón Honrado y el de deportes, el señor Miguel Marco Gol. Señores, pasen por aquí y sírvanse whisky. Agarren un puro de los buenos, en seguida voy. 


El presidente de Argenclick apareció en el despacho. Llevaba consigo una motosierra y la movía de un lado para el otro como si fuese un psicópata de película de terror mala. 

Milei Espasar de la Ley, era uno de los mejores amigos y aliados de Donald.

Milei: ¡Presidente, le regalo esta motosierra para que corte a todo nabo que se le ponga por el camino!


Donald agarró la motosierra y la encendió. El ruido era ensordecedor.

Donald: ¡Gracias, amigo mío! ¡Con esto voy a cortar cabezas huecas de mi país!


Donald: ¡Mira, Melania!
Melania: ¡Aparta eso de mi! ¡Majareta, lerdo, palurdo!
Donald: ¡No temas, Malenia! ¡Hahaha!
Guardaespaldas: Señor, ande con cuidado.
Milei: ¡Usted si que sabe utilizar una motosierra!


Melania: ¡Eres un zoquete! ¡Te falta un tornillo!
Donald: ¡Hahahaha, qué miedosa es!
Milei: Mujeres, amigo mío.
Melania: ¡Si no fuese por la pasta ya te habría mandado al cuerno!


Sus: Es indignante. ¿Quién a podido votar a este señor tan repugnante? Este mundo se va al traste. No logro comprender que a alguien le parezca un hombre capacitado para gobernar...


Sus: ¡Bah! Me estoy poniendo de malhumor. Voy a cambiar de canal. Aquí otro capítulo repetido de Vecinos Muñecos. En este canal ponen esta serie en bucle.


Un grupo de vecinos están reunidos en una junta urgente. Se había organizado en la entrada al edificio. La serie había sido todo un éxito en los diferentes universos jugueteros. En el Playmundo había conseguido varios premios y no dejaban de salir temporadas. En la temporada que estaban emitiendo, un click de famobil era el presidente de la comunidad. Los vecinos eran muy variopintos. Una pareja de Airgamboys, un Playmobil y un Airgamboy (zooland) cerdo, dos osos Sylvanian families, dos pitufos de PVC y una cantante y un Batman de Lego.

Click Famobil: Entonces, ¿votos a favor de la derrama para arreglar el ascensor?


Cerdo: Yo voto en contra. ¡Tengo claustrofobia! Recuerdo cuando pretendían llevarme al matadero, en ese camión, todos apretujados...
Playmobil: Tranquilo, Cochino, eso ya pasó. Yo también voto en contra. ¡Hay que hacer ejercicio! Subir y bajar escaleras es una buena forma de hacerlo. El ascensor es para vagos. 


Pinypon: Pues yo voto a favor. Tengo las piernas muy cortitas y me cuesta subir esos escalones.
Pinypona: Yo también. Nos cuesta mucho subir la compra por las escaleras. ¡Es un quinto piso!
Osa Sylvanian: A nosotros nos parece bien. Haremos lo que sea más conveniente para la comunidad.
Oso Sylvanian: Pobres Pinypon, yo también estoy a favor.


Miss Airgam Olivia: ¡Los Sylvanian no podéis ser más empalagosos! Yo voto en contra. ¡Vivo en el bajo! A mi el ascensor me da igual. Además, es verdad que es bueno hacer ejercicio. El ascensor es cosa de vagos.
Airgamboy Máximus: A mi me da penilla. Voto a...
Miss Airgam Olivia: ¿Perdona?
Airgamboy Máximus: Que...que me da penilla gastar dinero. Voto en contra.
Pinypona: ¡Calzonazos! 
Lego Wyldstyle: Cuando nos hagamos mayores no podremos subir escaleras. ¿Eso os da igual?
Miss Airgam Olivia: ¡Los muñecos no envejecemos!
Lego Batman: ¡Pero las piezas se estropean!
Miss Airgam Olivia: Pues te cambias de piezas, quiróptero. 
Lego Batman: ¡Eso lo serás tú!


Gran Pitufo: No pitufeis más, pitufovecinos. Deberíamos pitufar el tema con más pitufa. Si todos pitufamos gritando, al final nos pitufaremos y no llegaremos a un buen pitufo.
Pitufina: ¡Qué bien pitufas! Deberías ser tú el presidente, Gran Pitufo.
Gran Pitufo: Gracias, Pitufina. Pitufar con calma para llegar a un buen pitufo es pitufísimo. Pitufad atentamente. Tengo una pitufa que pitufará a todos.
Pinypona: ¡No entiendo nada!
Playmobil: Yo no sé hablar pitufo.
Miss Airgam Olivia: ¡Que te pitufen! Los pitufos son seres tan raros. ¡Parecen pokémons!


Lego Batman: ¡Un respeto al Gran Pitufo! ¡Es mayor!
Miss Airgam Olivia: Eres muy gallito, pequeño quiróptero. De una patada te puedo mandar a Legoland.
Lego Batman: ¡Yo no soy eso! ¡Y tú eres una muñeca desfasada que ya ni venden en las tiendas!
Miss Airgam Olivia: ¡Qué ataque más gratuito! ¡Pero soy vintage!
Pinypona: Así que eres vieja.


Click de Famobil: ¡Por favor, calma! Como bien dice el dicho, cuarenta sabores tiene el cerdo, y todos son buenos.
Cerdo: ¿¡Qué quieres decir con eso!? ¡Quieres comerme! ¡Carnívoro! ¡Asesino de Zoolanders!
Airgamboy Máximus: ¡Tú, oso! ¡Te voy a dar una paliza!
Oso Sylvanian: ¡Pero si yo no he dicho nada!
Airgamboy Máximus: ¡Pues por empalagoso!
Gran Pitufo: ¡No pitufeis más!
Pinypon: ¡Ese Batman se lo tiene muy creído por ser Lego! ¡Los Pinypon somos mucho mejores!


Sus se quedó dormida entre los gritos de los vecinos de la serie. Amaneció y Diamante se levantó preocupado al no ver a Sus en la cama. Fue hasta el cuarto del piano y la encontró dormida en el sofá.

Diamante: Mi Sus no debería venir a ver la tele tan tarde. Luego dice que duerme mal. Claro, si es que en la cama estaría mejor.


La llamó varias veces pero no lograba despertarla. Estaba profundamente dormida. Le acarició el pelo y le dio un beso en la cabeza.

Diamante: ¡Cariño, ya es de día! ¡Los niños tienen que ir al cole! 


Sus: Ay, me dormí tarde.
Diamante: Es que deberías haber dormido en la cama. ¿Qué es lo que ves hasta las tantas por al tele?
Sus: Nada que valga la pena. Cariño, no me podía dormir. Bosco me volvió a despertar llorando.


Diamante: Deberías haberme llamado.
Sus: Estabas tan profundamente dormido que me supo mal.
Suselle: ¡Buenos días!
Dante: ¡Mamá, no quiero ir al cole!
Suselle: ¡Eso lo dice porque hoy tenemos exámenes!
Pandy: ##### (¿Me preparas el desayuno? Venga, tengo mucha hambre).
Adolfina: Buenos días, señora. Bosco ya está despierto.
Bosco: ¡Mamá!
Puchi: ¡Piooooooooo!
Sus: Creo que va a ser un día muy largo...