viernes, 20 de abril de 2018

Vacaciones en el mar - Capítulo 01: El puerto



Ya está aquí el llamado buen tiempo. El sol reluce resplandeciente y los clicks disfrutan de sus rayos en la playa. El puerto de Wensuland es un claro ejemplo de ello.  El crucero Panama lleva ya unas horas en el puerto esperando que llegue la hora de embarcar. Los pasajeros esperan ansiosos haciendo cola con sus maletas. Las escaleras que dan acceso al barco están abarrotadas de clicks nerviosos por iniciar un viaje de ensueño.




Los afortunados y ricos que se lo pueden permitir, tienen amarrados sus barcos de recreo en el puerto. Beben champagne y disfrutan del ambiente. Observan desde sus embarcaciones a los transeúntes sabiendo que son envidiados. Les gusta, es una sensación agradable.

Marge: Me siento tan observada. ¿Será por mi biquini? ¿Será por mi belleza? ¿Será por estar bebiendo champagne en un precioso barco?
Marcus: Amore mío, ¡es por todo!
Annabelle: Envidia cochina.
Marge: Queridos, me encanta. Puedo masticar su patética envidia.


Con la llegada del buen tiempo, salen los ladrones de sus madrigueras. Facunda es una de ellos. El puerto está lleno de restaurantes y todo tipo de vendedores de deliciosos manjares. Huele tan bien, que es imposible no desear saciar el apetito. Croquetas, marisco, paella, patatas bravas, pescado, gofres,...ya le gustaría a Fucunda que el dicho "huele que alimenta" fuese real. Tiene hambre. Ha pasado mucho tiempo perdida en un pantano y luego en la cárcel por varios delitos. 

Facunda: ¡Ey, tú! ¡Dame toda la pasta que tengas encima!
Mari: Por favor, no me haga daño.
Facunda: Soltando toda la guita, guapita. Venga, que tengo hambre.


El puerto está lleno de vida. Clicks paseando, otros corriendo, haciendo ejercicio o comiendo en los restaurantes. No todos los transeúntes son wensulanos, también hay muchos extranjeros.  



Wenda y Duclón esperan que el crucero empiece a embarcar a los pasajeros. La cola es inmensa pero no tienen prisa, han decidido tomarse las cosas con calma.

Wenda: Hacía tanto tiempo que quería hacer un viaje romántico en un crucero contigo.
Duclón: Nunca he subido a un barco de estos, a ver que tal es. Estoy acostumbrado a barcos pirata y a dormir en cualquier rincón.
Wenda: Te encantará, ya lo verás.


Alicia e Izan llevan pocos meses saliendo. Se enamoraron cuando el avión en el que viajaban se estrelló. Sobrevivieron al accidente, pero tuvieron que pasar por muchas calamidades para mantenerse con vida. Aquella experiencia los cambió para siempre y se enamoraron perdidamente el uno del otro. Estos meses han sido todo un sueño para ellos, aunque Alicia trabaja tanto que la relación se estaba empezando a enfriar. Patricia, la hermana de Alicia, les regaló este viaje para fortalecer su relación.

Alicia: Prometo no pensar en trabajo durante estas dos semanas.
Izan: Debes hacerlo. Tu hermana es muy capaz de dirigir el negocio familiar.
Alicia: Lo sé...


Otro de los pasajeros a tener en cuenta es Rafa Naclick. Se trata del mejor tenista del Playmundo. Además de ser el mejor, es extremadamente guapo. Tiene un cuerpo musculoso y es muy simpático. Y si a todo eso le sumas que es multimillonario...¿Se podría pedir más en la vida? Pues sí, ser feliz. Rafa no lo es desde hace tiempo. Está agobiado y necesita desconectar un poco. Este viaje ha sido algo improvisado, que no sabe ni su representante. Justo detrás de él se encuentra una pareja de enamorados. 

Jean: Espero que en este barco pueda ver los partidos sin problemas.
Amy: Ya podrías olvidar el deporte aunque sea por un par de semanas...son nuestras vacaciones.
Jean: Podrías dejar de jugar al Candy Click Saga, ¿no? ¡Ah! También dejar de leer ese eterno libro de amor que estás leyendo.
Amy: Eso no es lo mismo.
Jean: Lo es y lo sabes. Yo no te pido que dejes de hacer lo que te gusta, no lo hagas tú conmigo. 
Amy: Yo solamente quiero que sea un viaje especial...
Jean: Hemos pagado una pasta, por narices tiene que ser especial.

Rafa no pudo evitar escuchar toda la conversación. Se dio la vuelta y vio a la pareja. Ella era extremadamente bella. Su corazón dio un vuelco y se puso a sudar. Amy lo miró y en seguida retiró la mirada avergonzada. Jean miró a Rafa mosqueado y este volvió a mirar al frente.

No podemos centrarnos en todos los pasajeros que viajarán en Panama, pero no podemos dejar de observar a una pareja de vampiros en la cola. Son Sinéad y Eros, dos vampiros que jamás han subido a un crucero. A pesar de su larga vida, nunca se habían propuesto vivir esta experiencia. Fue Eros, que le propuso a su novia escribir una lista de cosas que nunca han hecho y vivir todas y cada una de ellas. Han bailados desnudos en la torre Eiffel en París, han explorado pirámides, pintado grafitis en fachadas aburridas, viajado en submarino y ayudado a dar a luz a una mujer. La siguiente propuesta de la extensa lista era el viaje en crucero.

Sinéad: Noto el sol en mi piel, Eros...
Eros: Shiny, no te preocupes. Llevamos protección especial que nos ha dado Stella y estos sombrillas. No nos ocurrirá nada.
Sinéad: Esto no es una buena idea. 
Eros: Tienes que tranquilizarte. También te pusiste nerviosa en el submarino, pero todo salió bien.
Sinéad: ¡Nos comimos a cuatro marineros!
Eros: Bueno, eso fue un pequeño error sin importancia...


Mientras todo esto sucedía, Sus, Diamante y los niños llegaron al puerto. No hacía mucho que Carmelo había abierto un restaurante en el puerto y todavía no se habían pasado por allí. Diamante llamó a su amigo y le pidió que le reservase una mesa para ir a comer toda la familia.

Sus: Menos mal que hemos conseguido aparcar el coche. Estaba empezando a desesperarme.
Diamante: Mira, hay mucha gente.
Suselle: Deberíamos haber venido en tren, que no contamina y así nos ahorramos lo de buscar aparcamiento.
Dante: Ya está la lista de la clase dando lecciones.
Sus: Dante, no te metas con tu hermana.
Dante: Jolin, no se puede decir nada...


Sus: Mira, esa es la tienda de la hermana de Artemisa.
Diamante: ¿Cassandra?
Sus: Sí. Es una tienda en la que vende de todo. Es herboristería y también vende todo tipo de alimentos ecológicos. Luego me gustaría pasarme. Le saludamos y compramos alguna cosita.

En el interior de la tienda...

Cassandra: ¿Te llevas la miel?
Donna: Sí, me la llevo. No había visto nunca esa marca.
Cassandra: Se la compro a un amigo que es apicultor. No habrás probado miel más sana y rica que esta.
Donna: La verdad es que tiene buena pinta. Boby, ¿nos llevamos más yogures sin azúcar?
Boby: Sí, me llevaré al trabajo.
Donna: Es que está haciendo dieta.
Cassandra: Mira, os regalaré un par más sin azúcar que están de vicio. Ya veréis como os gusta.
Donna: ¡Muchas gracias!


Suselle mira a las patinadoras pasar. Visten igual, como si formasen parte de un equipo de patinadoras expertas. Para Suselle son como hadas mágicas volando libres. "Algún día sabré patinar igual que ellas" pensó ilusionada.


Sus: Mira, Diamante. ¿No es esa la ex de mi padre?
Diamante: Sí, es Paula. Se está dando el lote que ese tiparraco. Tiene sangre seca en la espalda...
Sus: Anda que salir con ese...no es que juzgue a la gente por su aspecto, pero ese hombre no me da buena espina.
Diamante: A mi tampoco.
Sus: Pues que pronto ha olvidado a mi padre...
Diamante: La chica es muy guapa.
Sus: ¿Te lo parece? A mi me parece de lo más normal. Anda que se corta, morreándose ahí como si se acabase el mundo...
Diamante: Es muy joven, tiene que vivir la vida. 
Sus: Sí, es muy joven y no tiene nada que ver con mi padre. Keira me gusta mucho más para él.


Paula: Te echaba de menos, Zurro.
Zurro: Y yo a ti, muñeca.
Paula: ¿Me juras que has dejado a la otra?
Zurro: Que sí, tontita. Me enfadé mucho cuando te fuiste con el viejo. Espero que no lo vuelvas a ver nunca.
Paula: Te lo juro, cariño mío. Nada ni nadie podrá separarnos.


Sus: ¡Mira, son Vicrogo y Félix!
Vicrogo: ¡Hola, familia! Nos habéis pillado comprando algo para picar.
Diamante: ¡Hamburguesas y perritos calientes! Yo quiero uno, Sus.


Sus: No podemos, amor. Recuerda que tenemos reserva en el restaurante de Carmelo.
Félix: Allí comimos el otro día. Todo delisioso. Se nota que Caremlo es un profesional, y su hijo también. ¿Reso?
Vicente: Renzo, Félix.
Sus: Han puesto toda su ilusión en ese restaurante. Por cierto, deberíamos ir ya. Tenemos reserva a la una.
Vcirogo: Ya nos contaréis que tal. ¡Hasta luego!
Diamante: ¡Hasta luego!


Sus: Oh, no...
Diamante: ¿Qué pasa?
Sus: Ahí está Sabrina con John y su hijo.

Sabrina miraba el escaparate de una boutique de moda. Ella no sabía que se trataba de la tienda de Hilary, la ex amiga de Lilu. Tras una discusión las dos grandes amigas se pelearon hasta el punto de separarse y cerrar HI&LI, una famosa cadena de tiendas de las que eran dueñas.

Sabrina: Me gustaría comprarme un vestido como ese, John. Para salir a cenar contigo a algún sitio de lujo.
John: Nada me gustaría más, cariño, pero no debemos gastar tanto. Ahora con tu padre en casa, se han duplicado los gastos.
Sabrina: Lo sé...


Faustino: Ya os he dicho que es algo temporal.
Sabrina: Llevas dos años diciendo lo mismo.
Faustino: Soy tu padre, hija.
Sabrina: No vayas por ahí, que esa palabra te queda muy grande.


Sabrina: Lo que te decía, que un vestido así me vendría muy bien. ¿No podríamos hacer un esfuerzo?
John: Hasta que no encuentres trabajo, vamos muy justos...
Sabrina: Pronto encontraré uno, ya lo verás.
Faustino: Rex, ¿qué miras tan fijamente? Oh, ¿la hamburguesa de ese? Con un pequeño salto, te haces con ella, venga perrito, tú puedes.

Sabrina llevaba a su perrito Elvis y John a Rex, que había visto a Vicrogo con su hamburguesa. Estaba despistado, pagando al vendedor del puesto. Rex tenía hambre y aquella era una gran oportunidad para comer algo delicioso.




Suselle: ¡Walter! 
Walter: Hola, Suselle. Hola, Dante...
Suselle: ¿Estás de paseo?
Walter: Sí, con mis padres y mi abuelo.
Suselle: Qué guay.
Walter: Estás muy guapa.
Suselle: Muchas gracias. Tú también.
Dante: Oh por favor, que voy a potar.


Suselle: ¡Hola, Elvis! Eres un perrito muy bueno y guapo. Me gustaría mucho tener un perrito como tú.
Walter: Tienes un panda, que es mejor.
Suselle: Sí, pero me haría mucha ilusión tener un perrito.
Walter: ¿A dónde vais?
Suselle: Vamos a comer al restaurante de Carmelo y Renzo.
Walter: Mi madre dice que ahí no comemos ni muertos.


Sabrina: Nene, ¿con quién hablas? Ah, sois vosotros...
Sus: Hola, Sabrina.
Sabrina: Hola...Diamante, cuanto tiempo.
Diamante: Sí...


Félix: ¡Visente,tu hamburguesa!
Vicrogo: ¡Oh, no! 

Rex se lanzó sobre ella y le pegó un buen mordisco.

Vicente: Félix, pídeme otra. Espero que te aproveche, amigo.


Sabrina: Has engordado mucho, Sus. ¿Ya no te cuidas?
Sus: Sí que me cuido.
Sabrina: No lo parece. Yo sin embargo, me cuido muchísimo.Hago ejercicio todos los días y como saludable.
John: ¿Haces ejercicio?
Walter: ¿Los donettes y los donuts es comida saludable?
Sabrina:  Calla, niño.


Sus: ¿Se solucionó ya lo de tu hija?
Sabrina: La puedo ver aunque no tengo la custodia. Descubrir que tu hija sigue viva y que la cuida un par de paletos...al menos la puedo ver cada dos semanas.
Sus: Vaya...
Sabrina: Estamos ahora de juicios. Conseguiré la custodia.
Walter: Estoy contento de tener una hermanita.
Sus: Mucha suerte. Nosotros tenemos que irnos ya, hasta luego.
Sabrina: Adiós.
John: Hasta luego.


John: Has sido muy grosera. 
Sabrina: Solamente constato una realidad. Está más gorda.
John: A veces no te reconozco. No me gusta que seas así.
Sabrina: Lo siento, cariño. Es que esas personas sacan lo peor de mi...son malas.
John: Pues a mi me parecen muy simpáticos.
Suselle: ¡Nos vemos el lunes en el cole!
Walter: ¡Hasta el lunes!


Sus: Dice que estoy gorda. ¿Es verdad?
Diamante: Estás preciosa. No le hagas caso, solamente quiere fastidiarte. Tiene envidia, estás mucho más guapa que ella.
Sus: Pues ha conseguido que me sienta mal...en fin. Mira, allí está Herminia y Onofre. 
Diamante: Le están dando de comer a las palomas. El deporte oficial de los abuelos.
Sus: Que no nos vean, que Herminia habla por los codos...
Diamante: Y eso que no tiene.
Herminia: Mira esa, le quita el maíz a las otras.
Onofre: Es la más espabilada. 
Herminia: Me da mucha rabia no haber ido al crucero...
Onofre: Iremos al próximo, no te preocupes. No podíamos marcharnos, ya sabes que nos hemos comprometido a ir al concierto de tu nuera.
Herminia: Lo sé...


Onofre: Prometo llevarte a cenar esta noche a un lugar fantástico.
Herminia: Eres un sol, Onofre. Huy, me estoy despistando. No quiero que Estrella me gane. 
Onofre: Da igual si acuden más palomas a ella, Herminia.
Herminia: ¡Eso sería hacer el ridículo! Soy una experta con muchas años de experiencia dando de comer a las palomas, debo ser yo la que atraiga a la gran mayoría.


Diamante: Allí está tu hermano y Estrella sentados en ese banco. También están dando de comer a las palomas.
Sus: Gallofa está con ellos. Hacía mucho que no lo veía.
Diamante: El embarazo le sienta bien. Mira que guapa está.
Sus: Diamante, es que todas las embarazadas son guapas. 
Estrella: Jo, todas las palomas se van con Doña Herminia...
Wen: Al menos dos han venido a comer.
Gallofa: A lo mejor no les gusta el maíz y prefieren patatas fritas con ketchup.
Estrella: No lo creo, Gallofa.
Gallofa: ¿Necesitas beber algo?
Estrella: Estoy bien, no te preocupes.


Gallofa: Estoy tan emocionado, voy a ser tío. Bueno, al menos así lo siento...
Wen: Aunque no seas hermano de Estrella, es como si lo fueras. Sabes lo mucho que te apreciamos.


Herminia: Mira, Onofre. Todas las palomas acuden a mi. 
Onofre: No hay quién te gane.
Herminia: Lo sé. El otro día gané a Hermenegilda y se lo tomó muy a mal. Tiene mal perder.


Sus: ¡Willy! ¿Estás esperando a Renzo?
Willy: Sí, a ver si sale. Es que una amiga muy especial se marcha dos semanas fuera y nos queremos despedir de ella. A ver si su padre le deja salir aunque sea un rato.
Sus: Es que menuda le liasteis a Duclack. La pobre tenía la casa invadida de clicks indeseables y se la estaban destrozando.¿Tú no estás castigado?
Willy: Sí, tengo que estar en casa a las ocho todos los días y no puedo encender el ordenador.
Diamante: Me recuerda a mis viejos tiempos, cuando la liaba parda por ahí.


Pepe y Celedonio estaban comiendo en el restaurante de Carmelo. Habían cobrado un dinero de dudosa procedencia y lo estaban quemando con una comilona. Marisco, vino del bueno y todo tipo de caprichos y delicatessen. 

Pepe:¡¡Camarero, otra sepia y un par de bravas!!
Renzo: ¡Marchandooo!
Celedonio: ¡Este bogavante es alucinante! Pa chuparse los deos, tío. Quiero otra birra y otra botella de vino de ese.
Pepe: ¿Pedimos otra mariscada?
Celedonio: ¡Sí, tío!
Pepe: ¡Camareroooo!


Sus: Allí está Duclack. Dijo que se pasará por el restaurante en cuanto terminase de pescar.
Diamante: Está algo tristona, Sebastián se marcha un par de semanas de crucero.
Sus: Lo sé. Es que es tan fácil acostumbrarse a Sebastián. Es un click tan atento, simpático, amable, cariñoso y tan guapo...
Diamante: ¿Tengo motivos para estar celoso?
Sus: Solamente tengo ojitos para ti, mi calvito guapo. En el mismo crucero viaja mi madre y su padre, Duclón. También mi prima Lilu y Duque. Quizás puede sentirse sola. No quiero que esté triste, Diamante. La quiero mucho, muchísimo. Tenemos que intentar que sonría y esté feliz.
Diamante: Descuida, mi capitana es como mi hermana, así que pienso estar a su lado todo este tiempo.
Sus: Mañana la invitamos a comer a casa y por la tarde le propondré ir de compras y a merendar por ahí.


Diamante: Mira, tu abuelo con Ismelda.
Sus: A mi abuelo le encanta pasear por aquí. Ismelda le ha devuelto la sonrisa tras la decepción con mi abuela.
Diamante: ¿Todavía no se hablan?
Sus: Mi abuelo está muy resentido. He intentado mediar, pero no hay forma que se sienten a hablar.
Diamante: Bueno, deja a tu abuelo que disfrute de Ismelda. Es tan atenta, simpática, amable, cariñosa y tan guapa...y menudo par de...
Sus: ¡Diamante!
Diamante: ...de ojazos tiene. 
Sus: Pensaba que ibas a decir otra cosa. 
Diamante: Es tan guapa.
Sus: ¿Y yo debo estar celosa?
Diamante: Claro que no, eres la reina de mi corazón.


Sus: Sé que mi padre debe estar por aquí, y mi prima Lulú.
Diamante: Es mejor que entremos al restaurante antes que nos encontremos a más conocidos.

Ben disfrutaba de la compañía de su nuevo amor, Keira. Estaban sentados en un banco junto al mar.

Ben: ¿No te gustaría viajar en un crucero como ese?
Keira: No soy clack de mar. Prefiero la montaña o un lago en el bosque.
Ben: Me gustas mucho, Keira. 
Keira: Ben, me vas a ruborizar. Tú también me gustas, desde hace mucho tiempo. Eres el click más sexy que he visto nunca.
Ben: ¿No te importa que te saque tantos años?
Keira: Tarde o temprano, todos nos arrugamos. El envoltorio es lo de menos, Ben. No digo que no sea determinante a la hora de fijarte en una persona, pero a mi lo que me cautiva es la personalidad.
Ben:  En cuanto te comas esas patatas, nos vamos a mi cabaña.
Keira: Sí, que me tienes que dar el postre.


Lulú: ¡Renato! ¿Y esas flowers?

Lulú llevaba un par de semanas saliendo con un empresario millonario. Renato Estafo, dueño de uno de los bancos más importantes de Wensuland, Banco Estafo. A Lulú le gustaba por la forma en la que la trataba. Era atento y le regalaba cosas caras. Siempre la llevaba a restaurantes de lujo y jamás había tenido una mala palabra con ella. A pesar de todo eso, no sentía nada por él. Lo intentaba, deseaba que ese click fuese el amor de su vida, pero por el momento no había despertado en ella nada especial.

Renato: Para la clack más bella del Playmundo.
Lulú: Son preciosísimas, amor.
Renato: Todo es poco para mi princesa.
Lulú: Renato, hay algo que tengo que decirte...


De esta forma, el día avanzaba en el puerto. Unos reían y otros lloraban, pero la vida no se detenía. Aunque par algunos, las cosas se complicarían mucho...

Continuará

4 comentarios:

  1. ¡Qué ganas tenía de que hicieses esta historia! ¡Y es genial! ¡Me encanta! Sabía que sería muy divertida y especial, ¡pero es mucho más de lo que me pensaba! Voy a intentar comentar sin dejarme ninguno de los detalles que me han hecho tanta gracia, aunque me resultará imposible porque está llena de frases divertidísimas, de intervenciones muy entrañables y de comentarios que me han sacado una carcajada. Lo que más me gusta de la historia es la inmensa mezcla de personajes que intervienen. Me encanta que estén casi todos los personajes (sé que hay más que tendrán que ir saliendo) y es que combinas muy bien la aparición de unos y otros. Y lo mejor es que la intervención de un personaje esconde una historia diferente a la de los demás. Qué graciosa también la forma de hablar de cada uno. ¡Es que es una maravilla! Y las fotos son geniales, qué bonito ambiente se percibe en ellas. No obstante, con tanta gente yo no sé si podría aguantar mucho en ese lugar, todo el tiempo encontrándote con gente conocida, qué agobio jajajajaja. Ya me imagino a una clack a la que, en cuanto vea todo el barullo de gente que hay, le dará algo jajajajajaja.
    La primera parte, con la intervención de todas esas parejas de enamorados, es muy interesante, pues se percibe la diferencia que hay entre una pareja y otra y es que es todo tan natural y tan real... También se puede adivinar qué pareja será la que salga unida del crucero y cuál no.
    ¡Luego encontramos a Eros y a Sinéad! Me ha hecho muchísima ilusión encontrármelos en la historia. Además, has hecho guiños a cositas que ni yo recordaba, como eso de que es Stella quien siempre proporciona los potingues hechos por ella misma, jajajajaja, la que hace las cosas de cosmética. Es genial que haya inventado un protector para el sol. Me he reído muchísimo también con la lista de cosas que no han hecho nunca y que ahora están llevando a cabo, sobre todo con lo de pintar graffitis en fachadas aburridas, qué bueno, jajajajaja. Y qué risa con lo del submarino. Me imagino a Sinéad súper nerviosa bajo el mar y con una sed terrible. Ay, ¡qué bueno! Eso de la exploración de pirámides podría dar para otra historia, en la que se crucen momias y vampiros. Ay, yo creo que podría ser muy interesante y emocionante. Podríamos planteárnoslo.
    Me ha hecho muchísima gracia el momento en que Herminia y Onofre están dándoles de comer a las palomas. Qué gracioso cuando Herminia dice que el otro día le ganó a la señora Hermenegilda y no se lo tomó bien. Y qué gracioso Gallofa diciendo que a lo mejor a las palomas les gustarían más las patatas fritas con Ketxup, jajajajaja.
    ¡Qué bien que hayas sacado a Casandra también en esta historia! Tengo ganas de que intervenga en alguna historia y yo creo que con la tienda que tiene puede dar mucho juego. También debo decir que lo divertido de la historia no se encuentra solamente en los diálogos (que son increíblemente buenos, de verdad), sino también en los pequeños guiños que tiene la historia, como el nombre de algunos personajes. Qué gracia me ha hecho eso de Zurro. Cómo se demuestra que la chica ésa no era de fiar... Y, por cierto, qué risa con Pepe y Celedonio. Qué asco de clicks. Y me he reído porque no me acordaba nada de que se llamaba Celedonio, jajajajajaja.
    Luego también tenemos a Sabrina con su incansable envidia. Mira que decirle a la pobre Sus que está más gorda... pero qué gracia cuando dice que hace ejercicio todos los días y come saludable y su marido le pregunta si hace ejercicio y su hijo si los Donetes y los Donuts son comida saludable, jajajajaja. Qué risa me ha dado.
    ¡Y también tenemos a Félix y Vicente! Es muy gracioso cómo plasmas la esencia de los personajes en unas líneas tan reducidas. Y qué risa cuando Rex le quita la hamburguesa al pobre Vicente, jajajajaja.

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  2. Y luego también qué gracioso cuando Diamante y Sus están cada uno halagando a otra persona, el otro pregunta si debe estar celoso y los dos actuando de la misma forma, jajajaja; pero se nota que entre ellos esas cositas no tienen importancia porque su amor es verdadero, no como el de otras parejas que van a subir al Panama. Me ha hecho mucha gracia también el nombre de Renato Estafo, jajajajaja, y encima tiene un banco, ay, ¡qué bueno!
    Lo mejor es que la mezcla de tantos personajes te ha salido genial. ¡Estoy deseando leer la continuación! Es muy, muy divertida, de verdad, ¡me encanta! ¡Y esto no ha hecho más que empezar! Muchas gracias por compartir con nosotros tu creatividad.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. ¡Qué divertido el comienzo de esta historia! Me ha gustado mucho ir descubriendo cada rincón de este gran diorama a través de distintos personajes. Cada uno tiene su personalidad. Retomas las vidas de unos y de otros con tanta vida pasada en otras historias.
    Me ha hecho mucha gracia el incidente de Sinéad en el submarino con los marineros. También la competitividad por dar de comer más a las palomas. De cada escena pueden salir nuevas historias independientes. Deseando estoy de ver la continuación. Son unas fotos preciosas y unos diálogos muy divertidos.

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