viernes, 28 de agosto de 2015

Epidemia Zombie: Capítulo 03 - Bellezas y esperpentos

Roula empujaba el bidón que contenía a Y-321. Facunda caminaba a su lado, examinando la zona. El pantano de Payaso Demonio era un lugar ideal para deshacerse del bidón. Aunque su tío le había ordenado que lo llevase al centro de residuos tóxicos de Ambrella, Facunda no estaba dispuesta a cumplir sus deseos. Si se deshacía del bidón en alguna zona alejada del pantano, nadie se daría cuenta y se podría quedar con todo el dinero. 

Facunda: Quién quiere 100 cleuros pudiendo tener 500...
Roula: Estoy cansada Facu, ¿empujas tú?
Facunda: Roula, no me distraigas, tía. Estoy to concentrá a ver dónde dejamos la carga.
Roula: Ya, claro...


Desconocían que contenía el bidón. No se trataba simplemente de residuos contaminantes peligrosos para la naturaleza, su contenido podría extinguir a la humanidad, a todo ser vivo. Contenía la muerte, la destrucción, el fin del Playmundo tal como lo conocemos. Y-321 esperaba en su interior cualquier error para poder escapar, ansioso por saciar su hambre.

Facunda: Tía, creo que este es un buen sitio. ¿Ves? Soy la repera.
Roula: Sí, pero la que se desloma soy yo...


Escucharon ruidos que se aproximaban con rapidez hacia ellas. Facunda pensó que podría ser su tío. El miedo se apoderó de ella. Si su tío se enteraba de esto, no volvería a confiar nunca más en ella. Al distinguir una figura a lo lejos pedaleando sobre una bicicleta, supo que no se trataba de su tío. 

Facunda: Viene alguien, ¡menuda caca!
Roula: ¿Que hacemos?
Facunda: ¡Escondernos! ¡Ahí, en esos matorrales!


Efectivamente, no se trataba de su tío, el Dr. Marcus. Quién pedaleaba aproximándose hacia su posición era Ray, el monitor del gimnasio de Sabrina. Había quedado con ella en el pantano para recoger su dinero del chantaje. Había sido toda una suerte descubrir a Sabrina y otro chico del gimnasio liándose en las duchas. Grabó con su videocámara las escenas y la chantajeó. Si no le entregaba los 20.000 cleuros, se lo diría a su querido novio policía, John. 


Ray: Estoy de suerte. Ya he pillado un buen pellizco de otro chantaje. Ese viejo se pensaba que podría liarse con niñatas y engañar a su mujer sin pagar un precio. La semana que viene le pediré otros 30.000 cleuros. Con Sabrina también tengo asegurados unos cuantos pagos. Me aprovecharé de ella hasta que le saque toda la pasta a su noviete. ¡Ray, eres un cerebrito! Me comería a besos si pudiese. 


Roula y Facunda observaron cómo se alejaba. Ray no se percató de la presencia de las dos clacks ni del bidón abandonado. Estaba demasiado concentrado en sus pensamientos.


Empujaron el bidón hacia una zona poco visible. Las dos lo miraban pensativas. Roula sabía que aquello no estaba bien. A ella le gustaba la naturaleza, y esperaba que el bidón no la contaminase. Aunque en su interior sabía que muy bien no le haría.

Facunda: Que le den morcilla, aquí ya está dabuten.
Roula: ¿Crees que será perjudicial para la naturaleza? Me siento culpable...
Facunda: Siéntete culpable tomando una cerveza y gastando la pasta que nos llevamos. Da igual, Roula. Este sitio está to muerto, no hay ná de ná. 
Roula: Pero...dejar esto aquí...


Gerard: Buenos días, guapetonas.

Tres excursionistas habían aparecido de la nada a sus espaldas. Uno era rubio, extremadamente guapo, aunque a todas luces un chuleta del tres al cuarto. Otro era un chico también muy atractivo, castaño y con ojos azules intensos como el cielo. El tercero era un chico de color, con el pelo a lo afro. Tenía cara de pocos amigos.

Facunda: ¡La virgen! ¡¿Nos queréis matar del susto?!
David: Lo siento, no era nuestra intención.
Roula: No pasa nada, chicos.


Gerard: No veas, macho...

No pudo reprimir su sorpresa al ver a Facunda. Jamás había visto una clack tan fea. Ojos de lagarto y en su boca parecía haber explotado una bomba. Su pelo verde recogido, sus múltiples tatuajes y su corpulencia sin duda le otorgaban un aspecto muy personal.

Facunda: ¿Que miras? ¿Tengo monos en la cara o es que me quieres morrear?
Gerard: No, no...
Roula: Perdonad a mi amiga, tiene mucha personalidad.
Gerard: ¿Y que hacen dos clacks solas en un lugar como este?
Facunda: Pues...ehhh...¿A ti que te importa?
David: Será mejor que no les molestemos.
Roula: Estamos de excursión. Nos apetecía relajarnos en plena naturaleza.
Will: Pues yo me quiero ir a mi casa...estoy cansado y sudando como un cochino.


Gerard: ¿Y ese bidón?
Facunda: ¿Que insinúas? ¡No es nuestro!
Gerard: No, si no digo que sea vuestro...
Facunda: Ah, vale. 
Roula: Estamos sorprendidas, la gente es muy incívica...
Facunda: Sí, son incíclicos...
David: Son gentuza. Que poco considerados con el medio ambiente...es indignante. 
Facunda: Eso eso...es in-indi-indigran...eso que has dicho.


Gerard: Nosotros nos vamos, chicas. Disfrutad de la excursión. Vamos, tenemos un largo camino por delante.
Will: Preferiría volver a casa...tengo ampollas en los pies...
Gerard: Vamos, que eres un flojo. Demuestra que eres un macho con dos pares, ¡venga!
Will: A mala hora he decidido apuntarme a esto...
Facunda: Vamos, Roula. Nos las piramos de aquí.


Damon Espantapájaros era un famoso fotógrafo de moda. Sus ingeniosas y novedosas fotografías habían dado la vuelta al mundo. Las modelos se volvían locas por ser fotografiadas por el artista. Aunque no sólo por su trabajo era conocido el fotógrafo. Era un clackero de mucho cuidado. Su afición por las clacks era tal que muchos lo consideraban un enfermo. Si las modelos cedían, las fotografiaba desnudas y muchas veces terminaba en la cama con ellas. Había decidido acudir al pantano con algunas modelos para fotografiarlas en un entorno natural.

Damon: ¡Maravilloso, excelente, fantástico, extraordinario! Este lugar es perfecto para desatar mi imaginación.


Le acompañaban tres modelos femeninas y uno masculino. Cindy Clackford, castaña y famosa por su sensuales curvas. Era estricta en su trabajo y le gustaba hacer las cosas bien hechas, perfectas.Claudia Clickfer, rubia de pelo largo y ojos azules. Los diseñadores se peleaban para que luciese sus diseños. Podía presumir y creerse la mejor, pero Claudia era una clack con los pies en la tierra, de un barrio humilde. Heidi Cluck, considerada por muchos fea, pero valorada por su extraña y particular belleza. Creída, avariciosa y muy caprichosa. Era difícil trabajar con ella. El chico se llamaba Mathias Lauridsen. Sus fotografías y pósters adornaban las casas y carpetas de las adolescentes de medio Playmundo. Se lo tenía muy creído y pensaba convencido que era superior a todo ser viviente. Damon se dirigió a todos, eufórico.

Damon: Quiero que deis el cien por cien de vosotros, os necesito concentrados. Quiero que os rindáis ante mí, soy vuestro Dios, vuestro amo. Si digo que os tiréis al suelo, lo hacéis, si digo que os desnudéis, cumplís mis deseos...os quiero sólo para mi.
Mathias: Osea, que seremos tus esclavos, ¿no?
Damon: Sí.


Damon se acercó hasta Mathias y le susurró al oído...

Damon: Nos vamos a triscar a cada una de estas, ¡estamos de suerte!
Mathias: Me quedo con la rubita. ¡No te olvides de sacar alguna fotografía para venderlo a las revistas!
Damon: Iremos a medias, ¿vale? Yo lo intentaré con Cindy, me pone como una moto esa clack.


La sesión de fotos comenzó. Damon se puso en marcha, dejándose llevar por la pasión y dedicándose por completo a su trabajo. Las modelos posaban obedientes y aguantando las exigencias del fotógrafo.







Terminada la primera ronda de fotografías, se tomaron un descanso. Mathias se acercó hasta Claudia, que se relajaba observando el paisaje.

Mathias: Hola, muñeca.
Claudia: ¿A qué muñeca te refieres? Yo no me llamo muñeca.
Mathias: Preciosa, dejemos el aburrido cortejo y vayamos directos a la acción. Estás de suerte.
Claudia: ¿De suerte?
Mathias: Sí, podrás catarme. Sólo algunas privilegiadas tienen el placer de estar conmigo.
Claudia: Pues yo no quiero ser una de esas privilegiadas. Hasta luegi.


Mathias: ¿Me rechazas? ¡¿Que me rechazas?! ¡Cómo te atreves! ¡Nadie me rechaza, nadie! 


Heidi se acercó a Damon muy cariñosa. Sabía de la existencia de una revista especial nueva temporada y que le habían encargado elegir la portada y la modelo principal. Estaba dispuesta a conseguir ser la protagonista y salir en portada. Damon era muy clackero y ella sabía seducir a los hombres a su antojo. 

Heidi: Damon, estás excesivamente sexy.

Damon sólo llevaba un bañador slip, gafas de sol y unas botas camperas. Se alegró al escuchar esas palabras y la miró orgulloso.

Damon: Lo sé, preciosa.
Heidi: Una belleza como yo necesita que le den mimitos y besitos...¿Podrías ayudarme?
Damon: Ahora mismo, pequeña. Vamos tras esos matorrales y deja que te mime hasta que te derritas.
Heidi: Sí, pero antes quiero que me prometas que seré portada.
Damon: ¿Portada? ¡Lo estás flipando!


Señaló a Claudia, que se alejaba de Mathias a toda prisa.

Damon: Claudia será portada. Es la modelo revelación del momento y su belleza no tiene igual.

Heidi la miró rabiosa. Deseaba tirarle del pilo y escupirle en la cara. 


Heidi: ¡Pues no volveré a trabajar contigo nunca más!
Damon: ¡Heidi, no te enfades! ¿No quieres mimitos?
Heidi: ¡Vete al cuerno! Y para que te enteres, ¡tus fotos son bazofia! 


Heidi se marchó enfadada sin rumbo fijo. Caminaba con paso firme sin saber a dónde se dirigía. Esperaba que Damon la persiguiera rogando su perdón. Al principio estaba segura que el fotógrafo la seguiría, pero poco a poco fue perdiendo la esperanza. Se vio sola, caminando por un lugar totalmente desconocido y peligroso.


Heidi: ¡Odio a los hombres! ¡Odio a Damon y a esa harpía de Claudia! ¡Yo soy la mejor! ¡No puede despreciar mi belleza de esa forma!


Enfadada, le dio una patada al bidón. Se hizo daño en el pie y gritó dolorida. A pesar de todo, siguió dando patadas hasta que se hartó. 

Heidi: ¡Maldito Damon!


El bidón se abrió un poco por uno de los costados. Y-321 presionó con fuerza y lo abrió totalmente. Heidi estaba tan enfadada que no se percató.


Se alejó unos pasos del bidón y se asomó por un terraplén. Se veía gran parte del pantano y se quedó allí llorando. Estaba muy enfadada y le dolía el pie. Estaba segura que no podría andar bien en días, y tenía un par de pasarelas en las que tenía que desfilar. Y-321 salía poco a poco del bidón, sacando sus repugnantes brazos.


Ya tenía medio cuerpo fuera cuando localizó a Heidi. Seguía de espaldas a él, llorando y maldiciendo. No dudó un instante, era su objetivo.

Heidi: Podría demandarle por acoso...¡Es buena idea! Él intentó provecharse de mi, incluso me ofreció ser portada de la revista. Me negué, yo no soy una cualquiera y se propasó conmigo. Me defendí propinándole muchas patadas y me hice daño, aunque no conseguí alcanzarle. Suena bien...


Y-321 caminaba lentamente, sin prisa pero sin pausa. Veía el reluciente pelo de la modelo y sus deliciosos y sanos brazos y ansiaba alcanzarla. Cuando estaba muy cerca de ella, se le escapó un quejido. Fue breve y flojo, pero ella lo escuchó.



Se dio la vuelta esperando encontrar a Demon. Estaba dispuesta a chantajear al fotógrafo si no la elegía como modelo principal. Acabaría con su carrera y todos lo repudiarían. 

Y-321: Ghaaa...
Heidi: Por fin te dignas a hablar conmigo. Exijo que me...

Al ver a Y-321 gritó como jamás lo había hecho. Una vez fue capaz de gritar al ver una rata, otra incluso al ver una cucaracha pero aquellos gritos no se podían comparar con este. Le salió del alma. Estaba completamente aterrada.

Heidi: ¡Ahhhhhhh!
Y-321: ¡Grrrrr!


Se lanzó sobre Heidi pero ella intentó separar al monstruo con todas sus fuerzas. Y-321 no era precisamente débil. Sus repugnantes brazos agarraron a Heidi y abrió su boca para enseñar sus dientes. Heidi quiso gritar de nuevo, pero se quedó sin aliento. Sintió cómo desgarraba su garganta y supo que iba a morir. Pensó con pena que nadie lloraría su muerte.



Continuará...

2 comentarios:

  1. En primer lugar, quiero halagar esta historia y no sólo por cómo está construida, sino sobre todo por las fotos. Ahora que yo también he vivido eso de hacer fotos en el pantano, sé lo que cuesta y sólo por eso la historia merece mucho la pena. En segundo lugar, me encanta, aunque conmigo no tenga nada que ver, el personaje de Facunda. La retratas de una forma genial. Roula también es la caña, jajaja. Me ha sorprendido además que Roula adore la naturaleza y que no quiera contaminarla; pero debería haberse impuesto un poco más a la actitud de su amiga... aunque cualquiera se mete con Facunda. Me he reído muchísimo con la descripción que haces de Facunda desde el punto de vista de Gerard. Y también me he reído con Will, pues me ha recordado a mí cuando dice que quiere irse a su casa porque tiene mucho calor, jajaja, justo como me pasó a mí cuando hicimos las fotos de una parte del próximo capítulo de Aventuras en Lainaya. ¡Y cuando Facunda dice incíclicos en lugar de incívicos! Jajajaja. ¿Pero cómo se puede ser tan cazurra? Jajajaja. ¡Vaya patadas al diccionario! Además te queda muy bien eso de ir mezclando historias. El caso de Damon es muy divertido y me he reído con la mezcla que haces con la realidad y los personajes de la historia. Me encanta cómo describes ese momento en el que y-321 sale del bidón sin que la modelo se dé cuenta. ¡Y el final es impresionante! Me encanta cómo has descrito el final de la pobre modelo, aunque lo narras todo tan bien que haces que no dé ni pena que la mate, jajaja. Vaya cabeza de chorlito. ¡Enhorabuena por este capítulo! ¡Esta historia es muy emocionante!

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  2. Las fotos son muy buenas, qué duda cabe, pero la historia me ha atrapado por completo. Las cosas se complican... como suele pasar en la realidad, una catástrofe ocurre no por una sola causa, sino por la concatenación de varias circunstancias que se alían nefastamente... y eso justamente es lo que vemos que está pasando. Por una parte, Facunda y Roula se llevan el bidón con Y321 y eso ya da miedo porque pienso ¿cómo puede estar algo tan peligroso en tan malas manos? Eso tiene que salir mal por fuerza, pero en realidad la culpa no es suya, sino de quien se quitó de encima el problema. Me he encantado la aparición de Ray, tan atractivo y a la vez tan mal click, ¿lo veremos más adelante involucrado en la trama? Todo puede ser... los que sin duda se han metido en medio de todo el cacao son Damon y sus modelos (geniales los nombres)... la pobre Heidi es la primera víctima del monstruo, y sospecho que será la primera de una larga lista... por otra parte están en un lugar muy especial, en el pantano de Payaso Demonio, ¿qué pasará? He visto que me quedan un par de capítulos sin leer, así que me pongo a ello de inmediato, ¡esto es la monda lironda!

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