lunes, 28 de abril de 2014

Hafida: Capítulo 17 - La entrada secreta

Se alejaron todo lo que pudieron hasta que cayó la noche, estaban agotadas. Decidieron descansar junto a una esfinge olvidada. Era una noche fría y la luna brillaba espléndida iluminando todo lo que les rodeaba. Los camellos descansaban después de horas de intensa huida. Encendieron un fuego y se sentaron alrededor cansadas y hambrientas.

Pamela: ¡Que frío tengo!
Denise: Ya puedes dar gracias a que Indulala te dejó su túnica...No sé como puedes vestir de esa forma, prácticamente desnuda...
Pamela: Voy a la moda y me gusta seducir.
Indulala: Me siento muy cansada pero...¿No deberíamos seguir? Esos bestias no deben andar muy lejos...
Hafida: Los camellos necesitan descansar, aunque sea un rato. Nosotras también...
Denise: ¿A dónde nos dirigimos?


Hafida: Iremos a una aldea, la más cercana a nuestra posición. No estoy muy segura, pero creo que vamos por buen camino.
Pamela: ¿No estás segura? ¡No quiero morir en el desierto!
Denise: Oye guapa, si no te convence el plan puedes hacer lo que te venga en gana. El desierto es largo y ancho...
Hafida: Lo cierto es que si nos desviamos un poco...o estoy equivocada...podríamos perdernos. Perderse aquí es casi una sentencia de muerte.


Pamela: ¡Que rabia no tener mi clackphone! 
Hafida: De todas formas aquí no hay cobertura. Todavía no puedo creer todo lo que nos ha sucedido...y pensar que Nazira está muerta...
Denise: Esos desgraciados pagarán por su muerte, ya lo verás.
Hafida: Temo por mi tío, quizás Zayd quiera vengarse...y Simbat...sé que me ama y que se casaba con Jessenia solo para protegerme...
Denise: Eso es amor, amiga mía.
Indulala: Debe ser maravilloso que te amen de esa forma...espero que algún día alguien me ame con esa intensidad.
Hafida: De nada sirve si el universo se pone en contra...
Indulala: A lo mejor Jessenia consigue pedir ayuda.
Hafida: También temo por ella...su padre es un hombre cruel que no se compadece ni de su propia hija.
Denise: ¿Crees que la matará por ayudarnos?
Hafida: No lo sé...ya no sé que pensar. 


Pamela: Me muero por dormir en una buena cama...calentita. También me apetecería un buen plato de fideuá.
Hafida: ¡Se me hace la boca agua! Yo me contentaría con unos macarrones con tomate y un poquito de queso.
Indulala: Yo con cuscus y una ensalada de patatas.
Denise: Yo daría lo que fuera por un huevo frito con sus patatas fritas...¡Con mucho ketchup! 

Denise se tumbó y miró el cielo maravillada. 

Denise: Esto es precioso. Mirad que cielo...cuantas estrellas y la luna está radiante. Nunca la había visto así.
Hafida: Es mi fiel compañera. Todas las noches subía al tejado de mi casa y le contaba mis problemas. Mi país no es perfecto, pero lo adoro. En la ciudad echaba de menos esta luna y el cielo tan estrellado. 
Pamela: ¡Bah! Dónde se ponga una ciudad con sus tiendas, coches y todo tipo de comodidades que se quite esto.



Hafida se levantó para vigilar mientras las demás intentaban descansar para reponer fuerzas. Estaba muy triste. No entendía cómo las cosas habían salido tan mal. Deseaba volver atrás, justo en el momento que Simbat y ella se confesaron su amor. Recordaba aquellos días como un maravilloso sueño, a pesar del delicado estado de salud de su tío. 


Se preguntaba si alguna vez volvería a ver a Simbat. Lo echaba de menos. Si finalmente se casaba con Jessenia, se conformaría sabiendo que seguía con vida. No entendía porqué era tan desdichada. Huyendo de la familia de Jessenia y sin saber que ocurrirá con sus seres queridos. Denise, Indulala y Pamela se habían convertido en sus amigas y pensaba luchar para protegerlas. 


وسوف ننظر في إذا كانت مخفية

Escuchó voces y supo que se trataba de los hombres de Zayd. Estaban muy cerca. Pensaba que dispondrían de más tiempo para reponer fuerzas.

هذه الفاسقات ليست الآن

Hafida: ¡Oh no! Que hago...


Se trataba de uno de los hombres de Zayd. Estaba armado con un khopesh pero no parecía llevar armas de fuego. El hombre avanzaba tranquilo, observando con atención a su alrededor. Era cuestión de tiempo que encontrase a las chicas descansando.


Hombre: النار!

Había visto el fuego. Se dirigía hacia ellas con sigilo pero sin perder el tiempo. Hafida se ocultó como pudo tras las esfinge para no ser vista. 


Hombre: المرأة غبية، النوم خارج الخطر

Hafida subió a lo más alto de la esfinge. Rezó para que fuese lo suficientemente resistente como para soportar su peso. Se colocó justamente encima del hombre. 

Hombre: مدرب كبير وسوف تعوض بالعثور عليها من قبل أي شخص آخر



No se lo pensó dos veces y se tiró sobre el hombre. El impactó los tiró a los dos al suelo. El golpe que recibió en la cabeza lo dejó inconsciente en el suelo. Rápidamente se hizo con el khopesh. Las chicas se despertaron sobresaltadas. 

Denise: ¡Nos han encontrado!
Indulala: ¡Debemos huir de inmediato!

Los hombres de Zayd aparecían por todas partes. Tomaran la dirección que tomaran, serían vistas.

Hafida: No...seremos un blanco fácil si nos dejamos ver...tienen armas de precisión.



Hafida: Están ahí...es demasiado tarde para huir sin ser vistas.
Pamela: ¡¿Que hacemos?!
Hafida: No lo sé...
Denise: No tenemos armas para defendernos...
Indulala: Estamos acabadas...
Hafida: No deberíamos haber parado...
Pamela: ¡Yo no quiero que me atrapen!



Enrabiada, Pamela golpeó la esfinge y sin quererlo, puso en marcha un mecanismo.  Una entrada secreta se abrió tras ella y cayó al suelo sorprendida. El interior estaba muy oscuro.



Hafida: ¿Te encuentras bien?
Pamela: ¡No! Esto está lleno de bichos asquerosos, ¡que asco!
Denise: ¿A dónde llevará esa entrada secreta?
Hafida: No lo sé, pero será mejor que quedarse aquí esperando a ser descubiertas.
Indulala: Está muy oscuro...parece un pasadizo. 


Pamela: Un momento, ¿entrar ahí dentro? ¿Estáis locas? ¡Está plagado de bichos!
Hafida: Lo sé, pero no tenemos otra opción mejor.
Pamela: Vamos Hafida, será mejor que subamos a los camellos y huyamos. 
Hafida: Pamela, ya viste lo que le sucedió a Nazira...


Hafida prendió una rama para iluminar el interior de la esfinge. Pamela rogaba una y otra vez que buscase otra solución. Por nada del mundo pensaba meterse ahí dentro.

Denise: ¡De prisa, creo que nos han visto!


Pamela: ¡No pienso entrar ahí! Exijo que hagáis lo que os digo. Quizás podamos dialogar con ellos, ¡hablando se entiende la gente!
Denise: No seas tonta, Pamela. 
Hafida: Vamos, Pamela. Sé que te da asco, pero si te quedas aquí lo que te ocurrirá no será nada comparado. Haz un esfuerzo.
Indulala: Vamos, nosotras te protegeremos.
Pamela: ¡Que no! ¡No pienso entrar ahí dentro!
Denise: Pues ahí te quedas.
Hafida: Suerte, Pamela. Vamos, no perdamos más tiempo.



Pamela: Muy bien, allá vosotras...

Intentó huir subida a un camello, pero el animal se negaba a moverse. Pamela le golpeó en un muslo y el camello protestó malhumorado. Ante la imposibilidad de utilizar un camello salió corriendo. Se puso a llorar, esperando que en cualquier momento una bala le diese alcance. 



Makin descubrió al hombre inconsciente en el suelo y entró en cólera. 

Makin: ¡Despertar a este inútil! 
Hombre: Señor, una de las mujeres huye a pie. ¿Le disparo? La tengo a tiro. 
Makin: Pamela...la muy tonta se dirige al corazón del desierto. Cuando alcancemos a las demás iremos a por ella. No será capaz de llegar muy lejos, es una mujer de ciudad.


Makin: Han escapado por aquí. Vamos, no nos llevan demasiada ventaja.
Tutoh: Son mujeres, pronto las atraparemos.
Makin: Lo sé. Pagarán por su rebeldía, puedes estar seguro.



Uno tras otro entraron a la esfinge y desaparecieron en su interior. Tutoh echó un último vistazo a Pamela. La vio corriendo desesperada adentrándose cada vez más al devastador e inhóspito desierto. 


Simbat fue en busca de su padre. Al explicarle lo sucedido, quiso ayudar a su hijo. Juntos, fueron en busca de Hasine. Cuando supo la suerte que había corrido su sobrina juró que la encontraría aunque tuviese que dar la vida para ello. Los tres hombres calcularon la ruta que habrían seguida las chicas y se dirigieron hacia allí. Muy cerca de la esfinge, Swity enloqueció. Saltó del camello y los demás hicieron lo mismo. Encontraron las cenizas del fuego que encendió Hafida.

Swity: ¡Oh oh oh! (¡Hafida ha estado aquí)
Simbat: Todavía está caliente.
Hasine: Espero que esos degenerados no la hayan atrapado.



Swity corrió hasta llegar a la entrada oculta de la esfinge. Saltaba y gritaba para llamar la atención de sus amigos.

Swity: ¡Oh oh oh! (¡Hafia está aquí dentro!)
Simbat: ¿Que ocurre, Swity?
Ubbay: Parece que a encontrado un rastro.


Swity entró a toda velocidad y desapareció en la oscuridad. 

Swity: ¡Oh oh oh! (¡Vamos!)
Simbat: Parece que han entrado por aquí. Hay muchas pisadas...
Hasine: Deben ir tras ellas...
Simbat:Vamos, Swity nos guiará. 


Continuará...

3 comentarios:

  1. ¡Siempre haces que las cosas tomen un rumbo inesperado! No me imaginaba que en medio del desierto pudiesen encontrar una esfinge que las “salvaría” de la persecución por unos instantes; pero esos degenerados todavía van detrás de ellas. Espero que esa puerta secreta haya conducido a un laberinto enrevesado cuyo suelo se los trague a todos. Por mucho que lo intente, no consigo empatizar con Pamela. ¡Mira que decir que es mucho mejor una ciudad con tiendas, comodidades y coches antes que la luz de la luna y el cielo estrellado! Es una superficial que no tiene capacidad de pensar razonadamente. Ahora se ha ido por su propia cuenta. Pues hala, que le aproveche la huida, ya verás que poco le dura la libertad. ¡Por tonta! A mí también me daría asco meterme en un lugar lleno de bichos, pero eso pierde importancia cuando es tu propia vida la que está en juego. Me sorprende que Hafida considere a Pamela su amiga. Es la más absurda de todas, pero le da un punto de diversión a la historia porque te ríes de lo tonta y superficial que llega a ser. Es la mera representación de muchas personas de hoy en día. Estoy deseando saber qué ocurrirá. ¡Se ha puesto muy emocionante!
    Especial mención se merecen las fotos, sobre todo las del principio, cuando todas se paran a descansar. No sé cómo logras transmitir ese ambiente de frescor y soledad con las fotografías. Los colores, la perspectiva y la iluminación son perfectos. Enhorabuena.

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  2. Me ha gustado mucho este capítulo. Las fotos son preciosas y me han hecho mucha gracia los diálogos entre las chicas. Muy emotivo cuando Hafida piensa en su amor con Simbat y todo lo vivido. Se puede sentir tanto al personaje y sus sentimientos. Consigues que nos llegue.
    Yo discrepo con Marina en cuanto a Pamela. Le he cogido cariño al personaje, jajaja, pese a tener una personalidad tan vacía, se ha ganado un hueco entre las nuevas amigas de Hafida. Me da pena que se vaya sola por el desierto... ¡Qué ignorante es la pobre! Me ha gustado cuando le dejan la túnica, quedaba muy graciosa con ella y qué risa cuando le dice Denise que no sabe cómo puede ir así vestida medio desnuda, jajajajaja.
    Me hace gracia también el bestia de Tutoh y cuando se queda mirándola correr. Ahora todos han entrado en el laberinto. Veremos qué les espera ahí. Swity es muy listo, mejor que un perro siguiendo su rastro. Espero que todo termine bien.

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  3. A mi también me ha encantado este capítulo, por fin he tenido tiempo de leerlo. Todo es perfecto, excepto una cosa... ¡La intriga! Jajaja, ¡no sabes qué enganchados nos tienes! Me encanta cómo representas, cómo decir, lo que siente cada personaje, el ambiente que se respira allí... Al final las han descubierto, pobres, no las dejan ni descansar. Me dan mucha penita, sobre todo las extrangeras, que no tienen nada que ver en el lío amoroso. Pamela al menos por fin ha servido de algo, ¡consiguió salvarles la vida! Bueno, en cierto modo... Mira que es tonta, en vez de meterse ella también, va y echa a correr, jajajaja, no me la imagino con lo tonta que es cómo correra... Bueno, ¿las alcanzarán? ¿Conseguirá Swity salvarlas? ¡Cuánta intriga!

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