lunes, 10 de febrero de 2014

Hafida: Capítulo 13 - Bienvenidos

Después de un largo viaje, llegaron a casa. Subidos en camellos, Hafida, Simbat y Hasine fueron recibidos por Jessenia y Sultán, que ladraba y movía la cola al verles llegar. Los hombres del padre de Jessenia estaban por todas partes. Iban armados con armas blancas y de fuego. Zayd observaba como se acercaban. Aunque un parche ocultaba el lugar dónde anteriormente había tenido un ojo, su visión era clara e intensa en su único ojo. 


Swity: ¡Oh oh oh! (¡Que recibimiento!)
Hafida: ¡Jessenia!

Aunque había echado de menos a su amiga, Hafida tenía mucho miedo. Ahora Simbat y ella eran pareja y eso destrozaría a Jessenia. No sabía como debía explicarle a su amiga lo que ocurría sin hacerle daño. La quería muchísimo, como a una hermana. Por otro lado, lo ocurrido con Makin en el hotel podría ocasionarle muchos problemas. Aunque se había propasado con ella, era mentiroso y temía que hubiese contado mentiras al respecto. Se fue humillado y temía algún tipo de venganza. Había barajado la posibilidad de quedarse en la gran ciudad y vivir allí una nueva vida junto a Simbat, pero pronto la descartó. Aquello era su hogar y no había hecho nada malo para huir como una delincuente. 


Jessenia: ¡Al fin estás aquí!
Hafida: ¡Que ganas tenía de volver a verte!


Simbat no estaba tan preocupado como Hafida. Aunque temía la reacción de Jessenia, para él lo más importante era estar junto a Hafida. Ahora que se habían declarado y estaban dispuestos a ser felices juntos, todos los problemas le parecían irrelevantes. 


Bajaron de sus camellos y Jessenia fue al encuentro de su querida amiga. Se abrazaron con cariño. Hafida se sorprendió al ver a Jessenia llorar. Parecía estar muy emocionada y feliz.

Jessenia: Han sido días largos y aburridos. He contado los días hasta vuestro regreso.
Hafida: Jessenia, yo también te he extrañado mucho. 


Jessenia: ¡Hasine! Que bien le veo, ¡parece incluso más joven!
Hasine: Esos doctores me han devuelto la vida. 
Hafida: Zayd, no esperaba encontrar le aquí.
Zayd: Hoy es un día importante para todos.


Jessenia se lanzó a los brazos de Simbat. Este la correspondió sin demasiado entusiasmo pero ella no se percató. Se enganchó a su cuello emocionada y le acarició el pelo.

Jessenia: Simbat, estos días han sido muy duros para mi. ¡No vuelvas a marcharte nunca más!
Simbat: Hola, Jessenia. No te preocupes, por el momento no pensamos volver a viajar.
Jessenia: ¿Escuchas los latidos de mi enamorado corazón? No soportaba ni un minuto más tu ausencia.
Simbat: Jessenia...es mejor que guardemos distancias...
Jessenia: Disculpa, estoy tan emocionada que me cuesta controlar mis impulsos. Hoy es un día muy importante para nosotros, ya verás.
Zayd:  Bienvenido, Hasine. Es usted un hombre duro.
Hasine: ¿Que hace aquí? ¿Que es todo esto? Sus hombres están invadiendo mis tierras.
Zayd: No hay motivo por el que enfadarse, amigo mío.
Hasine: ¿Se está burlando de mi? No somos amigos y dudo que lo lleguemos a ser algún día.


Zayd: ¡Viejo testarudo! No hemos venido hasta aquí para pelear. He organizado una fiesta de bienvenida. Celebramos su regreso y su recuperación. Aunque hay otro motivo de alegría por el que nos hemos reunido aquí.

Una larga mesa con todo tipo de manjares y bebidas había sido colocada cerca de la casa de Hasine. Sentados a la mesa se encontraban Makin junto a Pamela y Nazira. Sabba se preocupaba por todos los comensales. Repartía la comida y servía las bebidas refrescantes. Ubayy sin embargo prefería servirse el mismo. La madre de Jessenia se levantó para saludar a los recién llegados.

Rausahna: ¡Bienvenidos! Hasine, me siento feliz por su recuperación. 
Hasine: Gracias, Rausahana. Todo esto no era necesario...
Rausahana: Aunque celebramos su recuperación, tenemos otra noticia importante que celebrar.


Zayd: Esta es la nueva amiga de mi hijo. Se llama Pamela y parece que ya os conocéis.

Hafida la miró sorprendida. No esperaba encontrar a esa mujer allí. Se sorprendió por su forma de vestir. Aunque no tenía nada en contra de las mini faldas ni los escotes, Zayd era un hombre muy estricto con la forma de vestir de las mujeres. No entendía que no le hubiesen llamado la atención.

Hafida: Sí...aunque poco hemos hablado.
Pamela: Vaya, pareces sorprendida. Makin y yo nos gustamos y quería presentarme a su familia.
Makin: Si las cosas no cambian, es posible que me case con ella.
Pamela: Fue un flechazo. Todavía sigo en una nube.


Hafida: Os deseo suerte...

Supo de inmediato lo que estaba ocurriendo. Makin intentaba darle celos. Pensaba que amenazándole con casarse con Pamela despertaría sus celos y se daría cuenta que realmente podría perderle para siempre. Lo que Makin no sabía es que a ella le importaba bien poco lo que hiciese con su vida. 

Makin: ¿Te ocurre algo? No esperabas una noticia así, ¿cierto?
Hafida: No, pero me hace feliz. Sois tal para cual. Me alegro profundamente por los dos. Espero que seáis felices y tengáis muchos hijos.
Makin: Ya...
Pamela: Odio los niños, pero puede que alguno tengamos, ¿verdad cari?


Ubbay: ¿Ya has pasado por el taller? Pareces estar igual que antes.
Hasine: No, estoy mucho mejor.
Ubbay: Yo no creo en los matasanos. Por nada en este mundo me dejaría tocar por uno de ellos.
Hasine: Si pensase como tú, estaría muerto.
Ubbay: Debo reconocer que han hecho un buen trabajo. Oye...¿Has encontrado una clack guapa para que se case conmigo?
Hasine: No creo que en este planeta exista una mujer cuerda que desee casarse contigo...
Ubbay: ¡Tú que sabrás! Hablando del tema, tenemos que hacer algo.
Hasine: ¿Que ocurre?
Ubbay: Debemos avisar a mi hijo, esto no es más que un montaje para...


Simbat: ¡Padre! Lo siento, no te busqué ninguna mujer. Hay mujeres muy bellas, pero no creo que deseen casarse contigo.
Ubbay: Hijo, debemos hablar cuanto antes.


Simbat: ¿De que se trata?
Ubbay: Planean anunciar...
Zayd: ¡Ya tendréis tiempo de hablar luego! Ahora, debes venir conmigo, Simbat.
Simbat: ¿Que pasa?
Jessenia: Es algo bueno, no te preocupes.
Ubbay: ¡Un momento!

Zayd empujaba a Simbat hacia la mesa dónde se encontraban todos. Jessenia sonreía feliz. Tenía ganas de saltar y gritar al mundo entero lo dichosa que se sentía.


Hafida: ¿Que haces aquí, Nazira?
Nazira: Me han invitado, no es cosa mía. Jessenia tiene pocas amigas y han pensado en mí. No somos amigas, pero a veces nos saludamos.
Hafida: ¿Para que quieren invitar a amigas de Jessenia? No comprendo nada....
Nazira: Sospecho que piensan anunciar algo importante.
Rausahana: Hoy es un día importante para mi hija, y deseo que se encuentre rodeada de amigos. Se que Nazira y tú os lleváis mal, pero deberéis hacer un esfuerzo por Jessenia. 
Hafida: Estoy intrigada...


Makin: Hafida...espero que sepas perdonarme. Fui un estúpido. Escucha, estás a tiempo. Dejaré a Pamela si aceptas casarte conmigo.
Hafida: Makin, hay cosas que no se pueden perdonar. No te deseo ningún mal, solo quiero que me dejes en paz. Puedes casarte con quién quieras, no es mi problema ni me importa.
Makin: No sabes al hombre que rechazas, no encontrarás a otro igual que yo. Vamos, sé que me amas.
Hafida: No te amo, ¿es tan difícil de entender? Makin, no hagas las cosas más difíciles...
Makin: Nadie me rechaza, ¿eso es también tan difícil de comprender? Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ti, pero si es lo que quieres, espero que seas desgraciada toda tu vida.


Zayd golpeó varias veces en la mesa con su puño. Todos los presentes guardaron silencio. Tenía a Jessenia de pie a uno de sus lados y al otro a Simbat. Jessenia sonreía y temblaba emocionada mientras que Simbat intentaba averiguar que es lo que estaba ocurriendo allí.

Zayd: Ruego que prestéis atención, tengo algo muy importante que anunciar.


Zayd: Todos saben lo mucho que quiero a mi hija. Jessenia es la luz mi casa, la piedra más preciosa que tengo. Está enamorada y ha llegado ese momento que todo padre teme que llegue. Aunque yo tenía mis propios planes para ella, al final las cosas han salido de esta forma. Me complace anunciaros el enlace entre mi hija Jessenia y Simbat.


Simbat se retiró sorprendido. La sonrisa de Jessenia desapareció en el acto al ver su cara. Zayd miró disgustado a Simbat, sin entender que ocurría.

Simbat: ¡No pienso casarme con ella!

Esas palabras destrozaron a Jessenia. Sus ojos se llenaron de lágrimas. No comprendía la reacción de Simbat.

Jessenia: ¿Que te ocurre, amor? No comprendo a que viene esto...
Zayd: ¿No deseas casarte con mi hija?
Simbat: Lo siento Jessenia, pero no te amo. 
Jessenia: ¿¡Qué!? ¡Eso es imposible! ¡Sé que me amas!
Simbat: No te amo.
Jessenia: ¡Pero nos besamos! ¡No puede ser cierto!
Zayd: ¿Quisiste aprovecharte de mi hija? ¿Es eso? Maldito desgraciado...


La madre de Jessenia fue a consolar a su hija. La agarró de un brazo para darle fuerzas. Jessenia lloraba como jamás lo había hecho. Zayd había enfurecido y en su mente imaginaba cual sería la mejor forma de torturar a Simbat.

Simbat: Reconozco que nos besamos, ¡pero no es algo que yo buscase! Te lanzaste a mis brazos y me besaste en un momento de debilidad...
Zayd: ¿Estás insultando a mi hija? ¿Insinúas que es una vulgar ramera?
Simbat: ¡No! Eso no es lo que quería decir...mi corazón siempre a pertenecido a otra mujer y Jessenia confundió mis sentimientos. Es una fabulosa mujer, cualquier hombre desearía ser su esposo.
Zayd: Pero tú no.
Jessenia: ¡Amas a otra mujer! ¡No puedo creerlo! 
Rausahana: Hija, debes tranquilizarte. No soporto verte así, cariño. Juntas superaremos todo esto...
Jessenia: ¡Noo! ¡Quiero morir! ¡Mi vida ya no tiene ningún sentido! ¿¡Quién es esa mujer!? ¡Habla!
Simbat: Jessenia...
Jessenia: ¡¿De quién se trata?!


Simbat miró a Hafida. Ella temblaba, no era esa precisamente la forma que tenía pensada para anunciar que se amaban. Veía a su mejor amiga llorando, destrozada por las palabras de Simbat y tenía ganas de ir junto a ella y abrazarla. Sabía que en cuanto Simbat pronunciase su nombre, su amistad se perdería para siempre. 

Simbat: Amo a Hafida. Ella también me ama, desde hace muchos años. 
Jessenia: No...eso no puede ser cierto...Hafida, desmiente sus palabras, por favor...
Hafida: No puedo...Jessenia...lo siento.


Jessenia se puso frente a Hafida, para mirarle directamente a los ojos. Hafida también lloraba, no sabía que decir ni como reaccionar.

Jessenia: Me has engañado...todo este tiempo...a tu mejor amiga. Me has traicionado...jamás me habían hecho tanto daño...
Hafida: Intenté luchar contra mis sentimientos, pero no pude. Lo siento...
Jessenia: Deja de decir lo siento, maldita zorra.


Aquel insulto le hizo más daño que cualquier cuchillo, que cualquier bala disparada por el arma más potente. Su mejor amiga, a la que quería con locura le había insultado. No soportaba su mirada de odio y rechazo. 

Hafida: Por favor, no soporto que me trates así...lo siento, no sé que más decirte...
Jessenia: ¡Calla! ¡No me pidas más perdón pues no te lo concederé jamás! ¡Me has traicionado y ni mil perdones harán que cambie de opinión! Hafida...eras mi mejor amiga, ¿por qué me has hecho esto?
Hafida: Jessenia, sigo siendo yo...
Jessenia: ¡Calla maldita traidora!


Jessenia agarró del pelo a Hafida y tiró con violencia. Hafida gritaba dolorida. Aunque sus tirones de pelo y empujones le dolían, que fuese ella quién le estuviese agrediendo lo multiplicaba.

Jessenia: ¡Te odio! ¡Ojalá nunca te hubiera conocido! ¡Me has robado al hombre de mi vida! ¡Te odioo!

Jessenia tiraba del pelo de Hafida totalmente descontrolada. Había perdido la razón y se dejó llevar por la furia. Hafida intentaba defenderse pero temía hacerle daño en el forcejeo. 


Finalmente consiguieron separarlas. La madre de Jessenia la sujetaba con fuerza pero esta intentaba librarse para agredir de nuevo a su ex amiga. Hafida lloraba en los brazos de Simbat.

Jessenia: ¡Lucha conmigo traidora!
Simbat: No la escuches, amor.
Hafida: Oh, Simbat...no puedo soportar este dolor...Jessenia me odia, ¡me odia! No deberíamos haber dicho nada, ¡le hemos destrozado el corazón!
Simbat: No digas eso, lo superará. No dejaré que te vuelva a agredir otra vez.

Hafida lloraba intensamente. Esuchar los gritos e insultos de Jessenia le rompía el alma.



Hasine: ¿Esto es lo que querías impedir?
Ubbay: Efectivamente. Me duele ver así a estas chicas...
Hasine: Para mi Jessenia es como otra sobrina, me duele que diga y haga esas cosas a Hafida.
Ubbay: Conociendo a esa familia...esto no se quedará así.


Rausahana: Hija, llora todo lo que quieras. Desahógate conmigo. No debes agredir a Hafida, recuerda que es tu amiga.
Jessenia: Ya no lo es. Es una traidora madre, la peor amiga que se puede tener.
Makin: Lo veía venir. Es una envidiosa que solo quiere hacerte daño...mira que quitarte el novio...aunque ahora lo comprendo todo. Cuando fui a la gran cuidad los sorprendí a los dos en la misma habitación del hotel.
Jessenia: Todavía no puedo creerlo...
Pamela: Esa es una lagarta.

Zayd observaba a su hija llorando y humillada. Ese hombre había besado a su hija y luego se había liado con su mejor amiga, un picaflor. Había tratado a su hija como a una vulgar prostituta mancillando y ridiculizando el buen nombre de la familia. No es que le importara la felicidad sentimental de su hija, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuese necesario para que la gente no murmurara y lo tomase como un ridículo cabeza de familia. Sus contactos lo podrían considerar un hombre débil que no sabía solucionar los problemas familiares.


Zayd: Simbat, ¿puedo hablar contigo?
Simbat: Siento que su hija sufra tanto, no era nuestra intención. No creo que tengamos nada de lo que hablar.
Zayd: Solo será un momento.
Simbat: Está bien.

Nazira se quedó muy cerca para escuchar lo que estaban hablando. Había sido invitada al culebrón más divertido al que había asistido jamás y quería empaparse de todos los detalles.


Llevó a Simbat hacia un lugar un poco apartado para hablar con tranquilidad y sin ser escuchados.

Zayd: ¿Crees que puedes reírte de mi familia de esta forma?
Simbat: No pretendo reírme de su familia. No puedo casarme con su hija si no la amo.
Zayd: Has humillado a mi hija. Te casarás con ella, quieras o no.
Simbat: ¿Piensa obligarme?
Zayd: Tendrás que decidir. O te casas con mi hija o...

Sacó una pistola y apuntó a Hafida...

Zayd: Hafida morirá.


Simbat: No, se lo ruego...no le haga daño. Baje esa pistola, por favor.
Zayd: No te confundas. Si no te casas con mi hija, yo o cualquiera de mis hombres apretará el gatillo. Puede que no sea hoy ni mañana, pero cuando menos lo esperes Hafida yacerá en el suelo con un tiro en la cabeza.Podéis huir lo más lejos que queráis, ningún lugar será seguro para vosotros.
Simbat: No, por favor...


Zayd: ¿Amas a Hafida? Cásate con mi hija y ella vivirá. En caso contrario, la mataré a ella y luego...te mataré a ti y a tu ridículo padre.
Simbat: No quiero que les haga daño...
Zayd: Pues obedece.


Simbat: Pero yo no amo a Jessenia, eso le hará desgraciada. Ella se merece un hombre que la ame y que...
Zayd: Esa palabrería no tiene sentido para mi. Puede que te funcione con las mujeres, pero no conmigo. Anuncia ahora mismo que te casarás con mi hija o cumpliré mi promesa, te lo juro. Te vendrás a mi casa y de allí no saldrás hasta el día de la boda. La vida de tu amada y de tu padre están en tus manos...
Simbat: Está bien...me casaré con Jessenia, maldito lunático.


Simbat llamó a Hafida. Ella se acercó hasta él todavía llorando. Le dolía la cabeza a causa de los tirones de pelo.

Simbat: Tengo que hablar contigo.
Hafida: ¿Que te ocurre?
Simbat: He confundido mis sentimientos. Mira, aunque creía que te amaba...no es así. He comprendido que amo a Jessenia.
Hafida: ¿¡Qué!? Simbat, ¿que ocurre? Sé que eso no es verdad.
Simbat: No miento.


Hafida: ¿A que viene esto?
Simbat: Quiero que te alejes de mi. No quiero volver a verte, ¿comprendes? No te acerques a mí bajo ningún concepto. 
Hafida: Simbat, no puedo aceptar tus palabras, ¡hace tan solo un momento decías que me amabas!
Simbat: Lo siento, me confundí. ¡No quiero volver a verte!


Swity abrazaba a Hafida. Aquello era lo último que esperaba escuchar de los labios de Simbat. Había perdido a su mejor amiga y ahora a su novio, parecía una terrible pesadilla.

Hafida: Simbat, sé que me amas...
Simbat: Me voy a casar con Jessenia, es a ella a la mujer que amo. Ahora me doy cuenta.


Jessenia corrió a los brazos de Simbat y lloró en su hombro. Simbat la agarraba con desgana. Debía ser fuerte y aguantar. Quizás se le ocurriese un plan más adelante para volver junto a Hafida. Lo más importante para él era protegerla. 

Jessenia: ¡Lo sabía! Mi amor, no te preocupes...Hafida intentó confundirte pero yo te perdono.
Simbat: Sí...estaba confundido.
Hafida: Simbat...


Hasine: ¿Esto es obra tuya? ¿Que has hecho?
Zayd: Amigo mío, el amor toma derroteros insospechados. Un día se quieren y otro no. 
Hasine: Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿no es cierto?
Zayd: No me culpes de los caprichos del amor.


Jessenia: ¡Tú! No te acerques más a mi hombre o te las verás conmigo. Quiero que desaparezcas de mi vida. Deberías marcharte a la gran cuidad y olvidarte de todos nosotros. Te odio con toda mi alma.
Hasine: No caigas en su provocación, sobrina.
Hafida: Adiós, Jessenia. Siento que nuestra amistad termine de esta forma...


Aquel día fue uno de los más duros en la vida de Hafida. Subió al tejado de su casa para contemplar como anochecía y poder pensar. Había llorado largo y tendido y ese nudo en la garganta no se marchaba. Pensaba una y otra vez en lo ocurrido y no podía dejar de darle vueltas. Swity la miraba preocupado. Sabía que se encontraba mal. 

Hasine: Hafida, ¿no vas a cenar? 
Hafida: No tengo hambre, tío.
Hasine: Morir de hambre no es la solución a los problemas. 
Hafida: Necesito estar sola...
Hasine: ¿No pensarás hacer caso a lo que dijo Jessenia? No tienes que marcharte de aquí, este es tu hogar.
Hafida: Ya no sé cual es mi hogar ni que debo hacer. Quizás debería marcharme lejos...
Hasine: Por muy lejos que huyas, los problemas seguirán estando ahí. Está bien, te dejaré sola si es lo que quieres. Sabes que cuentas conmigo, sobrina.
Hafida: Lo sé.


Hafida: Swity, no entiendo nada. Se que Simbat me ama, todo lo que vivimos no puede quedar en nada. Algo ocurrió, estoy segura. No es posible que se negara a casarse con ella y minutos después cambiase de opinión. ¿Que debo hacer? ¿Debería ir en su busca? Me dijo que no me acercase a él...No sé si debería marcharme para no volver más. 


Nazira caminaba hacia Hafida. La vio subida al tejado de la casa junto a su mono. Estaba oscureciendo y vivía lejos de allí, pero necesitaba hablar con ella, por muy mala que fuese su relación. Subió con esfuerzo hasta al tejado. Aunque Swity miraba a Nazira con curiosidad, Hafida miraba al horizonte sin desviar la mirada.




Nazira: Hola.
Hafida: Si has venido a reírte de mí, no estoy de humor. Debes haber disfrutado con mi humillación pública.
Nazira: ¿Puedo sentarme a tu lado?
Hafida: Preferiría que te marchases. Quiero estar sola y no me apetece aguantar tus burlas.


A pesar de las palabras de Hafida, Nazira se sentó a su lado. Las dos miraban al horizonte. Unas pomposas nubes rojas se acercaban sigilosamente. 

Nazira: Mira, es espectacular.
Hafida: Sí, por estas cosas quería volver. Adoro observar el cielo desde aquí, me fascina.
Nazira: Reconozco que nunca me detengo a observar el cielo...Hafida, tengo algo que decirte. Se que no somos amigas y que posiblemente nunca lo seamos y reconozco que al principio disfruté con tu humillación pero...también tengo mi corazón.
Hafida: ¿Te doy lastima? ¿Es eso? No hace falta que te compadezcas de mí, Nazira. Agradezco que te hayas molestado en venir hasta aquí pero no era necesario.


Nazira: Tan solo creo que todo lo que te ocurrió fue injusto. Estuve escuchando la conversación entre Simbat y el padre de Jessenia. Hafida, él te está protegiendo.
Hafida: ¿Que quieres decir?
Nazira: Zayd amenazó a Simbat con matarte si no se casaba con su hija.
Hafida: ¿Hablas en serio?
Nazira: No solo a ti, también a su padre. Incluso sacó una pistola y te apuntó con ella. Desesperado por perderte aceptó casarse con Jessenia.
Hafida: Simbat...



Hafida no pudo evitar sentirse aliviada. Aunque había intuido que algo extraño había ocurrido, aquello era la confirmación a sus sospechas. Simbat le amaba y solo quería proteger su vida.

Hafida: Nazira...gracias. No comprendo por qué me has contado esto, pero te lo agradezco.
Nazira: Esto no significa que seamos amigas, ni mucho menos, pero no deseo que sufras tanto. Tampoco tengo un corazón de hierro. 
Hafida: Gracias...ahora tengo que encontrar la forma de encontrarme con Simbat. Podría hablar con él y juntos idear un plan.
Nazira: No os será nada fácil. La familia de Jessenia es muy poderosa y tienen la casa muy vigilada. Además, cuentan con informadores en todas partes.


Estaban siendo rodeadas por hombres armados. Les llamaban hombres sombra por lo sigilosos que podían llegar a ser. Ellas seguían conversando sin percatarse de nada.

Hafida: Me da igual, no puedo quedarme con los brazos cruzados. Ahora tengo algo por lo que luchar. Le amo tanto...
Nazira: Debes luchar por él pero ten mucho cuidado. Zayd es un hombre perverso y ahora no cuentas con el apoyo de Jessenia.
Hafida: Hablaré con su madre.
Nazira: No podrás llegar hasta ella y en el caso que lo consigas, no te escuchará. Está consumida por el miedo. Teme a su marido más que a la muerte.



Swity gritó alertando del peligro pero ya era demasiado tarde. Uno de ellos agarró a Hafida por el cuello.

Hafida: ¡Ahhh! 

Hafida no podía gritar ni respirar. Nazira estaba paralizada de terror. 

Nazira: ¿Que significa todo esto? ¡Dejarnos en paz!


Hafida cayó al suelo inconsciente. Nazira intentó ayudarle pero la inmovilizaron.

Hombre: إذا قمت بنقل سأقطع الخاص الحلق، وامرأة
Nazira: ¿Que es lo que quieren?

Uno de ellos agarró a Swity de una pata.

Hombre2: وهذا يمكن أن تباع في السوق السوداء، يمكن أن تجعل بشرتك المحافظ
Nazira: Hafida...



Hasine se había quedado dormido escuchando la radio. Al ver la hora que era y que Hafida no estaba en su cama, salió a buscarla.

Hasine: Hafida, cogerás frío ahí arriba...¿Hafida?

Miró alrededor y no la encontró. Asustado la llamó pero no recibió contestación. Su voz sonaba solitaria y el viento se la llevaba lejos de allí. 

Hasine: Sobrina, ¿al final te has marchado? No puedes abandonarme otra vez...¡Hafida!



Continuará...

2 comentarios:

  1. no voy a negarte que he sentido rabia durante todo el capítulo. No puedo evitar que el comportamiento de Jessenia me recuerde a otro personaje de La dama de la noche que bien conocemos. No empatizo en absoluto con ella, por muy cruel que pueda parecer, sobre todo porque me da rabia que en el fondo sea tan caprichosa como su maldito y malévolo padre. Jessenia no piensa en ningún momento que los sentimientos son algo incontrolable y cree que Hafida se ha enamorado de Simbat a caso hecho. Además, estoy completamente segura de que a Hafida le gustaba Simbat mucho antes de que esa malcriada se interpusiese. me da rabia Jessenia. Además, es una inconsciente porque no puede reconocer los sentimientos del hombre que ama y se deja llevar por su dolor sin recordar ni un momento lo malo que es su padre. Menos mal que Nazira le ha explicado a Hafida todo lo que sucede. a ver qué sucede... También me da impotencia que Simbat sea tan cobarde y acepte casarse con Jessenia tan rápido. Me dan rabia esos personajes que se creen que lo dominan todo. No obstante, es un capítulo excelente y las fotos tienen unos colores muy bonitos.

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  2. ¡AHHHHHH! ¡Se queda en lo más emocionante! Aunque hace días que la leí, no he tenido un ratito libre para sentarme a volver a releerlo y comentarlo.
    Han regresado a su poblado como héroes, tras la recuperación de Hassine.
    Me ha hecho mucha gracia cuando Makin intenta dar celos sin éxito a Hafida con Pamela. Se nota que todo lo hace para ponerla celosa. Jajajajaja
    También me he reído cuando Ubbay le pregunta a su viejo amigo Hassine si le ha encontrado esposa en la gran ciudad. Aún tiene ilusión de encontrar a una buena moza pese a su edad.
    ¡Qué momento más tenso el de la confesión de Simbat! Ha sido muy valiente y claro confesando sus sentimientos por Hafida y que no ama a Jessenia. Pero la familia de Jessenia es de armas tomar y al final con sus amenazas han hecho que el carácter débil de Simbat aflore y se eche para atrás por miedo a que le hagan daño a lo que más ama.
    Geniales son las palabras de Hassine y Zayd cuando Simbat se desdice y aleja a Hafida de su lado con esas duras palabras
    << Hasine: Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿no es cierto?/ Zayd: No me culpes de los caprichos del amor.>>
    Menos mal que Nazira estaba allí y habla después con Hafida para contarle lo que escuchó. Vuelve a darle esperanzas y le da alivio a su destrozado corazón. Pero entonces aparecen esos clicks, ¡y nos has dejado así! ¡Con el pobre Hassine llamando a su sobrina y pensando que la ha abandonado de nuevo!
    Espero pronto la continuación. Me encanta como escribes y las fantásticas fotos. Esta magnífica historia permanecerá en nuestro recuerdo para siempre cuando termine y pasen los años.

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