jueves, 8 de mayo de 2025

Historias cortas - Capítulo 05: Libros y animales en la tele

Adolfina estaba sentada en el sofá de la salita de estar junto a su nueva compañera de trabajo, Svetlana. Una chica rusa, despampanante. De gran belleza, pelo rubio muy largo y ojos azules. Sus la había contratado para que ayudase a Adolfina con los niños y las tareas de la casa. Con Bosco, Pandy y Puchi, las labores se habían multiplicado.

Adolfina: Ya verás lo bien que estarás aquí. Los señores son muy agradables.
Svetlana: Yo contenta estar. Esta parese una tranquila sasa.
Adolfina: Espera a que vengan Dante, Suselle, Pradito y sus amigotes. Esto se convierte en un campo de batalla. Pero no te agobies, son muy buenos chicos. Yo los quiero como si fuesen mis nietos. Svetlana, ¿te gustan los niños?
Svetlana: A mi los niños gusta. Yo sobrinas tengo en patria querida y los suida mucho bien.


Adolfina: Debes echar de menos a tu familia y tu país.
Svetlana: A patria querida añoro mucho. Mi familia mía yo de menos escho. Pena grande.
Adolfina: ¿Tienes mucha familia?
Svetlana: Hermanos dies, yo pequeña de todos. Mama enferma yo dinero enviarle. Ella buena. Nana abandonarnos y yo pena tengo. 
Adolfina: ¡Svetlana! Siento haber toca el tema, no debería haberlo hecho. Te voy a preparar una infusión relajante, tranquila.
Svetlana: Bolshoye spasibo.


Mientras tanto, los niños subieron al cuarto de entretenimiento, dónde tenían el piano, la televisión y las videoconsolas. Suselle y Dante habían invitado a merendar a su casa a algunos de sus amigos. Pradito, Karim y Paula. Adolfina les había servido zumos, leche y tarta de arándanos recién hecha (receta secreta de Adolfina).

Dante: ¡Odio cuando ponen anuncios!
Paula: En mi casa tenemos televisión por cable y nos ahorramos los anuncios. ¿Tus padres no tienen dinero para ponerlo en tu casa? 
Suselle: No me importa ver unos cuantos anuncios, Paula.
Paula: Pues yo veo Cutreman sin interrupciones. 
Karim: Qué rica está la tarta.
Pradito: Síii, está deliciosa.


Paula: La chacha que tenemos en casa también cocina muy bien.
Pradito: ¿No te sabes su nombre? Es muy feo que la llames así.
Paula: A ella le da igual, si no se entera de nada. No habla bien y es vieja.
Suselle: Paula, pues le debes un respeto.
Paula: Ya habló doña perfecta. Como has ganado el concurso de piano te crees la mejor.
Suselle: No empieces.

La tele...

¡¡¡Antonio Clickato!! ¿Quieres vender tu coche? ¡Sí, por supuestísimo! En vendemostuauto...

Pradito: Ay, no puedo más con Antonio Clickato.
Paula: ¡Yo lo odio! No para de salir en todas las publicidades. Estoy harta de verle, así no hay quién vea la tele.
Suselle: Yo tengo pesadillas con ese señor calvo...
Karim: Dante, cambia de canal.


Dante obedeció y cambió rápidamente de canal. Todos suspiraron aliviados cuando desapareció Antonio Clickato de la pantalla. En el canal que había puesto, estaban dando un programa mítico de la televisión wensulana. Era uno en el que los escritores iban a presentar sus libros y de paso, debatían entre ellos sobre la temática o cualquier cosa relacionada. Se llamaba "Pasión por la lectura". Todos resoplaron cuando sonó la melodía del programa.

Paula: ¡Este programa es un aburrimiento!
Karim: Mi madre me lo ponía para que me durmiese. 
Suselle: Pues se presentan libros interesantes.
Pradito: Me suena uno de esos escritores.


El plató del programa consistía en una sala cerrada de paredes de madera. Habían libros por todas partes para decorar. En el suelo, encima de la mesa...

Dante: ¡Qué tío más feo!

Enfocaron a una de las tres personas que estaban sentadas a la mesa. Se trataba de un señor de pelo canoso, bigote y cara de pocos amigos.


Sentado junto a él se encontraba el presentador. Un señor mayor con barba blanca y larga, gafas y una boina. En el otro extremo de la mesa, estaba sentado otro escritor. Este era también mayor. Un hombre calvo, con barba gris y entrado en carnes.


La sintonía seguía sonando mientras los niños merendaban.

Paula: ¡Quítalo!
Suselle: ¡Espera, a ver si conozco a los escritores!
Dante: Suselle...
Suselle: Un momento nada más.


Rigoberto: Bienvenidos una tarde más a Pasión por la lectura. Lectores empedernidos devoradores de libros, hoy tenemos un programa muy especial. Me encuentro con dos escritores de gran talento que vienen a presentar sus obras más recientes. 


Rigoberto: A mi izquierda se encuentra Frugalcio Mortero, autor de novelas tan famosas como Sensaciones geométricas, Asesinando al trompetista del bosque o Batalla napoleónica. Esta tarde nos presenta su última novela. Los mafiosos retirados. Buenas tardes.
Frugalcio: Deseo parlamentar cuanto antes sobre mi libro.
Rigoberto: En seguida le doy la palabra.


Rigoberto: A mi derecha tenemos a Arquímedes Strait, autor de Buque de guerra, Sandalias equivocadas y Los señores sentados. También nos deleitará con la presentación de su último libro, El perro del señor de la esquina. Buenas tardes, señor Strait.
Arquímedes: Buenas tardes, es para mi un auténtico placer estar aquí, en este sensacional programa que divulga el amor por la literatura y la buena lectura.
Rigoberto: Señor Strait, ¿de qué trata su libro? El perro del señor de la esquina es un titulo muy interesante.
Arquímedes: Mi libro, que he escrito con gran devoción y dedicación más absoluta, tiene una interesante a la par que emotiva historia. Los animales, desde tiempos memoriales, han sido testigos de la evolución del hombre. Para bien o para mal, han presenciado lo traumático de nuestros avances más sorprendentes, a la par que destruíamos nuestro entorno. Pues mi historia no tiene nada que ver con esto, pero hace alusiones a temas perpetuos en el tema.


Frugalcio: ¡Deseo hablar sobre mi libro! No he venido aquí para calentar la silla. Mi libro, Los mafiosos retirados es una novela apasionante, que trata sobre lo que ocurre cuando un mafioso se retira. Ya no pueden seguir matando, por lo que en mi novela crean un grupo de teatro musical religioso.


Arquímedes: A nadie le interesa lo que hace un mafioso al retirarse. Es totalmente intrascendente. ¡Al cuerno con ellos! El perro del hombre de la esquina trata sobre la pasión de un hombre que recoge guantes y los vende de segunda mano. Al venderlos en la esquina, le acompaña su perro, un pastor alemán que sabe bailar claqué.


Frugalcio: ¡Ridículo! ¡Absurdo! ¡Vulgar! Comparar semejante bazofia con mi novela es intolerable. ¡Además de crear un grupo musical, mis mafiosos retirados se enamoran de la misma mujer! Eso les conlleva a varias disputas y vuelven a delinquir, matándose entre ellos. Amor, traición, celos, guerra y música que se entremezclan en una apasionante historia. 


Rigoberto: Ambas novelas parecen muy interesantes. Debemos hacer una pausa publicitaria y luego podremos proseguir con los análisis de ambas novelas.


Frugalcio: ¿Un pausa? ¡Mi tiempo es oro! He venido para promocionar mi libro, no para relacionarme con escritores del tres al cuarto.
Arquímedes: ¡Su último libro no lo compró nadie!
Frugalcio: ¡Fui premio meteorito!
Arquímedes: ¡Todo el mundo sabe que ese premio está comprado!
Frugalcio: ¡Eso son injurias y falacias!


Karim: ¡Cambia de canal!
Dante: Vale.
Suselle: ¡El que faltaba! ¡Donald Click!
Pradito: Qué asco de señor.
Paula: Es muy pesado.


Donald Click: Hemos subido un 400% los aranceles. Era necesario. Ya es hora de que dejen de abusar de nosotros. Además de esta importante medida, se construirán KFC en todos los barrios del país además de Burguers clicks. ¡Mis ciudadanos no pasarán hambre!
Suselle: ¡¡Cambia de canal, Dante!!


Suselle apretó uno de los botones del mano al azar. Estaban dando un programa llamado "Frank el de la jungla". Un experimentado reportero viajaba por el mundo con el único propósito de enseñar a los telespectadores los animales más fascinantes. Para ello, debía viajar por los lugares más recónditos del mundo. En esa ocasión, se encontraba en un lugar perdido de una sabana africana. Siempre le acompañaba su fiel cámara, Howard. Frank era un hombre aventurero, pero con poco sentido del peligro. 

Frank: Estamos buscando animales sorprendentes y en este lugar vamos a encontrarlos. Colegas, acompañadme. Howard, no te alejes y sigue todas mis indicaciones.
Howard: Sí, Frank.


Frank: En esta zona podemos encontrar a un animal fascinante, la Naja Nigricollis.
Howard: ¿Naja nigiqué?
Frank: Nigricollis. La cobra escupidora.
Howard: ¿Escupidora? ¡Pues es muy mal educada!


Frank: ¡Ahí tenemos una!
Howard: Frank, ten cuidado.
Frank: ¡Que estás hablando con un profesional! ¡Eres un cagao! Vamos a por ella.
Howard: Yo me quedo en la retaguardia.
Frank: ¡Cachis en la mar! ¡No es momento de titubear! 


Frank fue tras ella y la agarró antes de que le mordiese. La cobra se retorcía enfadada.

Cobra: ¡¡Suéltame mono blanco!!
Frank: Aquí la tenéis, la Naja Nigricollis. ¡Es preciosa!
Howard: ¡Frank, ten cuidado! Se está retorciendo demasiado.
Frank: Que lo tengo todo controlado, pesado. Mirad, si está muy cómoda conmigo. Amanso a los animales, por eso soy tan...


Cobra: ¡Te pille!

La cobra se soltó y le mordió en el brazo. Frank gritó sorprendido. Howard salió corriendo sin mirar atrás.

Frank: ¡Por todas mis muelas! ¡Me ha mordido! ¡Desgraciada!
Cobra: ¡Para que veas lo que me has amansado! ¡Sueltaaa!


Un corte de la grabación dio paso a otra escena del programa. Por lo visto, Frank había sido atendido y por muy poco, no lo cuenta. En ese momento, se encontraba de nuevo en la sabana, observando a los elefantes. Estaban escondidos tras unos matorrales.

Frank: ¡Mirad los elefantes!
Howard: Dicen que son muy agresivos.
Frank: Lo pueden ser, por eso tienes que tener mucho cuidado, Howard. Un inexperto y miedoso como tú, podría acabar aplastado por las patas de uno de estos elefantes.


Howard: Tengo miedo, Frank.
Howard: No temas, estos animales perciben mi tranquilidad y que no soy una amenaza.


La madre elefante se abalanzó sobre Frank y empezó a darle mamporrazos. Howard huyó de una de las crías de elefante, que lo perseguía furiosa.

Howard: ¡Socorro!
Frank: ¡No me dejes así!
Howard: ¡Lo siento, no quiero morir! ¡Te prometo que daré un buen discurso en tu funeral!
Elefanta: ¡¡¿¿Te querías comer a mi bebé??!! ¡¡Toma trompazo!!


Otra interrupción y cambió la escena. Varias cebras estaban bebiendo agua en un río. Unas leonas las estaban acechando agazapadas entre la maleza. No se habían percatado del peligro, por lo que bebían despreocupadas.


Frank: Vamos a ver de cerca cómo las leonas cazan una presa. Una de estas cebras tiene las horas contadas.
Howard: ¡Frank, tengo miedo!
Frank: ¡No seas niñita! Soy un profesional de lo mío. Mira y aprende. No dejes de filmarlo todo. Me voy a acercar más a las cebras.


Tanto se acercó, que las cebras se percataron de su presencia. Huyeron en manada, pisoteando a Frank entre todas. Gritaba dolorido cuando golpeaban partes muy delicadas de su cuerpo.

Howard: ¡Fraaank!
Frank: ¡Au! ¡Ay! ¡Ya no voy a poder tener hijos! ¡Ayy!


Frank: Ay...mi cuerpo...
Howard: Frank, lo estoy filmando todo. ¿Estás bien?
Frank: Mis huesos...


Howard: ¡Frank, corre!
Frank: ¡El peligro ya ha pasado, cageta! Sigue filmando.
Howard: Pero..
Frank: ¡Aquí yo soy el profesional!
Leona: Por culpa de este desgraciado nos quedamos sin comer.
Leona2: Y lo que es peor, nuestras crías tampoco podrán comer.
Leona3: Y el pesaito del león se va a poner de malhumor. Claro, como él no se mueve...
Frank: ¿Eh?
Leona: ¡Pues no nos vamos a quedar sin comida! ¡A por el mono blanco!


Frank: ¡Socorro! ¡Howard!
Howard: ¡Si no lo consigue diré que luchó con gran valentía!
Leona: ¡No huyas, comida con patas!
Leona2: Es poco apetecible, pero más vale esto que nada.
Leona3: ¡Que no escape! 

1 comentario:

  1. ¡Qué capítulo tan buenísimo! Me he reído muchísimo, más de lo que me esperaba. Primero ¡me he reído un montón con el programa de los libros! El nombre de Frugalcio (me cuesta hasta escribirlo) y de sus libros me ha echo estalalr en una repentina carcajada, sobre todo, el de Asesinando al trompetista del bosque, ¡qué risa me ha dado eso! Sólo nosotros podemos entender ese título y luego también el de Sensaciones geométricas, es que suena tan infintiamente aburrido... y luego el de Mafiosos retirados... ¡Qué bueno! Además me ha encantado que hagas un guiño a Paco Umbral (¡he venido a hablar de mi libro....!) y luego me he reído un montón cuando has sacado a Arquímedes Strait. ¡Qué bueno! El título de su libro es genial y luego lo de guantes de segunda mano... ¡Qué bueno, cómo me he reído! Y luego también me ha hecho un montón de gracia lo de Donald Click, ése siempre me hace reír porque a la vez que me da rabia me parece tan increíble todo lo que dice... aunque en este capítulo también me ha dado pena Stetlana y también Paula me cae un poco mal, tan ripipi... y me sabe mal que hable así de la criada que tiene en su casa y me gusta que Suselle le diga que tiene que tenerle respeto.
    También me hreído muchísimo con Frank. ¡Cómo lo has parodiado! No es por ir de pedante ni nada, pero en cuanto he leído el nombre del primer animal que se encuentra ya sabía a qué animal se refería y me he reído un montón cuando les has dado voz a todos los animales. Con las leonas me he reído un montón y también con los elefantes... y luego el cámara, que dice: si no sale de ésta, diré que luchó con honor hasta el final, jajajajajajaja. ¡Qué bueno! Me encantan estos guiños tan chulos que sólo nosotros entendemos porque me encanta ese tipo de humor subliminar, qué bueno. Me he reído un montón con lo del trompetista del bosque y lo digo por segunda vez porque no me lo esperaba para nada y me ha hecho un montón de gracia porque sé a qué se refiere. Haber leído esta entrada casi al empezar el día ha sido un acierto porque me ha dejado con muy buen humor. ¡Ay, qué buena ha sido!

    ResponderEliminar