miércoles, 9 de abril de 2025

Historias cortas - Capítulo 04: Concurso de piano

Después de haber superado varias fases, Suselle llegó al final del concurso regional de piano. Para aquella final, tendría que tocar en el escenario del teatro del centro comercial. Era un teatro pequeño y elegante. Suselle estaba muy nerviosa, nunca había tocado para tanta gente. Martha la acompañó al escenario antes de que abriesen al público. Sabía lo nerviosa que estaba y quería que tomase el primer contacto con el escenario.

Suselle: Martha...no sé si podré. Estoy demasiado nerviosa.
Martha: Debes confiar en ti. Claro que puedes.
Suselle: Habrá mucha gente mirándome...¿y si me equivoco? A lo mejor hago el ridículo...
Martha: No debes pensar así.


Suselle: ¿Y si te avergüenzo? ¿Y si mis padres se decepcionan?
Martha: Sabes tocar el piano maravillosamente bien. Solamente por salir al escenario ya demuestras tu valía, Suselle. Lo harás bien y siempre estaremos orgullosos de ti.
Suselle: Gracias, Martha. Intentaré hacerlo lo mejor que sé. Azumi es muy buena y sé que lo tengo difícil. 


Martha: Azumi es muy buena, no te voy a engañar, pero tú lo eres más.
Suselle: ¿Lo dices de verdad?
Martha: ¡Pues claro! Debes salir al escenario segura de ti misma.
Suselle: Lo intentaré.


Cuando las puertas del teatro se abrieron, no tardó en llenarse. Sus, Diamante, Duclack, Wenda, Wen, Pradito, Sebastián, Agnes, Lúa, Ben, Vicrogo y muchos más querían estar presentes para dar apoyo a Suselle. En un palco estaba el presidente del gobierno, Donald Click. Era un evento que estaba dentro de su programa para parecer cercano con los ciudadanos y ganar más apoyo. Aquel concurso le importaba un pepino.


El pequeño teatro estaba completamente lleno. Los familiares y amigos de las concursantes habían decidido estar presentes para apoyarlas. 


Azumi y Suselle tenían un gran talento al piano por lo que nadie sabía quién sería la ganadora.

Lilu: Estoy más nerviosa que Pinocho en un incendio.
Duque: Dame la mano. Tranquila, Suselle lo hará muy bien.


Donald Click: Menos mal que este auricular no se nota y puedo escuchar la retransmisión del partido de beisbol de los Mets contra los Reds.
Melania: Amor mío, deberías prestar atención. Estas chicas son muy buenas tocando el piano.
Donald Click: Yo también sabía tocar el órgano de pequeño y no me dieron ningún premio. Lo que tiene que hacer uno para captar votantes. ¿Me has traído coca click y un cubo de alitas del KFC?
Melania: Sí, lo tengo aquí.
Donald Click: Eres la mejor. Si te portas bien, te dejaré roer algún hueso.
Melania: Mi amor, eres muy considerado.
Donald Click: Lo sé. Soy de esos hombre de antes que ya no quedan.
Melania: Por suerte...


Mary Sarrat: Bienvenidos a la fase final del concurso de piano regional. Después de disfrutar del talento de todos nuestros participantes, es el momento de averiguar quién será la ganadora.


Mary Sarrat: Quién consiga obtener más votos de nuestro jurado, formado por diversas personalidades y expertos en la materia, ganará tres mil cleuros y una matricula para estudiar en la mejor escuela de piano del país. 


Mary Sarrat: La primera finalista se llama Azumi y aunque lleva dos años en Wensuland, es de procedencia asiática, concretamente de Japón. Su pasión por el piano le viene desde pequeñita. Su madre le tocaba el piano para dormirla y pronto, se aficionó a tocarlo. Amante de las matemáticas, los acertijos y los animales. Con todos ustedes, ¡Azumi!


Azumi subió con paso seguro al escenario. No se la vio nerviosa en ningún momento. Se sentó frente al piano y se puso a tocar con decisión. En cuanto empezaron a sonar las primeras notas, el público se quedó embelesado. Atrapados por la música, todos permanecían en silencio, atentos a cada nota. 


Suselle se asomó para ver cómo lo estaba haciendo. La inseguridad se apoderó de ella cuando la escuchó tocar tan bien.

Suselle: Voy a perder...


Martha: Suselle, no importa que pierdas.
Suselle: ¿Cómo?
Martha: Lo importante es que te lo pases bien. Disfruta y muéstrales lo bien que lo haces. Ganar no es tan importante. En la vida hay que disfrutar en cada momento. Lo que ocurra, ya se verá.
Suselle: Vale.


Cuando Azumi terminó, todo el mundo aplaudió entusiasmado. Su actuación había sido todo un éxito. 


Mary Sarrat: Nuestra siguiente finalista se llama Suselle. El amor por el piano le viene de parte de su tío, que le inspiró para tocarlo. Hace conciertos privados para sus familiares, qué suerte tienen. Adora a Ludoclicko Einaudi y se pasa horas escuchando sus canciones. Le gusta mucho leer, jugar con su mejor amiga Pradito y los osos panda. Con todos ustedes, ¡Suselle!


Suselle caminó con paso inseguro hacia el piano. Se sentó y tragó saliva. Le sudaban las manos y creía que se iba a desmayar. Miró al público y al ver a tanta gente, entró en pánico. 


Lilu y Duque miraban desde uno de los palcos. 

Lilu: Se ha quedado en shock, Duque.
Duque: Vamos, Suselle, tú puedes...


Miraba al público pero no lograba ver ningún rostro. Lo veía todo borroso. Se empezaban a escuchar algunos murmullos entre el público, por lo que se puso más nerviosa.


Martha, al verla tan nerviosa, le habló desde uno de los laterales del escenario.

Martha: Suselle, piensa que estás en tu casa. Estamos solas, sin que nadie nos vea ni nos moleste.
Suselle: ...


Cerró los ojos con fuerza y los abrió. Vio a sus padres mirándola preocupados. Suspiró y se centró en el piano. "Sé que puedo hacerlo", pensó. Empezó a tocar el piano con seguridad y con muchísima sensibilidad. 



Sus no pudo contener las lágrimas. Diamante se mordía la lengua para no hacerlo y Wenda se las secaba con un pañuelo. Agnes agarró la mano a Lúa y la miró emocionada. Duclack apoyó la cabeza sobre el hombro de Sebastián y cerró los ojos.


Lilu miraba asombrada a Suselle. No podía creer que pudiese tocar tan bien. Duque suspiró aliviado al comprobar que Suselle había conseguido superar sus miedos.


Donald Click mordía las patas de pollo grasientas y bebía cola ensuciando todo a su alrededor.

Donald Click: Toca bien, la mocosa esta. Aunque yo prefiero el country de toda la vida. Esta música aburre hasta los muertos.


Cuando terminó, el teatro quedó en un silencio absoluto. De pronto, todo el mundo se puso a aplaudir. 


Suselle se levantó y se inclinó para agradecer al público sus aplausos. Ella no esperaba que Sus, Diamante, Pradito, Duclack y Dante subiesen al escenario para abrazarla y felicitarla. La escena conmovió a todos los presentes.


Sus: Lo has hecho muy bien, Suselle. Estoy muy orgullosa de ti.
Diamante: ¡Para mi ya has ganado!
Duclack: ¡Enhorabuena, Suselle!
Suselle: Muchas gracias, estoy muy emocionada.


Mary salió al escenario junto a Zumi. Se posicionó entre las dos finalistas para anunciar la ganadora.

Mary: Después de disfrutar del talento de nuestras finalistas, ha llegado el momento de averiguar quién es la ganadora del concurso regional de piano. Ambas son merecedoras del primer puesto. Han demostrado un gran talento y son ya grandes pianistas.


Mary: Recordemos que la ganadora se llevará tres mil cleuros y una matricula para estudiar en la mejor escuela de piano del país. Nuestro jurado ha decidido, que la ganadora del concurso regional de pianistas sea...


Mary: ¡Suselle!

Mary levantó el brazo de Suselle y esta se puso a llorar emocionada. Aquello era un sueño que jamás pensó que se pudiese hacer realidad. Vio los rostros de sus seres queridos aplaudiendo felices por su triunfo y disfrutó el momento con toda la intensidad que pudo. Zumi agachó la cabeza decepcionada. Creía que iba a ganar y su derrota fue un golpe muy difícil de encajar.


Suselle la abrazó y la animó. Zumi no esperaba que Suselle reparara en ella.

Suselle: Has tocado de maravilla, Zumi. No estés triste, eres una pianista maravillosa.
Zumi: Muchas gracias, Suselle.


Mary le entregó a Suselle un trofeo y un ramo de flores. Mientras Suselle lo agarraba, el público no dejaba de aplaudir.

Suselle:; ¡Muchas gracias! Me siento muy feliz por haber ganado, no lo esperaba. Quiero dar las gracias a mis padres, a mi tío Wen, a mi familia y amigos.


Suselle: Le quiero dedicar el premio a dos personas. Una de ellas es mi profesora, Martha. Por favor, ven aquí.

Martha salió al escenario y abrazó a Suselle emocionada.

Suselle: Gracias por confiar en mi. Sin ti, esto no habría sido posible. 


Suselle: También quiero dedicarle este premio a mi bisabuelo. Él ya no está aquí, se fue hace ya tres años...pero lo tengo presente todos los días y sé, que desde un sitio maravilloso me estará bien. Espero que esté orgulloso de mi. ¡Gracias!


FIN

 

miércoles, 2 de abril de 2025

Historias cortas - Capítulo 03: Mi profesora de piano

 Desde hacía ya más de un año, Suselle estaba recibiendo clases de piano. Desde muy pequeña había mostrado interés por este hermoso instrumento musical. Gracias a su tío Wen, que también le gustaba tocarlo, se aficionó. Tal fue su pasión, que Sus y Diamante decidieron contratar una profesora particular. Suselle tenía su propio piano en casa, un precioso piano de pared blanco regalo de su bisabuelo Ernesto. Así que las clases se impartían en casa. 

Su profesora de piano se llamaba Martha, una mujer educada, agradable y de pocas palabras. Había ganado varios premios en distintos concursos y era una de las mejores profesoras de la ciudad. Aquel jueves por la tarde, Suselle tocaba el piano mientras Martha le iba dando instrucciones y correcciones.

Martha: Perfecto, Suselle. Sigue así.


Suselle estaba encantada con ella y disfrutaba mucho de las clases, pero a veces temía estancarse y no mejorar. Agradecía que Martha fuese tan paciente con ella.

Martha: Déjate llevar, Suselle. No pienses y vuela, tú puedes.


Cuando terminó de tocar la pieza musical, suspiró estresada.

Martha: Lo ha hecho bien, pero has perdido armonía conforme se acercaba el final. Es como si estuvieses deseando terminar y eso, se ha reflejado en las notas. ¿Deseas que lo dejemos por hoy?
Suselle: Me he puesto nerviosa, perdona.
Martha: Quieres hacerlo perfecto, y eso, es lo que importa. ¿Lo volvemos a intentar? Antes lo has hecho muy bien. Deja que las notas te transporten.


Sus ponía lo oreja pegada a la puerta de la habitación. Le fascinaba escucharle tocar tan bien el piano. Ella no se percataba si se equivocaba en alguna nota. 

Sus: Qué bonito toca.


Martha se sentó en una silla y le dio espacio a Suselle. Hacía un día precioso, totalmente despejado y con una luz ideal.

Martha: ¿Lista?
Suselle: Sí.
Martha: Pues adelante. 


Suselle se dejó llevar. Poseída por la música, tocaba el piano como jamás lo había hecho. Martha cerró los ojos y se emocionó. La música penetró en su alma y la conmovió profundamente. Suselle tocaba con tanta soltura y confianza, que se sintió muy orgullosa de ella.


Dante y Karim se colaron en la habitación sin ser vistos. Se arrastraban lentamente aguantándose la risa.

Dante: Vamos, soldado. Debemos cumplir esta misión sin ser vistos.
Karim: La cumpliremos aunque nos cueste la vida.

A pesar de haberse reído, no fueron descubiertos.


Karim: Perímetro asegurado, Capitán.
Dante: Perfecto. Es el momento de ejecutar el plan. 

Dante sacó su móvil y accionó sonidos de pedorretas. Inmediatamente, ambos se empezaron a reír.


Martha: ¿Qué ha sido eso? Menudo susto me he dado...
Suselle: ¡Dante! ¿Eres tú?
Martha: Escucho risas tras el sofá.


Fueron hasta allí y los descubrieron escondidos. Ambos se estaban tronchando en el suelo de la risa. Suselle indignada les recriminó su actitud.

Suselle: ¡Sois un par de cochinos! ¡Id a otro sitio a molestar!
Dante: ¿No te ha gustado nuestra colaboración? ¡Podríamos tocar juntos y montar un grupo!

Verles llorar de la risa la enfureció todavía más.


Corrió tras ellos con la clara intención de inflarles a collejas.

Suselle: ¡Os voy a dar vuestro merecido!
Karim: ¡Lo siento, Suselle! ¡Solamente era una broma!
Dante: ¡No tiene sentido del humor!
Sus:¿Se puede saber que es lo que está pasando aquí?
Martha: Están haciendo travesuras. Ay, cuanto me habría gustado a mi tener un hermano.
Suselle: ¡Pues te regalo el mío!


Martha le pidió a Suselle que se acercase a ella.

Martha: Sus, me gustaría proponerles algo.
Sus: ¿De que se trata?
Martha: Suselle muestra unas dotes para el piano poca veces vista. Es sin duda mi alumna más aventajada. 
Sus: ¡Eso es maravilloso! Enhorabuena, cariño.
Suselle: No sé si es para tanto...
Martha: Lo es. Por eso me gustaría proponerte que participes en el concurso regional de pianistas.
Suselle: ¿Yo? Pues...no sé...
Martha: Estás preparada para participar.


Sus: ¿Te gustaría participar, Suselle? No te sientas obligada. Si no te apetece, lo comprenderemos.
Martha: Yo confío plenamente en ti, Suselle. 
Suselle: ¡Síii! ¡Qué emoción! ¡Voy a participar en un concurso! ¡Yupi!