martes, 29 de julio de 2014

El verano de...Wenda, Duclón y Ernesto

Ernesto, el abuelo de Sus, Lilu, Lulú, Willy y Wen está de vacaciones. Le acompaña su querida hija Wenda y el padre de Duclack, Duclón.  Han decidido viajar hasta una paradisíaca isla cerca de Hábù. Allí se han hospedado en un hotel de lujo con todo tipo de comodidades. Ernesto contrató los servicios de dos bellas clacks para que lo mimasen durante toda su estancia en la isla. Mientras que una le hace un placentero masaje en los hombros, la otra le abanica. Disfruta de estos momentos bebiéndose un caipiriña.

Ernesto: ¡Oh! Por cosas así vale la pena vivir.
Chica: ¿Le abanico más fuerte, guapo?
Ernesto: No es necesario, preciosa. ¡Ohhhh! Ahí me duele, ahí.
Chica2: Tiene un pequeño nudo. No se preocupe, quedará como nuevo. Dígame, un hombre como usted, tan guapo, ¿no está casado?
Ernesto: Tengo mujer, y hace poco que reapareció en mi vida. Aunque la amo...necesito tiempo para encajar las cosas y averiguar si realmente es sincera conmigo.

Wenda observaba a su padre con esas chicas y se ponía de los nervios. Odiaba que se comportase de esa forma, filtreando  con clacks que podrían ser sus nietas. No se fiaba de ellas. Temía que alguna fuese una caza fortunas, como Uma.

Wenda: ¡Cuanto más viejo más pellejo! Papá, nos vamos de paseo a ver el faro, ¡venga!
Ernesto: ¿Ahora? ¡Al cuerno el faro! Yo me quedo aquí con estas dos bellezas.
Wenda: ¡He dicho que nos vamos al faro! 


En aquel faro, Duclón y Wenda observaban el horizonte. 

Duclón: Le dije a Ben que no le podía acompañar en su viaje...Me preguntó si había quedado con una clack, pero no tuve valor de confesarle que eras tú.
Wenda: Duclón, no estás haciendo nada malo. Somo amigos, ¿es que no podemos disfrutar de unas vacaciones juntos?
Duclón: Sí,  pero Ben es mi mejor amigo y...esto lo puede interpretar como una traición...Espero que no lo vea de esa forma, me dolería perder su amistad.
Wenda: Ben es primitivo, es posible que se enfade. Mejor no le digamos nada de esto. De todas formas no creo que sea pecado que seamos amigos.


Bajaron a la playa, cerca del faro. Wenda tumbó su cabeza sobre las piernas de Duclón, que observaba el paisaje un poco nervioso.

Wenda: Lo cierto es que eres muy especial para mi, Duclón. Me estás ayudando mucho más de lo que imaginas.
Duclón: Para mi también eres muy especial...siempre lo has sido. Recuerdo cuando Ben nos presentó. Aquella melena morena y larga, tu rostro angelical...
Wenda: A mi también me causaste buena impresión, aunque disimulé. Me impresionó conocer a un pirata.
Ernesto: ¡Eyy! ¡Wenda! No me dejes aquí arriba! 
Duclón: Tu padre sigue en el faro, ¿le ayudo a bajar?
Wenda: No, deja que el aire fresco le alivie el calor que arrastra. Le vendrá bien estar un ratito solo refrescándose.
Ernesto: ¡Quiero volver con mis chicas! ¡Wendaaaa! ¡Vuelve ahora mismo!


Corretearon por la orilla de la playa y descubrieron una cueva oculta bajo el faro. Se acercaron hasta ella y entraron. Parecía un lugar mágico, con una luz especial.

Wenda: ¡Que lugar más bonito!
Duclón: No más bonito que tú.
Wenda: Me siento como una adolescente. Estoy nerviosa y el corazón me late acelerado.
Duclón: Yo también me siento así. Wenda, desearía tanto besarte...
Wenda: Yo también lo deseo tanto...
Ernesto: ¡Wendaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Me estoy cabreando! 
Wenda: Será mejor que volvamos, no quiero enfadar a mi padre más de lo necesario.
Duclón: Sí, será lo mejor.


domingo, 27 de julio de 2014

El verano de...Ben

Ben no es un hombre de ir a la playa a tomar el sol, prefiere vivir aventuras. Aunque para él nunca es mal momento para seducir a bellas clacks. Siempre que puede, intenta ligar con las clacks que a sus ojos son las más bellas e interesantes. A pesar de ser un hombre maduro, las mujeres lo suelen encontrar interesante. 

Ben: Disculpa, preciosa. Solo quiero regalarte esta flor como muestra de mi más absoluta fascinación por tu belleza.


Su mejor amigo es Duclón (el padre de Duclack). Juntos suelen salir a hacer senderismo por los bosques más frondosos y bonitos de Wensuland y Clisandia. Ben siempre le propone a su amigo que le acompañe en sus aventuras y Duclón lo hace siempre que puede.

Duclón: Menos mal que me he puesto estas zapatillas deportivas, las otras ya me habrían hecho daño. ¿Cuando pararemos a comer algo?
Ben: ¿Tienes hambre?
Duclón: Sí, bastante...
Ben: Ahora llegaremos a una posada en la que sirven la mejor cerveza y los bocadillos más deliciosos que existen.
Duclón: ¿A que esperamos? ¡Aligera el paso! Estoy deseando llegar.


Para vivir sus mejores aventuras, Ben siempre se lleva consigo su preciado camión. Preparado para superar cualquier obstáculo en el camino y con toda clase de accesorios necesarios para sobrevivir a los peligros, es perfecto para cualquier aventura. 

Ben: ¡Vamos Duclón! Tenemos una aventura nueva que vivir, ¡estoy ansioso!
Duclón: Lo siento amigo mío, esta vez no te podré acompañar...
Ben: ¡Vaya! ¿Puedo saber cual es la razón?
Duclón: Me han invitado a pasar unas semanas en una isla paradisíaca...
Ben: ¡Me alegro por ti! ¿Una mujer?
Duclón: Pues...
Ben: Conozco esa mirada. Se trata de una mujer. Pues no seré yo quién se interponga en tu camino, disfruta viejo amigo. Nos volveremos a ver al regreso. 
Duclón: Adiós, Ben. Cuídate, que ya tienes una edad...
Ben: No te preocupes, estaré bien. 


sábado, 26 de julio de 2014

El verano de...Sus y Diamante

Sus y Diamante están pasando el verano juntos, con sus hijos y Pandy. Sus a cerrado su juguetería y Diamante ya no se irá de piratería durante las vacaciones. Salen de paseo por las zonas más bonitas de la ciudad y visitan museos, parques y centros comerciales. Diamante deja su ropa de pirata en el armario para vestirse de domingo, con corbata y zapatos a juego. Sus se viste más fresquita para soportar el calor usando un top blanco de tirantes y una falda corta azul. Tirando de los carricoches, pasean con Suselle y Dante. Pandy también disfruta de los paseos y cuando se cansa, se sienta junto alguno de los niños para descansar.


Aunque el plan les gusta, necesitan alejarse de la rutina. En el yate del abuelo de Sus, han decidido pasar unas semanas en alta mar, los cinco solos. Mientras que Diamante conduce el yate hacia lugares de gran belleza, su familia disfruta del viaje.

Suselle: ¡Mira mami! ¡Un pez gigante!
Sus: Es un delfín, cariño.
Dante: ¡Yo quero uno!
Sus: Eso no puede ser, se moriría. Los delfines son más felices si son libres. Además, ¿dónde lo meteríamos?
Dante: En la bañera.
Suselle: ¡Porfa mami! Un delfín pequeñito, ¡porfiii!
Sus: Buscaremos uno de peluche.


Se han llevado todo lo necesario para pasar dos semanas sin necesidad de pisar tierra firme. Sus preparó una deliciosa comida para todos. Los niños ya podían comer sólido, así que les preparó unas tortillas de queso. Para Diamante una hamburguesa y unas salchichas con salsa barbacoa. Para ella se preparó una ensalada con espárragos trigueros y salsa césar. Pandy tenía bambú fresco del que más le gustaba.

Dante: No quero más.
Diamante: Te lo tienes que comer todo o no crecerás. Si quieres ser tan guapo y fuerte como yo, debes comer más.
Dante: Dame más, mami.
Sus: Toma, abre la boca. ¿Ves? Si está buenísimo.
Pandy: #### (Oye, podríamos ir un rato a tierra firme...¡Tanto movimiento me está revolviendo el estómago!)
Sus: Mira a Pandy, creo que tiene calor.
Diamante: Luego me lo llevaré al agua, para que se refresque.
Pandy: #### (¡No! Que no sé nadar...)



El interior del lujoso yate cuenta con todas las comodidades. Mientras que Sus y Diamante descansan en sus camas, disfrutando del fresquito que entraba por las ventanillas, los niños y Pandy jugaban con los juguetes.

Sus: Diamante, ¿cómo estarán Wen y Duclack? Estaban tan desanimados...
Diamante: Estarán bien. Te lo dije antes de desembarcar, que está prohibido pensar cosas tristes. Debes concentrarte en nosotros. 
Sus: Tienes razón, lo intentaré.
Diamante: A mi me preocupa también la gran aventura que me espera cuando lleguemos a casa. Duclack lo tiene todo preparado para partir cuando terminen las vacaciones. 
Sus: Es cierto. Me pongo nerviosa al pensar cual será su reacción cuando descubra el regalo que le hemos preparado. ¡Han sido meses de trabajo!
Diamante: Conociendo a mi capitana, creo que le gustará.
Sus: Se lo merece y espero que le anime. Además,  ¡le hacía mucha falta!
Diamante: Sí. Que ganas de ver su cara de sorpresa.
Sus: Diamante, soy tan feliz. Te quiero mucho.
Diamante: Yo también te amo, mi Sus.





miércoles, 23 de julio de 2014

El verano de...Sidra y Siri

Descubrimos cual es el verano de Sidra y los suyos. Para ella este verano la mejor opción es ir de camping. Inauguraron hace poco uno nuevo en Hábù así que este año descansan de hotel. Aunque al principio a Alberto le sorprendió la idea, una vez en el camping le pareció estupendo. Roberto se lo pasa pipa disfrutando del buen tiempo en un entorno natural y sano. Las instalaciones son fantásticas y no le falta ningún detalle. 

Sidra: Holilla. Sabía que en este camping estaríamos estupendamente. Bueno, ¡no hay más que verlo!


Aunque la familia lo estaba pasando muy bien, de vez en cuando tenían pequeñas discusiones. En esta ocasión Sidra le quería poner repelente para los mosquitos a Alberto, que no entraba en razones.

Alberto: ¿Tan necesario es? ¡Yo no he visto mosquitos!
Sidra: Mira que eres pesado. ¡Estate quieto que te pringue todo el cuerpo bien pringadillo! Luego no me pidas que te arrasque cuando tengas esas espantosas picaduras. 
Alberto: ¡Está bieeen! Tú ganas...
Sidra: Luego me lo agradecerás. Venga, cierra los ojillos que te echo en la cara. 


Sidra no siempre busca la tranquilidad en la piscina junto a su amiga Siri, también le gusta la acción. Para pasar el tiempo y hacer ejercicio, se va con Siri a matar zombies.

Sidra: Mira, ese está bien muertecillo.
Siri:¡Con nosotras nadie puede! Oye, y que no te secuestre otra vez un zombie...
Sidra: Ay hija, no seas así. Mira por ahí viene otro, dispara, ¡disparaaaa!

Bang bang bang

Siri: Esto de cazar zombies me encanta.
Sidra: Eres un poco sanguinaria, Siri. 


Siri: Bueno, me vuelvo al camping que Alberto estará preocupadillo.
Sidra: Yo me quedo matando más zombies, ¡a por ellos!


sábado, 19 de julio de 2014

El verano de...Duclack y Wen

Amigos desde hace muchos años, Duclack y Wen han decidido pasar el verano juntos. Los dos son piratas amantes del mar y la aventura. En una pequeña barca de pesca, deciden salir a pescar juntos y pasar el día disfrutando de refrescantes baños en el agua. Los dos están pasando un verano difícil, melancólicos y tristes. Han sufrido muchas decepciones durante estos últimos meses y juntos sobrellevan mejor el dolor y la tristeza.

Wen: ¡Esta brisa refrescante es fantástica!
Duclack: ¡Sí! Antes de merendar nos daremos un buen baño, ¡el agua debe estar fresquita! 


Wen: ¡Han picado! ¡Y parece una buena pieza!
Duclack: ¡Que no se te escape, Wen!

Desde que ocurrió lo de Estrella, Wen lloraba todo el tiempo. Ella lo era todo para él, desde hacía ya muchos años ella había sido el centro de su mundo. Por su culpa la había perdido para siempre y eso no se lo perdonaría jamás. No sólo había perdido a Estrella, también a Sinéad. En ella había encontrado una amiga fiel, con la que compartir muchas cosas. Las dos se había esfumado de su vida para siempre. Sinéad le había aconsejado ir en busca de Estrella, pero no se sentía con fuerzas para ir tras ella...pensaba que ya no era merecedor de su amor.


Duclack no deseaba estar triste y luchaba contra los malos recuerdos para reponerse. No había sido fácil superar las adversidades, a veces provenientes de clicks a los que ella apreciaba y no habría imaginado nunca una traición o decepción. Sabía que las cosas en su vida estaban bien, que todos sus amigos y familiares la querían y lo tenía todo para ser feliz, pero a veces las cosas no eran tan fáciles como podía parecer. Este verano junto a Wen está siendo una buena forma de revitalizarse y limpiar su espíritu de de esa tristeza que le oprime con tanta fuerza. Sí, definitivamente estaba dispuesta a luchar para ser feliz, nada ni nadie se lo impedirían. 


Después del baño merendaron en el barco. Tenían buen ron, sándwiches deliciosos de jamón y queso y de nociclicklla. Como postre, unos sabrosos bizcochos de chocolate y fresa de Vicrogo.

Wen: Que rico está todo. ¿Estás más animada?
Duclack: Sí, estoy mucho mejor, gracias. Esto me está viniendo muy bien, lo necesitaba. ¿Sabes? No voy a permitir que la tristeza invada de nuevo mi corazón. La vida es demasiado bella como para perderme en esa clase de sentimientos. 
Wen: ¡Fantástico! Así se habla.
Duclack: ¿Y tú? ¿Llevas mejor lo de Estrella y Sinéad?
Wen: Sé que Sinéad está bien junto a Eros, que es feliz, eso me tranquiliza y me hace feliz. Ella es muy buena y se merece ser feliz. Además hemos quedado como amigos, puede que algún día la volvamos a ver.
Duclack: Tienes razón, se merece ser feliz.
Wen: Aunque no me puede sentir bien por mi Estrella...sé que está mal, triste. La amo con locura y la he decepcionado. Vivo con este nudo en la garganta, con el corazón partido...
Duclack: Deberías ir en su busca para hablar con ella. 
Wen: Ahora mismo no me siento capaz. Estoy mejor gracias a ti, a tu apoyo incondicional. No sabes lo importante que eres para mi, Duclack. Gracias a ti me siento mucho mejor. La buscaré, pero necesito un tiempo para recomponerme. Ahora mismo no me siento merecedor de su amor y su perdón.
Duclack: Te entiendo.Wen, tú también eres muy importante para mi.


Tumbados sobre sus colchonetas, descansaban sobre el agua del mar. El sol se estaba poniendo en el horizonte y la tranquilidad era absoluta.

Duclack: ¿Sabes? No podría estar mejor. Esto revitaliza a cualquiera. Por cierto, el otro día vi a Hermenegilda.
Wen: Oh, ¿fue muy pesada?
Duclack: Me tuvo casi una hora...Me contó que en el piso de Sinéad y Eros vivía Eros junto otra mujer. Por su descripción creo que hablaba de Scarlya.
Wen: ¡Scarlya! Que extraño.
Duclack: Según ella Eros está liado con ella y echó a Sinéad de la casa.
Wen: ¡Jajajajaja! ¡Que imaginación!
Duclack: Eso pensé yo. Dijo que Sinéad tiene también otro novio y se fue con él. Esa mujer tiene una imaginación...
Wen: ¡Es muy pesada! 

Y así, entre risas, estaban dispuestos a pasar un verano estupendo alejados de todo pensamiento negativo.


sábado, 12 de julio de 2014

El verano de...Sinéad y Eros

Los vampiros también tienen derecho a disfrutar del verano, aunque de una forma muy distinta. Sinéad y Eros son dos vampiros enamorados, juntos desde hace muchos años. Como todo el mundo sabe a los vampiros no les puede dar el sol, sería para ellos la muerte inmediata. Aunque les gustaría sentir los rayos de sol en sus pálidas pieles, prefieren no arriesgarse y disfrutar de la noche bajo la luz de la luna. Sinéad adora la luna y el bosque, una combinación perfecta para pasar las calurosas noches de verano. Tumbada en su hamaca, disfruta del fresco de la noche tomándose una buena copa de sangre.

Sinéad: Que bien se está aquí. El aire puro y fresco del bosque de Wensuland es estupendo. Después de lo mal que lo he pasado esto me viene muy bien. ¡Lo necesitaba!


Eros también adora la naturaleza, aunque le gusta perderse por las calles de la ciudad, pasando como un click normal. Sinéad le acompaña algunas veces y disfrutan de una película en el cine o comprando ropa y música.

Eros: Shiny, recuerda que dentro de una hora comienza la película. 
Sinéad: Lo recordaré. Ahora debo ir con Oriana, me está esperando.


Oriana es el nombre de su querida arpa. Lleva junto a ella muchos años y es especial y mágica. Se puede tirar horas tocando a Oriana mientras canta canciones mágicas y tan antiguas como el tiempo. Los árboles, los animales y los seres ocultos de la noche disfrutan de su maravillosa voz y de las melodías que toca con su arpa. Es un momento de paz, de verdadera felicidad.


viernes, 11 de julio de 2014

El verano de...Los Rojillos

La famosa pareja formada por la tonallidera Carmen Clickores y el torero Rojillo (Millán Fresa) prefieren pasar el verano en la playa, disfrutando del buen tiempo. Los dos son muy conocidos en todo el Playmundo debido a sus numerosos éxitos en sus respectivos trabajos. 


Tienen tres hijos así que la playa les parece una idea estupenda. Mientras los niños se bañan en la orilla de la playa bajo la atenta mirada de sus padres, ellos se relajan  tomando el sol...bueno, solamente Carmen. Rojillo prefiere tumbarse bajo la sombrilla "ya estoy rojo como un tomate, ¿para que quiero achicharrarme bajo el sol? " le dice a su esposa. También se llevan a Herminia y Onofre, madre y padrastro de Rojillo. Herminia adora a sus amigas Vicenta y Hermenegilda, así que las invita a pasar el verano con ellos. Para ellas la mejor forma de pasar el verano es jugando a las cartas en la playa, bebiendo y comiendo en abundancia y criticando los cuerpos de los pobres bañistas. Onofre preferiría estar a solas con Herminia, pero sabe que en verano no tiene más remedio que compartir a su mujer.

Hermenegilda: ¿No irás a cerrar? ¡Ni se te ocurra!
Vicenta: A mi me falta una carta para cerrar.
Herminia: Tranquila, todavía me queda una vuelta más.
Hermenegilda: ¡Mirad! Que barrigota tiene ese hombre de ahí, ¡eso es de beber tanta cerveza! Se pensará que está de buen ver.
Herminia: Encima con ese bañador minúsculo que deja poco para la imaginación...
Onofre: Señoras, atentas al juego.


Carmen se siente segura, a salvo de la prensa del corazón, así que se decide y hace topless. Rojillo, un hombre chapado a la antigua (no le gusta que su mujer enseñe sus encantos y menos que pueda ser fotografiada por la prensa), se enfurece de mala manera.

Rojillo: ¡Carmen! ¡Haz el favor de taparte!
Carmen: No veo el motivo, tengo derecho a tomar el sol como me plazca.
Rojillo: Sabes que estas cosas no me gustan. ¡Oiga, mire para otro lado! ¿Ves? ¡La gente te mira! ¿Y si aparecen paparazzis?
Hermenegilda: Mira que buenas peras tiene tu nuera. Yo de moza las tenía así, pequeñas pero firmes como rocas.
Herminia: No son operadas.
Vicenta: Ay, yo me las operaría si tuviese dinero...
Onofre: Lo tuyo ya no tiene remedio.
Vicenta: ¡Tú que sabrás!
Carmen: No exageres cariño, los hemos despistado.
Rojillo: Carmen, te lo ruego...
Carmen: Ay, este hombre. Está bien, pero aquí no hay periodistas, exagerado.



En esta fotografía se muestra que Carmen estaba muy equivocada. Mercedes Clická y su cámara ya tienen el robado de Carmen Clickores en la playa. Pronto saldrá en portada en las revistas del corazón vendiendo seguramente muchos ejemplares.



jueves, 10 de julio de 2014

El verano de...Mercedes Clická y su cámara

Mercedes Clická (Merche para los amigos), prefiere pasar el verano trabajando. No soporta la inactividad. Estar pensando en descansar cuando hay miles de historias que contar, reportajes y exclusivas que conseguir. El verano para ella es solo otra estación del año más. Aprovecha que los famosos bajan la guardia para pillarlos infraganti haciendo topless en la playa o besándose con su novio secreto. Paco (su fiel cámara), no tiene más remedio que trabajar bajo sus órdenes todo el verano.


Aunque Paco se viste con bañador y chaqueta sin mangas para llevar bártulos de la cámara, suele pasarlo bastante mal. Está cansado de ir al pantano de Payaso Demonio todos los años a correr bajo el sol buscando historias que contar. 


Lo que Mercedes no sabe es que Paco está profundamente enamorado de ella desde hace años, pero Mercedes jamás lo ha visto como algo más que su compañero de trabajo. Él no pierde la esperanza pero es demasiado tímido como para confesar sus sentimientos.


Aunque disfruta persiguiendo famosos su pasión son los reportajes de investigación denunciando injusticias. Por ello es odiada por muchos políticos y famosos corruptos. 


lunes, 7 de julio de 2014

El verano de...Lilu

Inauguro esta sección llamada "El verano de..." Iremos descubriendo cómo pasan el verano algunos de los personajes más famosos del Playmundo, Wensuland, Clisandia, Hábù,...Empezamos con un personaje muy especial y fashion, Lilu. Apasionada de la moda y las nuevas tendencias, para ella la mejor forma de vivir el verano es haciendo Shopping. Justo ahora se inauguran las rebajas, así que ella con su querida e inseparable visa, se vuelve loca comprando ropa y complementos. Como toda fashion victim, visita todos los centros comerciales de moda de la ciudad y alrededores.


Soporta largas e interminables colas para lograr pagar sus compras, pero no le preocupa. Sabe que la espera tendrá su resultado. Está deseando enseñar sus compras a sus amigas, ¡se quedarán alucinadas! Es que Lilu cuando visualiza su presa, esa prenda que le gusta, es más peligrosa que Rambo en un restaurante vietnamita. Ninguna clack que tenga dos dedos de frente sería capaz de interponerse entre ella y su objetivo.



Siempre que pude y se deja, se lleva a su novio Duque. También a Chiluca, su querida perra, tan pija como ella. Duque siempre tiene que cargar con las bolsas de la compra de su novia y aunque es un pirata fuerte y con mucha energía, termina hecho polvo. 

domingo, 6 de julio de 2014

La guerra de SAM: Capítulo 09 - Entre las montañas

Los poderes de Selena iban en aumento, aunque todavía le quedaba un largo recorrido para recuperarlos al completo. Se concentró y percibió los poderes de SAM. Supo que había poseído el cuerpo de un inocente y que la metamorfosis había comenzado. El rastro la llevó hasta un hospital de la zona. Ben le acompañó, todavía sorprendido por lo que había visto. Vio con sus propios ojos como Celeste se había convertido en un avestruz, tomando luego su aspecto natural. Celeste no recordaba nada y se encontraba bien, así que la dejaron en su casa para que descansase.

Entraron en una habitación en la que un hombre yacía tumbado en una cama. Parecía estar dormido. Se acercaron sigilosamente hasta él.

Ben: ¿Este es SAM?
Selena: No.
Ben: Entonces, ¿que hacemos aquí?
Selena: Este hombre ha sufrido el ataque de SAM, lo percibo.


Ben: Hay que despertarlo. Le preguntaremos que es lo que sabe.
Selena: No será tan fácil, Ben. Su alma está herida.
Ben: ¿Su alma?
Selena: Ha visto la maldad de SAM. No quieras saber los horrores que SAM le a enseñado... lo ha dejado en este estado vegetal. Está sufriendo, viviendo una y otra vez lo que SAM le enseñó. No se me ocurre un castigo más espantoso...
Ben: ¿No puedes hacer nada por él?
Selena: Lo intentaré.


Selena colocó sus manos sobre el cuerpo de Steve. Sabía que debía eliminar de su mente el veneno de SAM. Si despertaba recordando todo lo que el mago oscuro le había enseñado, enloquecería. Steve se agitaba en la cama, parecía luchar contra mil demonios.

Ben: ¿Que le ocurre?
Selena: El veneno de SAM se resiste a abandonar este cuerpo. Prefiere matarlo antes que dejarlo libre.


De pronto, Steve abrió los ojos. Se sentía confuso y no recordaba aquellos horrores que SAM le había mostrado.

Selena: Lo he conseguido. Hola, ¿se encuentra bien?

Steve se incorporó. Miraba a su alrededor extrañado. No comprendía que hacía allí y quienes eran ellos.

Steve: ¿Que hago aquí?
Ben: Está en un hospital.
Steve: ¿Que me ha ocurrido?
Selena: Por muy poco no se pierde para siempre entre terroríficos pensamientos. ¿Que es lo último que recuerda?
Steve: Yo...Anna me pidió que animase a Michael, que llevaba días muy raro. Cuando me dejó a solas con él...sus ojos...Dios mío, fue horrible...me tiró al suelo, riéndose de mi...
Selena: Siga hablando, por favor.
Steve: Esto es una locura...dijo que había poseído a Michael y que mataría a Anna en cuanto regresase a casa. Intenté impedírselo pero no sé que es lo que hizo...no recuerdo nada más...
Selena: Es mejor que no recuerde lo que ocurrió después. ¿Quién es Anna?
Steve: Anna es la novia de Michael...Por favor, tenemos que ayudarla, ¡llamen a la policía!


Se levantó de la cama y cayó al suelo. Después de semanas tumbado, sus piernas no le respondían.

Selena: ¿Se encuentra bien? Deje que le ayudemos.
Steve: Anna...está en peligro.
Ben: Espera muchacho, deja que te expliquemos.


Ben le ayudó a sentarse en un sillón. 

Steve: ¿Quienes son ustedes? 
Selena: Mi nombre es Selena y él se llama Ben. Queremos ayudarte.
Steve: ¡Pues llamen a la policía!
Selena: Ellos no nos pueden ayudar. Escuche, debe confiar en nosotros. ¿Podría localizar a Anna?
Steve: La podría llamar, tengo su móvil. 
Selena: ¿Su móvil?
Ben: Es un teléfono.
Selena: ¿Que es eso?
Steve: Pero, ¿tú de dónde sales?


Le ayudaron a ponerse en pie y salieron de la habitación.

Ben: Vamos, la puedes llamar desde mi móvil.
Selena: Es de vital importancia que se ponga en contacto con ella...necesitamos su ayuda.
Steve: No comprendo nada...
Selena: No se preocupe, se lo explicaré todo.


Selena le explicó a Ben que necesitaba un lugar seguro dónde esconderse. Algo en su interior le advertía que SAM le había descubierto. Siempre hacía caso a aquella intuición interior, así que se lo tomó muy en serio. Ben conocía un lugar muy perdido en las montañas de Racoonfield en Wensuland. Allí conocía a unos amigos que estarían dispuestos a ayudarles. Después de explicarle a Steve lo que estaba ocurriendo, decidieron no perder más tiempo y viajar a aquellas montañas. Selena se vistió con pantalones y zapatos deportivos, algo que le pareció extraño pero muy cómodo. Willy insistió tanto que al final le dejaron ir con ellos. Los paisajes en aquellas montañas eran espectaculares. El aire puro y sano que se respiraba les dio más fuerzas para seguir subiendo. Al fin llegaron a un de las cimas de aquellas montañas. Una cabaña apareció oculta entre árboles.

Ben: Ya hemos llegado.


Allí vivía Silvestre con su mujer y dos hijas. Vivían del turismo y la venta de queso y embutido casero. Disponían de dos cabañas. En una vivían y en la otra servían comida y bebida además de hospedar a viajeros por un módico precio.

Silvestre: Gustaba, ¡ven aquí ahora mismo!
Gustaba: ¡Beeeeee!
Silvestre: No rechistes, revoltosa. Baja inmediatamente de esas rocas, ¡obedece!
Gustaba: ¡Beeeeeee!
Frida: Padre, ¡la estás asustando!


Una de las hijas de Silvestre estaba sirviendo a dos viajeras. Donna y su amiga Sara disfrutaban del mejor embutido que habían probado jamás. La cerveza que servían era deliciosa, de un sabor extraordinario.

Donna: Está todo muy bueno, ¿te gusta el queso?
Sara: Mucho, tiene un sabor fuerte pero sabroso.
Donna: Mira, nos traen las cervezas, ¡que sed!



Selena: Este lugar me gusta mucho...me recuerda tanto a mi tiempo...
Ben: Aquí estaremos bien, ya lo verás. ¡Silvestre, amigo mío!


Cuando Frida vio a Ben su corazón dio un vuelco. Había estado profundamente enamorada, hasta tal punto de entregarse apasionadamente a él. Estaba dispuesta a dejarlo todo por Ben pero de pronto la dejó alegando que ella se merecía algo mejor. Semanas después descubrió que se había liado con su hermana.




Selena no pudo evitar emocionarse. Aquel lugar le recordaba tanto a su Wensuland medieval. Allí las cosas parecían más fáciles, más naturales. Es verdad que ahora todo estaba más organizado, más cómodo, pero a ella eso no le importaba. Recordar a Pez, Evelyn, Caris, Ginger...ser consciente que todos ellos estaban muertos le hacía mucho daño.


Silvestre: ¡Ben Rosales! ¡Viejo amigo, te echaba de menos!
Ben: Veo que no has cambiado nada, Silvestre.
Silvestre: ¡Es este aire puro, que me mantiene joven y fresco!


Silvestre: ¡Dame la mano, hombre! Hace mucho tiempo que no te dejabas caer por aquí.
Ben: Lo sé, he estado muy ocupado.

Marcela gritó histérica cuando vio a Ben. Desde el día que se fue no había podido pensar en otra cosa. Lo deseaba y amaba tanto que había rogado todos los días poderlo besar una vez más.

Marcela: ¡Ben! ¡Has vuelto!


Ben: ¡Marcela! ¡Sigues estando tan...tan...buenorra como siempre!
Marcela: ¡No sabes las ganas que tenía de volver a verte! ¿Has vuelto por mi? ¡Llevo mucho tiempo esperándote!
Ben:¡Shhh! ¿No querrás que tu padre se entere de lo nuestro? Marcela, ya te dije que aunque bonito, lo nuestro no puede ser.
Marcela: Bobadas, claro que puede ser.
Willy: Mi tío es un conquistador...
Steve: Me podría contar cual es su truco...yo no me como una rosca.
Selena: ¿Que tienen que ver las roscas con el arte del amor?


Ben: Os presento a unos amigos. Selena y Steve. Él es mi sobrino Willy. Nos gustaría hospedarnos unos días aquí, si es posible.
Silvestre: Claro que sí, viejo amigo.
Marcela: ¿Te acuestas con esa?
Ben: ¿Qué? ¿Selena? No no...


Ben: Frida, cuanto tiempo. ¿No vas a saludarme?
Frida: Hola. Date por saludado.
Ben: ¿Todavía me guardas rencor?
Frida: No sabes cuanto. Déjame en paz, tengo mucho trabajo.


Claudia: ¡Benditos son los ojos que te ven! ¡Cuanto tiempo!
Ben: ¡Claudia!
Claudia: ¡Dame un beso!


Ben: Para ti no pasan los años, Claudia. Tu belleza no tiene comparación.
Claudia: Mira que eres adulador. Oh Ben, todavía recuerdo aquella noche de pasión que pasamos juntos cuando nos quedamos encerrados en aquella cueva, ¿lo recuerdas? Llovía tanto y hacía tanto frío que necesitábamos entrar en calor...
Ben: ¡Shh! Claudia, debemos olvidar lo que ocurrió aquel día...Silvestre no puede enterarse de esto.


Silvestre: Imagino que estaréis hambrientos.
Selena: Así es, buen hombre.
Silvestre: Marcela, prepara algo para comer a nuestros amigos.


Selena se alejó del grupo y se poyó en una valla mirando al horizonte. Respiró el aire puro y recordó sus tiempos felices. Se sentía maldita. El dolor que le provocaba que todo lo que le importaba estuviese olvidado y muerto para siempre era insoportable. Se sentía fuera de lugar, en un mundo que no comprendía. Ben se acercó a ella preocupado. 



Ben: ¿Te encuentras bien?
Selena: Añoro mi vida, mis seres queridos. Me siento maldita. Preferiría seguir muerta, olvidada por todos.
Ben: No hables así. Sé que debe ser duro, pero no puedes rendirte. Selena, yo siento un cariño especial por ti, y Willy te adora. No somos tu familia, pero no estás sola.
Selena: Gracias, Ben. Eres un hombre de gran corazón. 


Claudia: ¡La cena está servida, vamos que Steve se lo está comiendo todo!
Steve: ¡Esto está de vicio!
Willy: ¿Puedo probar la cerveza?
Silvestre: Todavía tienes que crecer más, pequeño Willy. Te serviré algún refresco.
Willy: ¡Joo! 



Comieron y bebieron tranquilamente sentados al aire libre. Selena se sintió relajada y acogida por primera vez desde que había despertado. Anna llevaba rato observándolos escondida entre los árboles. No se fiaba de nadie, y después del estado en el que había visto a Steve la última vez que lo vio en el hospital, le costaba creer que se hubiese recuperado milagrosamente. Cuando lo vio comiendo junto a todos esos desconocidos,  se emocionó. Había recibido su mensaje en el móvil, citándole en aquel lugar, así que fue hasta allí para averiguar si realmente se trataba de su amigo. 


Selena: Está todo delicioso.
Steve: Yo quiero otra birra.
Willy: Yo quiero más chicha de esa.
Selena: Toma, aquí tienes más.
Silvestre: No os quedéis con hambre. 
Claudia: ¿Os gusta el pastel de queso con frambuesas? 
Ben: Os aconsejo que lo probéis, está tan bueno que debería ser considerado un pecado.
Selena: Yo lo probaré, aunque sea pecado. 


Anna temía que Steve estuviese poseído, al igual que Michael. Estaba empezando a tener frío y ahí escondida no saldría de dudas. Cuando Steve se levantó para estirar las piernas y ver las vistas, se acercó a él.



Anna: ¿Steve?

Steve se volvió al escuchar su voz. Siempre le había gustado Anna, pero nunca se había atrevido a confesar sus sentimientos. Era la novia de su mejor amigo y para él eso era sagrado. Al verla ahí de pie su corazón se aceleró. Seguía tan bella como siempre a pesar de los problemas por los que estaban pasando. 

Steve: Anna...
Anna: Pensaba que no te recuperarías nunca...


Se abrazaron emocionados. Anna no pudo evitar ponerse a llorar. Se había sentido muy sola desde que su vida se convirtió en una pesadilla.

Steve: ¿Estás bien?
Anna: No, ya no puedo más. Steve, me alegra tanto que te hayas recuperado. Es casi un milagro.
Steve: Ella me ayudó.
Anna: ¿Quién es?


Steve: Se llama Selena y viene del pasado.
Anna: ¿Del pasado?
Steve: Sé que parece una locura, pero es verdad.
Anna: Ahora todo me parece posible...
Selena: Anna, es un placer conocerla. Sé que lo debe estar pasando muy mal.
Anna: ¿Que sabes de lo que me está ocurriendo?
Selena: Todo.


Anna: ¿Todo?
Selena: Yo conozco a SAM mejor que nadie. Sé de lo que es capaz. Ha resucitado gracias a su vara maldita y a poseído a tu prometido, Michael. No sé como conseguiste escapar, sé que te habría matado sin pensárselo. Ahora Michael es su recipiente y cada día se hace más fuerte. Sus poderes aumentan y pronto tu prometido no podrá recuperar su cuerpo, perdiéndose para siempre en su interior. Por eso debemos darnos prisa, y tú eres de vital importancia.
Anna: ¿Y cómo podría ayudarle? 


Ya era de noche y hacía frío así que entraron todos en la cabaña.

Silvestre: Si necesitáis ayuda, no dudéis en llamar. Nuestra casa está muy cerca.
Ben: No te preocupes, Silvestre, ya habéis hecho suficiente por nosotros.
Silvestre: Aquí a las seis ya estamos en pie, así que el desayuno es a las siete. Buenas noches.
Ben: Buenas noches.

Silvestre y su familia se despidieron de ellos y se marcharon a su casa. Se quedaron en aquel acogedor comedor junto a la lumbre.



Anna: Selena, ¿que puedo hacer por ayudar a Michael? 
Selena: Aunque SAM lo ha poseído, todavía sigue estando ahí, perdido en su interior. Si conseguimos reducir a SAM podrías intentar hablar con él, hacer que Michael despierte y luche contra él. 
Anna: La última vez que lo vi Michael luchó contra SAM, por eso sigo con vida. Me dijo que corriera por mi vida, que SAM le había poseído y me quería matar. Sentía todo lo que estaba ocurriendo...mató a mi gata y a Steve lo dejó catatónico. 


Selena: Aunque puedes ser de gran ayuda, necesitamos encontrar a la elegida.
Steve: ¿La elegida?
Selena: Así es. Una chica llamada Ginger fue la elegida en el pasado y gracias a sus poderes lo pudimos vencer. Ahora debe haber otra elegida, pero no sé quién es y dónde está. Seguramente no sepa que tiene poderes y una capacidad especial que la conecta directamente con la naturaleza.
Anna: ¿Y cómo la encontraremos?
Selena: No lo sé...


Anna: Haré lo que sea para ayudar a Michael, aunque ya no sé si quiero seguir manteniendo una relación con él...ya no lo puedo ver igual que antes....no después de todo lo que a pasado.


Se hizo tarde y se fueron a dormir en la planta de arriba. Ben no conseguía pegar ojo, así que se quedo de guardia mirando por las ventanas y atento a cualquier ruido. La luz de la luna iluminaba las montañas y solo se escuchaba el viento y el canto de algunos pájaros en la distancia.

Ben: No se ve una torta.


Selena dormía junto a Willy y Anna junto a Steve cuando algo la despertó. No fue un ruido sino una extraña sensación. 

Selena: ¿Ben?
Ben: Perdona, te he despertado
Selena: No has sido tú.


Ben: No puedes dormir, lo entiendo. Yo tampoco. Estaba haciendo guardia, por si aparecía el mago ese oscuro que tanto teméis.
Selena: Eres valiente, Ben. Aunque dudo que puedas hacer algo frente a los poderes de SAM. 
Ben: Te sorprenderías.
Selena: Algo va mal. Presiento que el mal nos acecha.
Ben: ¿Aquí? No te preocupes, este lugar es seguro.
Selena: No puedo evitar preocuparme.


Selena abrió la puerta del balcón y salió al exterior. Sabía que el mal estaba muy cerca, a punto de enseñar su rostro.

Ben: ¿Ves algo?
Selena: No con los ojos...pero sé que algo está a punto de ocurrir.
Ben: ¿Tus poderes te advierten?
Selena: Algo así...



Los dos gremilins que había enviado SAM a matar a Selena caminaban por el tejado con sigilo. Sus ansias por matar aumentaban por momentos. Acabarían con Selena y con todos los demás de la forma más salvaje y cruel.


Selena salió al exterior y Ben le acompañó. Esa sensación de peligro fue en aumento. Miraba alrededor pero no conseguía ver nada extraño.

Ben: ¿No estarás exagerando?
Selena: Ben...prepárate...algo está a punto de suceder.


Uno de los gremilins salió de su escondite y se abalanzó sobre ella. Selena cayó al suelo intentando deshacerse de él. Ben sacó su puñal dispuesto a ayudar a su amiga, pero el gremilin que estaba sobre el tejado saltó sobre él antes de que pudiese hacer nada.


Los dos gremilins miraron fijamente con sus ojos a Ben y Selena. Unos rayos rojos salieron de sus ojos e impactaron en sus cuerpos. Un dolor intenso e insoportable les invadió. Se retorcían en el suelo mientras los gremilins seguían proyectando sus rayos sobre ellos. Sonreían al verles sufrir, gritando desesperados. Anna y Steve salieron alertados por los gritos y descubrieron la terrible escena.


Agarraron a los gremilins y sobresaltados dejaron de proyectar sus rayos sobre ellos. Selena aprovechó el desconcierto para incorporarse y contraatacar.

Gremilin: ¡Morir, vas a morir!
Anna: ¡Socorro!
Steve: ¿¡Pero esto que clase de bicho es!?


Los poderes de Selena todavía no se habían desarrollado completamente, pero era lo suficientemente poderosa como para defenderse de ellos. De las palmas de sus manos proyectó una luz roja que atrapó los cuerpos de los seres infernales. Sorprendidos cayeron al suelo y entre insultos y gritos de terror perdieron el conocimiento.

Ben: ¡Wow!


Anna: ¿Están muertos?
Selena: No. He conseguido que pierdan el conocimiento, pero despertarán y nos volverán a atacar.
Ben: ¿No puedes matarlos?
Selena: No resulta tan fácil. Luego me ocuparé de ellos, conozco una forma de hacerles desaparecer.



Steve: ¿Que son?
Selena: Gremilins. SAM sabe que estoy viva. Los envió para que me destruyeran. 
Anna: ¿Y ahora qué?


Selena: Esto precipita las cosas. No disponemos de tanto tiempo como el que pensaba. Debemos encontrar a la elegida, pero yo no seré capaz de encontrarla...solo hay una persona capaz de localizarla.
Anna: ¿Quién? 
Selena: La elegida del pasado, Ginger.
Steve: Pero está muerta, ¿no?
Selena: Así es...pero conozco una forma de que nos ayude.


Ben: ¿Cómo?
Selena: Viajando al pasado.
Steve: ¿Eso es posible?
Selena: Podría viajar al pasado y traer conmigo a Ginger.
Anna: ¡Eso es genial!
Steve: ¡Alucinante!
Selena: El único problema es que no puedo utilizar esos poderes conmigo...no surten efecto en mi. Podría enviaros a vosotros dos. Solo tendríais que buscar a Ginger, no será difícil de encontrar.
Steve: ¡Pero eso es una locura!
Anna: ¿Y si no consigues hacerlo bien y nos mandas a la prehistoria y no podemos regresar?
Steve: Yo paso...


Selena: No os ocurrirá nada malo si vais con cuidado. Tan solo pasaréis una semana en el pasado, tiempo suficiente para encontrar a Ginger y volver con ella.
Steve: ¿Y cómo se supone que la traeríamos?
Selena: Tan solo con tocarla cuando vuestro cuerpo comience a desaparecer para volver al futuro. Ella desaparecerá con vosotros y regresaréis los tres. Sé que es arriesgado pero no se me ocurre otra cosa...mientras intentaré localizar a la elegida por mi cuenta.


Anna: No sé...
Selena: Escuchad, no os lo pediría si no fuese estrictamente necesario. Reconozco que es arriesgado pero no se me ocurre nada mejor...Si pudiese ir yo misma lo haría sin dudarlo.
Steve: ¿Que dices, Anna?
Anna: Debemos hacerlo, Steve. Tenemos que ayudar a Michael.
Selena: No solo a Michael, también a todo el Playmundo. SAM pretende dominar y destruir el mundo tal y como lo conocemos.
Steve: Está bien...



Steve: ¿Nos dolerá?
Selena: No os preocupéis, es indoloro. Os notaréis ligeros y una sensación de libertad os embargará. Ginger vive en una aldea de Rocaclack llamada León blanco. Intentaré enviaron lo más cerca posible de su localización. 
Ben: Suerte, chicos.
Selena: Allá voy. ¿Preparados?
Anna: Creo que sí.
Steve: No pero adelante...


Mientras Selena murmuraba algo en voz baja, los cuerpos de Anna y Steve desaparecían poco a poco.

Steve: Madre mía, ¡esto es la caña!
Anna: Que sensación tan extraña...



Anna y Steve desaparecieron definitivamente. Ben miraba sorprendido el lugar dónde hacía tan solo un momento habían estado. 

Ben: Necesito un buen lingotazo para procesar todo esto. ¿Estarán bien?
Selena: Espero que sí...Ellos son nuestra última esperanza.


Ben: Lo conseguirán, ya lo verás.
Selena: El tiempo se nos agota, Ben. SAM se hace cada día más fuerte y yo todavía no soy lo suficientemente fuerte como para combatirle...de hecho ni con todos mis poderes lo lograría. Necesitamos a Ginger y Anna.
Ben: ¿Que podemos hacer mientras están fuera?
Selena: Intentaremos encontrar a la actual elegida, pero no creo que lo consigamos sin Ginger.


Continuará...